No puedo poner links porque soy nuevo, como si estuviese en periodo de candidatura, pero acá dejo esta nota escrita por el secretario general del PCR de la Argentina, Otto Vargas, sobre los aportes de Mao al marxismo leninismo. Espero que sea de utilidad, saludos.
Reproducimos extractos del Perfil de Mao Tsetung, escrito por el secretario general del PCR, Otto Vargas, para la publicación Argenpress en el año 2006.
Con el subtítulo Dos temas claves, Vargas analiza que “En 1926 Mao Tsetung dirigió la sección campesina del Partido y fundó una escuela de cuadros campesinos en Cantón, uno de los centros de la revolución china.
Escribió su célebre artículo Análisis de las clases en la sociedad china. Por primera vez, el marxismo-leninismo se aplicaba al estudio de una sociedad feudal y semicolonial... Dos problemas estaban planteados para todo el movimiento revolucionario de Asia, Africa y América Latina.
Primero: ¿cuál es el principal aliado del proletariado en los países de Asia, Africa y América Latina? Sobre esto, Stalin tuvo una posición clara. Era un debate de la Internacional Comunista y del movimiento revolucionario mundial. En el artículo Acerca de las perspectivas de la Revolución en China escrito en noviembre del ‘26, poco antes de la derrota del ‘27, Stalin escribió: “Yo sé que entre la gente del Kuomintang e inclusive entre los comunistas no consideran posible un desenvolvimiento de la revolución en la aldea, ya que temen que la entrada de la gente del campo a la revolución corrompa el frente único. Esta es una inmensa equivocación, compañeros. El frente antiimperialista en China será tanto más fuerte y poderoso mientras más rápida y completamente se haga entrar a la gente del campo chino a la revolución”.
Trotski, en cambio, escribía en su libro La revolución permanente: “Hay que arrojar por la borda la teoría reaccionaria de las etapas y de las fases de la revolución. Hay que luchar por la dictadura del proletariado, arrastrando tras de sí al campesinado”.
“Arrastrar al campesinado”, vieja teoría de Trotski con la que ya polemizó Lenin a comienzos de siglo. Y en su libro El gran organizador de derrotas dice Trotski: “La revolución agraria en China tiene un carácter tan antifeudal como antiburgués, porque el explotador más odiado en el campo es el campesino rico usurero”.
Si los comunistas chinos le hubiesen hecho caso a Trotski hubiesen terminado colgados. Colgados por los campesinos. Mao, en aquel artículo de 1926, y en el de 1927, Investigación sobre el movimiento campesino en Junán, planteó ya la importancia del movimiento campesino, las clases en el campesinado y los enemigos de la revolución agraria.
El segundo tema es el de la burguesía nacional. Hay que decir que la Internacional Comunista avanzó en los años ‘26, ‘27 y ‘28 en estos temas... En 1929, los informes centrales de la Conferencia de los partidos comunistas de América Latina, pese a plantear el carácter semifeudal e incluso feudal de los países de América Latina, no subrayaron suficientemente la importancia del problema campesino, o el carácter esencialmente campesino de la cuestión indígena o aborigen. Pusieron el centro en el trabajo con los obreros rurales, y consideraron –dicho textualmente– en bloque, “a la burguesía nacional y extranjera”. Muy lejos, muy lejos, del análisis de Mao de 1926...
La impronta que la Internacional en su momento y después los soviéticos imprimieron a este problema, cuando entraron en oposición con los dirigentes del Partido Comunista de China, impidió a los revolucionarios de Asia, Africa y América Latina asimilar las ricas experiencias, las más avanzadas experiencias en el movimiento de liberación nacional, que fueron precisamente las experiencias de la clase obrera de China. Es decir que siguen planteados estos dos problemas hoy, en la definición de la estrategia y la táctica de las auténticas fuerzas revolucionarias de Asia, Africa y América Latina: el problema campesino (ya vamos a ver luego esto) y el problema de la burguesía nacional.
La línea de Mao
¿Cuál era la línea de Mao? La línea de hegemonía proletaria en la revolución agraria y antiimperialista de liberación nacional. Esa línea triunfó en el país más grande, más poblado de la tierra. Es una línea que atiende a los problemas claves de la revolución, de la Revolución de Nueva Democracia, y quienquiera verdaderamente llevar al triunfo esa revolución debe estudiar esa experiencia, que es lo que intentamos hacer en el Partido Comunista Revolucionario de la Argentina”.
La guerra revolucionaria
El más grande teórico de la guerra revolucionaria, no superado, fue Mao Tsetung.
