Una de las declaraciones fundamentales del Manifiesto Comunista es aquella que hace referencia a que la Historia de la Humanidad es la HISTORIA DE LAS LUCHAS DE CLASES. Y con seguridad no existe mejor definición de lo que han sido, y siguen siendo, las relaciones sociales y el desarrollo de la Sociedad Humana.
Ya que, efectivamente, esta lucha ha tenido siempre lugar en las diversas sociedades conocidas que, desde que el ser humano se hizo sedentario ( hace unos 10.000 a 15.000 años)y empezó a practicar la agricultura y la ganadería, se han ido desarrollando desde entonces hasta nuestros días.
Con mayor o menor intensidad los esclavos siempre se rebelaron contra las estructuras esclavistas hasta que estas desaparecieron. Después, a su vez, los siervos lucharon contra los señores feudales durante toda la Edad Media y desaparecido el Feudalismo y con el inicio de la 1º Revolución Industrial a mediados del siglo XIX y con ello la formación y el desarrollo de las estructuras capitalistas de explotación surgió, como consecuencia de ello, el Sujeto Histórico que, desde entonces, cuestiona y trata de superar a este sistema depredador e inhumano, es decir, la Clase Obrera.
Como en todas las etapas anteriores esta LUCHA DE CLASES entre oprimidos y opresores, pasa por series sucesivas de victorias y derrotas para ambos bandos de carácter circunstancial. Durante mucho tiempo aquellos que tienen “EL PODER” en las estructuras sociales poseen, lógicamente, ventajas considerables frente a las clases oprimidas.
Con la desaparición de la Unión Soviética a principios de los años 90 del siglo pasado, los voceros del Capitalismo, en su soberbia y ceguera, llegaron incluso a proclamar el FIN DE LA HISTORIA (FUKUYAMA), es decir, que según ellos el Capitalismo era la última etapa de la evolución humana.
Pero esto dicho con carácter absoluto es lo mismo que pretender negar la luz del día, es decir, dicho de otra forma es como negar la Dialéctica inherente al desarrollo de toda materia viva.
También es bien cierto que en este periodo histórico comenzado en la década de los 90, la desaparición de la Unión Soviética, causó un impacto inmenso en el imaginario político global de forma que incluso miles y miles de marxistas sinceros, en especial en el primer mundo, llegaron a convencerse de que el Espacio Revolucionario había dejado de existir.
Pero este FIN DE LA HISTORIA anunciado a bombo y platillo apenas ha durado más de dos o tres décadas y en las actuales circunstancias de crisis sistemática del Capitalismo Globalizado el proyecto socialdemócrata que representan en España tanto el PSOE como IU, y lógicamente igualmente también el proyecto de la derecha oficialista del PP, así como el de los partidos de las burguesías nacionalistas están cada vez más desgastados emergiendo con claridad sus enormes contradicciones con la realidad existente.
Las condiciones objetivas hoy en día son de crisis profunda del capitalismo a nivel Global y por ello es necesario más que nunca crear las condiciones subjetivas, es decir, el Sujeto que haga caer al capitalismo y comience a construir una nueva sociedad basada en el humanismo, la justicia social y la realización del ser humano en función de su personalidad.
Decía Lenin que las revoluciones no suceden sino que hay que organizarlas, por ello, el seguir construyendo en nuestra actualidad el Partido de la Revolución, el exponente más organizado, combativo y consciente de la clase trabajadora, es una necesidad absoluta de nuestros tiempos, aunque para muchísimas mentes dentro de esta misma clase sometidas a la influencia de una información parcial, tergiversadora y manipuladora pueda parecer, en principio, una quimera irrealizable.
Los componentes de la célula de Jerez, convencidos y esperanzados de que el PCPA-PCPE constituye esa organización tan necesaria como Sujeto Histórico para oponerse al capitalismo en nuestra actualidad, hemos decidido acompañarlos en ese camino a la vez tan enormemente difícil y esperanzador.
Ya que, efectivamente, esta lucha ha tenido siempre lugar en las diversas sociedades conocidas que, desde que el ser humano se hizo sedentario ( hace unos 10.000 a 15.000 años)y empezó a practicar la agricultura y la ganadería, se han ido desarrollando desde entonces hasta nuestros días.
Con mayor o menor intensidad los esclavos siempre se rebelaron contra las estructuras esclavistas hasta que estas desaparecieron. Después, a su vez, los siervos lucharon contra los señores feudales durante toda la Edad Media y desaparecido el Feudalismo y con el inicio de la 1º Revolución Industrial a mediados del siglo XIX y con ello la formación y el desarrollo de las estructuras capitalistas de explotación surgió, como consecuencia de ello, el Sujeto Histórico que, desde entonces, cuestiona y trata de superar a este sistema depredador e inhumano, es decir, la Clase Obrera.
Como en todas las etapas anteriores esta LUCHA DE CLASES entre oprimidos y opresores, pasa por series sucesivas de victorias y derrotas para ambos bandos de carácter circunstancial. Durante mucho tiempo aquellos que tienen “EL PODER” en las estructuras sociales poseen, lógicamente, ventajas considerables frente a las clases oprimidas.
Con la desaparición de la Unión Soviética a principios de los años 90 del siglo pasado, los voceros del Capitalismo, en su soberbia y ceguera, llegaron incluso a proclamar el FIN DE LA HISTORIA (FUKUYAMA), es decir, que según ellos el Capitalismo era la última etapa de la evolución humana.
Pero esto dicho con carácter absoluto es lo mismo que pretender negar la luz del día, es decir, dicho de otra forma es como negar la Dialéctica inherente al desarrollo de toda materia viva.
También es bien cierto que en este periodo histórico comenzado en la década de los 90, la desaparición de la Unión Soviética, causó un impacto inmenso en el imaginario político global de forma que incluso miles y miles de marxistas sinceros, en especial en el primer mundo, llegaron a convencerse de que el Espacio Revolucionario había dejado de existir.
Pero este FIN DE LA HISTORIA anunciado a bombo y platillo apenas ha durado más de dos o tres décadas y en las actuales circunstancias de crisis sistemática del Capitalismo Globalizado el proyecto socialdemócrata que representan en España tanto el PSOE como IU, y lógicamente igualmente también el proyecto de la derecha oficialista del PP, así como el de los partidos de las burguesías nacionalistas están cada vez más desgastados emergiendo con claridad sus enormes contradicciones con la realidad existente.
Las condiciones objetivas hoy en día son de crisis profunda del capitalismo a nivel Global y por ello es necesario más que nunca crear las condiciones subjetivas, es decir, el Sujeto que haga caer al capitalismo y comience a construir una nueva sociedad basada en el humanismo, la justicia social y la realización del ser humano en función de su personalidad.
Decía Lenin que las revoluciones no suceden sino que hay que organizarlas, por ello, el seguir construyendo en nuestra actualidad el Partido de la Revolución, el exponente más organizado, combativo y consciente de la clase trabajadora, es una necesidad absoluta de nuestros tiempos, aunque para muchísimas mentes dentro de esta misma clase sometidas a la influencia de una información parcial, tergiversadora y manipuladora pueda parecer, en principio, una quimera irrealizable.
Los componentes de la célula de Jerez, convencidos y esperanzados de que el PCPA-PCPE constituye esa organización tan necesaria como Sujeto Histórico para oponerse al capitalismo en nuestra actualidad, hemos decidido acompañarlos en ese camino a la vez tan enormemente difícil y esperanzador.