Diario de Manila
Filipinas · Asia · Pacífico
El Gobierno y el Partido Comunista anunciaron que reanudarán el próximo febrero en Oslo las conversaciones de paz
5 de diciembre de 2010
El Gobierno y el Partido Comunista anunciaron hoy que reanudarán el próximo febrero en Oslo (Noruega) las conversaciones para alcanzar un acuerdo de paz que ponga fin a más de cuatro décadas de completo.
Así lo decidieron esta semana durante dos días de reuniones informales en Hong Kong sobre el alto el fuego que habitualmente tienen lugar durante la Navidad.
El negociador jefe gubernamental, Alexander Padilla, y su contraparte, Luis Jalandoni, señalaron en comunicados separados que la tregua se desarrollará del próximo 16 de diciembre al 3 de enero.
Además, ambas partes dieron su visto bueno a que tras el alto el fuego comience la negociación previa para que en febrero se reanude por fin la negociación de un acuerdo de paz auspiciado por Noruega.
Padilla aseguró que las conversaciones de Hong Kong fueron abiertas y amistosas y anunció que Jalandoni, un ex sacerdote católico exiliado en Holanda, recibirá garantías de que no será procesado para que pueda entrar y salir Filipinas.
Esa inmunidad se extenderá a todo el equipo de negociadores y su personal.
Por su parte, Jalandoni aprovechó la ocasión para exigir al Ejecutivo de Manila que libere a 43 trabajadores médicos detenidos desde hace más de seis meses por sospechas de pertenecer al brazo armado de los comunistas, el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP).
Si finalmente se produce, la reanudación de las negociaciones de paz será vista como un éxito del nuevo presidente, Benigno Aquino, quien se comprometió al llegar al poder en junio poner fin a la violencia, algo en lo que fracasó su antecesora, Gloria Macapagal Arroyo.
El NEP, una de las guerrillas más antiguas de Asia, cuenta con unos 6.000 combatientes regulares y lleva 41 años alzado en armas contra las fuerzas gubernamentales en un conflicto que causa muertes casi a diario.
Las conversaciones de paz entre el Gobierno y el ilegal Partido Comunista están estancadas desde 2004, cuando Manila consiguió que Estados Unidos y la Unión Europea incluyeran a la plataforma política de los rebeldes en sus listas de organizaciones terroristas.