http://www.rebelion.org/hemeroteca/sociales/liberty220801.htm
USS Liberty: ¿Cometió Israel un crimen de guerra para ocultar otro?
James M. Ennes, Jr.
Traducción para Rebelión: Germán Leyens
Los lectores de Washington Report conocen bien la historia. En 1967, durante el cuarto día de la Guerra de Seis Días, las fuerzas armadas de Israel atacaron el barco espía estadounidense USS Liberty en aguas internacionales a plena luz del día, después de varias horas de reconocimiento aéreo a baja altitud. Murieron treinta y cuatro hombres, 171 fueron heridos, y el barco fue tan dañado que tuvo que ser desguazado.
El gobierno de Israel ha mentido sobre las circunstancias desde aquel entonces, contando una historia que es muy diferente de la que relatan los sobrevivientes estadounidenses. El Congreso [estadounidense] se ha negado a poner en duda la versión de falsedad manifiesta de Israel, aunque el propio análisis del Departamento de Estado estima que la historia israelí es falsa.
Y sin embargo, la pregunta más urgente que sigue existiendo de esa infamia no es si el ataque fue deliberado. Eso ha quedado establecido hace mucho tiempo para cualquier persona razonable. El tema es por qué Israel arriesgó su relación íntima y agradable con EE.UU., asesinando marinos estadounidenses en alta mar.
Y efectivamente, portavoces de Israel utilizan esa pregunta para defender a Israel. ¿ Por qué –preguntan--, iba a arriesgar Israel un distanciamiento de sus amigos estadounidenses?
Así que, ¿por qué atacó Israel? Analistas de inteligencia y otros han supuesto hace tiempo que Israel atacó para impedir que el barco informara sobre la invasión inminente de las Alturas del Golán, inminente a pesar de los pedidos de alto el fuego de EE.UU. Los defensores de Israel rechazan esa explicación.
Informes recientes en la prensa israelí y egipcia sugieren otra posibilidad de peso.
Según testimonios presenciales de oficiales israelíes y periodistas, el ejército israelí –el ejército que pretende que mantiene un nivel moral más elevado que otros ejércitos—ejecutó nada menos que 1000 prisioneros árabes durante la guerra de 1967.
El historiador Gabby Bron escribió en Yediot Ahronot en Israel, que presenció que soldados israelíes ejecutaban prisioneros egipcios en la mañana del 8 de junio de 1967, en la localidad de El Arish en Sinaí.
Bron informó que vio a unos 150 prisioneros de guerra egipcios en el aeropuerto de El Arish, sentados en el suelo, apiñados con las manos en la nuca. Cada pocos minutos, escribe Bron, los soldados conducían a un prisionero de guerra egipcio del grupo a un interrogatorio realizado por dos hombres en uniformes del ejército israelí. Luego el hombre era llevado afuera, se le daba una pala, y se le obligaba a cavar su propia tumba.
"Vi como [un] hombre excavó un hoyo durante unos 15 minutos," escribió Bron, "después, el policía [militar israelí] le dijo que tirara la pala, y entonces uno de ellos le apuntó con una Uzi y le disparó dos breves ráfagas, cada una de tres o cuatro balas."
Bron dice que vio unas diez ejecuciones similares, hasta que se repletó la fosa. Entonces un coronel israelí lo amenazó con un revolver, obligándolo a abandonar el área.
El USS Liberty estaba cerca
Mientras se realizaban esas ejecuciones, la plataforma más avanzada de la inteligencia estadounidense, el USS Liberty, se encontraba a menos de 13 millas de El Arish.
Estábamos suficientemente cerca para ver a simple vista la mezquita de la ciudad. Con binoculares podíamos ver edificios individuales y podríamos haber visto las ejecuciones si hubiéramos mirado en la dirección correcta.
¿Podrían haber escuchado nuestros mensajes verbales por radio revelando esos asesinatos? ¿Fueron aprobados los asesinatos por oficiales superiores israelíes, o supieron que se llevaron a cabo? ¿Cómo hubieran reaccionado al saber que el USS Liberty estaba cerca y que podría haber escuchado comunicaciones radiofónicas comprometedoras?
¿Hubieran estado suficientemente desesperados como para atacar un barco estadounidense?
El ataque al Liberty fue un crimen de guerra
El ataque al USS Liberty fue en sí un crimen de guerra. El comandante de la Marina de EE.UU., Walter Jacobsen, un Oficial Legal de la Marina que entonces estaba haciendo un trabajo de graduado en la Universidad George Washington, realizó un amplio análisis legal del ataque.
