La "inoperante" economía bielorrusia

A pesar de los ataques insolentes

Oleg Cherkovets
Pravda

Traducido del ruso por Josafat S. Comín

La supuestamente “inoperante” economía bielorrusa está dando de comer a Rusia.

Durante la pasada campaña electoral a la Duma, el tema de las relaciones ruso-bielorrusas ha aparecido en más de una ocasión, especialmente allí donde intervenían representantes del PCFR, o donde subo debates con su participación

Resultó que a pesar de las grandilocuentes declaraciones sobre la “gran amistad” con Bielorrusia, hechas recientemente al más alto nivel del gobierno ruso, en relación con la firma de los documentos sobre la futura Comunidad económica euroasiática, los medios afines al régimen y los supuestos expertos que tienen allí su tribuna, siguen mostrando abiertamente el odio que les produce el sistema social y económico y el Poder popular del vecino estado.

Las informaciones que comparten con lectores y televidentes, son en su mayoría tendenciosas o abiertamente falsas. Una de esas figuras televisivas, famoso por su desfachatez y sus juicios inapelables, llegó al extremo de afirmar que: “en Bielorrusia no hay economía”. ¿Qué les parece? Así que no hay economía y listo. ¡Ahí queda eso!

Por no hablar del “con Lukashenko la economía no funciona”, que nos repiten constantemente en los informativos y en los programas de debate y entrevistas.
Parece necesario, en esta campaña que arranca ahora, a la presidencia de Rusia, mostrar la falsedad de todas esas afirmaciones, con mayor determinación, con hechos y cifras en la mano. Los hechos son los siguientes. Pongamos por ejemplo, uno de los gigantes de esa “inoperante” economía bielorrusa, la famosa “BelAZ” fabricante de una tercera parte de la producción mundial de maquinaria pesada, empleada en minas y canteras y que exporta el 95% de su producción. Una parte significativa de la misma se exporta a la “próspera” Rusia. ¿Cómo es eso? Por lo visto, se debe a que en estos 20 años de “reformas democráticas”, se ha olvidado cómo se fabrican los volquetes. ¿Y cómo se podría extraer sin ellos el carbón del Kuzbass, los diamantes de Yakutia y muchos otros minerales? Así, en el 2012 Bielorrusia, de acuerdo con los datos oficiales, venderá a la empresa “Kuzbassrazrezugol” 86 volquetes gigantescos para trabajar en sus canteras. Y esta es una de las numerosas empresas dedicadas al sector de la extracción en Rusia, que utilizan siempre maquinaria de fabricación bielorrusa, que por lo visto ha sido fabricada en las condiciones de una economía “inoperante”…

Veamos ahora algunos ejemplos que afectan directamente a los estómagos de los ciudadanos de Rusia. Antes de que acabe el año, la “inoperante” economía de Bielorrusia, habrá suministrado a la “operativa” Rusia, 3 millones 600 mil toneladas de productos lácteos.
Parece que en Rusia, con todo su gas y su petróleo, el sector agrícola sigue siendo un cero a la izquierda incapaz de satisfacer las necesidades de la población con su producción propia. Y en este año que viene, 2012, de acuerdo con la declaración oficial del ministro de agricultura de la Federación de Rusia, Y. Skrynnik, las importaciones de productos lácteos de la “inoperante” Bielorrusia alcanzarán los 3 millones 700 mil toneladas.

Otro dato, relativo esta vez a la producción cárnica. Me voy a remitir una vez más a lo anunciado por Y. Skrynnik: Rusia importará de Bielorrusia hasta finales de año 270 mil toneladas de carne y derivados cárnicos. Y esa misma cantidad importará nuestro país en el 2012. Con un matiz. La importación de carne de ternera en el volumen total aumenta. Es comprensible.

Ocurre que debido al empeño que pone el Kremlin en no estimular como debiera el sector agrícola (no con gestos de cara a la galería, como en los últimos años), la producción propia de ternera en el país se sigue reduciendo, de un modo lento pero mantenido. De ahí por cierto el que veamos ese constante aumento de los precios de la carne de bovino y de ternera. Y no nos debe sorprender: criar a un ternero siempre será “un poquito” más complicado, que a los pollos para asar, con los que al gobierno le gusta sacar pecho. Y si vamos a estar compitiendo con la sombra de Stolypin, a ver cuál fue el gobierno que se las apañó para sacar más grano del país, el suyo o el actual, puede suceder que llegue el día en que no tengamos con qué alimentar a nuestro ganado. Así vemos como en el 2009 en Rusia se producía 1’74 millones de toneladas de carne de bovino, 1’72 en el 2010, y apenas 600 mil en el primer semestre de 2011. Si se mantiene este ritmo, contando con el factor estacional, la caída de la producción de carne de bovino a final de año puede ser más que significativa.

En estas condiciones es perfectamente comprensible, el interés por la carne bielorrusa: en caso contrario acabaríamos importando la carne de Argentina y Brasil, lo que se reflejaría aún más en los precios. ¿Cómo es posible, que teniendo en cuenta todas estas circunstancias, haya algunos señores que tengan la desfachatez de afirmar, que toda esa carne, y todo lo mencionado anteriormente, se las apaña para producir la “inoperante” economía bielorrusa?...

Si todos esos ingresos provenientes del gas y el petróleo, que hoy se destinan al pago por las importaciones, se invirtieran en desarrollar la cooperación de los productores rusos con las altamente desarrolladas empresas del sector agroindustrial bielorruso, ambas partes saldrían beneficiadas. Y ese beneficio sería mucho mayor que el que proporciona simplemente el comercio. Solo queda un pequeño detalle: que para lograrlo, haría falta que hubiese voluntad política en la cima del gobierno ruso.

Oleg Cherkovets es doctor en ciencias económicas.

http://gazeta-pravda.ru/content/view/9744/34/