31 de diciembre: asesinado José Lenin Mayuza, ex concejal Vistahermosa, Meta, y miembro de una familia comunista y revolucionaria de los Llanos, diezmada por la guerra sucia y la persecución oficial.
Movice , Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado / APCrítico | Para Kaos en la Red
http://www.kaosenlared.net/noticia/exterminio-4-hermanos-comunistas-asesinados-estado-colombiano-ultimo-3
Cuatro hermanos Mayuza han caído víctimas del exterminio para-estatal
25 de enero de 2011
El pasado 31 de diciembre, fue asesinado en el municipio de La Unión, Valle del Cauca, José Lenin Mayuza, ex concejal de Vistahermosa, Meta y miembro de una tradicional familia comunista y revolucionaria de los Llanos orientales, diezmada por la guerra sucia y la persecución oficial.
Muere asesinado por paramilitares José Lenin Mayuza, ex concejal de la Unión Patriótica.
Partido Comunista Colombiano.
Asesinado también Luis Mayuza: asesinado en Saravena
Entrevista con Carmen Mayuza, hermana de José Lenin Mayuza, ex concejal de la Unión Patriótica, asesinado el 31 de diciembre, en el municipio La Unión (Valle del Cauca).
"Mi hermano era un hombre de 51 años de edad, quien hacía muchos años se había dedicado al comercio en el municipio de La Unión (Valle) luego de haberse retirado del campo político, donde fue un dirigente muy reconocido de la Unión Patriótica, llegando a tener cargos de concejal del municipio de Vistahermosa (Meta) de donde fuimos desplazados en el año 1988 a raíz de la guerra paramilitar contra todo militante de la Unión Patriótica. Mi hermano se encontraba en el municipio de La Unión (Valle) hacía muchos años trabajando digna y honradamente, como lo han reconocido en la ceremonia de su sepelio los comerciantes organizados, quienes sacaron un comunicado que dieron a conocer en la iglesia y nos entregaron a la familia, donde destacan las labores de comerciante, de una persona digna, trabajadora, y muy interesada en ayudar a las comunidades más necesitadas, colaborando con la posibilidad laboral y a la vez con los aportes solidarios que trataba de brindarle a las comunidades. Y el humor que lo caracterizó siempre, el ser una persona con muchos deseos de vivir y de que otros vivieran también con felicidad esta vida que a ratos es tan amarga.
Mi hermano fue asesinado el 31 de diciembre a las 5:30 por sicarios que se movilizaban en una moto. Uno de ellos llegó a la puerta del almacén y en el momento en que él llegaba en una moto, le pegó dos disparos en la cabeza y luego lo remató en el piso con 6 disparos más, a los ojos de la multitud que en ese momento transitaba por toda la calle principal del comercio de La Unión (Valle) donde celebraban la despedida tradicional de fin de año. Irónicamente a nosotros nos aterra pensar que en esas festividades siempre está el pueblo militarizado. Lo que nosotros pudimos ver cuando fuimos a su sepelio fue policía y ejército, pero, lamentablemente, hasta esta hora no hay detenidos ni nada que nos garantice que ese crimen, como tantos crímenes en mi familia, no va a quedar impune. A nosotros nos preocupa muchísimo imaginarnos que, como en crímenes anteriores, no vamos a tener respuestas".
¿Por qué cree que asesinaron a su hermano?
"Yo creo que los móviles son políticos, ya que nosotros hemos sido persistentemente amenazados por fuerzas oscuras del Estado. Nosotros hemos sido víctimas de la violencia más atroz que vive este país durante décadas. Hemos sido víctimas de encarcelamientos, de penalizaciones injustas, de asesinatos constantes, selectivos. Lo que fue la familia Mayuza ya no existe. A los hombres de esa familia los acabaron prácticamente a todos. Nosotras las mujeres, las que quedamos todavía con vida, nos ha tocado no más que enterrar a nuestros hermanos. Nosotras consideramos que es como la parte que están poniendo las mujeres en este país, la parte del dolor por esa política de Estado que no hace más que buscar a la oposición, encuéntrese donde se encuentre para exterminarla, para acabar con las posibilidades de oposición en este país. Nosotros creemos que sin hacerle daño a nadie y sin jamás haber utilizado las armas, hemos sido víctimas de una de las peores persecuciones que una familia colombiana pueda tener".
