Surge una pregunta inevitable, ¿por qué esta animadversión de los medios hacia Venezuela y su presidente Hugo Chávez? Las razones son numerosas. Venezuela es un país rico en recursos naturales, especialmente petroleo, muy apreciados por multinacionales con sede en países dueños de los grandes medios de comunicación internacionales. Algunas medidas de Chávez han afectado a los leoninos beneficios de dichas empresas. No olvidemos que las principales agresiones mediáticas, como el golpe de Estado y el paro petrolero, se produjeron cuando el presidente aprobó varios decretos entre los que se encontraba la subida del porcentaje de regalías, la parte de los beneficios que las petroleras deben pagar de impuestos.
Por otro lado, la influencia de Chávez va más allá de las fronteras de Venezuela, representa algo más que su país puesto que se ha convertido en un referente en toda la región en propuestas políticas, de integración y enfrentamiento a los grandes poderes. Ya son varios los líderes latinoamericanos que tomándole como ejemplo, con su apoyo explícito o presentándole como referencia ideológica, han logrado el voto mayoritario de sus ciudadanos y la victoria en las urnas: Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega...
Además, gracias al alto precio del petróleo, Venezuela se ha convertido en uno de los principales prestamistas de los países en desarrollo, evitándoles tener que pasar por el aro de Washington. Los resultados han sido espectaculares. Brasil, que durante tanto tiempo ha vivido sometido a Washington debido a su enorme deuda, se niega a cerrar ningún nuevo acuerdo con el FMI. Nicaragua está negociando su salida del FMI, Venezuela se ha retirado tanto del FMI como del Banco Mundial, e incluso Argentina, el antiguo discípulo modelo de Washington, forma parte de esta tendencia. En 2007, otro socio de Hugo Chávez, el ecuatoriano Rafel Correa, suspendía todos los créditos de su país con el Banco Mundial y declaraba al presidente de la institución persona non grata. Ese mismo año, Evo Morales anunció que abandonaba el tribunal de arbitraje del Banco Mundial. En 2005 América Latina representaba el 80% del total de préstamos del FMI mientras que en 2007 ya sólo supone el 1%. En ese cambio, en tan sólo dos años, Venezuela tiene mucho que ver.
Chávez también ha logrado despertar a la adormecida OPEP, que ha recuperado políticas independientes respecto a la producción y el establecimiento del precio del petróleo, lo que ha indginado a los países ricos. Más allá del continente también goza de una destacada influencia, Chávez despierta una expectación y una movilización en cada acontecimiento internacional solo comparable a la que alcanzaba Fidel Castro. El venezolano ha sido el único presidente que se atrevió a congelar sus relaciones diplomáticas con Israel cuando éste invadió el Líbano o que denunció en la ONU la invasión de Afganistán.
Los medios de comunicación, como han señalado la gran mayoría de analistas socialmente comprometidos, hace tiempo que sólo son la voz de las grandes empresas que componen su accionariado o sanean sus cuentas de resultados mediante la publicidad. Se encuentran, además, absolutamente ligados a los gobiernos que les conceden beneficios fiscales, licencias de emisión, subvenciones o contratos con el Estado a cambio de buen trato en sus informaciones, juego del qwue no forma parte el gobierno venezolano, que ha optado por desarrollar una estructura pública de medios de comunicación y una red de medios alternativos. Sirva como ejemplo que, pocos días después de que el diario El País publicara toda su batería e noticias dando por válida la versión del gobierno colombiano sobre los documentos que decía haber logrado de la computadora de Raúl Reyes acusando a Chávez de complicidad con las FARC, el grupo Prisa, propietario de El País, anunciaba su participación en la licitación para la adjudicación de una licencia de televisión privada nacional en abierto en Colombia. Seguro que el gobierno colombiano tendría nen cuenta el favor a la hora de tomar una decisión.
