Portal
(de http://euskalherriasozialista.blogspot.com/).
Zutik EH fue una respuesta de otegi por miedo a las purgas de ETA???
Txaba
Os envio unos documentos aparecidos en prensa y que una vez leidos y cotejados dan la impresión de ser ciertos, para mi una vez leido los tochos, el tema esta claro, en el documento "Txinaurri gorriak" se avanza una estrategia en la que se exige al aparato politico de Batasuna una autocritica por las desviaciones socialdemocratas, es quizas la antesala de una purga de los actuales dirigentes otegistas(el documento es del año 2009 y el zutik eh justo aparece en el 2010), tambien se busca refugio en el marxismo por las posiciones de resistencia algo novedoso tras la fase culturalista y etnicista impuesta por el literato euskaldun "mikel antza"...
Me parece que todo este lio de zutik eh es una respuesta en las alturas ante lo que se venia de parte de la erakunde que era quitar de en medio a todos los viejetes ya cansados y con vicios, otegi, rufi, rafa, todo coincide...
el correo
«En el camino de la república socialista de Euskal Herria». Esta frase encabeza el documento de ETA 'Txinaurriak gorria' ( 'Hormiga roja'), el análisis realizado en el verano del año pasado y que debía ser la hoja de ruta de la izquierda abertzale hasta el año 2012. En el documento, la banda recupera la ideología marxista hasta unos límites que no se recordaban desde los debates de la ETA de los años 70, de tal forma, que, en algunos momentos, las tesis nacionalistas pasan a un segundo plano frente a la necesidad de poner en marcha «la praxis revolucionaria».
Los analistas de las fuerzas de seguridad ya habían detectado en los últimos comunicados, así como en papeles internos, una deriva cada vez mayor hacia las tesis de ultraizquierda. Algunos de los textos elaborados por la cúpula etarra empleaban de nuevo argumentos más escorados hacia la radicalidad marxista. En 'Hormiga roja', por ejemplo, no hay ninguna referencia al euskera, ni a la territorialidad, y las citas en las que se habla de la independencia o la autodeterminación son mínimas, apenas un comentario. Al marxismo, sin embargo, se le dedican párrafos enteros.
Afirman, por ejemplo, que la izquierda abertzale debe «profundizar en el carácter revolucionario, conscientemente, sin complejos y con orgullo. Llenar nuestro proyecto con contenidos y valores revolucionarios». En otro momento, defienden «recuperar el espíritu revolucionario de la izquierda abertzale». Según los analistas consultados por este periódico, una de las lecturas de este pronunciamiento indica la necesidad que tiene la banda de volver a organizar una izquierda abertzale que no se ajusta a sus patrones. Pero también, poner en solfa la trayectoria que se ha realizado hasta el momento. De esta forma, criticarían el camino recorrido por la ilegalizada Batasuna, que en la fecha en la que se redactó el texto ya apostaba por las vías exclusivamente políticas. En este sentido, en 'Hormiga roja' se puede leer que es necesaria una «fuerte autocrítica» para recuperar «el carácter de izquierdas». En cierta forma, la declaración dejaba caer una acusación de aburguesamiento hacia las estructuras dirigentes de la coalición proscrita.
Pero la apuesta por el marxismo más radical iba más allá de una mera táctica para arrinconar a los enemigos internos. En una declaración que parece más propia de los años 70 que del siglo XXI, los autores del documento escriben: «Hay que recuperar el análisis crítico y dinámico, es decir, el materialismo dialéctico del marxismo como método de reflexión en la izquierda abertzale. La práxis revolucionaria ha de constituir el norte de la militancia. Hay que impulsar la teoría marxista vasca».
Según uno de los expertos en ETA consultados por este periódico, esta propuesta superaba todos los planteamiento que se han discutido en la izquierda abertzale y pretendía recuperar un pensamiento que muchos de los militantes de Batasuna desconocen. La propia banda era consciente de esta situación y por ello afirma que es necesario poner en marcha «unos planes de formación, generales y concretos» para formar a seguidores, de tal manera que habría también que crear una denominada «escuela revolucionaria vasca».