¿Ustedes han emprendido alguna denuncia a nivel nacional, municipal, o ante alguna entidad del Estado?
"Nosotros hemos denunciado ante la Fiscalía General de la Nación las amenazas y los atropellos de que hemos sido víctimas, pero realmente nosotros nos damos cuenta de que no hemos tenido eco. El Estado no nos ha brindado ninguna clase de protección y muestra de ello es que luego del asesinato de mi hermano Luis el 8 de agosto del 2008, yo informé a la Fiscalía de su asesinato; le hemos informado que estamos amenazados de muerte por parte de grupos paramilitares. A mi hermano Lucho lo amenazaron antes de su asesinato y le dijeron que los demás también seríamos asesinados, y prueba de eso es que 2 años y 4 meses después del asesinato de mi hermano Luis en Saravena (Arauca), ahora, el 31 de diciembre de 2010 me asesinan a mi hermano José en La Unión (Valle), frente a su almacén, donde se desempeñaba como trabajador del comercio durante muchos años, desde que se retiró de la política. Él se fue a trabajar allí, y no hemos tenido apoyo en absoluto por parte del Estado. A nosotros nos han negado la posibilidad de vivir en este país. A nosotros constantemente nos siguen persiguiendo y nos siguen exterminando. Nosotros no entendemos cómo es que el Gobierno nacional no nos ha brindado absolutamente ninguna garantía de sobrevivencia en este país".
Diálogo con Carmen Mayuza El “delito” de ser comunista y revolucionaria
El pasado 31 de diciembre, fue asesinado en el municipio de La Unión, Valle del Cauca, José Lenin Mayuza, ex concejal de Vistahermosa, Meta y miembro de una tradicional familia comunista y revolucionaria de los Llanos orientales, diezmada por la guerra sucia y la persecución oficial
ANA ELSA ROJAS
Carmen Mayuza encarna la solidaridad, la lucha por los derechos humanos y la solución política negociada, se ha destacado como una dirigenta de la salud y defensora de las detenidas y detenidos políticos.
Nació en el Meta, en un hogar comunista; desde muy niña en la escuela empezó a liderar el sentir de sus compañeritas y compañeritos, posteriormente ingresa a las fi las de la JUCO y el Partido donde se destaca por su compromiso militante al igual que toda su familia, cuyos miembros cumplieron roles muy destacados en la Unión Patriótica. Trayectoria que le ha sido cobrada con creces por parte del terrorismo de Estado, costándole la vida a sus 4 hermanos varones. Aún en estas circunstancias tan dolorosas, Carmen, Nieves, su madre y demás familiares, continúan asumiendo las banderas comunistas y la lucha por una Colombia socialista libre y soberana.
–Muchos estudios sobre la violencia en Colombia han demostrado cómo esta afecta en mayor medida a las mujeres, a pesar que en términos cuantitativos son más los hombres sus víctimas directas. ¿Qué opina de ello?
–En primer lugar, la violencia hay que mirarla desde dos puntos de vista: de un lado, la violencia social y de otro, la violencia política, que en este país se ha constituido en un instrumento de dominación de la clase dirigente.
La violencia social es aquella donde el Estado colombiano ha dejado de asumir el papel que le corresponde con respecto a la sociedad, por ello, la violencia social es multifactorial y afecta directamente a las mujeres: En el campo de la salud con la ley 100, la desprotección hacia los derechos sexuales y reproductivos; en mi calidad de trabajadora de la salud me atrevo a decir que solamente se cubre el 40 por ciento de estos derechos, las enfermedades huérfanas están por fuera del plan obligatorio de salud y las pocas que se han logrado cubrir ha sido a través de las tutelas y las luchas y reivindicaciones de las y los trabajadores de la salud, trabajadores que hoy tienen condiciones laborales más precarias por la forma de contratación (cooperativas), desconociéndoseles de tajo el derecho constitucional de asociación; la reforma que se avecina pretende profundizar aún más el recorte de estos derechos afectando directamente a las mujeres, las niñas y los niños.
