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La Spirale, sin duda el más acabado documental sobre las técnicas de desestabilización que se utilizaron contra el gobierno de Salvador Allende. Luego del estreno en París, en 1976, y de su presentación en el Festival de Cannes, La Spirale fue proyectada en numerosos actos, televisiones y universidades, transformándose en uno de los documentales sobre Chile más difundidos en Europa. La productora francesa Galatée films, autorizó a la Corporación parque por la paz Villa Grimaldi, a difundirlo en Chile.
El documental fue realizado por el sociólogo belga Armand Mattelart, quien, en 1962, es contratado por el departamento de sociología de la Universidad de Chile de Valparaíso. Desde entonces produce varios trabajos sobre comunicación de masas, muchas veces conjuntamente con Michelle su mujer y su compañera intelectual. En diciembre de 1971 publica, con Ariel Dorfman, Para leer al Pato Donald. Comunicación de masa y colonialismo, un estudio que ha sido reeditado cerca de 30 veces en castellano y traducido a varios idiomas.
De retorno a Francia, en 1973, tras su expulsión de Chile, Mattelart se propone realizar un documental sobre la experiencia del gobierno de la Unidad Popular. Con Jacqueline Meppiel y Valérie Mayoux, seleccionan documentos de unas 20 fuentes: cinematecas; filmes del chileno Patricio Guzmán, del norteamericano Saul Landau, del sueco Jan Linqvist, y del cubano Santiago Álvarez; noticiarios de Chile Film y reportajes televisivos chilenos, incluyendo los opuestos a Allende. Consultan también los archivos de televisiones estadounidenses, europeas del norte y latinoamericanas, particularmente los de la cubana. Finalmente, François Périer aporta su voz, Jean-Claude Eloy su música, y el célebre diseñador belga Jean-Michel Folon se ofrece para crear figurines originales.
En plena preparación, investigadores estadounidenses les señalan la existencia de “Politica”, un juego de simulación utilizado en universidades y por el Pentágono. La sociedad chilena es dividida en 11 clases o categorías sociales y los estudiantes deben analizar su comportamiento e interacciones en caso de crisis revolucionaria. El sugestivo juego se transforma en el hilo conductor del relato.
El resultado es La Spirale, un riguroso y apasionante documental político de 140 minutos que expone los mecanismos del plan destinado a destruir, por todos los medios, el proyecto de socialismo democrático. Sus siete capítulos desarrollan el crescendo dramático: el Plan, el Juego, el Frente, el Acercamiento, el Arma, el Ataque y el Golpe. “No contamos aquí la historia de la UP –explica el relator– Otras películas lo hacen y se necesitarán muchas para expresar la riqueza de esos tres años. Queremos explicar cómo la derecha chilena hizo de esos tres años una máquina infernal que comienza antes de la elección de Allende; una espiral hacia la explosión...”
En esos años los estrategas del Pentágono constatan que las expediciones punitivas que Théodore Roosevelt llamaba el “gran garrote”, no son suficientes; el estancamiento militar en Vietnam les indica que en los conflictos hay otros factores, más complejos que el poder de fuego. Descubren entonces que las sociedades se dividen en clases y que puede intervenir sobre sus contradicciones. En otras palabras, en Estados Unidos se reflexiona sobre cómo los intereses de las clases poseedoras chilenas pueden ser defendidos por otras clases. La Spirale describe estos estudios, especialmente los modelos de simulación, muy en boga por esos años.
En el curso del documental se escuchan tres idiomas. Además del relato en francés, varios dirigentes políticos de la época, como Eduardo Frei, Radomiro Tomic, Jacques Chonchol o el general Canales, aparecen dando entrevistas en el idioma de Voltaire. Se escuchan extractos de discursos de Kennedy, así como algunas intervenciones en las sesiones de la comisión del senado estadounidense presidida por Franck Church. Y muchas veces toman la palabra los chilenos implicados –por o contra– en la experiencia socialista.
Pese a sus 30 años, buena parte del mensaje y de los análisis del documental mantienen una sorprendente pertinencia. “Decir que la estrategia de la derecha fue la única razón de la caída de Allende –concluye el relato– es un argumento extraño, sería decir que el enemigo es invencible. Los que no toleran ninguna crítica de la up no se dan cuenta de esta cara oscura de su fidelidad. Pero hay dos cosas. Desde el inicio, un plan inspirado por Estados Unidos y organizado por la derecha chilena, realizado por la movilización de la pequeña burguesía, se fijó como objetivo la destrucción por todos los medios de la tentativa socialista. Otra cosa, esta tentativa expuso al pueblo chileno a una irradiación política que la monstruosa dictadura de los generales no se borrará fácilmente de su conciencia”.
Paradójicamente, La Spirale es hasta hoy desconocida en Chile. Su difusión resultaba inimaginable bajo dictadura y no se ha concretado bajo la transición. En 2006 la productora francesa Galatée films (conocida por el filme Los coristas), que posee los derechos sobre el documental, autorizó a la asociación de ex prisioneros Corporación parque por la paz Villa Grimaldi, a difundirlo en todo el territorio chileno. El Comité contra la impunidad y por la democracia en América Latina, una asociación de latinoamericanos residentes en Bélgica asumió el traspaso al formato dvd y el subtitulado al español. Finalmente, después de tres décadas, La Spirale –ahora La Espiral– podrá ser vista en el país que la originó.