En este terreno, ETA ya había diseñado un perfil del militante que debía formarse en esos centros. Para ello, utiliza una imagen cercana al Che Guevara, con un toque 'naif'. «Los valores de la militancia deben ser la humildad, la participación activa, dedicación, el compromiso, el respeto, la solidaridad, el interés por la formación, la coherencia con los principios y las ideas... nuestras organizaciones han de permitir transformar las cabezas de la militancia». «Debemos atraer a la gente con el ejemplo», apostillan. Este nuevo simpatizante, según las tesis etarras, debería servir para dinamizar «pueblos y barrios» de dónde tendrían que surgir «los nuevos cuadros políticos». A partir de ellos, ETA espera conseguir «el poder popular».
A la hora de explicar esta deriva hacia la izquierda más radical, uno de los hechos a tener en cuenta es la fascinación cada vez mayor en ETA y en sectores del abertzalismo radical por las posturas que defienden figuras como Hugo Chávez en Venezuela o Evo Morales en Bolivia, así como los planteamientos de insurrección armada de las FARC colombiana, cuyos nexos con la organización vasca se investigan en la actualidad en la Audiencia Nacional y que incluían, por ejemplo, la posibilidad de ayudar a los colombianos a actuar en España.
Tras la independencia
Pero no hay sólo un deslumbramiento por los movimientos de izquierda latinoamericanos. Los autores de 'Hormiga roja', en un salto histórico de un voluntarismo sin precedentes, reflexionan sobre la necesidad que tienen de contar con un nuevo armazón ideológico en el caso de que 'el proceso democrático' -la negociación con el Gobierno que lleve a la autodeterminación- salga adelante. En ese caso, ETA cree que Batasuna podría sufrir «una desideologización y desmovilización, que podría llegar a la descomposición de la izquierda abertzale». En cierta forma, la banda terrorista afirma que, sin su discurso sobre la independencia, carece de una estrategia para sobrevivir políticamente, por lo que debe comenzar a preparar a su militancia en una teoría marxista revolucionaria que cohesione su mundo.
El documento, que ha servido a la Guardia Civil como prueba en la operación desarrollada esta semana contra Ekin, fue incautado al que fuera jefe militar de ETA Ibon Gogeaskoetxea, 'Emil', ex periodista de Egin y guionista, tras su detención en abril de 2009. Aunque no se aclara quién es el autor del texto, no se descarta que el propio 'Emil' tenga que ver con su redacción, ya que en otros documentos incautados se habían detectado reflexiones de ultraizquierda, con citas de autores maoístas.
Zutik EH fue una respuesta de otegi por miedo a las purgas de ETA???
Txaba
Os envio unos documentos aparecidos en prensa y que una vez leidos y cotejados dan la impresión de ser ciertos, para mi una vez leido los tochos, el tema esta claro, en el documento "Txinaurri gorriak" se avanza una estrategia en la que se exige al aparato politico de Batasuna una autocritica por las desviaciones socialdemocratas, es quizas la antesala de una purga de los actuales dirigentes otegistas(el documento es del año 2009 y el zutik eh justo aparece en el 2010), tambien se busca refugio en el marxismo por las posiciones de resistencia algo novedoso tras la fase culturalista y etnicista impuesta por el literato euskaldun "mikel antza"...
Me parece que todo este lio de zutik eh es una respuesta en las alturas ante lo que se venia de parte de la erakunde que era quitar de en medio a todos los viejetes ya cansados y con vicios, otegi, rufi, rafa, todo coincide...
el correo
«En el camino de la república socialista de Euskal Herria». Esta frase encabeza el documento de ETA 'Txinaurriak gorria' ( 'Hormiga roja'), el análisis realizado en el verano del año pasado y que debía ser la hoja de ruta de la izquierda abertzale hasta el año 2012. En el documento, la banda recupera la ideología marxista hasta unos límites que no se recordaban desde los debates de la ETA de los años 70, de tal forma, que, en algunos momentos, las tesis nacionalistas pasan a un segundo plano frente a la necesidad de poner en marcha «la praxis revolucionaria».
Los analistas de las fuerzas de seguridad ya habían detectado en los últimos comunicados, así como en papeles internos, una deriva cada vez mayor hacia las tesis de ultraizquierda. Algunos de los textos elaborados por la cúpula etarra empleaban de nuevo argumentos más escorados hacia la radicalidad marxista. En 'Hormiga roja', por ejemplo, no hay ninguna referencia al euskera, ni a la territorialidad, y las citas en las que se habla de la independencia o la autodeterminación son mínimas, apenas un comentario. Al marxismo, sin embargo, se le dedican párrafos enteros.
