Desde Kaosenlared queremos expresar nuestra más enérgica solidaridad con los compañeros y compañeras de la Universidad Complutense de Madrid que están siendo salvajemente agredidos por la vigente campaña mediática de la extrema derecha española. ¡Firma en apoyo a los compañeros/as de Contrapoder!
Kaos. Antifascismo
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Desde Kaosenlared queremos expresar nuestra más enérgica solidaridad con los compañeros y compañeras de la Universidad Complutense de Madrid que están siendo salvajemente agredidos por la vigente campaña mediática de la extrema derecha española, con las elecciones al rectorado como transfondo último de todo lo que está aconteciendo, y en especial queremos mostrar nuestro total apoyo a los miembros de las asociaciones estudiantiles "Contrapoder" y RQTR (Rosa que te quiero Rosa). Compañeros/as, vuestra lucha es nuestra lucha.
Desde hace una semana, la extrema derecha española, desbocada y amparada en la más absoluta impunidad, está fusilando mediáticamente a nuestros compañeros y compañeras, usando para ello los muy variados y diversos medios de comunicación que tienen a su alcance: Libertad Digital, ES. Radio, Intereconomía, Popular TV, Veo7, ABC y, en especial, el diario La Razón. La Brunete mediática está señalando, incluso con nombres y apellidos, a nuestros compañeros y compañeras, con el consecuente peligro para la integridad física de los mismos que tal hecho supone, como ha quedado demostrado con las recientes agresiones acometidas por las ordas fascistas a estudiantes en la facultad de Historia o en la misma facultad de Ciencias Políticas. Las detenciones de esta misma semana son, de hecho, parte de esta misma campaña mediática. La Brunete mediática señala, las ordas fascistas agreden, y la policía detiene, no a los que agreden, sino a los que previamente han sido señalados por la exrema derecha mediática. El fascismo español vive en la impunidad más absoluta desde hace mucho tiempo, y ahí sigue. Estas son las consecuencias.
A la extrema derecha, hoy como ayer, les molesta que haya personas íntegras y valientes capaces de pensar por sí mismas, que se atrevan incluso a organizarse desde las Universidades para denunciar, combatir y enfrentar las injusticias del sistema capitalista, así como hacer frente al pensamiento único impuesto desde los medios de comunicación en manos de la burguesía, y, en especial, que haya personas capaces de no cerrar su boca frente a la reciente restauración mediática del discurso excluyente, racista, homófobo, intolerante y reaccionario del fascismo español, ahora trasmutado en medios de comunicación abiertamente fascistas, y en diversas "organizaciones civiles", cuya finalidad no es otra que la imposición de sus dogmas morales y políticos frente al global de la ciudadanía, y el ataque sistemático a la libertad sexual o de consciencia de la población.
Aquellos mismos que quieren convertir en ley sus dogmas morales ultraconservadores, aquellos que atacan sin piedad a los inmigrantes, los homosexuales, las mujeres que abortan, y, en definitiva, a toda aquella persona que ose salirse de los marcos morales, éticos y estéticos establecidos por el nacional-catolicismo como modelos únicos de ciudadanos y ciudadanas, se presentan ahora como víctimas de un ataque contra su "libertad" y sus "sentimientos" religiosos, sólo porque un grupo de jóvenes con consciencia, organizados para luchar por las libertades de todos y todas los ciudadanos y ciudadanas, sin exclusión por cuestiones de sexo, religión, cultura o nacionalidad, han tenido la osadía de reclamar que se acabe con los privilegios de una institución religiosa en el ámbito de la Universidad pública, según lo que se debe esperar lógicamente de la naturaleza aconfesional del estado español. No han agredido a nadie, no han herido a nadie, no han cometido ningún ataque contra el patrimonio público ni, incluso, contra el capital privado de nadie. Simplemente han mostrado de una manera original y artística, con un simple Performance, su descontento con la presencia de la Iglesia Católica en las instalaciones de la Universidad pública. ¡Gran osadía! ¡Con la Iglesia hemos topado!
