Asesinato de Gadafi
La muerte de Gadafi ha vulnerado todos los códigos de la ética y de la política, legales y pensables, que rigen o que pudieran gobernar el concierto internacional de las naciones. Los imperialistas, y junto a ellos sus acólitos de toda laya, han celebrado frenética e impúdicamente un asesinato que ratifica la irracionalidad del sistema capitalista mundial. ¿Dónde queda el derecho internacional convenido en Ginebra que especifica que “los prisioneros de guerra deberán ser protegidos en todo tiempo, especialmente contra todo acto de violencia o de intimidación, contra los insultos y la curiosidad pública” ?.
Para los imperios no existe más ley que sus intereses. Por eso, una vez más, el imperialismo ha dado muestra de que no está dispuesto a permitir la existencia de pueblos que eligen un destino distinto al de someterse bajo su férula. Por enésima vez, la burguesía internacional nos vuelve a decir que está en crisis económica pero no está muerta. Y lanza un mensaje de guerra para quienes osen desde las reformas y las traiciones, cultivar falsas esperanzas acerca de un mundo ideal en el escenario del modo de producción burgués, porque la única ley que impera inamovible es que mientras exista el capitalismo habrá guerras, muertes indiscriminadas, asesinatos de inocentes civiles, miseria, degradación cultural y siempre en nombre de la sacrosanta propiedad privada.
A juicio del PCOE este crimen constituye el ejemplo tangible que viene a confirmar que el capitalismo no encuentra otra salida a su profunda crisis más que la guerra. Si bien los burgueses son conscientes del peligro que correrían en una conflagración universal abierta de perecer definitivamente, persisten en guerras estratégicas y económicas localizadas para ir poco a poco minando a sus enemigos, a la vez que instituyen un nuevo reparto del mercado internacional que frene el avance de los países emergentes.
El PCOE condena el asesinato de Gadafi pues cercena la voluntad del pueblo libio. Asi mismo, el PCOE hace copartícipe del mismo al gobierno español y a los partidos que, escudándose en organismos supranacionales pro-imperialistas, elevan a la categoría de "democrática" la injerencia en países soberanos y la imposición por la fuerza de regímenes títeres de acuerdo con sus intereses.
Fuente
La muerte de Gadafi ha vulnerado todos los códigos de la ética y de la política, legales y pensables, que rigen o que pudieran gobernar el concierto internacional de las naciones. Los imperialistas, y junto a ellos sus acólitos de toda laya, han celebrado frenética e impúdicamente un asesinato que ratifica la irracionalidad del sistema capitalista mundial. ¿Dónde queda el derecho internacional convenido en Ginebra que especifica que “los prisioneros de guerra deberán ser protegidos en todo tiempo, especialmente contra todo acto de violencia o de intimidación, contra los insultos y la curiosidad pública” ?.
Para los imperios no existe más ley que sus intereses. Por eso, una vez más, el imperialismo ha dado muestra de que no está dispuesto a permitir la existencia de pueblos que eligen un destino distinto al de someterse bajo su férula. Por enésima vez, la burguesía internacional nos vuelve a decir que está en crisis económica pero no está muerta. Y lanza un mensaje de guerra para quienes osen desde las reformas y las traiciones, cultivar falsas esperanzas acerca de un mundo ideal en el escenario del modo de producción burgués, porque la única ley que impera inamovible es que mientras exista el capitalismo habrá guerras, muertes indiscriminadas, asesinatos de inocentes civiles, miseria, degradación cultural y siempre en nombre de la sacrosanta propiedad privada.
A juicio del PCOE este crimen constituye el ejemplo tangible que viene a confirmar que el capitalismo no encuentra otra salida a su profunda crisis más que la guerra. Si bien los burgueses son conscientes del peligro que correrían en una conflagración universal abierta de perecer definitivamente, persisten en guerras estratégicas y económicas localizadas para ir poco a poco minando a sus enemigos, a la vez que instituyen un nuevo reparto del mercado internacional que frene el avance de los países emergentes.
El PCOE condena el asesinato de Gadafi pues cercena la voluntad del pueblo libio. Asi mismo, el PCOE hace copartícipe del mismo al gobierno español y a los partidos que, escudándose en organismos supranacionales pro-imperialistas, elevan a la categoría de "democrática" la injerencia en países soberanos y la imposición por la fuerza de regímenes títeres de acuerdo con sus intereses.
¡ ABAJO EL IMPERIALISMO !
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)
COMITÉ EJECUTIVO DEL PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)
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