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El documental fue realizado por el sociólogo belga Armand Mattelart, quien, en 1962, es contratado por el departamento de sociología de la Universidad de Chile de Valparaíso. Desde entonces produce varios trabajos sobre comunicación de masas, muchas veces conjuntamente con Michelle su mujer y su compañera intelectual. En diciembre de 1971 publica, con Ariel Dorfman, Para leer al Pato Donald. Comunicación de masa y colonialismo, un estudio que ha sido reeditado cerca de 30 veces en castellano y traducido a varios idiomas.
De retorno a Francia, en 1973, tras su expulsión de Chile, Mattelart se propone realizar un documental sobre la experiencia del gobierno de la Unidad Popular. Con Jacqueline Meppiel y Valérie Mayoux, seleccionan documentos de unas 20 fuentes: cinematecas; filmes del chileno Patricio Guzmán, del norteamericano Saul Landau, del sueco Jan Linqvist, y del cubano Santiago Álvarez; noticiarios de Chile Film y reportajes televisivos chilenos, incluyendo los opuestos a Allende. Consultan también los archivos de televisiones estadounidenses, europeas del norte y latinoamericanas, particularmente los de la cubana. Finalmente, François Périer aporta su voz, Jean-Claude Eloy su música, y el célebre diseñador belga Jean-Michel Folon se ofrece para crear figurines originales.
En plena preparación, investigadores estadounidenses les señalan la existencia de “Politica”, un juego de simulación utilizado en universidades y por el Pentágono. La sociedad chilena es dividida en 11 clases o categorías sociales y los estudiantes deben analizar su comportamiento e interacciones en caso de crisis revolucionaria. El sugestivo juego se transforma en el hilo conductor del relato.
El resultado es La Spirale, un riguroso y apasionante documental político de 140 minutos que expone los mecanismos del plan destinado a destruir, por todos los medios, el proyecto de socialismo democrático. Sus siete capítulos desarrollan el crescendo dramático: el Plan, el Juego, el Frente, el Acercamiento, el Arma, el Ataque y el Golpe. “No contamos aquí la historia de la UP –explica el relator– Otras películas lo hacen y se necesitarán muchas para expresar la riqueza de esos tres años. Queremos explicar cómo la derecha chilena hizo de esos tres años una máquina infernal que comienza antes de la elección de Allende; una espiral hacia la explosión...”
En esos años los estrategas del Pentágono constatan que las expediciones punitivas que Théodore Roosevelt llamaba el “gran garrote”, no son suficientes; el estancamiento militar en Vietnam les indica que en los conflictos hay otros factores, más complejos que el poder de fuego. Descubren entonces que las sociedades se dividen en clases y que puede intervenir sobre sus contradicciones. En otras palabras, en Estados Unidos se reflexiona sobre cómo los intereses de las clases poseedoras chilenas pueden ser defendidos por otras clases. La Spirale describe estos estudios, especialmente los modelos de simulación, muy en boga por esos años.
En el curso del documental se escuchan tres idiomas. Además del relato en francés, varios dirigentes políticos de la época, como Eduardo Frei, Radomiro Tomic, Jacques Chonchol o el general Canales, aparecen dando entrevistas en el idioma de Voltaire. Se escuchan extractos de discursos de Kennedy, así como algunas intervenciones en las sesiones de la comisión del senado estadounidense presidida por Franck Church. Y muchas veces toman la palabra los chilenos implicados –por o contra– en la experiencia socialista.
Pese a sus 30 años, buena parte del mensaje y de los análisis del documental mantienen una sorprendente pertinencia. “Decir que la estrategia de la derecha fue la única razón de la caída de Allende –concluye el relato– es un argumento extraño, sería decir que el enemigo es invencible. Los que no toleran ninguna crítica de la up no se dan cuenta de esta cara oscura de su fidelidad. Pero hay dos cosas. Desde el inicio, un plan inspirado por Estados Unidos y organizado por la derecha chilena, realizado por la movilización de la pequeña burguesía, se fijó como objetivo la destrucción por todos los medios de la tentativa socialista. Otra cosa, esta tentativa expuso al pueblo chileno a una irradiación política que la monstruosa dictadura de los generales no se borrará fácilmente de su conciencia”.
Paradójicamente, La Spirale es hasta hoy desconocida en Chile. Su difusión resultaba inimaginable bajo dictadura y no se ha concretado bajo la transición. En 2006 la productora francesa Galatée films (conocida por el filme Los coristas), que posee los derechos sobre el documental, autorizó a la asociación de ex prisioneros Corporación parque por la paz Villa Grimaldi, a difundirlo en todo el territorio chileno. El Comité contra la impunidad y por la democracia en América Latina, una asociación de latinoamericanos residentes en Bélgica asumió el traspaso al formato dvd y el subtitulado al español. Finalmente, después de tres décadas, La Spirale –ahora La Espiral– podrá ser vista en el país que la originó.
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