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La literatura de inspiración socialista comienza a desarrollarse en Hungría a comienzos del siglo XX de manera modesta, junto a la literatura burguesa radical y a la revista Nyugat ("Occidente", la revista literaria húngara más importante del siglo XX, y de la que han surgido la mayoría de los autores más destacados, una revista que intentó la renovación de la literatura siguiendo tendencias de moda en Europa).
Primero se desarrolla la poesía, cuyos inicias pueden remontarse incluso al siglo XIX. Los primeros autores son de origen burgués o incluso noble, que describen los bajos fondos. Pero más tarde surgen poetas dentro de la propia clase obrera y vinculados al movimiento obrero. Algunos de los autores destacados son Lajos Palágyi o Gyula Rudnyánszky, representantes de esta literatura socialista "filantrópica" antecesora de la literatura socialista plena.
De entre los primeros poetas obreros, sin duda el más importante es Sándor Csizmadia (1871-1929). En realidad es de familia perteneciente al proletariado agrícola. Csizmadia acabaría en el partido socialdemócrata y a comienzos del siglo XX es en la práctica el poeta oficial del partido. Luego, sus disputas con Endre Ady, el gran poeta húngaro del siglo XX, acabaría con la imagen de Csizmadia y éste pasaría años de silencio, sin escribir y cuando vuelve a hacerlo, en 1919, su posición política es totalmente contraria a la anterior.
Junto a él, destacan otros poetas del partido como Antal Farkas, Emil Gyagyovszky, Zsigmond Bodrogi o Károly Tuba.
A partir de 1910 en el seno del partido va a surgir una corriente crítica socialista de izquierda, representada por intelectuales como Ernő Bresztovszky, József Pogány y otros. Mención especial merece Ervin Szabó (1877-1918), uno de los intelectuales de izquierda más importantes en la Hungría del siglo XX, sus posturas críticas con la socialdemocracia de principio de siglo le llevaron al sindicalismo militante y revolucionario y aunque su postura acabará siendo más cercana al anarcosindicalismo, tuvo una gran influencia en la izquierda crítica de la socialdemocracia húngara. A finales del año pasado (2010) hubo una polémica sobre Szabó, ya que pseudo intelectuales de derecha iniciaron una campaña para borrar todo recuerdo de personajes de izquierda en la vida pública y cultural húngara, y el primero de sus objetivos fue precisamente Szabó, al que consideran comunista (erroneamente, ya que como he dicho era más bien anarcosindicalista, pero bueno, esos berzas no tienen la menor idea), ya que la red de bibliotecas de Budapest lleva su nombre, debido a que realizó una inmensa labor para el desarrollo y modernización de las bibliotecas húngaras.
Otra figura destacada es Béla Révész (1876-1944), uno de los redactores del periódico del Partido Socialdemócrata, Népszava (Voz del Pueblo). También tuvo una labor muy destacada al publicar obras de Endre Ady en la prensa socialdemócrata (eran muy buenos amigos). Aunque Ady no puede considerarse socialista, desde luego era partidario de la revolución social y ha sido el poeta más influyente en Hungría en el siglo XX. Además Révész escribió narrativa poética sobre la pobreza de los obreros, con tonos casi expresionistas.