Mujer y violencia
En el aspecto del empleo, igualmente
las encuestas demuestran que el mayor
desempleo recae en las mujeres y además
la pérdida del empleo reitera en las
mujeres, esta afectación tiene que ver
con lo sicológico. En el aspecto de la
vivienda, el 80 por ciento de las mujeres
que se encuentra en las ciudades no
goza de este derecho fundamental, pero
además a las mujeres desplazadas no se
les cumple la ley 387 en su gran mayoría;
situación que hoy se agrava por la
ola invernal afectando directamente a las
mujeres, porque las mujeres representan
un entorno de unidad familiar. Esta
tragedia que estamos viviendo las y los
colombianos ha expuesto a las niñas y
a los niños a abusos sexuales, al trabajo
infantil, a la prostitución y a todo tipo de
vejámenes que se constituyen en una tara
para el desarrollo de la sociedad perjudicando
directamente a las mujeres. En
el aspecto de la educación hay que tener
en cuenta que hoy más mujeres ingresan
a la educación secundaria y universitaria,
pero por ser el empleo un problema
estructural del Estado y además en un
Estado patriarcal, no hay garantía para
que las mujeres tengan pleno empleo y
además se realicen en sus profesiones, la
prueba de ello es que aún hoy, en el siglo
XXI, las mujeres están luchando por
la ley de cuotas. A estas causas podríamos
sumarle el tema ambiental, que hoy
tiene su máxima expresión en los desastres
invernales y las enfermedades como
el dengue, la malaria, los problemas
bronquiales y un sinnúmero de problemáticas
que cada vez aparecerán y que
el Estado no tiene la voluntad política y
el compromiso para asumir una solución
de raíz, pues aún en la adversidad están
pensando en sus negociados y en subastar
los bienes más rentables como lo es
Ecopetrol, entre otras.
El segundo punto lo constituye la violencia
política; solamente en Colombia
se elimina a las personas por su vínculo
político, prueba de ello ha sido el genocidio
contra la Unión Patriótica y el Partido
Comunista Colombiano por esto hoy
cursa una demanda por genocidio político
contra el Estado Colombiano ante la
Comisión Interamericana de Derechos
Humanos.
El drama familiar
–¿Cómo ha sido la situación de su
familia en este exterminio?
–Mi caso hace parte de este proceso
y es como una afectación que se ha hecho
a mi ser como mujer: Soy hoy una
más de las mujeres de este país que he
sido víctima de la violencia paramilitar
y del Estado. Las mujeres como las
hermanas Mayuza, que hemos sufrido
el exterminio de nuestra familia luego
de haber sido desplazadas del Meta, sabemos
cuál es la cuota que nos ha tocado
pagar precisamente con mayor fuerza
a las mujeres, todo por culpa de un
Estado que poco y nada le importa la situación
de las mujeres en medio de este
confl icto, donde a nosotras, las madres,
las hijas, las hermanas, las esposas, nos
convirtieron en sepultureras de nuestros
hombres. Como familia nos ha correspondido
la media cuota de dolor de enterrar
cuatro hermanos, dos de ellos menores
de treinta años: Salomón desaparecido
en 1992 y hoy dado por muerto;
en noviembre 2003 mi hermano menor
Alexander de 26 años de edad fue desaparecido
y luego encontrado descuartizado
y en alto grado de descomposición
en Bogotá; en el 2004 mi hermano Luis
fue detenido en Arauca acusado de rebelión,
dejado en libertad 4 meses después
y declarado inocente, pero este mismo
hermano quien había sido militante
del Partido Comunista, dirigente de la
Unión Patriótica y dirigente sindical de
la CUT y quien por amenazas salió del
país, al regresar se desplazó al departamento
de Arauca, donde fue asesinado
el 8 de agosto del 2008, en Saravena,
siendo un reconocido dirigente social y
militante de la izquierda de este país. En
el 2006 fui privada de la libertad junto
con varios integrantes de la familia, entre
ellos, Nieves mi hermana y su pequeño
hijo Diego Alejandro en ese entonces de
escasos 18 meses; el Estado, por medio
del GAULA, nos hizo un enjuiciamiento
por pertenecer a la izquierda y nos
acusaron de rebelión, duramos más de
2 años en la cárcel del Buen Pastor; hoy
aún no he recuperado mi empleo como
trabajadora de la salud, a pesar de haber
sido absuelta en primera y segunda instancia
por la justicia que obrando en derecho
consideró absurdas las acusaciones
de la Fiscalía.