Igual que sucede en Colombia, una de las razones del divorcio entre realidad e información difundida es la connivencia entre los dueños de la prensa nacional y poderosos grupos empresariales. Unos dueños cuyas inversiones y control va más allá de las fronteras de su país, lo que aseguro que el falso mensaje llega a la comunidad internacional. Así, encontramos los canales de televisión de Gustavo Cisneros apoyando el golpe de Estado a Venezuela, Cisneros ha extendido su imperio mediático hasta Chilevisión en Chile y Caracol TV en Colombia, con una participación en DirecTV Latin America. También posee acciones de Univisión, el principal canal en español de Estados Unidos y una empresa conjunta con AOL-Time Warner de conexión a internet para America Latina. En Venezuela es dueño del mayor canal privado de televisión, Venevisión. Por otro lado, el grupo español Prisa posee muchos intereses económicos asociados con Cisneros. En 1996, Cisneros se hizo con un 6,9% de Vía Digital, una plataforma que terminó integraa en Sogecable (grupo Prisa). A ello se suma el nexo de unión entre ambos que constituye el grupo empresarial Valores Bavaria. Cisneros es uno de los socios estratégicos de esta compañía, a través de la cual tiene presencia en el Grupo Latino de Radio, el holding en el que, con un 87% de las acciones, Prisa agrupa toda su actividad radiofónica fuera de España. Y Bavaria reaparece en Caracol Radio, cadena líder de Colombia donde Prisa posee el 19% de las acciones. Todo esto explica que compartan trinchera mediática apuntando en contra de Hugo Chávez.
Otros analistas, como el escritor británico John Pilger, plantean incluso la posibilidad de que con la satanización y criminalización de Chávez se estén sentando las bases para justificar ante la opinión pública internacional una intervención militar tal como sucedió en Yugoslavia e Iraq:
El papel de los medios occidentales se basa en modelos usados con anterioridad, como las campañas que facilitaron la desmembración y el crédito que se otorgó a las mentiras sobre las armas de destrucción masiva en Iraq. El ablandamiento de la opinión pública para facilitar un ataque a Venezuela está en marcha, con la repetición de mentiras y de campañas de difamación similares.
Estas fantasías, sin embargo, tienen un objetivo muy peligroso. El 10 de Marzo, el gobierno de Bush anunció que había comenzado el proceso para incluir a Venezuela en la lista de ''países terroristas'' junto con Corea del Norte, Siria, Cuba, Sudán e Irán, país este último que está a la espera del ataque del principal Estado terrorista del mundo
http://revolutioninspain.blogspot.com/2011/11/por-que-los-medios-de-informacion.html
Por otro lado, la influencia de Chávez va más allá de las fronteras de Venezuela, representa algo más que su país puesto que se ha convertido en un referente en toda la región en propuestas políticas, de integración y enfrentamiento a los grandes poderes. Ya son varios los líderes latinoamericanos que tomándole como ejemplo, con su apoyo explícito o presentándole como referencia ideológica, han logrado el voto mayoritario de sus ciudadanos y la victoria en las urnas: Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega...
Además, gracias al alto precio del petróleo, Venezuela se ha convertido en uno de los principales prestamistas de los países en desarrollo, evitándoles tener que pasar por el aro de Washington. Los resultados han sido espectaculares. Brasil, que durante tanto tiempo ha vivido sometido a Washington debido a su enorme deuda, se niega a cerrar ningún nuevo acuerdo con el FMI. Nicaragua está negociando su salida del FMI, Venezuela se ha retirado tanto del FMI como del Banco Mundial, e incluso Argentina, el antiguo discípulo modelo de Washington, forma parte de esta tendencia. En 2007, otro socio de Hugo Chávez, el ecuatoriano Rafel Correa, suspendía todos los créditos de su país con el Banco Mundial y declaraba al presidente de la institución persona non grata. Ese mismo año, Evo Morales anunció que abandonaba el tribunal de arbitraje del Banco Mundial. En 2005 América Latina representaba el 80% del total de préstamos del FMI mientras que en 2007 ya sólo supone el 1%. En ese cambio, en tan sólo dos años, Venezuela tiene mucho que ver.