Otro de los autores socialistas más destacados de la década entre 1910 y el final de la Primera Guerra Mundial es Lajos Barta (1878-1964). Nacido en provincias, en el sur del país, esta zona es su fuente de inspiración literaria. En sus años de estudiante universitario trabaja de periodista y luego en Budapest en la revista radical (burguesa) "Világ" (Mundo), pero evolucionará ideológicamente hasta hacerse socialista. Barta participó en la revolución húngara de 1919 y en la República de los Consejos. A la derrota de ésta tuvo que emigrar y no volvió a Hungría hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En el extranjero se dedicó al trabajo de agitación, primero en Viena, luego en Bratislava y después en París. Barta se da a conocer en el mundo literaria antes de la Primera Guerra Mundial, con narraciones sobre los braceros del sur de Hungría, pero también describe la agitación socialista que se inicia en la región. Vinculado al naturalismo y a la revista "Nyugat", pero de estilo original. Entre sus obras más destacadas se encuentra "La extensión del verbo" (Az ige terjedése, 1917). También escribió teatro, por ejemplo "Campesinos" (Parasztok, 1911), en el que denuncia la gran propiedad, igual que en otros de sus dramas, como "Delirio primaveral" (1912), "Zsuzsi" (1916), "Amor" (Szerelem, 1916). En la emigración también seguiría escribiendo, destacando especialmente su libro "El dedo oscuro" (A sötét újj, 1928), publicado más tarde con el título "La fábrica" (A gyár), en el que representa el proceso de descomposición del campesinado.
Entre los autores vinculados directamente al Partido Socialdemócrata, quizás el más popular fue Zseni Várnai (1891), poeta, cantor patético y trágico de la pobreza de los obreros. Uno de sus versos, escrito en 1912, jugó su papel en los días de la revolución demócrata-burguesa de 1918, "No dispares hijo, que yo también estaré allí ..." (Ne löjj fiam, mert én is ott leszek ...)
Habría que mencionar también a una personalidad importante dentro del movimiento revolucionario, aunque vinculado primero al movimiento socialdemócrata, luego al comunista, más bien acabó siendo anarquista. Se trata de Lajos Kassák. Su poesía no puede considerarse socialista, más bien es poesía experimental, de los "ismos", especialmente el futurismo. Además Kassák destaca por otras muchas cosas, no solo su poesía, también sus trabajos gráficos son de calidad, y junto a eso su trabajo de organización de la vida literaria también merece ser destacado. En torno a Kassák se reunía siempre un grupo de jóvenes intelectuales partidarios de revolución tanto artística como política. Los primeros poemas de Kassák siguen tendencias socialistas, pero pronto evoluciona y encuentra una voz propia romántica y revolucionaria, influída por el futurismo italiano y el expresionismo alemán. Es el cantor del desmembramiento del mundo burgués y el saludo a un mundo nuevo.
Escribe por ejemplo:
Ayer todavía llorábamos y mañana, mañana quizás el siglo se maraville de nuestros actos... (en su poema Maestros).
Por cierto que en este periodo inicial Kassák pertenecía al partido Socialdemócrata, pero con una actitud muy crítica por el oportunismo cada vez más fuerte en el interior del partido. Funda la revista "Tett" y a su alrededor se reune un grupo de jóvenes simpatizantes, seguidores de los "ismos". La revista empieza a salir en 1915 y destaca por su tono pacifista que se irá radicalizando rápidamente. Luego en 1916 funda la revista "Hoy" (Ma), en la que predica abiertamente la revolución mundial, rechaza a Nyugat y a la literatura burguesa, simpatiza en cambio con los movimientos literarios maś radicales: el expresionismo, el cubismo, el constructivismo, etc.
Cuando en 1918 surge el Partido Comunista, excindido del Socialdemócrata, Kassák y su grupo simpatizan con él abiertamente. Sin embargo hay diferencias de opinión que alejan a Kassák de los comunistas. Rompen con su grupo escritores que luego serían comunistas, como Mátyás György, Aladár Komját, József Lengyel y József Révai. Todavía durante la República de los Consejos, a pesar de sus diferencias, Kassák la apoya e incluso colabora activamente. Trabajará en el Comisariado del Pueblo de Educación. Tras la caída de la revolución debe emigrar. Primero a Viena, donde sigue publicando su revista "Hoy", pero cada vez está más cerca del anarquismo que del comunismo. En su obra coquetea con el dadaismo y la abstracción. Luego se le permite regresar a Hungría y continuará con su obra y con sus revistas y quedará como el revolucionario aislado y en cierto modo desilusionado, sin contactos con los comunistas (que estaban en la ilegalidad) o los socialdemócratas. Pero su figura tanto en la cultura como en la vida social de Hungría es importantísima.
