Era la titular de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. Tras ser secuestrada en 1977, fue la primera testigo en el juicio a las juntas militares, en 1985.
Falleció Adriana Calvo de Laborde, quien era la titular de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. El deceso se produjo en la tarde del domingo en un sanatorio de la ciudad de Buenos Aires.
Calvo de Laborde fue la primera sobreviviente de los centros clandestinos de detención que declaró en el Juicio a las Juntas, en 1985, tras haber sido secuestrada en febrero de 1977 por la última dictadura y mantenida ilegalmente cautiva en el centro de detención Pozo de Banfield. Militaba en el gremio docente.
Pese a las contingencias de aquellos tiempos, la mujer sobrevivió a todo aquello. En una entrevista concedida a Clarín, en octubre de 2010, Calvo explicó que su decisión de brindar testimonio en el juicio contra las juntas Militares obedeció a que "fui la primera que iba a cumplir el compromiso de exigir justicia y ser la voz de nuestros compañeros desaparecidos".
"Fui la primera voz de los desaparecidos. Era un espanto, el ambiente era opresivo, una hilera de defensores de los acusados detrás de mí, la rigidez de las caras de los jueces, la imposibilidad de hacer comentarios políticos, que se apartaran un ápice de la línea de la investigación...", detalló en la misma entrevista.
La última gran lucha de esta mujer fue el reclamo por la aparición de Julio López, testigo en el proceso contra el ex comisario Miguel Etchecolatz y que permanece desaparecido desde el 18 de septiembre de 2006.
Falleció Adriana Calvo de Laborde, quien era la titular de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. El deceso se produjo en la tarde del domingo en un sanatorio de la ciudad de Buenos Aires.
Calvo de Laborde fue la primera sobreviviente de los centros clandestinos de detención que declaró en el Juicio a las Juntas, en 1985, tras haber sido secuestrada en febrero de 1977 por la última dictadura y mantenida ilegalmente cautiva en el centro de detención Pozo de Banfield. Militaba en el gremio docente.
Pese a las contingencias de aquellos tiempos, la mujer sobrevivió a todo aquello. En una entrevista concedida a Clarín, en octubre de 2010, Calvo explicó que su decisión de brindar testimonio en el juicio contra las juntas Militares obedeció a que "fui la primera que iba a cumplir el compromiso de exigir justicia y ser la voz de nuestros compañeros desaparecidos".
"Fui la primera voz de los desaparecidos. Era un espanto, el ambiente era opresivo, una hilera de defensores de los acusados detrás de mí, la rigidez de las caras de los jueces, la imposibilidad de hacer comentarios políticos, que se apartaran un ápice de la línea de la investigación...", detalló en la misma entrevista.
La última gran lucha de esta mujer fue el reclamo por la aparición de Julio López, testigo en el proceso contra el ex comisario Miguel Etchecolatz y que permanece desaparecido desde el 18 de septiembre de 2006.