Un tren sale del Congreso de los Diputados cargado de reformas laborales, pensionazos y proyectos de recortes sociales de perfil neoliberal. Se dirige a más de 110 km/h en dirección al ciudadano medio español.
Un segundo tren sale de la C/Génova, 13 de Madrid, (sede central del Partido Popular). Su velocidad es muy superior a las lentísimas velocidades soviéticas de 110 km/h, pero su objetivo es también el ciudadano español medio. Su tripulación está compuesta por peligrosos elementos entrenados para mentir al viajero sobre el precio del billete y acosarle, emboscarle y vaciar su bolsillo a nada que se suban al tren.
Otro tren sale de la sede central de las compañías eléctricas. Se dirige a la misma velocidad y al mismo destino. Su carga es igualmente peligrosa para el ciudadano, a bordo una legión de empleados entrenados para replicar como autómatas que la subida real del recibo de la luz es del 2,8% cuando en realidad es de un 10% o más.
Un cuarto tren sale de la estación de servicio de Repsol. Se dirige a la misma velocidad y hacia el mismo destino. La peligrosidad de su carga es comparable a la de la carga del tren de las eléctricas. En este caso la subida del precio de los combustibles no está limitada por un decreto, sino que más bien es ilimitada por ley, por la ley del libre mercado, que viene a decir que las empresas transnacionales pueden hacer lo que les venga en gana y cuando les venga en gana en materia de precios y competencia desleal.
El quinto tren sale de las emisoras de radio y televisión y demás medios masivos de comunicación. Su velocidad, similar; su destino, idéntico: el ciudadano medio español. Este tren está sobrecargado de información confusa, repetitiva y de escasa importancia, cuyo objetivo es confundir al ciudadano medio español y anular por completo su voluntad y capacidad de pensamiento.
Por último, el sexto tren sale de Wall Street a toda velocidad con destino en el ciudadano español medio. Este tren está exclusivamente compuesto por vagones de pasajeros, todos ellos “business class“, y cargados hasta los topes de trajeados viajeros dispuestos a establecer la confianza de la deuda soberana de los países a los que acosan, con las miras puestas en los intereses privados a los que representan.
Teniendo en cuenta que los seis trenes se dirigen a las velocidades mencionadas hacia un único punto: el ciudadano español medio, calcular en qué puñetero momento dará comienzo la revolución social en España.
Original:http://impresionesmias.com/2011/03/02/el-problema-de-los-seis-trenes/
Un segundo tren sale de la C/Génova, 13 de Madrid, (sede central del Partido Popular). Su velocidad es muy superior a las lentísimas velocidades soviéticas de 110 km/h, pero su objetivo es también el ciudadano español medio. Su tripulación está compuesta por peligrosos elementos entrenados para mentir al viajero sobre el precio del billete y acosarle, emboscarle y vaciar su bolsillo a nada que se suban al tren.
Otro tren sale de la sede central de las compañías eléctricas. Se dirige a la misma velocidad y al mismo destino. Su carga es igualmente peligrosa para el ciudadano, a bordo una legión de empleados entrenados para replicar como autómatas que la subida real del recibo de la luz es del 2,8% cuando en realidad es de un 10% o más.
Un cuarto tren sale de la estación de servicio de Repsol. Se dirige a la misma velocidad y hacia el mismo destino. La peligrosidad de su carga es comparable a la de la carga del tren de las eléctricas. En este caso la subida del precio de los combustibles no está limitada por un decreto, sino que más bien es ilimitada por ley, por la ley del libre mercado, que viene a decir que las empresas transnacionales pueden hacer lo que les venga en gana y cuando les venga en gana en materia de precios y competencia desleal.
El quinto tren sale de las emisoras de radio y televisión y demás medios masivos de comunicación. Su velocidad, similar; su destino, idéntico: el ciudadano medio español. Este tren está sobrecargado de información confusa, repetitiva y de escasa importancia, cuyo objetivo es confundir al ciudadano medio español y anular por completo su voluntad y capacidad de pensamiento.
Por último, el sexto tren sale de Wall Street a toda velocidad con destino en el ciudadano español medio. Este tren está exclusivamente compuesto por vagones de pasajeros, todos ellos “business class“, y cargados hasta los topes de trajeados viajeros dispuestos a establecer la confianza de la deuda soberana de los países a los que acosan, con las miras puestas en los intereses privados a los que representan.
Teniendo en cuenta que los seis trenes se dirigen a las velocidades mencionadas hacia un único punto: el ciudadano español medio, calcular en qué puñetero momento dará comienzo la revolución social en España.
Original:http://impresionesmias.com/2011/03/02/el-problema-de-los-seis-trenes/