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21° Seminario Comunista Internacional
Bruselas, 18-20 de mayo de 2012
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La relación entre las tareas inmediatas de los comunistas y su lucha por el socialismo
Partido Comunista de Cuba
La construcción del Socialismo en Cuba.
Realidades y Desafíos
Compañeros:
Hoy son seriamente quebrantados los derechos a la paz, a la autodeterminación y al disfrute
de la plena soberanía. El mundo enfrenta un sistema económico internacional depredador y
voraz.
Hace ya una década, el compañero Fidel advirtió que las condiciones estaban creadas para el
estallido de una crisis de grandes proporciones, la cual afectaría principalmente a los más
desposeídos.
Estamos viviendo los resultados de la crisis desatada en el año 2008: despido masivo de
trabajadores, aumento del desempleo, en particular del desempleo juvenil, elevación de los
índices de la pobreza, recortes en los presupuestos dirigidos a programas básicos en la salud y
la educación, ola de suicidios; por solo mencionar algunas consecuencias.
Es, sin dudas, una crisis grave, profunda y abarcadora, económica, energética, alimentaria,
sobre la cual no se avizora recuperación, en tanto sus perspectivas son sombrías, al punto que
más de un entendido vaticina que el año 2012 acrecentará todos los males mencionados.
Para algunos, las “soluciones” han sido los llamados “paquetes de rescate”, buscando una
respiración artificial con vida limitada. Compañeros, si ya estaba demostrado que el
neoliberalismo era una política fracasada y que el Capitalismo no constituye la respuesta a las
necesidades imperantes del mundo de hoy, afirmar ahora lo contrario es desconocer los
embates objetivos de la actual crisis.
En medio de esta situación, a la cual se añade el recrudecimiento del bloqueo norteamericano
contra nuestro país, Cuba avanza y trabaja por consolidar sus conquistas principales en la
educación, la salud, los deportes, la cultura y otras esferas.
Somos conscientes de que en nuestro caso, la crisis mundial se suma a los desafíos propios de
nuestra realidad, y constituye un reto que debemos enfrentar, siempre bajo la premisa de que
para nosotros el hombre, el ser humano es nuestro bien más preciado.
1En este difícil contexto mundial somos del criterio de que es urgente fortalecer los espacios de
intercambio, solidaridad y genuina cooperación, donde los partidos comunistas podamos
compartir experiencias.
Es por esto que el tema que nos convoca: “La relación entre las tareas inmediatas de los
comunistas y su lucha por el Socialismo”, alcanza gran dimensión, no solo por su actualidad,
sino por la importancia que tiene para las fuerzas políticas, en particular para los partidos
comunistas y obreros.
Los comunistas debemos estar en capacidad de afrontar y resolver los retos actuales, y en el
caso de los comunistas cubanos, tenemos un objetivo claro y preciso: la construcción y
perfeccionamiento de un Socialismo eficiente e irreversible, acorde a nuestra realidad.
Defendemos el Socialismo porque consideramos que en nuestras condiciones es la única
alternativa posible, donde se funden los conceptos de Patria, revolución, independencia y
soberanía. Cuba ha demostrado que es posible resistir. No es el Socialismo el que entró en
crisis como han pretendido demostrar algunos, sino quienes no supieron interpretarlo,
aplicarlo y defenderlo.
Partimos de la experiencia de que para nosotros es importante identificar, reconocer y
enfrentar nuestros errores. Lo contrario pudiera conducirnos a la derrota de la Revolución y el
Socialismo. La autocrítica honesta y constructiva es instrumento importante en la
construcción de un proceso político sólido y transparente.
Se hace por tanto imprescindible, que el marxismo leninismo sea entendido de manera
creativa, como una concepción científica del mundo que interpreta la realidad y sirve de guía
para su transformación revolucionaria, aplicando la dialéctica materialista en la investigación
de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humanos.
