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Cómo desahoga escribir eso, "camaradas". Que camaradas sólo significa compañeros, amigos, pero qué importante es eso, ¿no?
Os tengo que confesar que vivo en una permanente estupefaccción. Por eso a veces uso el avatar del Soldado Sveijk del escritor (comunista) Jaroslav Hasek. He leído alguna vez que nos cambiaron las preguntas, pero no es verdad, las preguntas son las mismas y las respuestas también. Como marxista lo que creo es que el Sujeto se ha disuelto pero que está ahí, y hay que estudiarlo bien. Digo que vivo estupefacto porque se ha dado por supuesto que el marxismo está "superado" y nunca he leído un solo argumento que consiga rebatir ni una línea de Marx. Argumentos serios, sólidos.
No voy a jugar a engañarnos, poderosas ideas han surgido aquí y allá para tratar de tumbar algo tan sólido como el Materialismo Histórico, una de las cumbres de la cultura de Occidente. Hay que prestar mucha atención al excomunista Karl Popper, el intento más serio. Uno de los momentos del siglo XX (como el Guernica del comunista Picasso) es una discusión entre Popper y Wittgenstein en uno de los salones de Oxford, la discusión entre dos desclasados llena de algo de resentimiento y mala baba (humanos somos, y nada de lo humano nos es ajeno). Para mi quien gana la discusión es Ludwig, el heredero, el niño bien arrepentido y seducido por el poder de Marx y en general por el pensamiento duro. Pero hay muchos que quieren creer que gana Karl, el nacido pobre pero que se apunta a los ganadores y basa en esa traición su ascenso social. Bien, salvo esa discusión, que aún no ha acabado y en la que nos representan los filósofos de la Escuela de Frankfurth (sí, lo sé, algunos son algo socialdemócratas), salvo eso, no hay argumentos contra Marx. Lo cual que me alegra y que me inquieta.
Veréis, hay una escuela económica austríaca bastante desaparecida salvo porque criticó a Marx. Algunos la suelen citar sin saber ni lo que decían. Os recomiendo a Eugen von Böhm-Bawerk, rebatido impecablemente por Bujarin pero que podemos refutar cualquiera. Está también el Von Mises, que como de costumbre en los liberales, rebate sus propias ideas sobre lo que el socialismo es, lo cual hasta los niños saben que es trampa. No voy a decir sobre ellos más que Bujarin.
En definitiva, salvo dos o tres debates interesantes y ya algo antiguos, contra Marx no hay argumentos. Sólo silencio. Notaréis que nunca nadie trata de rebatiros algo concreto de vuestras ideas, las descalifican en conjunto con el argumento de que nunca se han realizado: claro, si se hubieran realizado ya no habría comunistas, en eso estoy yo. O con el argumento profundamente injusto de que en su propia esencia yace el totalitarismo, sin que nunca sean capaces de citaros ninguna parte de la teoría que avale la opresión de ningún tipo. Suelen decir que es la propia esencia:claro, como no soy capaz de encontrarla me he hecho comunista, pero es que no me ayudan a salir de mi error...), o que no se molestan en contestarme porque soy comunista y por definición estoy en el error... Ah. Vale. ¿Veis lo que digo? ¿No es para volverse TONTO?
Pero. Tienen razón en algo: no vale la pena discutir sobre esencias, o sobre principios. O vale la pena, pero no para tratar de convencer al Interesado, al Propagandista del orden, al tiralevitas que no se va a molestar en argumentar porque van ganando. Eso nos debe servir como decía Silvio para fortalecer el músculo, pero de lo que se trata es de cambiar la realidad, de oponerle hechos, acciones. Si sólo han de ser críticas, dar en la llaga. Si debe ser organización, donde más duela, donde más desestabilice. Y siempre siempre creando. Porque la próxima crisis (es casi Ya) debemos de tener a punto las nuevas herramientas de la clase obrera, de la emancipación humana. Sacándolas del barro, y con barro modeladas.