El asesinato
de Lenin Mayuza
Y como si esto fuera poco, el día 31
de Diciembre del 2010 a las cinco y media
de la tarde fue asesinado mi cuarto
hermano, Lenin Mayusa, en La Unión,
Valle. Mi pregunta al Estado es: ¿Hasta
cuándo las mujeres vamos a seguir viviendo
tan torturadas, tan maltratadas,
tan humilladas, qué debemos hacer las
mujeres para que se nos reconozca la importancia
que debemos tener dentro de
la sociedad? Tengo hoy a mi alrededor
tantos huérfanos que en este momento
se me escapa el número y tantas viudas
que no se qué hacer para almacenar
más dolor.
–¿Qué piensa hacer?
–Lo que sí sé es que seguiré denunciando
y luchando porque algún día las
mujeres de este país podamos estar junto
a nuestros hombres, sin el temor de
perderlos por las balas criminales amparadas
por un Estado indolente ante
la muerte y el crimen. Mis hermanos y
demás familiares caídos en esta violencia
atroz contra la izquierda colombiana,
regaron con su sangre la fuerza de
la lucha para que podamos vivir en paz,
para que mañana Colombia sea libre y
los niños y las mujeres, mayores víctimas
de este terrorismo de Estado, podamos
vivir en paz. Aunque son más los
hombres que mueren sacrifi cados por
esta violencia, es en las mujeres donde
recae el peso de la violencia social
y política.
Movice , Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado / APCrítico | Para Kaos en la Red
http://www.kaosenlared.net/noticia/exterminio-4-hermanos-comunistas-asesinados-estado-colombiano-ultimo-3
Cuatro hermanos Mayuza han caído víctimas del exterminio para-estatal
25 de enero de 2011
El pasado 31 de diciembre, fue asesinado en el municipio de La Unión, Valle del Cauca, José Lenin Mayuza, ex concejal de Vistahermosa, Meta y miembro de una tradicional familia comunista y revolucionaria de los Llanos orientales, diezmada por la guerra sucia y la persecución oficial.
Muere asesinado por paramilitares José Lenin Mayuza, ex concejal de la Unión Patriótica.
Partido Comunista Colombiano.
Asesinado también Luis Mayuza: asesinado en Saravena
Entrevista con Carmen Mayuza, hermana de José Lenin Mayuza, ex concejal de la Unión Patriótica, asesinado el 31 de diciembre, en el municipio La Unión (Valle del Cauca).
"Mi hermano era un hombre de 51 años de edad, quien hacía muchos años se había dedicado al comercio en el municipio de La Unión (Valle) luego de haberse retirado del campo político, donde fue un dirigente muy reconocido de la Unión Patriótica, llegando a tener cargos de concejal del municipio de Vistahermosa (Meta) de donde fuimos desplazados en el año 1988 a raíz de la guerra paramilitar contra todo militante de la Unión Patriótica. Mi hermano se encontraba en el municipio de La Unión (Valle) hacía muchos años trabajando digna y honradamente, como lo han reconocido en la ceremonia de su sepelio los comerciantes organizados, quienes sacaron un comunicado que dieron a conocer en la iglesia y nos entregaron a la familia, donde destacan las labores de comerciante, de una persona digna, trabajadora, y muy interesada en ayudar a las comunidades más necesitadas, colaborando con la posibilidad laboral y a la vez con los aportes solidarios que trataba de brindarle a las comunidades. Y el humor que lo caracterizó siempre, el ser una persona con muchos deseos de vivir y de que otros vivieran también con felicidad esta vida que a ratos es tan amarga.
