Wikileaks presenta la última versión del programa para la identificación de enemigos “Eje del Mal”
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Así podría quedar configurado en un futuro el mapa del Eje del Mal. En color gris los principales focos del maléfico eje.
Para entender mejor la senda del mal diseñada por los Estados Unidos, tal vez sea bueno un poco de historia:
Eje del mal 1.0
(Derecho de ingreso por posesión, o no, de armas de destrucción masiva)
En su origen, el bautizado como “Eje del mal” fue un invento de la administración Bush para englobar a todos aquellos países que representaran intereses diametralmente opuestos a los del régimen imperialista de Washington. Los socios fundadores de este selecto club fueron Iraq, Irán y Corea del Norte.
Iraq como país, como soberanía, como estado, a día de hoy ya no existe, y no pasa de ser un paraíso para las multinacionales, fundamentalmente estadounidenses, encargadas tanto de su destrucción como de su posterior reconstrucción. Entre las empresas privadas encargadas de su destrucción cabe destacar a Blackwater. Si ya resulta perversa per se la existencia de cualquier clase de organización armada, que ésta sea privada y que, en principio, esté a disposición de todo aquel que la pueda pagar, se escapa a cualquier clase de calificativos rompiendo el medidor mucho más allá de los superlativos. Como curiosidad cabe destacar la obviedad de que en la página de Blackwater, como sería lo normal en la página de cualquier otra empresa comercial, no es posible encontrar una lista de clientes con su correspondiente testimonio de satisfacción. Tampoco encontraremos un histórico de los trabajos realizados.
En cuanto a Irán, el régimen de Washington lleva años buscando la manera menos incómoda de “deshacerse” de un enemigo incómodo, en una zona incómoda, como mejor asistencia a Israel, su aliado más incómodo. El ruido mediático contra Irán se repite cíclicamente, como si de la embestida de un ariete contra las puertas del castillo se tratara. El asedio continua por todas las vías, incluida esa afiladísima arma blanca denominada Comunidad Internacional, en cuyas instalaciones secretas se sospecha que puede estar llevándose a cabo el enriquecimiento de inspectores de armas nucleares, con el perverso objetivo de sembrar por doquier mentiras y tergiversaciones sobre las capacidades nucleares iraníes, en cuanto éstos abran las puertas a una inspección.
En cuanto a Corea del Norte, ¿qué decir?. El régimen de Washington tiene el punto de mira puesto en este aislado país desde hace decenios. No en vano mantiene en la zona un contingente de 32.000 hombres desde el final de la guerra de Corea en 1.953. En los últimos días se están acelerando los intentos del régimen de Washington por involucrar a Corea del Norte en una guerra que no desea esta República Popular Democrática. Las maniobras militares llevadas a cabo por Corea del Sur y EEUU, desde días antes de la respuesta norcoreana, tenían entre otros objetivos la simulación de un asalto armado al territorio de Corea del Norte. Sería exigible por una Comunidad Internacional verdaderamente independiente y verdaderamente internacional, una reunión multilateral para sentar las bases del proceso urgente de desarme del régimen terrorista de Washington, antes de que haya más heridos.
Eje del mal 2.0
(Derecho de ingreso por desarrollo y posesión, o no, de armas químicas o biológicas)
El éxito del programa para la propagación del terror (“Eje del mal”) fue tal para la administración estadounidense y su programa de saqueo sistemático de fondos públicos, que pronto le llevó a la inclusión de nuevos socios, bajo la ridícula acusación de desarrollar programas científicos para la obtención de armas químicas o biológicas. Las víctimas de este atentado fueron Cuba, Libia y Siria.
Eje del mal 3.0
(Derecho de ingreso por "motivos varios")
En su particular visión del mundo, el régimen dictatorial de Washington decidió ampliar la capacidad del club con la inclusión de Zimbabue, acusando a su líder de enriquecerse sin tapujos y de comercio ilegal de armas; Bielorrusia, acusada de mantener un “régimen opresivo”; y Myanmar, acusando a la Junta Militar de no mantener un diálogo abierto con la oposición.
Los casos de Venezuela y Bolivia son los únicos en que la solicitud de ingreso iba firmada por el propio candidato, aunque solo fuera por no estar en el mismo bando que el régimen terrorista de Washington.