En este orden subrayamos el concepto que el compañero Fidel hizo de Revolución el Primero
de Mayo del año 2000 cuando dijo que: “Revolución es sentido del momento histórico, es
cambiar todo lo que debe ser cambiado…”
Es así que la ideología de la revolución cubana se muestra como un fenómeno social vivo que
se manifiesta en todos los sectores de la vida, en el discurso político, en el sistema cultural,
educacional, en los medios de comunicación, la base productiva, etc. Es un sistema dinámico
de ideas, normas, códigos y valores revolucionarios que encierran los objetivos estratégicos
de la construcción del Socialismo en Cuba, con una mirada integral de los fenómenos que nos
rodean.
Los años difíciles del llamado Período Especial han constituido una prueba extraordinaria que
reafirmó la cultura política de nuestro pueblo, su indiscutible formación ideológica, su unidad
en torno al partido y la revolución y la capacidad y moral de su liderazgo.
No obstante, en este período también avanzaron en la sociedad males diversos que fueron
desde las formas ilegales de distribución del producto social, hasta otros que crearon hábitos
2incompatibles con la sociedad socialista que construimos y queremos perfeccionar, males que
estamos en el deber y la obligación de erradicar.
Como ustedes conocen, en los últimos meses, hemos estado inmersos en dos acontecimientos
fundamentales: la celebración de nuestro Sexto Congreso y de nuestra Primera Conferencia
del Partido, justamente analizando las tareas inmediatas y otras a más largo plazo, de los
comunistas cubanos en su lucha por el Socialismo.
Teniendo en cuenta nuestra realidad, el Congreso y la Conferencia Nacional, recogieron en
sus lineamientos y objetivos nuestros principales propósitos como partido y como nación,
convencidos de que debemos actuar, sin prisas pero sin pausas, como también afirmara el
compañero Raúl.
Por tanto, se hace necesario, una coordinación coherente entre los lineamientos y los
objetivos propuestos. En nuestro caso, en momentos en que el mundo afronta la terrible crisis
a la que ya hemos hecho alusión, la batalla económica constituye hoy, más que nunca, la
tarea principal y el centro del trabajo ideológico de los cuadros, porque de ella depende la
sostenibilidad y la preservación de nuestro sistema social, como subrayara el compañero Raúl
el cuatro de abril del 2010, en la clausura del noveno congreso de la Unión de Jóvenes
Comunistas.
Dicha batalla económica constituye un asunto de seguridad nacional, en momentos en que los
precios de los alimentos, del petróleo y otros productos de primera necesidad, son cada día
más elevados, a la vez que el neoliberalismo brutal sigue aplicándose como receta mágica
para salvar al capitalismo.
El rumbo ya ha sido trazado, y las tácticas deben ser estudiadas con sumo cuidado, pues un
error no debe ser subestimado y pudiera tener costos graves; por tanto hay que trabajar con
orden, disciplina y exigencia.
El sistema económico que prevalecerá en nuestro país continuará basándose prioritariamente
en la propiedad socialista de todo el pueblo, donde deberá regir el principio de distribución
socialista “de cada cual según su capacidad a cada cual según su trabajo. La planificación
centralizada de la economía y el control sistemático que el Estado, el Gobierno y sus
instituciones desempeñen, serán la garantía del funcionamiento eficiente de nuestra sociedad.
Es así que a partir de las actuales condiciones y del escenario internacional previsible, la
política económica cubana se dirige a enfrentar los problemas de la economía transitando por
dos tipos de soluciones perfectamente identificadas, las cuales requieren congruencia entre sí.
Las soluciones a corto plazo y las soluciones del desarrollo sostenible, a más largo plazo.
Las primeras deberán dar respuesta a los problemas de mayor impacto inmediato en la
eficiencia económica, la motivación por el trabajo y la distribución del ingreso, en tanto se
creen las necesarias condiciones infraestructurales y productivas que permitan el tránsito a
una etapa superior del desarrollo.
Las segundas, deberán conducir a una autosuficiencia alimentaria y energética altas, a un uso
eficiente del potencial humano, a una elevada competitividad en las producciones
3tradicionales, así como al desarrollo de nuevas producciones de bienes y servicios de alto
valor agregado.
Justamente, para enfrentar los retos que tenemos por delante la Conferencia Nacional,
continuidad de nuestro Congreso, trazó objetivos de trabajo en función de los lineamientos ya
esbozados y ratificó conceptos y criterios, algunos de los cuales se venían implementando
durante estos años.