Mi hermano fue asesinado el 31 de diciembre a las 5:30 por sicarios que se movilizaban en una moto. Uno de ellos llegó a la puerta del almacén y en el momento en que él llegaba en una moto, le pegó dos disparos en la cabeza y luego lo remató en el piso con 6 disparos más, a los ojos de la multitud que en ese momento transitaba por toda la calle principal del comercio de La Unión (Valle) donde celebraban la despedida tradicional de fin de año. Irónicamente a nosotros nos aterra pensar que en esas festividades siempre está el pueblo militarizado. Lo que nosotros pudimos ver cuando fuimos a su sepelio fue policía y ejército, pero, lamentablemente, hasta esta hora no hay detenidos ni nada que nos garantice que ese crimen, como tantos crímenes en mi familia, no va a quedar impune. A nosotros nos preocupa muchísimo imaginarnos que, como en crímenes anteriores, no vamos a tener respuestas".
¿Por qué cree que asesinaron a su hermano?
"Yo creo que los móviles son políticos, ya que nosotros hemos sido persistentemente amenazados por fuerzas oscuras del Estado. Nosotros hemos sido víctimas de la violencia más atroz que vive este país durante décadas. Hemos sido víctimas de encarcelamientos, de penalizaciones injustas, de asesinatos constantes, selectivos. Lo que fue la familia Mayuza ya no existe. A los hombres de esa familia los acabaron prácticamente a todos. Nosotras las mujeres, las que quedamos todavía con vida, nos ha tocado no más que enterrar a nuestros hermanos. Nosotras consideramos que es como la parte que están poniendo las mujeres en este país, la parte del dolor por esa política de Estado que no hace más que buscar a la oposición, encuéntrese donde se encuentre para exterminarla, para acabar con las posibilidades de oposición en este país. Nosotros creemos que sin hacerle daño a nadie y sin jamás haber utilizado las armas, hemos sido víctimas de una de las peores persecuciones que una familia colombiana pueda tener".
¿Ustedes han emprendido alguna denuncia a nivel nacional, municipal, o ante alguna entidad del Estado?
"Nosotros hemos denunciado ante la Fiscalía General de la Nación las amenazas y los atropellos de que hemos sido víctimas, pero realmente nosotros nos damos cuenta de que no hemos tenido eco. El Estado no nos ha brindado ninguna clase de protección y muestra de ello es que luego del asesinato de mi hermano Luis el 8 de agosto del 2008, yo informé a la Fiscalía de su asesinato; le hemos informado que estamos amenazados de muerte por parte de grupos paramilitares. A mi hermano Lucho lo amenazaron antes de su asesinato y le dijeron que los demás también seríamos asesinados, y prueba de eso es que 2 años y 4 meses después del asesinato de mi hermano Luis en Saravena (Arauca), ahora, el 31 de diciembre de 2010 me asesinan a mi hermano José en La Unión (Valle), frente a su almacén, donde se desempeñaba como trabajador del comercio durante muchos años, desde que se retiró de la política. Él se fue a trabajar allí, y no hemos tenido apoyo en absoluto por parte del Estado. A nosotros nos han negado la posibilidad de vivir en este país. A nosotros constantemente nos siguen persiguiendo y nos siguen exterminando. Nosotros no entendemos cómo es que el Gobierno nacional no nos ha brindado absolutamente ninguna garantía de sobrevivencia en este país".
Diálogo con Carmen Mayuza El “delito” de ser comunista y revolucionaria
El pasado 31 de diciembre, fue asesinado en el municipio de La Unión, Valle del Cauca, José Lenin Mayuza, ex concejal de Vistahermosa, Meta y miembro de una tradicional familia comunista y revolucionaria de los Llanos orientales, diezmada por la guerra sucia y la persecución oficial
ANA ELSA ROJAS
Carmen Mayuza encarna la solidaridad, la lucha por los derechos humanos y la solución política negociada, se ha destacado como una dirigenta de la salud y defensora de las detenidas y detenidos políticos.