Chávez también ha logrado despertar a la adormecida OPEP, que ha recuperado políticas independientes respecto a la producción y el establecimiento del precio del petróleo, lo que ha indginado a los países ricos. Más allá del continente también goza de una destacada influencia, Chávez despierta una expectación y una movilización en cada acontecimiento internacional solo comparable a la que alcanzaba Fidel Castro. El venezolano ha sido el único presidente que se atrevió a congelar sus relaciones diplomáticas con Israel cuando éste invadió el Líbano o que denunció en la ONU la invasión de Afganistán.
Los medios de comunicación, como han señalado la gran mayoría de analistas socialmente comprometidos, hace tiempo que sólo son la voz de las grandes empresas que componen su accionariado o sanean sus cuentas de resultados mediante la publicidad. Se encuentran, además, absolutamente ligados a los gobiernos que les conceden beneficios fiscales, licencias de emisión, subvenciones o contratos con el Estado a cambio de buen trato en sus informaciones, juego del qwue no forma parte el gobierno venezolano, que ha optado por desarrollar una estructura pública de medios de comunicación y una red de medios alternativos. Sirva como ejemplo que, pocos días después de que el diario El País publicara toda su batería e noticias dando por válida la versión del gobierno colombiano sobre los documentos que decía haber logrado de la computadora de Raúl Reyes acusando a Chávez de complicidad con las FARC, el grupo Prisa, propietario de El País, anunciaba su participación en la licitación para la adjudicación de una licencia de televisión privada nacional en abierto en Colombia. Seguro que el gobierno colombiano tendría nen cuenta el favor a la hora de tomar una decisión.
Igual que sucede en Colombia, una de las razones del divorcio entre realidad e información difundida es la connivencia entre los dueños de la prensa nacional y poderosos grupos empresariales. Unos dueños cuyas inversiones y control va más allá de las fronteras de su país, lo que aseguro que el falso mensaje llega a la comunidad internacional. Así, encontramos los canales de televisión de Gustavo Cisneros apoyando el golpe de Estado a Venezuela, Cisneros ha extendido su imperio mediático hasta Chilevisión en Chile y Caracol TV en Colombia, con una participación en DirecTV Latin America. También posee acciones de Univisión, el principal canal en español de Estados Unidos y una empresa conjunta con AOL-Time Warner de conexión a internet para America Latina. En Venezuela es dueño del mayor canal privado de televisión, Venevisión. Por otro lado, el grupo español Prisa posee muchos intereses económicos asociados con Cisneros. En 1996, Cisneros se hizo con un 6,9% de Vía Digital, una plataforma que terminó integraa en Sogecable (grupo Prisa). A ello se suma el nexo de unión entre ambos que constituye el grupo empresarial Valores Bavaria. Cisneros es uno de los socios estratégicos de esta compañía, a través de la cual tiene presencia en el Grupo Latino de Radio, el holding en el que, con un 87% de las acciones, Prisa agrupa toda su actividad radiofónica fuera de España. Y Bavaria reaparece en Caracol Radio, cadena líder de Colombia donde Prisa posee el 19% de las acciones. Todo esto explica que compartan trinchera mediática apuntando en contra de Hugo Chávez.
Otros analistas, como el escritor británico John Pilger, plantean incluso la posibilidad de que con la satanización y criminalización de Chávez se estén sentando las bases para justificar ante la opinión pública internacional una intervención militar tal como sucedió en Yugoslavia e Iraq:
El papel de los medios occidentales se basa en modelos usados con anterioridad, como las campañas que facilitaron la desmembración y el crédito que se otorgó a las mentiras sobre las armas de destrucción masiva en Iraq. El ablandamiento de la opinión pública para facilitar un ataque a Venezuela está en marcha, con la repetición de mentiras y de campañas de difamación similares.
Estas fantasías, sin embargo, tienen un objetivo muy peligroso. El 10 de Marzo, el gobierno de Bush anunció que había comenzado el proceso para incluir a Venezuela en la lista de ''países terroristas'' junto con Corea del Norte, Siria, Cuba, Sudán e Irán, país este último que está a la espera del ataque del principal Estado terrorista del mundo
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