Quedó confirmado que nuestra sociedad seguirá teniendo un solo Partido, como institución
que agrupa a la vanguardia revolucionaria y garantía segura de la unidad de los cubanos en
todos los tiempos.
Renunciar al principio de un solo partido equivaldría, sencillamente, a legalizar el partido o
los partidos del imperialismo en suelo patrio y sacrificar el arma estratégica de la unidad de
los cubanos. Defendemos la opción martiana del partido único. Nuestro Partido es y será
marxista-leninista y martiano, vanguardia del pueblo y actor fundamental en la construcción
de nuestra sociedad. Es a su vez, el Partido de todos los cubanos patriotas, sin sectarismos ni
discriminación de ningún tipo.
Al propio tiempo, entre las tareas que tenemos por delante está luchar por conformar una
sociedad más democrática, lo cual sin dudas contribuirá a eliminar actitudes simuladoras y
oportunistas, surgidas al amparo de la falsa unanimidad y el formalismo.
Para alcanzar esa sociedad más democrática cada comunista debe dar el ejemplo dentro de las
filas del Partido, lo que presupone fomentar un clima de máxima confianza y el más amplio y
sincero intercambio de opiniones, empezando desde nuestras células de base.
Somos del criterio de que para practicar la democracia de manera concreta y coherente, hay
que también crear condicionales sociales que permitan este ejercicio.
La democracia en nuestro criterio, no significa anarquía, desorden, improvisación, amalgama
de partidos, fracciones, tendencias, ni tampoco constituye un estado de ánimo, donde todos
hablamos de algo intangible, que al final no se concreta.
Se impone decirnos las verdades de frente, siempre en el lugar adecuado, en el momento
oportuno y de forma correcta, siempre en permanente contacto con las masas.
El Primer Secretario de nuestro Partido, el General de Ejército, Raúl Castro, ha subrayado en
más de una ocasión, que debemos estar con la oreja pegada a la tierra, solo así podremos
conducir un diálogo serio y transparente con la población sobre cualquier asunto, por
sensible que éste fuera, solo así, podremos ejercer e instrumentar una democracia creíble y
con resultados concretos.
Cuando nos referimos al contacto con las masas, no esbozamos un objetivo manido, sino una
convicción total de la importancia de fortalecer la unidad nacional en torno al Partido y a la
Revolución. Ejemplos tenemos de los resultados desastrosos a los que podríamos llegar si el
Partido se divorcia de su realidad y de su entorno social.
4Para fortalecer la unidad nacional, debemos desterrar definitivamente los rezagos, prejuicios
y conductas discriminatorias de todo tipo y cumplir con firmeza el mandato de la
constitución de la República en su artículo No. 42 que proscribe la discriminación por
motivo de raza, color del la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquier otra
lesiva a la dignidad humana, en tanto proclama la educación de todos en el principio de la
igualdad de los seres humanos.
En este orden, se hace vital asegurar la autoridad moral del partido, de sus militantes y en
especial, de sus dirigentes. Creemos y estamos convencidos de la importancia del ejemplo
personal, siempre a partir de probadas cualidades éticas, políticas e ideológicas.
En nuestras condiciones, le cabe al partido otra importante misión: debe estar en capacidad de
dirigir al Estado y al Gobierno, dirigir controlando su funcionamiento y el cumplimiento por
ellos de las orientaciones trazadas, estimular, coadyuvar al mejor trabajo de los órganos de
gobierno, pero en ningún caso sustituirlos. Esta misión debe estar sustentaba en la base del
ejemplo moral y nunca del autoritarismo.
Sin dudas, para llevar adelante nuestros objetivos, tenemos otra tarea importante y
estratégica, la de formar cuadros revolucionarios, capaces y comprometidos. Para nadie es
un secreto que por razones diversas, la política de cuadros ha sufrido el efecto de la
improvisación y la falta de previsión y sistematicidad necesarias. Por ende, debemos
continuar trabajando en la ampliación de una reserva suficiente de sustitutos experimentados
y maduros, con preparación para asumir las complejas funciones de dirección en el Partido, el
Estado y el Gobierno.