Nació en el Meta, en un hogar comunista; desde muy niña en la escuela empezó a liderar el sentir de sus compañeritas y compañeritos, posteriormente ingresa a las fi las de la JUCO y el Partido donde se destaca por su compromiso militante al igual que toda su familia, cuyos miembros cumplieron roles muy destacados en la Unión Patriótica. Trayectoria que le ha sido cobrada con creces por parte del terrorismo de Estado, costándole la vida a sus 4 hermanos varones. Aún en estas circunstancias tan dolorosas, Carmen, Nieves, su madre y demás familiares, continúan asumiendo las banderas comunistas y la lucha por una Colombia socialista libre y soberana.
–Muchos estudios sobre la violencia en Colombia han demostrado cómo esta afecta en mayor medida a las mujeres, a pesar que en términos cuantitativos son más los hombres sus víctimas directas. ¿Qué opina de ello?
–En primer lugar, la violencia hay que mirarla desde dos puntos de vista: de un lado, la violencia social y de otro, la violencia política, que en este país se ha constituido en un instrumento de dominación de la clase dirigente.
La violencia social es aquella donde el Estado colombiano ha dejado de asumir el papel que le corresponde con respecto a la sociedad, por ello, la violencia social es multifactorial y afecta directamente a las mujeres: En el campo de la salud con la ley 100, la desprotección hacia los derechos sexuales y reproductivos; en mi calidad de trabajadora de la salud me atrevo a decir que solamente se cubre el 40 por ciento de estos derechos, las enfermedades huérfanas están por fuera del plan obligatorio de salud y las pocas que se han logrado cubrir ha sido a través de las tutelas y las luchas y reivindicaciones de las y los trabajadores de la salud, trabajadores que hoy tienen condiciones laborales más precarias por la forma de contratación (cooperativas), desconociéndoseles de tajo el derecho constitucional de asociación; la reforma que se avecina pretende profundizar aún más el recorte de estos derechos afectando directamente a las mujeres, las niñas y los niños.
Mujer y violencia
En el aspecto del empleo, igualmente
las encuestas demuestran que el mayor
desempleo recae en las mujeres y además
la pérdida del empleo reitera en las
mujeres, esta afectación tiene que ver
con lo sicológico. En el aspecto de la
vivienda, el 80 por ciento de las mujeres
que se encuentra en las ciudades no
goza de este derecho fundamental, pero
además a las mujeres desplazadas no se
les cumple la ley 387 en su gran mayoría;
situación que hoy se agrava por la
ola invernal afectando directamente a las
mujeres, porque las mujeres representan
un entorno de unidad familiar. Esta
tragedia que estamos viviendo las y los
colombianos ha expuesto a las niñas y
a los niños a abusos sexuales, al trabajo
infantil, a la prostitución y a todo tipo de
vejámenes que se constituyen en una tara
para el desarrollo de la sociedad perjudicando
directamente a las mujeres. En
el aspecto de la educación hay que tener
en cuenta que hoy más mujeres ingresan
a la educación secundaria y universitaria,
pero por ser el empleo un problema
estructural del Estado y además en un
Estado patriarcal, no hay garantía para
que las mujeres tengan pleno empleo y
además se realicen en sus profesiones, la
prueba de ello es que aún hoy, en el siglo
XXI, las mujeres están luchando por
la ley de cuotas. A estas causas podríamos
sumarle el tema ambiental, que hoy
tiene su máxima expresión en los desastres
invernales y las enfermedades como
el dengue, la malaria, los problemas
bronquiales y un sinnúmero de problemáticas
que cada vez aparecerán y que
el Estado no tiene la voluntad política y
el compromiso para asumir una solución
de raíz, pues aún en la adversidad están
pensando en sus negociados y en subastar
los bienes más rentables como lo es
Ecopetrol, entre otras.