Mientras, los que ahora los están fusilando mediáticamente, hace mucho que hicieron de la violencia, la homofobia, el racismo y la intolerancia su santo y seña de identidad sin que nadie se atreva a detenerlos, a pesar de que todos ellos son delitos tipificados en el propio código penal español. En cualquier tertulia de estos medios de comunicación se cometen cada día más delitos que en mil actos como el desarrollado la semana pasada en la capilla de Somosaguas que se pudieran realizar. Pero la policía y la justicia española prefieren mirar para otro lado, y actúar al dictado de los intolerantes.
De fondo, por supuesto, la lucha por el rectorado de la Universidad Complutense. La extrema derecha no soporta tampoco que haya una sola institución, mucho menos una institución capacitada para generar debates y discursos científicos como es la Universidad, que no esté bajo la bota de la doctrina nacional-católica. La Universidad Complutense de Madrid es la única Institución en dicha Comunidad autónoma que actualmente se escapa al control totalitario de la extrema derecha. No pueden consentirlo, y harán todo lo que esté en su mano para que la derecha se imponga en las próximas elecciones al rectorado. Incluso señalar a jóvenes estudiantes para que posteriormente sean brutalmente agredidos por las ordas fascistas al servicio del discurso nacional-católico. Ya lo hemos visto.
La Razón, en un titular que bien resume todo lo que están teniendo que sufrir estos días nuestros compañeros y compañeras, informaba este fin de semana que "La Policía había desmantelado la cúpula de Contrapoder". Posteriormente ha calificado a esta organización como una "secta", y ha puesto nombres y apellidos a algunos de sus integrantes. En la misma línea han estado el resto de medios de comunicación y algunas plataformas ultrareaccionarias como "Hazte oir". La consecuencia inmediata de esto, de este señalamiento con nombres y apellidos, de este trato de los compañeros y compañeras como si de una peligrosa organización terrorista y violenta se tratase, fue la agresión que tuvo lugar el pasado viernes en la Facultad de historia, donde ordas fascistas atentaron contra compañeros y compañeras allí presentes, tras la misa de extrema derecha realizada en la capilla de Somosaguas. "A Dios rogando, y con el mazo fascista dando", lo de siempre.
Ningún medio de comunicación de la Brunete mediática se hizo eco de esta agresión, imaginamos que porque ni la consideran como tal, ni le dan la más mínima importancia: es parte de su estrategia por controlar el poder en la Complutense. No, nuestros compañeros y compañeras no son terroristas, ni la policía tiene que desmantelar ninguna cúpula, ni suponen peligro alguno para la ciudadanía ni para el patrimonio público ni privado de nadie. Muy al contrario, como demuestra el hecho de que a la extrema derecha mediática no le haya supuesto mayor problema conocer y publicar sus nombres, son gente conocida, que no se esconde y que van de cara, luchando cada día del año por aquello en lo que creen: un mundo mejor y una sociedad más justa. Los terroristas, los violentos, los intolerantes y los agresores están, hoy como ayer, en el otro lado y actúan amparados por los mensajes que les mandan desde sus mandos de combate en las radios, los periódicos y las televisiones de la extrema derecha española, y amparados, por supuesto, en la impunidad que les brindan la policía y la justicia española, tanto a los unos como a los otros.
Por todo ello, desde Kaosenlared os animamos a seguir firmando en solidaridad con nuestros compañeros y compañeras, así como por una Universidad pública y laica, y contra la represión del estudiantado. Hay que hacer frente con todas nuestras fuerzas a esta campaña mediática de la extrema derecha, y decir, una vez más, hoy como ayer, que "vencerán pero no convencerán", y que "no pasarán".
¡Si nos tocan a uno, nos tocan a todos! ¡Por la libertad de expresión y el derecho a la protesta! ¡Solidaridad con los compañeros/as de Contrapoder!
