40 años de comportamiento ejemplar de prisioneros vascos hasta que llego "miedoso" Otegi: «Nunca he llamado a la acción armada. ¡Nunca!»
en EHS blog
«Nunca en mis intervenciones he llamado a la acción violenta. ¡Nunca!». Arnaldo Otegi se mostró tajante ante el tribunal que le vuelve a juzgar por enaltecimiento al terrorismo durante un homenaje en julio de 2005 al preso de ETA José María Sagarduy. Sus explicaciones no convencieron a la Fiscalía, que elevó a definitiva su petición de un año y medio de cárcel para el exlíder de Batasuna por participar en un acto organizado por ETA «en beneficio, loa y alabanza de sus presos». El caso quedó visto para sentencia tras tres horas de vista oral en la que Otegi rechazó hacer uso de la última palabra.
Arnaldo Otegi, como ya hiciera en enero de 2010 cuando se celebró la primera vista oral por estos hechos y que el Supremo ordenó repetir por la parcialidad del tribunal, intentó desmarcarse de cualquier intento de hacer apología en el acto que tuvo lugar en Amorebieta. Dijo que participó en el homenaje a petición de la familia, «como máximo referente de la izquierda abertzale» y sin ninguna intención de elogiar a 'Gatza'. Sus objetivos, simplemente, eran denunciar que el largo encarcelamiento de Sagarduy era un «escándalo jurídico, político y humano», condenar la «política penitenciaria absolutamente cruel» del Gobierno y reclamar la excarcelación de 'Gatza, que finalmente salió de la cárcel el pasado 13 de abril tras 31 años de prisión.
El procesado insistió en que no participó en un enaltecimiento a un preso terrorista. «No soy un fino jurista pero allí se realizó un acto denunciando la situación de un ciudadano, pidiendo su libertad. Yo no entiendo que eso sea un homenaje», apostilló, antes de recordar que la «cárcel es muy dura» y que «todo el mundo debería ser consciente» de lo que es pasar veinticuatro horas entre rejas.
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«Nunca en mis intervenciones he llamado a la acción violenta. ¡Nunca!». Arnaldo Otegi se mostró tajante ante el tribunal que le vuelve a juzgar por enaltecimiento al terrorismo durante un homenaje en julio de 2005 al preso de ETA José María Sagarduy. Sus explicaciones no convencieron a la Fiscalía, que elevó a definitiva su petición de un año y medio de cárcel para el exlíder de Batasuna por participar en un acto organizado por ETA «en beneficio, loa y alabanza de sus presos». El caso quedó visto para sentencia tras tres horas de vista oral en la que Otegi rechazó hacer uso de la última palabra.
Arnaldo Otegi, como ya hiciera en enero de 2010 cuando se celebró la primera vista oral por estos hechos y que el Supremo ordenó repetir por la parcialidad del tribunal, intentó desmarcarse de cualquier intento de hacer apología en el acto que tuvo lugar en Amorebieta. Dijo que participó en el homenaje a petición de la familia, «como máximo referente de la izquierda abertzale» y sin ninguna intención de elogiar a 'Gatza'. Sus objetivos, simplemente, eran denunciar que el largo encarcelamiento de Sagarduy era un «escándalo jurídico, político y humano», condenar la «política penitenciaria absolutamente cruel» del Gobierno y reclamar la excarcelación de 'Gatza, que finalmente salió de la cárcel el pasado 13 de abril tras 31 años de prisión.
El procesado insistió en que no participó en un enaltecimiento a un preso terrorista. «No soy un fino jurista pero allí se realizó un acto denunciando la situación de un ciudadano, pidiendo su libertad. Yo no entiendo que eso sea un homenaje», apostilló, antes de recordar que la «cárcel es muy dura» y que «todo el mundo debería ser consciente» de lo que es pasar veinticuatro horas entre rejas.