En 1919 se proclama la República de los Consejos. Muchos intelectuales apoyan la revolución y la cantan, aunque no sean comunistas. Muchos de ellos aceptan trabajar para el nuevo estado, sobre todo escritores del partido socialdemócrata, del círculo de Kassák y otros.
Tras la caída de la República comunista, muchos intelectuales se ven obligados a emigrar, otros permanecen en el país pero son silenciados. Entre los que emigran muchos continuarán trabajando, en Viena, Berlín, París, Bratislava y Moscú).
El primer nucleo de emigrados será Viena. Rápidamente surgen allí revistas de izquierdas, algunas comunistas. Allí trabajan Barta, Kassák y muchos de su grupo. La desesperanza es el tono dominante, los poetas cultivan diferentes "ismos", influidos por Becher, Weinert, Goll, Aleksander Blok, Mayakovski y otros.
Es fundamental el trabajo de Aladár Komját (1891-1937). Komját se inicia en el grupo de Kassák, pero a diferencia de éste, evolucionará a posiciones comunistas. Será el encargado de organizar la revista "La Internacional", del grupo de escritores jóvenes del Partido Comunista. Apoya a la República de los Consejos y luego emigra. Vivió en Italia, Viena, luego en Berlín, donde trabaja de redactor en la publicación "Inprekorr" de la Internacional Comunista. Con la llegada del fascismo huye a Suiza y luego a Francia, donde muere al poco tiempo. Tiene alguno de los versos más bellos escritos en Húngaro sobre la Guerra Civil española.
János Lékai (1896-1925), escritor también del movimiento comunista, autor de poesía y novelas. A la caída de la República comunista huye a Alemania, donde es influído por el expresionismo.
Andor Gábor (1884-1953) se haría comunista ya en la emigración en Viena. Antes de la guerra era conocido como escritor humorista que describe con ironía la vida pequeño burguesa de Pest con tonos casi del nihilismo radical. Pero después, al comenzar la guerra se vuelve cada vez más pesimista y crítico con la sociedad. Participó en la revolución de 1919 y luego tuvo que emigrar. En Viena se volvió comunista, escribe versos de estilo tradicional denunciando el terror blanco en Hungría. Es importante también su trabajo como traductor de obras de poetas obreros y sus artículos. En 1925 emigró a Berlín, después a París y desde 1933 vive en Moscú, donde entra en contacto con el movimiento comunista húngaro y colabora escribiendo artículos y poesía. Tras la Segunda Guerra Mundial regresó a Hungría.
Béla Balázs (1884-1949) es otro de los autores que evolucionó desde posturas burguesas hasta adoptar ideas revolucionarias. Una de sus obras es muy conocida por que Béla Bartók la usó como inspiración para una de sus composiciones, "El castillo de Barba Azul". Balázs influyó mucho en el joven Lukács. En un primer momento Balázs era más bien un poeta intimisa, casi de un simbolismo esotérico, pero la guerra lo obligó a tomar una postura. Se va al frente como soldado ansioso de nuevas experiencias, pero allí conoce el verdadero rostro de la guerra y empieza a sentir la influencia del socialismo y se unirá rápidamente al movimiento comunista. Durante la República de los Consejos fue uno de los encargados de dirigir el mundo teatral. Luego emigra, primero a Viena, luego a Berlín, donde se convertirá en uno de los más destacados teóricos de la teoría socialista del cine. Alguna de sus obras en esta materia, como "Cultura del Cine", "El espíritu del cine", "El arte del cine" u otras son consideradas obras fundamentales en la estética marxista del cine. En 1931 emigra a la URSS y empieza a trabajar en la revista "Nueva Voz" (Új Hang), que editan los comunistas húngaros residentes en la URSS. Continua escribiendo novelas, ensayos, guiones de cine, etc.
...
(en proyecto, aún no finalizado ...)
