por Claudio Forján Vie Ago 07, 2020 7:47 pm
A mí personalmente me parece que el sólo hecho de que la jefatura del Estado fuese elegida, bien por el electorado, bien por las Cortes, sería un avance. Ya sólo con que la jefatura del Estado tuviese que rendir cuentas ante las Cortes o los electores se establecería un cierto límite, aunque pequeño, a la influencia del IBEX35 en el Estado. El rey no tiene atribuciones ejecutivas importantes, más allá de la formalidad de ser jefe supremo del ejército o la representación del Estado. Pero desde el simbolismo ejerce una influencia importante indirectamente a la hora de coordinar a las diferentes fracciones de la burguesía española. Por eso cada viaje oficial del rey va acompañado de un séquito de empresarios y ejecutivos del IBEX35, por ejemplo. Además, está el hecho de que, al ser esta influencia más oficiosa que oficial, está al margen de cualquier control parlamentario, electoral o judicial. Por eso no me parece tan insignificante el "pequeño cambio" en la jefatura del Estado, en el sentido de que pase a ser un cargo electivo. Además, no estoy tan seguro de que la institución monárquica vaya a caer por sí sola. Recordemos que Franco fue capaz de restaurarla, pese a ir en sentido contrario a las tendencias de su época. Pocas veces se insiste en lo insólito que es instaurar una monarquía durante el último tercio del siglo XX. Personalmente creo que Felipe VI tiene todavía ases en la manga. De hecho, las encuestas no dejan en mal lugar a su hija y heredera. Es sobre todo Juan Carlos I quien genera rechazo entre la población.
Para plantear un movimiento republicano lo más amplio posible habría que dejar al margen cuestiones relativas a la organización territorial y plantear una demanda de mínimos. Por ejemplo, que la jefatura del Estado sea elegida por sufragio universal directo, lo que nos dejaría con una forma de gobierno similar a la de Portugal. A partir de ahí, que se sume quien quiera. Si los nacionalistas no quieren participar, allá ellos. En sus territorios sí hay sectores importantes de la población que verían esto con simpatía. Y, de sumarse, ya estarían participando en un movimiento popular "español". La contradicción la tendrían ellos en cualquier caso. Y una fórmula de mínimos como la que digo sí tendría un respaldo bastante amplio en la izquierda y sectores republicanos liberales o conservadores. Con el semipresidencialismo podemos establecer un término medio para que se sumen tanto presidencialistas como parlamentaristas. Frente a la monarquía actual, tanto para unos como para otros, el semipresidencialismo sería un avance. Al menos, provisionalmente, dejando las demás discusiones (presidencialismo/parlamentarismo, unitarismo/federalismo/independentismo) para un futuro debate constitucional, que inevitablemente se abriría, de caer la monarquía. Supongo que para esto sería necesario un pacto entre organizaciones que delimite la convergencia de mínimos a corto plazo respecto a las divergencias a medio plazo.
La opción de que la jefatura del Estado sea elegida directamente por el pueblo me parece mejor que la elección a través de las Cortes o un colegio electoral también por la problemática territorial. Que los vascos y los catalanes puedan participar directamente en la elección del jefe del Estado quitaría parte de su argumentario a los independentistas, ya que una de sus consignas es precisamente ligar la república a la independencia.
Todo esto lo planteo como hipótesis. Que UP esté en el gobierno limita mucho el campo de acción para un movimiento así, ya que no sería prudente provocar una crisis de gobierno por esta razón. Pero un movimiento republicano transversal, alejado del folclore tricolor, podría ser una experiencia interesante para que las fuerzas a la izquierda del PSOE plantearan un frente democrático popular amplio que arrebate una posición estratégica a la oligarquía financiera. O, al menos, la obligue a pasarla por el escrutinio del pueblo.