Afirman, por ejemplo, que la izquierda abertzale debe «profundizar en el carácter revolucionario, conscientemente, sin complejos y con orgullo. Llenar nuestro proyecto con contenidos y valores revolucionarios». En otro momento, defienden «recuperar el espíritu revolucionario de la izquierda abertzale». Según los analistas consultados por este periódico, una de las lecturas de este pronunciamiento indica la necesidad que tiene la banda de volver a organizar una izquierda abertzale que no se ajusta a sus patrones. Pero también, poner en solfa la trayectoria que se ha realizado hasta el momento. De esta forma, criticarían el camino recorrido por la ilegalizada Batasuna, que en la fecha en la que se redactó el texto ya apostaba por las vías exclusivamente políticas. En este sentido, en 'Hormiga roja' se puede leer que es necesaria una «fuerte autocrítica» para recuperar «el carácter de izquierdas». En cierta forma, la declaración dejaba caer una acusación de aburguesamiento hacia las estructuras dirigentes de la coalición proscrita.
Pero la apuesta por el marxismo más radical iba más allá de una mera táctica para arrinconar a los enemigos internos. En una declaración que parece más propia de los años 70 que del siglo XXI, los autores del documento escriben: «Hay que recuperar el análisis crítico y dinámico, es decir, el materialismo dialéctico del marxismo como método de reflexión en la izquierda abertzale. La práxis revolucionaria ha de constituir el norte de la militancia. Hay que impulsar la teoría marxista vasca».
Según uno de los expertos en ETA consultados por este periódico, esta propuesta superaba todos los planteamiento que se han discutido en la izquierda abertzale y pretendía recuperar un pensamiento que muchos de los militantes de Batasuna desconocen. La propia banda era consciente de esta situación y por ello afirma que es necesario poner en marcha «unos planes de formación, generales y concretos» para formar a seguidores, de tal manera que habría también que crear una denominada «escuela revolucionaria vasca».
En este terreno, ETA ya había diseñado un perfil del militante que debía formarse en esos centros. Para ello, utiliza una imagen cercana al Che Guevara, con un toque 'naif'. «Los valores de la militancia deben ser la humildad, la participación activa, dedicación, el compromiso, el respeto, la solidaridad, el interés por la formación, la coherencia con los principios y las ideas... nuestras organizaciones han de permitir transformar las cabezas de la militancia». «Debemos atraer a la gente con el ejemplo», apostillan. Este nuevo simpatizante, según las tesis etarras, debería servir para dinamizar «pueblos y barrios» de dónde tendrían que surgir «los nuevos cuadros políticos». A partir de ellos, ETA espera conseguir «el poder popular».
A la hora de explicar esta deriva hacia la izquierda más radical, uno de los hechos a tener en cuenta es la fascinación cada vez mayor en ETA y en sectores del abertzalismo radical por las posturas que defienden figuras como Hugo Chávez en Venezuela o Evo Morales en Bolivia, así como los planteamientos de insurrección armada de las FARC colombiana, cuyos nexos con la organización vasca se investigan en la actualidad en la Audiencia Nacional y que incluían, por ejemplo, la posibilidad de ayudar a los colombianos a actuar en España.
Tras la independencia
Pero no hay sólo un deslumbramiento por los movimientos de izquierda latinoamericanos. Los autores de 'Hormiga roja', en un salto histórico de un voluntarismo sin precedentes, reflexionan sobre la necesidad que tienen de contar con un nuevo armazón ideológico en el caso de que 'el proceso democrático' -la negociación con el Gobierno que lleve a la autodeterminación- salga adelante. En ese caso, ETA cree que Batasuna podría sufrir «una desideologización y desmovilización, que podría llegar a la descomposición de la izquierda abertzale». En cierta forma, la banda terrorista afirma que, sin su discurso sobre la independencia, carece de una estrategia para sobrevivir políticamente, por lo que debe comenzar a preparar a su militancia en una teoría marxista revolucionaria que cohesione su mundo.
El documento, que ha servido a la Guardia Civil como prueba en la operación desarrollada esta semana contra Ekin, fue incautado al que fuera jefe militar de ETA Ibon Gogeaskoetxea, 'Emil', ex periodista de Egin y guionista, tras su detención en abril de 2009. Aunque no se aclara quién es el autor del texto, no se descarta que el propio 'Emil' tenga que ver con su redacción, ya que en otros documentos incautados se habían detectado reflexiones de ultraizquierda, con citas de autores maoístas.