(resumen de varios capítulos del libro "Pequeña historia de la literatura húngara", Kis magyar irodalomtörténet de varios autores - Klaniczay, Szauder, Szabolcsi -, editorial Gondolat, Budapest, 1965)
Primero se desarrolla la poesía, cuyos inicias pueden remontarse incluso al siglo XIX. Los primeros autores son de origen burgués o incluso noble, que describen los bajos fondos. Pero más tarde surgen poetas dentro de la propia clase obrera y vinculados al movimiento obrero. Algunos de los autores destacados son Lajos Palágyi o Gyula Rudnyánszky, representantes de esta literatura socialista "filantrópica" antecesora de la literatura socialista plena.
De entre los primeros poetas obreros, sin duda el más importante es Sándor Csizmadia (1871-1929). En realidad es de familia perteneciente al proletariado agrícola. Csizmadia acabaría en el partido socialdemócrata y a comienzos del siglo XX es en la práctica el poeta oficial del partido. Luego, sus disputas con Endre Ady, el gran poeta húngaro del siglo XX, acabaría con la imagen de Csizmadia y éste pasaría años de silencio, sin escribir y cuando vuelve a hacerlo, en 1919, su posición política es totalmente contraria a la anterior.
Junto a él, destacan otros poetas del partido como Antal Farkas, Emil Gyagyovszky, Zsigmond Bodrogi o Károly Tuba.
A partir de 1910 en el seno del partido va a surgir una corriente crítica socialista de izquierda, representada por intelectuales como Ernő Bresztovszky, József Pogány y otros. Mención especial merece Ervin Szabó (1877-1918), uno de los intelectuales de izquierda más importantes en la Hungría del siglo XX, sus posturas críticas con la socialdemocracia de principio de siglo le llevaron al sindicalismo militante y revolucionario y aunque su postura acabará siendo más cercana al anarcosindicalismo, tuvo una gran influencia en la izquierda crítica de la socialdemocracia húngara. A finales del año pasado (2010) hubo una polémica sobre Szabó, ya que pseudo intelectuales de derecha iniciaron una campaña para borrar todo recuerdo de personajes de izquierda en la vida pública y cultural húngara, y el primero de sus objetivos fue precisamente Szabó, al que consideran comunista (erroneamente, ya que como he dicho era más bien anarcosindicalista, pero bueno, esos berzas no tienen la menor idea), ya que la red de bibliotecas de Budapest lleva su nombre, debido a que realizó una inmensa labor para el desarrollo y modernización de las bibliotecas húngaras.
Otra figura destacada es Béla Révész (1876-1944), uno de los redactores del periódico del Partido Socialdemócrata, Népszava (Voz del Pueblo). También tuvo una labor muy destacada al publicar obras de Endre Ady en la prensa socialdemócrata (eran muy buenos amigos). Aunque Ady no puede considerarse socialista, desde luego era partidario de la revolución social y ha sido el poeta más influyente en Hungría en el siglo XX. Además Révész escribió narrativa poética sobre la pobreza de los obreros, con tonos casi expresionistas.
Otro de los autores socialistas más destacados de la década entre 1910 y el final de la Primera Guerra Mundial es Lajos Barta (1878-1964). Nacido en provincias, en el sur del país, esta zona es su fuente de inspiración literaria. En sus años de estudiante universitario trabaja de periodista y luego en Budapest en la revista radical (burguesa) "Világ" (Mundo), pero evolucionará ideológicamente hasta hacerse socialista. Barta participó en la revolución húngara de 1919 y en la República de los Consejos. A la derrota de ésta tuvo que emigrar y no volvió a Hungría hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En el extranjero se dedicó al trabajo de agitación, primero en Viena, luego en Bratislava y después en París. Barta se da a conocer en el mundo literaria antes de la Primera Guerra Mundial, con narraciones sobre los braceros del sur de Hungría, pero también describe la agitación socialista que se inicia en la región. Vinculado al naturalismo y a la revista "Nyugat", pero de estilo original. Entre sus obras más destacadas se encuentra "La extensión del verbo" (Az ige terjedése, 1917). También escribió teatro, por ejemplo "Campesinos" (Parasztok, 1911), en el que denuncia la gran propiedad, igual que en otros de sus dramas, como "Delirio primaveral" (1912), "Zsuzsi" (1916), "Amor" (Szerelem, 1916). En la emigración también seguiría escribiendo, destacando especialmente su libro "El dedo oscuro" (A sötét újj, 1928), publicado más tarde con el título "La fábrica" (A gyár), en el que representa el proceso de descomposición del campesinado.