Su conclusión, incluida en la Revista Legal Naval del invierno de 1986, fue que varios aspectos del ataque violaron provisiones de las Convenciones de Ginebra –crímenes de guerra. Específicamente, el comandante Jacobsen estimó que el ataque no estaba legalmente justificado, que constituía un acto de agresión según la Carta de las Naciones Unidas, que el uso de aviones sin marcas, la destrucción sin sentido de balsas salvavidas en el agua, la interferencia de frecuencias de radio internacionales para llamados de socorro, y el que los comandantes de las torpederas no hayan rendido ayuda inmediata al enemigo incapacitado e indefenso, constituían todas violaciones de la ley internacional.
La negativa de investigar de EE.UU. viola las Convenciones de Ginebra
Durante años los sobrevivientes del USS Liberty han solicitado a miembros del Congreso que investiguen las circunstancias del ataque.
La versión israelí es falsa. Habíamos izado una bandera. Nos habíamos identificado. Estábamos en aguas internacionales. No dejaron de disparar después de ver nuestra bandera, como afirman, sino que continuaron disparando durante 40 minutos. El ataque duró 75 minutos y no fue breve o accidental como pretende Israel. No "tratamos de escondernos" o de escapar como arguye Israel. Son cosas fáciles de probar.
Lo más importante son los crímenes de guerra mencionados por el comandante Jacobsen. Esas cosas debieran haber sido investigadas en 1967. Pero los funcionarios estadounidenses han hecho caso omiso de esos delitos durante 29 años, rehusando investigar o siquiera admitirlos.
Su negativa en sí ya es un crimen. Los Estados Unidos, como signatarios de las Convenciones de Ginebra de 1949, tienen la "obligación de buscar las personas acusadas de haber cometido, o haber ordenado que se cometieran" violaciones de las convenciones, y de procurar que los infractores sean procesados.
No hay excepciones. Los crímenes de guerra sobre los que se da parte a funcionarios gubernamentales deben ser investigados y los perpetradores procesados.
Sin embargo, incluso esta obligación es ignorada por los funcionarios de EE.UU. Los sobrevivientes del Liberty han informado durante muchos años sobre los crímenes cometidos en contra nuestra y han solicitado una investigación adecuada. A pesar de la ley, nuestras quejas son ignoradas. No se ha realizado jamás una investigación de estas acusaciones.
Recientemente Joe Meadors, del Liberty, un ex presidente de la Asociación de Veteranos del Liberty, presentó demandas formales ante el Comité de Ética de la Cámara de Representantes y del Senado, contra los parlamentarios que han ignorado nuestras quejas.
No ha sorprendido a nadie que esas quejas, también, hayan sido ignoradas.
La negativa a investigar de la Marina viola las Regulaciones de la Armada
Cuando fue atacado el Liberty, el capitán Joseph Tully en el portaviones USS Saratoga recibió el pedido de ayuda del barco y envió de inmediato aviones jet a socorrerlo. Se ordenó casi de inmediato el retiro de los jets de Tully, por instrucciones de Washington. Como resultado, el apoyo de cazas estadounidenses fue demorado durante más de 90 minutos. Para entonces el daño había ocurrido y 34 hombres habían muerto o estaban muriendo.
Si se hubiera enviado esos aviones, probablemente hubieran llegado antes de que las torpederas comenzaran su parte del ataque. Se hubieran salvado por lo menos 25 vidas.
Nosotros los sobrevivientes hemos tratado de saber durante 29 años porqué se nos negó el apoyo aéreo inmediato que se nos había prometido en caso de tener problemas. No recibimos respuesta alguna. La Marina todavía no acepta ni siquiera que no se envió ayuda, aunque uno de los comandantes del portaviones había ofrecido testimoniar que se le había prohibido ayudarnos.
El Código Uniforme de la Justicia Militar, el cuerpo legal que rige para toda persona en el servicio militar, estipula que "Toda persona afectada por este capítulo que ante o en presencia del enemigo... no provee toda el socorro y ayuda practicable a... soldados, barcos, o aviones de las fuerzas armadas... cuando han entablado combate... serán castigados con la pena de muerte o el castigo que determine una corte militar."
Esa disposición fue claramente violada cuando se retuvo el apoyo militar al Liberty. Sin embargo, la Marina no admitirá ni siquiera que no fuimos defendidos.
George Orwell sugirió en 1945 que algunos animales son más iguales que otros. Pareciera que lo mismo sucede con algunos países. James Ennes se retiró de la Marina en 1978 como capitán de corbeta, después de 27 años de servicio como recluta y oficial. Era teniente en el puente del USS Liberty el día del ataque. Su libro sobre el tema "Ataque contra el Liberty" (Random House, 1980), ha sido seleccionado como "Libro Naval Notable" por el Instituto Naval de EE.UU. y fue la "selección del editor" cuando fue reseñado en The Washington Post.