Un saludos a todos, nos vemos por aquí
El Marinero Vakulinchuk.
Os tengo que confesar que vivo en una permanente estupefaccción. Por eso a veces uso el avatar del Soldado Sveijk del escritor (comunista) Jaroslav Hasek. He leído alguna vez que nos cambiaron las preguntas, pero no es verdad, las preguntas son las mismas y las respuestas también. Como marxista lo que creo es que el Sujeto se ha disuelto pero que está ahí, y hay que estudiarlo bien. Digo que vivo estupefacto porque se ha dado por supuesto que el marxismo está "superado" y nunca he leído un solo argumento que consiga rebatir ni una línea de Marx. Argumentos serios, sólidos.
No voy a jugar a engañarnos, poderosas ideas han surgido aquí y allá para tratar de tumbar algo tan sólido como el Materialismo Histórico, una de las cumbres de la cultura de Occidente. Hay que prestar mucha atención al excomunista Karl Popper, el intento más serio. Uno de los momentos del siglo XX (como el Guernica del comunista Picasso) es una discusión entre Popper y Wittgenstein en uno de los salones de Oxford, la discusión entre dos desclasados llena de algo de resentimiento y mala baba (humanos somos, y nada de lo humano nos es ajeno). Para mi quien gana la discusión es Ludwig, el heredero, el niño bien arrepentido y seducido por el poder de Marx y en general por el pensamiento duro. Pero hay muchos que quieren creer que gana Karl, el nacido pobre pero que se apunta a los ganadores y basa en esa traición su ascenso social. Bien, salvo esa discusión, que aún no ha acabado y en la que nos representan los filósofos de la Escuela de Frankfurth (sí, lo sé, algunos son algo socialdemócratas), salvo eso, no hay argumentos contra Marx. Lo cual que me alegra y que me inquieta.
Veréis, hay una escuela económica austríaca bastante desaparecida salvo porque criticó a Marx. Algunos la suelen citar sin saber ni lo que decían. Os recomiendo a Eugen von Böhm-Bawerk, rebatido impecablemente por Bujarin pero que podemos refutar cualquiera. Está también el Von Mises, que como de costumbre en los liberales, rebate sus propias ideas sobre lo que el socialismo es, lo cual hasta los niños saben que es trampa. No voy a decir sobre ellos más que Bujarin.
En definitiva, salvo dos o tres debates interesantes y ya algo antiguos, contra Marx no hay argumentos. Sólo silencio. Notaréis que nunca nadie trata de rebatiros algo concreto de vuestras ideas, las descalifican en conjunto con el argumento de que nunca se han realizado: claro, si se hubieran realizado ya no habría comunistas, en eso estoy yo. O con el argumento profundamente injusto de que en su propia esencia yace el totalitarismo, sin que nunca sean capaces de citaros ninguna parte de la teoría que avale la opresión de ningún tipo. Suelen decir que es la propia esencia:claro, como no soy capaz de encontrarla me he hecho comunista, pero es que no me ayudan a salir de mi error...), o que no se molestan en contestarme porque soy comunista y por definición estoy en el error... Ah. Vale. ¿Veis lo que digo? ¿No es para volverse TONTO?
Pero. Tienen razón en algo: no vale la pena discutir sobre esencias, o sobre principios. O vale la pena, pero no para tratar de convencer al Interesado, al Propagandista del orden, al tiralevitas que no se va a molestar en argumentar porque van ganando. Eso nos debe servir como decía Silvio para fortalecer el músculo, pero de lo que se trata es de cambiar la realidad, de oponerle hechos, acciones. Si sólo han de ser críticas, dar en la llaga. Si debe ser organización, donde más duela, donde más desestabilice. Y siempre siempre creando. Porque la próxima crisis (es casi Ya) debemos de tener a punto las nuevas herramientas de la clase obrera, de la emancipación humana. Sacándolas del barro, y con barro modeladas.
Un saludos a todos, nos vemos por aquí
El Marinero Vakulinchuk.