Entre los autores vinculados directamente al Partido Socialdemócrata, quizás el más popular fue Zseni Várnai (1891), poeta, cantor patético y trágico de la pobreza de los obreros. Uno de sus versos, escrito en 1912, jugó su papel en los días de la revolución demócrata-burguesa de 1918, "No dispares hijo, que yo también estaré allí ..." (Ne löjj fiam, mert én is ott leszek ...)
Habría que mencionar también a una personalidad importante dentro del movimiento revolucionario, aunque vinculado primero al movimiento socialdemócrata, luego al comunista, más bien acabó siendo anarquista. Se trata de Lajos Kassák. Su poesía no puede considerarse socialista, más bien es poesía experimental, de los "ismos", especialmente el futurismo. Además Kassák destaca por otras muchas cosas, no solo su poesía, también sus trabajos gráficos son de calidad, y junto a eso su trabajo de organización de la vida literaria también merece ser destacado. En torno a Kassák se reunía siempre un grupo de jóvenes intelectuales partidarios de revolución tanto artística como política. Los primeros poemas de Kassák siguen tendencias socialistas, pero pronto evoluciona y encuentra una voz propia romántica y revolucionaria, influída por el futurismo italiano y el expresionismo alemán. Es el cantor del desmembramiento del mundo burgués y el saludo a un mundo nuevo.
Escribe por ejemplo:
Ayer todavía llorábamos y mañana, mañana quizás el siglo se maraville de nuestros actos... (en su poema Maestros).
Por cierto que en este periodo inicial Kassák pertenecía al partido Socialdemócrata, pero con una actitud muy crítica por el oportunismo cada vez más fuerte en el interior del partido. Funda la revista "Tett" y a su alrededor se reune un grupo de jóvenes simpatizantes, seguidores de los "ismos". La revista empieza a salir en 1915 y destaca por su tono pacifista que se irá radicalizando rápidamente. Luego en 1916 funda la revista "Hoy" (Ma), en la que predica abiertamente la revolución mundial, rechaza a Nyugat y a la literatura burguesa, simpatiza en cambio con los movimientos literarios maś radicales: el expresionismo, el cubismo, el constructivismo, etc.
Cuando en 1918 surge el Partido Comunista, excindido del Socialdemócrata, Kassák y su grupo simpatizan con él abiertamente. Sin embargo hay diferencias de opinión que alejan a Kassák de los comunistas. Rompen con su grupo escritores que luego serían comunistas, como Mátyás György, Aladár Komját, József Lengyel y József Révai. Todavía durante la República de los Consejos, a pesar de sus diferencias, Kassák la apoya e incluso colabora activamente. Trabajará en el Comisariado del Pueblo de Educación. Tras la caída de la revolución debe emigrar. Primero a Viena, donde sigue publicando su revista "Hoy", pero cada vez está más cerca del anarquismo que del comunismo. En su obra coquetea con el dadaismo y la abstracción. Luego se le permite regresar a Hungría y continuará con su obra y con sus revistas y quedará como el revolucionario aislado y en cierto modo desilusionado, sin contactos con los comunistas (que estaban en la ilegalidad) o los socialdemócratas. Pero su figura tanto en la cultura como en la vida social de Hungría es importantísima.