Debemos garantizar que los cuadros y sus reservas, se distingan por una sólida preparación
técnica y profesional, su ejemplo personal, probadas cualidades éticas, políticas e ideológicas
y asuman los principios consagrados en la Constitución de la República, así como la política
del Partido, sean o no militantes del PCC o la UJC.
La lucha contra la corrupción, es otra de nuestros objetivos fundamentales. La corrupción es,
en la etapa actual, uno de los principales enemigos de la Revolución, mucho más perjudicial
que el multimillonario programa subversivo e injerencista del gobierno de los Estados
Unidos y sus aliados dentro y fuera del país. Este es un mal bastante generalizado en el
planeta, pero nosotros estamos en condiciones de ganarle la batalla, primero frenarla y luego
liquidarla.
Es por esto que, sin esperar a la revisión que se ejecuta en el marco de la actualización de los
documentos rectores del Partido, el Tercer Pleno del Comité Central celebrado en diciembre
pasado, precisó que la sanción a aplicar a quienes participen en hechos de corrupción no
puede ser otra que la expulsión de las filas del Partido, sin menoscabo de la responsabilidad
administrativa o penal que corresponda. Hasta ahora, como práctica, esta medida de
expulsión era excepcional y se reservaba a casos de traición a la Patria y delitos graves.
No obstante, hay que subrayar, que la enorme mayoría de los ciudadanos y cuadros de
dirección son personas honestas, pero esto no es suficiente.
5En otro orden, el Partido también debe cumplir con su tarea esencial de implementar líneas de
trabajo consecuentes y acertadas en su relación con la UJC, para así controlar, impulsar y
velar por el cabal cumplimiento de los acuerdos del Sexto Congreso, sobre todo, los referidos
a la actualización del modelo económico cubano; así como exigir a la UJC su alta
responsabilidad en la formación de las nuevas generaciones.
Esta relación con la UJC siempre será sobre la base del respeto al funcionamiento
democrático y autónomo de la organización juvenil y con el objetivo de lograr la plena
incorporación de todos los jóvenes a la vida social, económica y política de nuestra sociedad
en correspondencia con las prioridades del país. Debemos propiciar métodos atractivos y
participativos, según sus necesidades e intereses.
Para nadie es un secreto que los imperialistas cifran sus esperanzas en la vulnerabilidad de las
nuevas generaciones e intentan fomentar en ella la apatía, el desaliento, el desarraigo y la
falta de confianza en la Dirección de la Revolución y el Partido.
El enemigo pretende mostrarle a los jóvenes una Cuba sin futuro, es por ello que insistimos
una vez que el trabajo cotidiano con las nuevas generaciones en el campo de las ideas sigue
siendo decisivo en nuestra lucha. Estamos obligados a desarrollar como parte de la labor
política ideológica un trabajo diferenciado y directo con todos los sectores de la sociedad,
persona a persona, pero en particular se impone el trabajo diferenciado con los jóvenes.
Debemos tener en cuenta que la población con la que se interactúa hoy es más heterogénea y
envejecida, a la vez que cuenta con una masa de jóvenes que no conocieron la sociedad
capitalista y sus vivencias sobre la construcción del socialismo se han desarrollado en las
condiciones excepcionales del período especial, jóvenes que además poseen, en su mayoría,
un alto nivel escolar, por lo cual la comunicación con ellos requiere mayor creatividad,
sistematicidad y tratamiento diferenciado.
Para cumplimentar todos estos propósitos, es imprescindible, garantizar un vínculo
sistemático del Partido con la UJC a todos los niveles.
En este contexto, no podemos olvidar algo fundamental, la labor de la prensa. Es necesario
incentivar una mayor profesionalidad entre los trabajadores de la prensa, tarea en la que el
Partido cuenta con la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Debemos exigir una
información fidedigna y oportuna, para entre todos, con paciencia y unidad elevar
continuamente la efectividad de los mensajes y de la orientación a nuestros compatriotas.
Por otro lado, tenemos que estar en capacidad de aprovechar las ventajas de las tecnologías
de la información y las comunicaciones, como herramientas para el desarrollo del
conocimiento, la economía y la actividad política ideológica y exponer la imagen de Cuba y
su verdad, así como combatir las acciones de subversión contra nuestro país.