Eje del mal 4.0
Dada la progresiva y alarmante debilidad, tanto en su forma como en su fondo, de los argumentos esgrimidos por el régimen de Washington para inscribir como socios del club del mal a los distintos estados del mundo; y a la vista del contenido de las últimas filtraciones de Wikileaks, cabría pensar que el régimen de Washington prepara desde hace tiempo una presentación masiva de candidaturas al exclusivo club del mal.
Salvo deshonrosas excepciones, como la de Israel, prácticamente ningún otro estado queda exento de ser presentado como candidato.
Las reacciones de Hillary Clinton, no hacen sino confirmar que el programa terrorista del régimen de Washington goza de buena salud. La secretaria de estado estadounidense se limitó a condenar las filtraciones, a lamentar la vergüenza causada a los aliados y a prometer que no tendrán lugar más filtraciones. En ningún momento se le ha escuchado pedir disculpas por su dañina política imperialista, ni tampoco prometer que la abandonará de inmediato. Tan solo ha prometido perseguir a quien haga públicas sus miserias y sus métodos mafiosos de manipular el mundo. O lo que viene a ser lo mismo: “seguiremos con nuestra dañina y codiciosa política expansionista pero desde ahora no os enteraréis”.
Tal vez, los Estados Unidos harían bien en hacer caso de la petición del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien asegura que Obama debería hacer limpieza en la Casa Blanca, empezando por la secretaria de estado, Hillary Clinton.
Puede que solo sean impresiones mías, pero teniendo en cuenta que Estados Unidos SÍ tiene (y ha utilizado contra población civil) armas de destrucción masiva, que Estados Unidos SÍ tiene (y ha utilizado contra población civil) armas químicas y biológicas, que los Estados Unidos SÍ se enriquecen mediante el tráfico (y uso) de armas, que los Estados Unidos SÍ mantienen un “régimen opresor” para con el resto del mundo, que los Estados Unidos NO mantienen un diálogo abierto con ningún país que le haga oposición, y que los Estados Unidos SÍ amparan, practican y exportan el terrorismo por el resto del mundo, Estados Unidos debe tener el carnet de socio nº1 del Eje del Mal.
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Así podría quedar configurado en un futuro el mapa del Eje del Mal. En color gris los principales focos del maléfico eje.
Para entender mejor la senda del mal diseñada por los Estados Unidos, tal vez sea bueno un poco de historia:
Eje del mal 1.0
(Derecho de ingreso por posesión, o no, de armas de destrucción masiva)
En su origen, el bautizado como “Eje del mal” fue un invento de la administración Bush para englobar a todos aquellos países que representaran intereses diametralmente opuestos a los del régimen imperialista de Washington. Los socios fundadores de este selecto club fueron Iraq, Irán y Corea del Norte.
Iraq como país, como soberanía, como estado, a día de hoy ya no existe, y no pasa de ser un paraíso para las multinacionales, fundamentalmente estadounidenses, encargadas tanto de su destrucción como de su posterior reconstrucción. Entre las empresas privadas encargadas de su destrucción cabe destacar a Blackwater. Si ya resulta perversa per se la existencia de cualquier clase de organización armada, que ésta sea privada y que, en principio, esté a disposición de todo aquel que la pueda pagar, se escapa a cualquier clase de calificativos rompiendo el medidor mucho más allá de los superlativos. Como curiosidad cabe destacar la obviedad de que en la página de Blackwater, como sería lo normal en la página de cualquier otra empresa comercial, no es posible encontrar una lista de clientes con su correspondiente testimonio de satisfacción. Tampoco encontraremos un histórico de los trabajos realizados.
En cuanto a Irán, el régimen de Washington lleva años buscando la manera menos incómoda de “deshacerse” de un enemigo incómodo, en una zona incómoda, como mejor asistencia a Israel, su aliado más incómodo. El ruido mediático contra Irán se repite cíclicamente, como si de la embestida de un ariete contra las puertas del castillo se tratara. El asedio continua por todas las vías, incluida esa afiladísima arma blanca denominada Comunidad Internacional, en cuyas instalaciones secretas se sospecha que puede estar llevándose a cabo el enriquecimiento de inspectores de armas nucleares, con el perverso objetivo de sembrar por doquier mentiras y tergiversaciones sobre las capacidades nucleares iraníes, en cuanto éstos abran las puertas a una inspección.
