es un artículo sacado de Público 5/10/2010
un bolígrafo, un puñado de monedas, unas llaves, un telefono móvil o un vaso. Cualquier cosa vale, llegado el momento. ``Todo puede ser un arma: no hay reglas, todo vale. El praticante de Krav Maga no está limitado por normas y empleará para la defensa cualquier recurso, incluso gritar, escupir o fingir pánico´´, reza la web de una de las cuatro asociaciones aglutinantes en España del Krav Maga, una traducción para la lucha callejera de las técnicas usadas por las fuerzas de defensa y los servicios de seguridad de Israel.
El Krav Maga no es un deporte: no tiene competición.Ni un arte marcial: no tiene ornamentación ni filosofía subyacente. Su fundador Imi Lichtenfeld, comenzó a desarrollarlo en grupos de paramilitares durante la lucha de Israel por la independencia alcanzada en 1948 (1). Cuando se fundó su ejercito, incorporó y adaptó a las necesidades militares las técnicas de combate cuerpo a cuerpo desarrollados durante los largos años de lucha.
Eso es Krav Maga, ``lucha de contacto´´,en hebreo. Su Federación Internacional, presente en España, promociona esta disciplina con el reclamo de que ``enseña como neutralizar a un terrorista con una granada de mano o con un arma larga de fuego´´. En España está ganando adeptos, entre ellos, numerosos policías, guardias civiles, escoltas y vigilantes de seguridad, atraídos por una disciplina en la que se predispone al alumno a reaccionar atacando ante alguien que desenfunda un arma o saca una navaja. `` España se imparte en unos 60 centros. Solo en el último año se han sumado 20´´, asegura Oskar Curro, presidente de la Asociación Española de Krav Maga, que explica que este auge ha provocado otro paralelo y no cuantificado, de intrusismo. Y añade: ``el tirón tiene que ver con el prestigio de Israel en temas de seguridad´´.
Oskar enseña Krav Maga en el gimnasio Aquarea, en Madrid, ciudad que concentra el grueso de la oferta. ``Vale todo: morder o dar cabezazos o una patada en los genitales, como en una pelea callejera´´,explica. A la clase puede acudir cualquier mayor de 16 años. ``lo hacemos para sentirnos más seguros´´, dice Gustavo, que decidió aprender después de que un ladrón le entrara en casa. Tambien hay un grupo compuesto por mujeres víctimas de violencia de género. ``Se les enseña sobre todo a pegar en los genitales y en los ojos´´, cuenta Oskar.
Resultados Rápidos.
``El Krav Maga busca el cmino más corto hasta el resultado. En el taekwondo se tarda años en llegar a lo que en Krav Maga se quiere aprender con el mínimo recorrido´´, reflexiona Antonio Castro, presidente de la Asociación Española de Artes Marciales Coreanas: ``para policías o escoltas puede servir. Pero con todo respeto, no veo su utilidad para un ciudadano de a pie´´.
Aunque hay profesores de Krav Maga en España desde 2002, su auge se viene produciendo en los tres últimos años. David Vallejo empezó en septiembre a impartirlo en tres centros de Sevilla. En el Kyohan Dojo, unos 15 alumnos, la mayoría hombres menores de 40, combinan ejercicios aeróbicos con otros en los que aprenden a lanzar el codo a la barbilla o a doblegar a un rival en una pelea en el suelo. ``En dos o tres meses trabajaremos con palos y simulaciones de pistolas´´, cuenta David, apasionado de las artes marciales que proviene del kárate y que imparte también cursos especificos para policias. Pronto comenzará con clases en las que se somete a los alumnos a situaciones de estrés, como la de tener que defenderse a oscuras de un ataque. ``Hay que sacar la agrasividad del alumno, por poca y escondida que esté, para que se encienda cuando la situación lo exija´´, cuenta David.