Firma en apoyo a los compañeros y compañeras:
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Pedro Antonio Honrubia Hurtado. Kaos. Antifascismo
Kaos. Antifascismo
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Desde Kaosenlared queremos expresar nuestra más enérgica solidaridad con los compañeros y compañeras de la Universidad Complutense de Madrid que están siendo salvajemente agredidos por la vigente campaña mediática de la extrema derecha española, con las elecciones al rectorado como transfondo último de todo lo que está aconteciendo, y en especial queremos mostrar nuestro total apoyo a los miembros de las asociaciones estudiantiles "Contrapoder" y RQTR (Rosa que te quiero Rosa). Compañeros/as, vuestra lucha es nuestra lucha.
Desde hace una semana, la extrema derecha española, desbocada y amparada en la más absoluta impunidad, está fusilando mediáticamente a nuestros compañeros y compañeras, usando para ello los muy variados y diversos medios de comunicación que tienen a su alcance: Libertad Digital, ES. Radio, Intereconomía, Popular TV, Veo7, ABC y, en especial, el diario La Razón. La Brunete mediática está señalando, incluso con nombres y apellidos, a nuestros compañeros y compañeras, con el consecuente peligro para la integridad física de los mismos que tal hecho supone, como ha quedado demostrado con las recientes agresiones acometidas por las ordas fascistas a estudiantes en la facultad de Historia o en la misma facultad de Ciencias Políticas. Las detenciones de esta misma semana son, de hecho, parte de esta misma campaña mediática. La Brunete mediática señala, las ordas fascistas agreden, y la policía detiene, no a los que agreden, sino a los que previamente han sido señalados por la exrema derecha mediática. El fascismo español vive en la impunidad más absoluta desde hace mucho tiempo, y ahí sigue. Estas son las consecuencias.
A la extrema derecha, hoy como ayer, les molesta que haya personas íntegras y valientes capaces de pensar por sí mismas, que se atrevan incluso a organizarse desde las Universidades para denunciar, combatir y enfrentar las injusticias del sistema capitalista, así como hacer frente al pensamiento único impuesto desde los medios de comunicación en manos de la burguesía, y, en especial, que haya personas capaces de no cerrar su boca frente a la reciente restauración mediática del discurso excluyente, racista, homófobo, intolerante y reaccionario del fascismo español, ahora trasmutado en medios de comunicación abiertamente fascistas, y en diversas "organizaciones civiles", cuya finalidad no es otra que la imposición de sus dogmas morales y políticos frente al global de la ciudadanía, y el ataque sistemático a la libertad sexual o de consciencia de la población.
Aquellos mismos que quieren convertir en ley sus dogmas morales ultraconservadores, aquellos que atacan sin piedad a los inmigrantes, los homosexuales, las mujeres que abortan, y, en definitiva, a toda aquella persona que ose salirse de los marcos morales, éticos y estéticos establecidos por el nacional-catolicismo como modelos únicos de ciudadanos y ciudadanas, se presentan ahora como víctimas de un ataque contra su "libertad" y sus "sentimientos" religiosos, sólo porque un grupo de jóvenes con consciencia, organizados para luchar por las libertades de todos y todas los ciudadanos y ciudadanas, sin exclusión por cuestiones de sexo, religión, cultura o nacionalidad, han tenido la osadía de reclamar que se acabe con los privilegios de una institución religiosa en el ámbito de la Universidad pública, según lo que se debe esperar lógicamente de la naturaleza aconfesional del estado español. No han agredido a nadie, no han herido a nadie, no han cometido ningún ataque contra el patrimonio público ni, incluso, contra el capital privado de nadie. Simplemente han mostrado de una manera original y artística, con un simple Performance, su descontento con la presencia de la Iglesia Católica en las instalaciones de la Universidad pública. ¡Gran osadía! ¡Con la Iglesia hemos topado!