Los comunistas cubanos aplicaron esta experiencia en Cuba. Al lado de Raúl Castro, que ya era afiliado al Partido Socialista Popular estaba un dirigente de ese Partido que había estudiado minuciosamente la experiencia china, experiencia que se aplicó en detalle en el frente de Mayarí y en Las Villas. Esa experiencia de apoyarse en las masas, de tomar prisioneros y no fusilar al enemigo, darles buen trato y adoctrinamiento, y mandarlos de vuelta, etc., etc., está muy bien reflejada en un video que recomiendo ver a los que no lo han visto, sobre el Che Guevara. Porque el Che Guevara, en su alforja revolucionaria, es decir en su mochila, tenía tres trabajos: un trabajo que se editó en Moscú sobre la guerra de guerrillas, con trabajos de Marx, Engels, Lenin y Stalín; El Estado y la revolución de Lenin y La Guerra de guerrillas de Mao Tsetung.
El aporte filosófico de Mao Tsetung
Mao Tsetung hizo un gran aporte –como decíamos antes– enriqueciendo la teoría filosófica del marxismo-leninismo. El dijo que su trabajo preferido era Acerca de la práctica. Esta obra desarrolló las tesis de Marx y de Engels. Y aquí en la Argentina, donde nuestro carácter de país dependiente se ha manifestado, en lo cultural, con el triunfo fácil de las modas burguesas, sobre todo las originadas en París, padecimos la peste althusseriana que extravió a muchos marxistas.
Por eso valoramos especialmente el trabajo de Mao Acerca de la práctica. Es indudable también la importancia de su trabajo Sobre la contradicción. Allí Mao rescató y defendió el carácter revolucionario de la dialéctica marxista, basándose en un amplio conocimiento de la filosofía (occidental y china) y de los Cuadernos filosóficos y Materialismo y empiriocriticismo de Lenin.
Para Mao –igual que para Lenin– la dialéctica es ‘la doctrina acerca de la unidad de los contrarios’. Para Mao: ‘uno se divide en dos’ (al retomar una expresión taoísta ampliamente conocida en China facilitó que millones de chinos hiciesen suyo el método dialéctico de análisis). ‘Uno se divide en dos’ y no como afirman los revisionistas que ‘dos confluyen en uno’, porque esto último subraya el momento de la síntesis, al igual que hizo Hegel.
La gran revolución cultural proletaria
Sobre el otro gran tema ¿es posible terminar con la explotación del hombre por el hombre? ¿El derrocamiento de la burguesía y la dictadura del proletariado puede llevar a la humanidad a una sociedad de tal tipo, comunista, o inexorablemente llevará a las deformaciones y a la degeneración a las que llegó en la Unión Soviética y en China? Mao, en la Revolución Cultural Proletaria, dio respuesta teórica y práctica a esta cuestión...
¿Producto de qué y por qué sucede esto? Ateniéndose al marxismo, en oposición al idealismo, Mao sostuvo que el revisionismo de Jruschov no era el producto de una mera individualidad negativa, que debían investigarse las contradicciones entre la base económica y en la superestructura para descubrir las raíces objetivas y subjetivas del revisionismo, y llegó a sintetizar la teoría de la continuación de la revolución en las condiciones de la dictadura del proletariado.
Brevemente, esta teoría está basada en la comprensión de que la sociedad socialista abarca una etapa histórica bastante prolongada, y en ella hay consonancia y contradicción simultánea entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas y entre la superestructura y la base. En determinado momento el aspecto principal es la contradicción. A lo largo de toda esta etapa existen clases, contradicciones de clase, lucha de clases, existe la lucha entre el camino socialista y el capitalista, existe el peligro de la restauración del capitalismo y existe la amenaza de subversión y de agresión por parte del imperialismo.
Sintéticamente: Mao concluyó que es necesario persistir en la lucha entre el proletariado y la burguesía; que, bajo la dictadura del proletariado esta lucha se expresa fundamentalmente en la lucha entre los marxistas-leninistas y los revisionistas, entre los que defienden la dictadura del proletariado y los seguidores del camino capitalista dentro del Partido, etc..
Consideramos la teoría de la continuación de la revolución en las condiciones de la dictadura del proletariado de Mao, y la Revolución Cultural Proletaria, como el punto máximo de avance de la teoría y el movimiento revolucionario proletario desde su inicio.
Hoy el proletariado ha perdido el poder en los países donde lo había conquistado, pero no volvimos al punto de partida. Atesoramos un gigantesco bagaje de experiencias producto de la lucha revolucionaria de la clase obrera mundial durante dos siglos y tenemos certezas teóricas.