USS Liberty: ¿Cometió Israel un crimen de guerra para ocultar otro?
James M. Ennes, Jr.
Traducción para Rebelión: Germán Leyens
Los lectores de Washington Report conocen bien la historia. En 1967, durante el cuarto día de la Guerra de Seis Días, las fuerzas armadas de Israel atacaron el barco espía estadounidense USS Liberty en aguas internacionales a plena luz del día, después de varias horas de reconocimiento aéreo a baja altitud. Murieron treinta y cuatro hombres, 171 fueron heridos, y el barco fue tan dañado que tuvo que ser desguazado.
El gobierno de Israel ha mentido sobre las circunstancias desde aquel entonces, contando una historia que es muy diferente de la que relatan los sobrevivientes estadounidenses. El Congreso [estadounidense] se ha negado a poner en duda la versión de falsedad manifiesta de Israel, aunque el propio análisis del Departamento de Estado estima que la historia israelí es falsa.
Y sin embargo, la pregunta más urgente que sigue existiendo de esa infamia no es si el ataque fue deliberado. Eso ha quedado establecido hace mucho tiempo para cualquier persona razonable. El tema es por qué Israel arriesgó su relación íntima y agradable con EE.UU., asesinando marinos estadounidenses en alta mar.
Y efectivamente, portavoces de Israel utilizan esa pregunta para defender a Israel. ¿ Por qué –preguntan--, iba a arriesgar Israel un distanciamiento de sus amigos estadounidenses?
Así que, ¿por qué atacó Israel? Analistas de inteligencia y otros han supuesto hace tiempo que Israel atacó para impedir que el barco informara sobre la invasión inminente de las Alturas del Golán, inminente a pesar de los pedidos de alto el fuego de EE.UU. Los defensores de Israel rechazan esa explicación.
Informes recientes en la prensa israelí y egipcia sugieren otra posibilidad de peso.
Según testimonios presenciales de oficiales israelíes y periodistas, el ejército israelí –el ejército que pretende que mantiene un nivel moral más elevado que otros ejércitos—ejecutó nada menos que 1000 prisioneros árabes durante la guerra de 1967.
El historiador Gabby Bron escribió en Yediot Ahronot en Israel, que presenció que soldados israelíes ejecutaban prisioneros egipcios en la mañana del 8 de junio de 1967, en la localidad de El Arish en Sinaí.
Bron informó que vio a unos 150 prisioneros de guerra egipcios en el aeropuerto de El Arish, sentados en el suelo, apiñados con las manos en la nuca. Cada pocos minutos, escribe Bron, los soldados conducían a un prisionero de guerra egipcio del grupo a un interrogatorio realizado por dos hombres en uniformes del ejército israelí. Luego el hombre era llevado afuera, se le daba una pala, y se le obligaba a cavar su propia tumba.
"Vi como [un] hombre excavó un hoyo durante unos 15 minutos," escribió Bron, "después, el policía [militar israelí] le dijo que tirara la pala, y entonces uno de ellos le apuntó con una Uzi y le disparó dos breves ráfagas, cada una de tres o cuatro balas."
Bron dice que vio unas diez ejecuciones similares, hasta que se repletó la fosa. Entonces un coronel israelí lo amenazó con un revolver, obligándolo a abandonar el área.
El USS Liberty estaba cerca
Mientras se realizaban esas ejecuciones, la plataforma más avanzada de la inteligencia estadounidense, el USS Liberty, se encontraba a menos de 13 millas de El Arish.
Estábamos suficientemente cerca para ver a simple vista la mezquita de la ciudad. Con binoculares podíamos ver edificios individuales y podríamos haber visto las ejecuciones si hubiéramos mirado en la dirección correcta.
¿Podrían haber escuchado nuestros mensajes verbales por radio revelando esos asesinatos? ¿Fueron aprobados los asesinatos por oficiales superiores israelíes, o supieron que se llevaron a cabo? ¿Cómo hubieran reaccionado al saber que el USS Liberty estaba cerca y que podría haber escuchado comunicaciones radiofónicas comprometedoras?
¿Hubieran estado suficientemente desesperados como para atacar un barco estadounidense?
El ataque al Liberty fue un crimen de guerra
El ataque al USS Liberty fue en sí un crimen de guerra. El comandante de la Marina de EE.UU., Walter Jacobsen, un Oficial Legal de la Marina que entonces estaba haciendo un trabajo de graduado en la Universidad George Washington, realizó un amplio análisis legal del ataque.