El segundo punto lo constituye la violencia
política; solamente en Colombia
se elimina a las personas por su vínculo
político, prueba de ello ha sido el genocidio
contra la Unión Patriótica y el Partido
Comunista Colombiano por esto hoy
cursa una demanda por genocidio político
contra el Estado Colombiano ante la
Comisión Interamericana de Derechos
Humanos.
El drama familiar
–¿Cómo ha sido la situación de su
familia en este exterminio?
–Mi caso hace parte de este proceso
y es como una afectación que se ha hecho
a mi ser como mujer: Soy hoy una
más de las mujeres de este país que he
sido víctima de la violencia paramilitar
y del Estado. Las mujeres como las
hermanas Mayuza, que hemos sufrido
el exterminio de nuestra familia luego
de haber sido desplazadas del Meta, sabemos
cuál es la cuota que nos ha tocado
pagar precisamente con mayor fuerza
a las mujeres, todo por culpa de un
Estado que poco y nada le importa la situación
de las mujeres en medio de este
confl icto, donde a nosotras, las madres,
las hijas, las hermanas, las esposas, nos
convirtieron en sepultureras de nuestros
hombres. Como familia nos ha correspondido
la media cuota de dolor de enterrar
cuatro hermanos, dos de ellos menores
de treinta años: Salomón desaparecido
en 1992 y hoy dado por muerto;
en noviembre 2003 mi hermano menor
Alexander de 26 años de edad fue desaparecido
y luego encontrado descuartizado
y en alto grado de descomposición
en Bogotá; en el 2004 mi hermano Luis
fue detenido en Arauca acusado de rebelión,
dejado en libertad 4 meses después
y declarado inocente, pero este mismo
hermano quien había sido militante
del Partido Comunista, dirigente de la
Unión Patriótica y dirigente sindical de
la CUT y quien por amenazas salió del
país, al regresar se desplazó al departamento
de Arauca, donde fue asesinado
el 8 de agosto del 2008, en Saravena,
siendo un reconocido dirigente social y
militante de la izquierda de este país. En
el 2006 fui privada de la libertad junto
con varios integrantes de la familia, entre
ellos, Nieves mi hermana y su pequeño
hijo Diego Alejandro en ese entonces de
escasos 18 meses; el Estado, por medio
del GAULA, nos hizo un enjuiciamiento
por pertenecer a la izquierda y nos
acusaron de rebelión, duramos más de
2 años en la cárcel del Buen Pastor; hoy
aún no he recuperado mi empleo como
trabajadora de la salud, a pesar de haber
sido absuelta en primera y segunda instancia
por la justicia que obrando en derecho
consideró absurdas las acusaciones
de la Fiscalía.
El asesinato
de Lenin Mayuza
Y como si esto fuera poco, el día 31
de Diciembre del 2010 a las cinco y media
de la tarde fue asesinado mi cuarto
hermano, Lenin Mayusa, en La Unión,
Valle. Mi pregunta al Estado es: ¿Hasta
cuándo las mujeres vamos a seguir viviendo
tan torturadas, tan maltratadas,
tan humilladas, qué debemos hacer las
mujeres para que se nos reconozca la importancia
que debemos tener dentro de
la sociedad? Tengo hoy a mi alrededor
tantos huérfanos que en este momento
se me escapa el número y tantas viudas
que no se qué hacer para almacenar
más dolor.
–¿Qué piensa hacer?
–Lo que sí sé es que seguiré denunciando
y luchando porque algún día las
mujeres de este país podamos estar junto
a nuestros hombres, sin el temor de
perderlos por las balas criminales amparadas
por un Estado indolente ante
la muerte y el crimen. Mis hermanos y
demás familiares caídos en esta violencia
atroz contra la izquierda colombiana,
regaron con su sangre la fuerza de
la lucha para que podamos vivir en paz,
para que mañana Colombia sea libre y
los niños y las mujeres, mayores víctimas
de este terrorismo de Estado, podamos
vivir en paz. Aunque son más los
hombres que mueren sacrifi cados por
esta violencia, es en las mujeres donde
recae el peso de la violencia social
y política.