Estas nos confirman la validez universal de los problemas fundamentales de la doctrina científica de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao y la justeza de la lucha por la dictadura del proletariado a escala mundial. No luchamos por una utopía, es decir, no luchamos por un objetivo inalcanzable.
Reproducimos extractos del Perfil de Mao Tsetung, escrito por el secretario general del PCR, Otto Vargas, para la publicación Argenpress en el año 2006.
Con el subtítulo Dos temas claves, Vargas analiza que “En 1926 Mao Tsetung dirigió la sección campesina del Partido y fundó una escuela de cuadros campesinos en Cantón, uno de los centros de la revolución china.
Escribió su célebre artículo Análisis de las clases en la sociedad china. Por primera vez, el marxismo-leninismo se aplicaba al estudio de una sociedad feudal y semicolonial... Dos problemas estaban planteados para todo el movimiento revolucionario de Asia, Africa y América Latina.
Primero: ¿cuál es el principal aliado del proletariado en los países de Asia, Africa y América Latina? Sobre esto, Stalin tuvo una posición clara. Era un debate de la Internacional Comunista y del movimiento revolucionario mundial. En el artículo Acerca de las perspectivas de la Revolución en China escrito en noviembre del ‘26, poco antes de la derrota del ‘27, Stalin escribió: “Yo sé que entre la gente del Kuomintang e inclusive entre los comunistas no consideran posible un desenvolvimiento de la revolución en la aldea, ya que temen que la entrada de la gente del campo a la revolución corrompa el frente único. Esta es una inmensa equivocación, compañeros. El frente antiimperialista en China será tanto más fuerte y poderoso mientras más rápida y completamente se haga entrar a la gente del campo chino a la revolución”.
Trotski, en cambio, escribía en su libro La revolución permanente: “Hay que arrojar por la borda la teoría reaccionaria de las etapas y de las fases de la revolución. Hay que luchar por la dictadura del proletariado, arrastrando tras de sí al campesinado”.
“Arrastrar al campesinado”, vieja teoría de Trotski con la que ya polemizó Lenin a comienzos de siglo. Y en su libro El gran organizador de derrotas dice Trotski: “La revolución agraria en China tiene un carácter tan antifeudal como antiburgués, porque el explotador más odiado en el campo es el campesino rico usurero”.
Si los comunistas chinos le hubiesen hecho caso a Trotski hubiesen terminado colgados. Colgados por los campesinos. Mao, en aquel artículo de 1926, y en el de 1927, Investigación sobre el movimiento campesino en Junán, planteó ya la importancia del movimiento campesino, las clases en el campesinado y los enemigos de la revolución agraria.
El segundo tema es el de la burguesía nacional. Hay que decir que la Internacional Comunista avanzó en los años ‘26, ‘27 y ‘28 en estos temas... En 1929, los informes centrales de la Conferencia de los partidos comunistas de América Latina, pese a plantear el carácter semifeudal e incluso feudal de los países de América Latina, no subrayaron suficientemente la importancia del problema campesino, o el carácter esencialmente campesino de la cuestión indígena o aborigen. Pusieron el centro en el trabajo con los obreros rurales, y consideraron –dicho textualmente– en bloque, “a la burguesía nacional y extranjera”. Muy lejos, muy lejos, del análisis de Mao de 1926...
La impronta que la Internacional en su momento y después los soviéticos imprimieron a este problema, cuando entraron en oposición con los dirigentes del Partido Comunista de China, impidió a los revolucionarios de Asia, Africa y América Latina asimilar las ricas experiencias, las más avanzadas experiencias en el movimiento de liberación nacional, que fueron precisamente las experiencias de la clase obrera de China. Es decir que siguen planteados estos dos problemas hoy, en la definición de la estrategia y la táctica de las auténticas fuerzas revolucionarias de Asia, Africa y América Latina: el problema campesino (ya vamos a ver luego esto) y el problema de la burguesía nacional.
La línea de Mao
¿Cuál era la línea de Mao? La línea de hegemonía proletaria en la revolución agraria y antiimperialista de liberación nacional. Esa línea triunfó en el país más grande, más poblado de la tierra. Es una línea que atiende a los problemas claves de la revolución, de la Revolución de Nueva Democracia, y quienquiera verdaderamente llevar al triunfo esa revolución debe estudiar esa experiencia, que es lo que intentamos hacer en el Partido Comunista Revolucionario de la Argentina”.
La guerra revolucionaria
El más grande teórico de la guerra revolucionaria, no superado, fue Mao Tsetung.