Mientras, los que ahora los están fusilando mediáticamente, hace mucho que hicieron de la violencia, la homofobia, el racismo y la intolerancia su santo y seña de identidad sin que nadie se atreva a detenerlos, a pesar de que todos ellos son delitos tipificados en el propio código penal español. En cualquier tertulia de estos medios de comunicación se cometen cada día más delitos que en mil actos como el desarrollado la semana pasada en la capilla de Somosaguas que se pudieran realizar. Pero la policía y la justicia española prefieren mirar para otro lado, y actúar al dictado de los intolerantes.
De fondo, por supuesto, la lucha por el rectorado de la Universidad Complutense. La extrema derecha no soporta tampoco que haya una sola institución, mucho menos una institución capacitada para generar debates y discursos científicos como es la Universidad, que no esté bajo la bota de la doctrina nacional-católica. La Universidad Complutense de Madrid es la única Institución en dicha Comunidad autónoma que actualmente se escapa al control totalitario de la extrema derecha. No pueden consentirlo, y harán todo lo que esté en su mano para que la derecha se imponga en las próximas elecciones al rectorado. Incluso señalar a jóvenes estudiantes para que posteriormente sean brutalmente agredidos por las ordas fascistas al servicio del discurso nacional-católico. Ya lo hemos visto.
La Razón, en un titular que bien resume todo lo que están teniendo que sufrir estos días nuestros compañeros y compañeras, informaba este fin de semana que "La Policía había desmantelado la cúpula de Contrapoder". Posteriormente ha calificado a esta organización como una "secta", y ha puesto nombres y apellidos a algunos de sus integrantes. En la misma línea han estado el resto de medios de comunicación y algunas plataformas ultrareaccionarias como "Hazte oir". La consecuencia inmediata de esto, de este señalamiento con nombres y apellidos, de este trato de los compañeros y compañeras como si de una peligrosa organización terrorista y violenta se tratase, fue la agresión que tuvo lugar el pasado viernes en la Facultad de historia, donde ordas fascistas atentaron contra compañeros y compañeras allí presentes, tras la misa de extrema derecha realizada en la capilla de Somosaguas. "A Dios rogando, y con el mazo fascista dando", lo de siempre.
Ningún medio de comunicación de la Brunete mediática se hizo eco de esta agresión, imaginamos que porque ni la consideran como tal, ni le dan la más mínima importancia: es parte de su estrategia por controlar el poder en la Complutense. No, nuestros compañeros y compañeras no son terroristas, ni la policía tiene que desmantelar ninguna cúpula, ni suponen peligro alguno para la ciudadanía ni para el patrimonio público ni privado de nadie. Muy al contrario, como demuestra el hecho de que a la extrema derecha mediática no le haya supuesto mayor problema conocer y publicar sus nombres, son gente conocida, que no se esconde y que van de cara, luchando cada día del año por aquello en lo que creen: un mundo mejor y una sociedad más justa. Los terroristas, los violentos, los intolerantes y los agresores están, hoy como ayer, en el otro lado y actúan amparados por los mensajes que les mandan desde sus mandos de combate en las radios, los periódicos y las televisiones de la extrema derecha española, y amparados, por supuesto, en la impunidad que les brindan la policía y la justicia española, tanto a los unos como a los otros.
Por todo ello, desde Kaosenlared os animamos a seguir firmando en solidaridad con nuestros compañeros y compañeras, así como por una Universidad pública y laica, y contra la represión del estudiantado. Hay que hacer frente con todas nuestras fuerzas a esta campaña mediática de la extrema derecha, y decir, una vez más, hoy como ayer, que "vencerán pero no convencerán", y que "no pasarán".
¡Si nos tocan a uno, nos tocan a todos! ¡Por la libertad de expresión y el derecho a la protesta! ¡Solidaridad con los compañeros/as de Contrapoder!
Firma en apoyo a los compañeros y compañeras:
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Pedro Antonio Honrubia Hurtado. Kaos. Antifascismo