Los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC)consideramos este anuncio como un paso más hacia un horizonte de privatización absoluta y elitización de la educación.
Por otro lado no nos sorprende que estos pasos se den en primera instancia en la Comunidad de Madrid, al ser esta autonomía la avanzadilla de muchos de los ataques a las conquistas de la clase trabajadora, como se ha podido ver en asuntos de sanidad.
El supuesto bachillerato de excelencia dejará más desamparados a los estudiantes más desaventajados, los cuales se concentran en los barrios obreros donde la calidad de la educación, la carestía de vida y el difícil acceso a la cultura son una barrera añadida difícilmente franqueable para los hijos e hijas de la clase trabajadora. No podemos olvidar que las diferencias de clase se reflejan en los centros de estudio si miramos las oportunidades de éstos a la hora de pagarse después los estudios universitarios superiores.
El hecho de existir un bachillerato de distinta calidad deja patente que el bachillerato que actualmente se imparte no llega a unas cotas mínimas de calidad, por ello en vez de aumentar las partidas presupuestarias para la educación se fomenta este bachillerato “especial” en detrimento del bachillerato “normal” para aquellos alumnos con mejores calificaciones, que son precisamente los que menos ayuda necesitan. No se trata de crear una educación para élites sino de mejorar la calidad de los servicios públicos.
Esta propuesta sigue la misma tendencia que medidas ya en vigor como la LOU o el plan Bolonia, el fin al que aspiran es bien patente: preparar a reducidas élites del conocimiento que competirán a nivel internacional mientras el resto de los estudiantes recibirán estudios de perfil más bajo que les acreditarán como mano de obra barata para satisfacer la demanda de la economía española la cual no tiene nada que ver como en otros países de Europa con el I+D, sino con el sol y la playa.
Esperanza Aguirre aún no ha explicitado en su propuesta como gestionará y financiará este bachillerato, pero podemos adivinar que dada la lógica en la que estamos insertos es posible que las empresas privadas tengan un papel importante en la promoción de este alumnado “excelente”. Según la propia consejería de Educación de la Comunidad de Madrid los centros que impartan estos estudios dispondrán de más y mejores medios, además los profesores que impartan clase a estos bachilleratos percibirán incentivos adicionales. Es inaudito que un momento como este en el que estamos sufriendo tantos recortes se destine el dinero a la elitización de la enseñanza cuando debería de revertirse en mejorarla.
Los CJC llamamos al estudiantado a rechazar estos planes por representar un ataque a la educación de los hijos e hijas de la clase trabajadora, al ser ellos quien menos presencia tendrán en estos bachilleratos y al ser, por otro lado, quienes más sufrirán los recortes que supondrá la financiación de estos bachilleratos.
¡Por una educación pública!
¡No a la creación de bachilleratos de excelencia!