Es sustantivo, utilizar todos los instrumentos a nuestro alcance para perfeccionar la
enseñanza y la divulgación de la Historia de Cuba, así como, desarrollar las investigaciones
sociales y los estudios sociopolíticos y de opinión y hacer un mayor uso de sus resultados para
la toma de decisiones.
6En otro orden, es importante no perder de vista las manifestaciones de la nueva política
injencista, agresiva y de justificación del uso de la fuerza por el imperio y sus aliados, las
cuales plantean la necesidad de continuar prestándole máxima atención a la preparación del
país para la defensa y fortalecer en las instituciones armadas el trabajo político ideológico.
Compañeros: como parte de nuestro modelo de actualización económica planteado en nuestro
Congreso y ratificado en nuestra Primera Conferencia y en general como parte de la batalla
ideológica que libramos como pilar esencial de la fortaleza de la Revolución, reivindicamos
el principio de justicia de nuestra Revolución y por tanto ratificamos que en la sociedad
socialista cubana nadie quedará desprotegido.
Continuar preservando las conquistas de la Revolución, como el acceso a la atención médica,
la educación, la cultura, el deporte, la recreación, la tranquilidad ciudadana y la seguridad
social a las personas que lo necesiten, seguirán constituyendo objetivos priorizados para
nuestro Partido.
También seguiremos defendiendo el principio de la solidaridad y la cooperación
internacional entre los pueblos. En la última década, con la ayuda de Cuba, se han formado
decenas de miles de médicos de otros países, se ha devuelto o mejorado la visión a 2,2
millones de personas de bajos ingresos y se ha contribuido a enseñar a leer y escribir a 5,8
millones de analfabetos.
Somos un pueblo solidario que también ha sido objeto de innumerables muestras de
solidaridad durante estos años de Revolución, entre estas, es importante mencionar la recibida
en nuestra lucha contra el injusto bloqueo que se nos impone por la mayor potencia del
planeta y en la batalla que libramos por el regreso de nuestros Cinco Héroes prisioneros en los
Estados Unidos. Aprovechamos la ocasión para expresar nuestro profundo agradecimiento a
todos los partidos presentes por abrazar estas causas e incorporarlas de manera constante y
sistemática a sus agendas de trabajo.
En particular en el tema de los Cinco Héroes, debemos continuar trabajando convencidos de
que solo el reclamo unánime de miles de voces en todo el mundo, lograrán que nuestros
hermanos retornen definitivamente a la Patria
Hemos expuesto aquí lo que consideramos constituyen los lineamientos y objetivos
principales de nuestro Partido, entendidos también como las tareas más inmediatas de
nuestros comunistas en la construcción del Socialismo; en aras de consolidar nuestras
conquistas y la Revolución que con tanto sacrificio y entrega hemos construido a lo largo de
estos 54 años.
Tenemos el privilegio de que en estos cruciales momentos por los que atraviesa la Revolución
Cubana, contamos con la presencia física de lo que llamamos la “generación histórica”. El
grupo de compañeros que la integra, cuentan con la experiencia, el conocimiento, el prestigio
y la moral suficientes, para conducir con éxito, junto a los cuadros que se han formado
posteriormente, todo el proceso que tenemos por delante, convencidos de que el principal
enemigo que enfrentamos y enfrentaremos serán nuestras propias deficiencias.
7En medio de la batalla económica, de los retos que nos depara el futuro inmediato, de las
hostilidades y las presiones del enemigo, confiamos, sin falsos optimismos, en que saldremos
victoriosos, y que perfeccionaremos el Socialismo que construimos, con el papel rector del
Partido Comunista de Cuba.
Agradecemos una vez más a los organizadores la oportunidad que nos ha ofrecido este evento
de intercambiar con otras fuerzas políticas y compañeros aquí presentes, en tanto, queremos
transmitirles nuestro optimismo revolucionario, ese que se construye con el trabajo diario,
arduo y consciente, y asegurarles que pueden confiar en nuestra Revolución: Socialista por
siempre.
Muchas gracias.