Su conclusión, incluida en la Revista Legal Naval del invierno de 1986, fue que varios aspectos del ataque violaron provisiones de las Convenciones de Ginebra –crímenes de guerra. Específicamente, el comandante Jacobsen estimó que el ataque no estaba legalmente justificado, que constituía un acto de agresión según la Carta de las Naciones Unidas, que el uso de aviones sin marcas, la destrucción sin sentido de balsas salvavidas en el agua, la interferencia de frecuencias de radio internacionales para llamados de socorro, y el que los comandantes de las torpederas no hayan rendido ayuda inmediata al enemigo incapacitado e indefenso, constituían todas violaciones de la ley internacional.
La negativa de investigar de EE.UU. viola las Convenciones de Ginebra
Durante años los sobrevivientes del USS Liberty han solicitado a miembros del Congreso que investiguen las circunstancias del ataque.
La versión israelí es falsa. Habíamos izado una bandera. Nos habíamos identificado. Estábamos en aguas internacionales. No dejaron de disparar después de ver nuestra bandera, como afirman, sino que continuaron disparando durante 40 minutos. El ataque duró 75 minutos y no fue breve o accidental como pretende Israel. No "tratamos de escondernos" o de escapar como arguye Israel. Son cosas fáciles de probar.
Lo más importante son los crímenes de guerra mencionados por el comandante Jacobsen. Esas cosas debieran haber sido investigadas en 1967. Pero los funcionarios estadounidenses han hecho caso omiso de esos delitos durante 29 años, rehusando investigar o siquiera admitirlos.
Su negativa en sí ya es un crimen. Los Estados Unidos, como signatarios de las Convenciones de Ginebra de 1949, tienen la "obligación de buscar las personas acusadas de haber cometido, o haber ordenado que se cometieran" violaciones de las convenciones, y de procurar que los infractores sean procesados.
No hay excepciones. Los crímenes de guerra sobre los que se da parte a funcionarios gubernamentales deben ser investigados y los perpetradores procesados.
Sin embargo, incluso esta obligación es ignorada por los funcionarios de EE.UU. Los sobrevivientes del Liberty han informado durante muchos años sobre los crímenes cometidos en contra nuestra y han solicitado una investigación adecuada. A pesar de la ley, nuestras quejas son ignoradas. No se ha realizado jamás una investigación de estas acusaciones.
Recientemente Joe Meadors, del Liberty, un ex presidente de la Asociación de Veteranos del Liberty, presentó demandas formales ante el Comité de Ética de la Cámara de Representantes y del Senado, contra los parlamentarios que han ignorado nuestras quejas.
No ha sorprendido a nadie que esas quejas, también, hayan sido ignoradas.
La negativa a investigar de la Marina viola las Regulaciones de la Armada
Cuando fue atacado el Liberty, el capitán Joseph Tully en el portaviones USS Saratoga recibió el pedido de ayuda del barco y envió de inmediato aviones jet a socorrerlo. Se ordenó casi de inmediato el retiro de los jets de Tully, por instrucciones de Washington. Como resultado, el apoyo de cazas estadounidenses fue demorado durante más de 90 minutos. Para entonces el daño había ocurrido y 34 hombres habían muerto o estaban muriendo.
Si se hubiera enviado esos aviones, probablemente hubieran llegado antes de que las torpederas comenzaran su parte del ataque. Se hubieran salvado por lo menos 25 vidas.
Nosotros los sobrevivientes hemos tratado de saber durante 29 años porqué se nos negó el apoyo aéreo inmediato que se nos había prometido en caso de tener problemas. No recibimos respuesta alguna. La Marina todavía no acepta ni siquiera que no se envió ayuda, aunque uno de los comandantes del portaviones había ofrecido testimoniar que se le había prohibido ayudarnos.
El Código Uniforme de la Justicia Militar, el cuerpo legal que rige para toda persona en el servicio militar, estipula que "Toda persona afectada por este capítulo que ante o en presencia del enemigo... no provee toda el socorro y ayuda practicable a... soldados, barcos, o aviones de las fuerzas armadas... cuando han entablado combate... serán castigados con la pena de muerte o el castigo que determine una corte militar."
Esa disposición fue claramente violada cuando se retuvo el apoyo militar al Liberty. Sin embargo, la Marina no admitirá ni siquiera que no fuimos defendidos.
George Orwell sugirió en 1945 que algunos animales son más iguales que otros. Pareciera que lo mismo sucede con algunos países. James Ennes se retiró de la Marina en 1978 como capitán de corbeta, después de 27 años de servicio como recluta y oficial. Era teniente en el puente del USS Liberty el día del ataque. Su libro sobre el tema "Ataque contra el Liberty" (Random House, 1980), ha sido seleccionado como "Libro Naval Notable" por el Instituto Naval de EE.UU. y fue la "selección del editor" cuando fue reseñado en The Washington Post.