(1)el Krav Maga fue creado en la decada de 1930 por Imi Lichtenfeld que era oficial de policia en Budapest para defender a la comuidad judía de los ataques y durante la II Guerra Mundial lo utilizaron contra los nazis, cuando se creó el Estado de Israel el ejercito usó el Krav Maga hasta que se decidió desclasificar y se permitió su libre enseñanza.
un bolígrafo, un puñado de monedas, unas llaves, un telefono móvil o un vaso. Cualquier cosa vale, llegado el momento. ``Todo puede ser un arma: no hay reglas, todo vale. El praticante de Krav Maga no está limitado por normas y empleará para la defensa cualquier recurso, incluso gritar, escupir o fingir pánico´´, reza la web de una de las cuatro asociaciones aglutinantes en España del Krav Maga, una traducción para la lucha callejera de las técnicas usadas por las fuerzas de defensa y los servicios de seguridad de Israel.
El Krav Maga no es un deporte: no tiene competición.Ni un arte marcial: no tiene ornamentación ni filosofía subyacente. Su fundador Imi Lichtenfeld, comenzó a desarrollarlo en grupos de paramilitares durante la lucha de Israel por la independencia alcanzada en 1948 (1). Cuando se fundó su ejercito, incorporó y adaptó a las necesidades militares las técnicas de combate cuerpo a cuerpo desarrollados durante los largos años de lucha.
Eso es Krav Maga, ``lucha de contacto´´,en hebreo. Su Federación Internacional, presente en España, promociona esta disciplina con el reclamo de que ``enseña como neutralizar a un terrorista con una granada de mano o con un arma larga de fuego´´. En España está ganando adeptos, entre ellos, numerosos policías, guardias civiles, escoltas y vigilantes de seguridad, atraídos por una disciplina en la que se predispone al alumno a reaccionar atacando ante alguien que desenfunda un arma o saca una navaja. `` España se imparte en unos 60 centros. Solo en el último año se han sumado 20´´, asegura Oskar Curro, presidente de la Asociación Española de Krav Maga, que explica que este auge ha provocado otro paralelo y no cuantificado, de intrusismo. Y añade: ``el tirón tiene que ver con el prestigio de Israel en temas de seguridad´´.
Oskar enseña Krav Maga en el gimnasio Aquarea, en Madrid, ciudad que concentra el grueso de la oferta. ``Vale todo: morder o dar cabezazos o una patada en los genitales, como en una pelea callejera´´,explica. A la clase puede acudir cualquier mayor de 16 años. ``lo hacemos para sentirnos más seguros´´, dice Gustavo, que decidió aprender después de que un ladrón le entrara en casa. Tambien hay un grupo compuesto por mujeres víctimas de violencia de género. ``Se les enseña sobre todo a pegar en los genitales y en los ojos´´, cuenta Oskar.
Resultados Rápidos.
``El Krav Maga busca el cmino más corto hasta el resultado. En el taekwondo se tarda años en llegar a lo que en Krav Maga se quiere aprender con el mínimo recorrido´´, reflexiona Antonio Castro, presidente de la Asociación Española de Artes Marciales Coreanas: ``para policías o escoltas puede servir. Pero con todo respeto, no veo su utilidad para un ciudadano de a pie´´.
Aunque hay profesores de Krav Maga en España desde 2002, su auge se viene produciendo en los tres últimos años. David Vallejo empezó en septiembre a impartirlo en tres centros de Sevilla. En el Kyohan Dojo, unos 15 alumnos, la mayoría hombres menores de 40, combinan ejercicios aeróbicos con otros en los que aprenden a lanzar el codo a la barbilla o a doblegar a un rival en una pelea en el suelo. ``En dos o tres meses trabajaremos con palos y simulaciones de pistolas´´, cuenta David, apasionado de las artes marciales que proviene del kárate y que imparte también cursos especificos para policias. Pronto comenzará con clases en las que se somete a los alumnos a situaciones de estrés, como la de tener que defenderse a oscuras de un ataque. ``Hay que sacar la agrasividad del alumno, por poca y escondida que esté, para que se encienda cuando la situación lo exija´´, cuenta David.
(1)el Krav Maga fue creado en la decada de 1930 por Imi Lichtenfeld que era oficial de policia en Budapest para defender a la comuidad judía de los ataques y durante la II Guerra Mundial lo utilizaron contra los nazis, cuando se creó el Estado de Israel el ejercito usó el Krav Maga hasta que se decidió desclasificar y se permitió su libre enseñanza.