En 1919 se proclama la República de los Consejos. Muchos intelectuales apoyan la revolución y la cantan, aunque no sean comunistas. Muchos de ellos aceptan trabajar para el nuevo estado, sobre todo escritores del partido socialdemócrata, del círculo de Kassák y otros.
Tras la caída de la República comunista, muchos intelectuales se ven obligados a emigrar, otros permanecen en el país pero son silenciados. Entre los que emigran muchos continuarán trabajando, en Viena, Berlín, París, Bratislava y Moscú).
El primer nucleo de emigrados será Viena. Rápidamente surgen allí revistas de izquierdas, algunas comunistas. Allí trabajan Barta, Kassák y muchos de su grupo. La desesperanza es el tono dominante, los poetas cultivan diferentes "ismos", influidos por Becher, Weinert, Goll, Aleksander Blok, Mayakovski y otros.
Es fundamental el trabajo de Aladár Komját (1891-1937). Komját se inicia en el grupo de Kassák, pero a diferencia de éste, evolucionará a posiciones comunistas. Será el encargado de organizar la revista "La Internacional", del grupo de escritores jóvenes del Partido Comunista. Apoya a la República de los Consejos y luego emigra. Vivió en Italia, Viena, luego en Berlín, donde trabaja de redactor en la publicación "Inprekorr" de la Internacional Comunista. Con la llegada del fascismo huye a Suiza y luego a Francia, donde muere al poco tiempo. Tiene alguno de los versos más bellos escritos en Húngaro sobre la Guerra Civil española.
János Lékai (1896-1925), escritor también del movimiento comunista, autor de poesía y novelas. A la caída de la República comunista huye a Alemania, donde es influído por el expresionismo.
Andor Gábor (1884-1953) se haría comunista ya en la emigración en Viena. Antes de la guerra era conocido como escritor humorista que describe con ironía la vida pequeño burguesa de Pest con tonos casi del nihilismo radical. Pero después, al comenzar la guerra se vuelve cada vez más pesimista y crítico con la sociedad. Participó en la revolución de 1919 y luego tuvo que emigrar. En Viena se volvió comunista, escribe versos de estilo tradicional denunciando el terror blanco en Hungría. Es importante también su trabajo como traductor de obras de poetas obreros y sus artículos. En 1925 emigró a Berlín, después a París y desde 1933 vive en Moscú, donde entra en contacto con el movimiento comunista húngaro y colabora escribiendo artículos y poesía. Tras la Segunda Guerra Mundial regresó a Hungría.
Béla Balázs (1884-1949) es otro de los autores que evolucionó desde posturas burguesas hasta adoptar ideas revolucionarias. Una de sus obras es muy conocida por que Béla Bartók la usó como inspiración para una de sus composiciones, "El castillo de Barba Azul". Balázs influyó mucho en el joven Lukács. En un primer momento Balázs era más bien un poeta intimisa, casi de un simbolismo esotérico, pero la guerra lo obligó a tomar una postura. Se va al frente como soldado ansioso de nuevas experiencias, pero allí conoce el verdadero rostro de la guerra y empieza a sentir la influencia del socialismo y se unirá rápidamente al movimiento comunista. Durante la República de los Consejos fue uno de los encargados de dirigir el mundo teatral. Luego emigra, primero a Viena, luego a Berlín, donde se convertirá en uno de los más destacados teóricos de la teoría socialista del cine. Alguna de sus obras en esta materia, como "Cultura del Cine", "El espíritu del cine", "El arte del cine" u otras son consideradas obras fundamentales en la estética marxista del cine. En 1931 emigra a la URSS y empieza a trabajar en la revista "Nueva Voz" (Új Hang), que editan los comunistas húngaros residentes en la URSS. Continua escribiendo novelas, ensayos, guiones de cine, etc.
...
(en proyecto, aún no finalizado ...)
(resumen de varios capítulos del libro "Pequeña historia de la literatura húngara", Kis magyar irodalomtörténet de varios autores - Klaniczay, Szauder, Szabolcsi -, editorial Gondolat, Budapest, 1965)