En cuanto a Corea del Norte, ¿qué decir?. El régimen de Washington tiene el punto de mira puesto en este aislado país desde hace decenios. No en vano mantiene en la zona un contingente de 32.000 hombres desde el final de la guerra de Corea en 1.953. En los últimos días se están acelerando los intentos del régimen de Washington por involucrar a Corea del Norte en una guerra que no desea esta República Popular Democrática. Las maniobras militares llevadas a cabo por Corea del Sur y EEUU, desde días antes de la respuesta norcoreana, tenían entre otros objetivos la simulación de un asalto armado al territorio de Corea del Norte. Sería exigible por una Comunidad Internacional verdaderamente independiente y verdaderamente internacional, una reunión multilateral para sentar las bases del proceso urgente de desarme del régimen terrorista de Washington, antes de que haya más heridos.
Eje del mal 2.0
(Derecho de ingreso por desarrollo y posesión, o no, de armas químicas o biológicas)
El éxito del programa para la propagación del terror (“Eje del mal”) fue tal para la administración estadounidense y su programa de saqueo sistemático de fondos públicos, que pronto le llevó a la inclusión de nuevos socios, bajo la ridícula acusación de desarrollar programas científicos para la obtención de armas químicas o biológicas. Las víctimas de este atentado fueron Cuba, Libia y Siria.
Eje del mal 3.0
(Derecho de ingreso por "motivos varios")
En su particular visión del mundo, el régimen dictatorial de Washington decidió ampliar la capacidad del club con la inclusión de Zimbabue, acusando a su líder de enriquecerse sin tapujos y de comercio ilegal de armas; Bielorrusia, acusada de mantener un “régimen opresivo”; y Myanmar, acusando a la Junta Militar de no mantener un diálogo abierto con la oposición.
Los casos de Venezuela y Bolivia son los únicos en que la solicitud de ingreso iba firmada por el propio candidato, aunque solo fuera por no estar en el mismo bando que el régimen terrorista de Washington.
Eje del mal 4.0
Dada la progresiva y alarmante debilidad, tanto en su forma como en su fondo, de los argumentos esgrimidos por el régimen de Washington para inscribir como socios del club del mal a los distintos estados del mundo; y a la vista del contenido de las últimas filtraciones de Wikileaks, cabría pensar que el régimen de Washington prepara desde hace tiempo una presentación masiva de candidaturas al exclusivo club del mal.
Salvo deshonrosas excepciones, como la de Israel, prácticamente ningún otro estado queda exento de ser presentado como candidato.
Las reacciones de Hillary Clinton, no hacen sino confirmar que el programa terrorista del régimen de Washington goza de buena salud. La secretaria de estado estadounidense se limitó a condenar las filtraciones, a lamentar la vergüenza causada a los aliados y a prometer que no tendrán lugar más filtraciones. En ningún momento se le ha escuchado pedir disculpas por su dañina política imperialista, ni tampoco prometer que la abandonará de inmediato. Tan solo ha prometido perseguir a quien haga públicas sus miserias y sus métodos mafiosos de manipular el mundo. O lo que viene a ser lo mismo: “seguiremos con nuestra dañina y codiciosa política expansionista pero desde ahora no os enteraréis”.
Tal vez, los Estados Unidos harían bien en hacer caso de la petición del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien asegura que Obama debería hacer limpieza en la Casa Blanca, empezando por la secretaria de estado, Hillary Clinton.
Puede que solo sean impresiones mías, pero teniendo en cuenta que Estados Unidos SÍ tiene (y ha utilizado contra población civil) armas de destrucción masiva, que Estados Unidos SÍ tiene (y ha utilizado contra población civil) armas químicas y biológicas, que los Estados Unidos SÍ se enriquecen mediante el tráfico (y uso) de armas, que los Estados Unidos SÍ mantienen un “régimen opresor” para con el resto del mundo, que los Estados Unidos NO mantienen un diálogo abierto con ningún país que le haga oposición, y que los Estados Unidos SÍ amparan, practican y exportan el terrorismo por el resto del mundo, Estados Unidos debe tener el carnet de socio nº1 del Eje del Mal.