Los comunistas cubanos aplicaron esta experiencia en Cuba. Al lado de Raúl Castro, que ya era afiliado al Partido Socialista Popular estaba un dirigente de ese Partido que había estudiado minuciosamente la experiencia china, experiencia que se aplicó en detalle en el frente de Mayarí y en Las Villas. Esa experiencia de apoyarse en las masas, de tomar prisioneros y no fusilar al enemigo, darles buen trato y adoctrinamiento, y mandarlos de vuelta, etc., etc., está muy bien reflejada en un video que recomiendo ver a los que no lo han visto, sobre el Che Guevara. Porque el Che Guevara, en su alforja revolucionaria, es decir en su mochila, tenía tres trabajos: un trabajo que se editó en Moscú sobre la guerra de guerrillas, con trabajos de Marx, Engels, Lenin y Stalín; El Estado y la revolución de Lenin y La Guerra de guerrillas de Mao Tsetung.
El aporte filosófico de Mao Tsetung
Mao Tsetung hizo un gran aporte –como decíamos antes– enriqueciendo la teoría filosófica del marxismo-leninismo. El dijo que su trabajo preferido era Acerca de la práctica. Esta obra desarrolló las tesis de Marx y de Engels. Y aquí en la Argentina, donde nuestro carácter de país dependiente se ha manifestado, en lo cultural, con el triunfo fácil de las modas burguesas, sobre todo las originadas en París, padecimos la peste althusseriana que extravió a muchos marxistas.
Por eso valoramos especialmente el trabajo de Mao Acerca de la práctica. Es indudable también la importancia de su trabajo Sobre la contradicción. Allí Mao rescató y defendió el carácter revolucionario de la dialéctica marxista, basándose en un amplio conocimiento de la filosofía (occidental y china) y de los Cuadernos filosóficos y Materialismo y empiriocriticismo de Lenin.
Para Mao –igual que para Lenin– la dialéctica es ‘la doctrina acerca de la unidad de los contrarios’. Para Mao: ‘uno se divide en dos’ (al retomar una expresión taoísta ampliamente conocida en China facilitó que millones de chinos hiciesen suyo el método dialéctico de análisis). ‘Uno se divide en dos’ y no como afirman los revisionistas que ‘dos confluyen en uno’, porque esto último subraya el momento de la síntesis, al igual que hizo Hegel.
La gran revolución cultural proletaria
Sobre el otro gran tema ¿es posible terminar con la explotación del hombre por el hombre? ¿El derrocamiento de la burguesía y la dictadura del proletariado puede llevar a la humanidad a una sociedad de tal tipo, comunista, o inexorablemente llevará a las deformaciones y a la degeneración a las que llegó en la Unión Soviética y en China? Mao, en la Revolución Cultural Proletaria, dio respuesta teórica y práctica a esta cuestión...
¿Producto de qué y por qué sucede esto? Ateniéndose al marxismo, en oposición al idealismo, Mao sostuvo que el revisionismo de Jruschov no era el producto de una mera individualidad negativa, que debían investigarse las contradicciones entre la base económica y en la superestructura para descubrir las raíces objetivas y subjetivas del revisionismo, y llegó a sintetizar la teoría de la continuación de la revolución en las condiciones de la dictadura del proletariado.
Brevemente, esta teoría está basada en la comprensión de que la sociedad socialista abarca una etapa histórica bastante prolongada, y en ella hay consonancia y contradicción simultánea entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas y entre la superestructura y la base. En determinado momento el aspecto principal es la contradicción. A lo largo de toda esta etapa existen clases, contradicciones de clase, lucha de clases, existe la lucha entre el camino socialista y el capitalista, existe el peligro de la restauración del capitalismo y existe la amenaza de subversión y de agresión por parte del imperialismo.
Sintéticamente: Mao concluyó que es necesario persistir en la lucha entre el proletariado y la burguesía; que, bajo la dictadura del proletariado esta lucha se expresa fundamentalmente en la lucha entre los marxistas-leninistas y los revisionistas, entre los que defienden la dictadura del proletariado y los seguidores del camino capitalista dentro del Partido, etc..
Consideramos la teoría de la continuación de la revolución en las condiciones de la dictadura del proletariado de Mao, y la Revolución Cultural Proletaria, como el punto máximo de avance de la teoría y el movimiento revolucionario proletario desde su inicio.
Hoy el proletariado ha perdido el poder en los países donde lo había conquistado, pero no volvimos al punto de partida. Atesoramos un gigantesco bagaje de experiencias producto de la lucha revolucionaria de la clase obrera mundial durante dos siglos y tenemos certezas teóricas.
Estas nos confirman la validez universal de los problemas fundamentales de la doctrina científica de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao y la justeza de la lucha por la dictadura del proletariado a escala mundial. No luchamos por una utopía, es decir, no luchamos por un objetivo inalcanzable.