Portal
"El desarrollo sostenible de cualquier país es imposible sin la paz y la seguridad y eso es algo que conoce bien al pueblo bielorruso. En el siglo pasado Bielorrusia se convirtió en el lugar de las batallas más sangrientas durante dos guerras mundiales.
Es por eso que damos gran importancia a la prevención de conflictos armados y amenazas dirigidas a la vida de las personas.
Después de que perdiéramos en la guerra contra el fascismo un tercio de la población, Bielorrusia renació de las cenizas y protege la paz y la armonía de la sociedad, buscando garantizar el bienestar de las personas y el desarrollo sostenible del estado.
Como país hemos cumplido honorablemente con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, fijados por la ONU y que se asocian a la eliminación del hambre y la pobreza, el logro de la alfabetización al cien por cien, igualdad de género, estabilidad social y política, la no discriminación por motivos religiosos. No tenemos mortalidad materna, y la tasa de mortalidad infantil es de las más bajas del mundo. Eso si es democracia, y no lo que tratan de imponer desde Occidente.
Por desgracia, no podemos decir lo mismo de nuestro planeta en su conjunto. El mundo ha llegado a esta cumbre de la ONU fragmentado, dividido como siempre en las últimas tres décadas. El planeta es sacudido por numerosos conflictos armados, y actos de terrorismo. Lo triste es que el crecimiento de las amenazas globales no puede encontrar una respuesta adecuada.
Todavía no hemos logrado restablecer el equilibrio que se ha perdido con el colapso de la Unión Soviética. No hay equilibrio de poder, no hay paz ni estabilidad. Es una crisis sistémica. La fuerza actúa sin control, y busca sólo su prosperidad y la resolución de problemas por otros.
La políticas hegemonías, el egoísmo nacional ha conducido al uso generalizado de presiones, sanciones, restricciones y actos militares y el resultado es que perdemos la confianza en los demás.
Un ejemplo de mala política donde se miente y se cometen crímenes contra la humanidad: Recordemos que bajo el pretexto de la presencia de armas nucleares en Irak se decidió "democratizar" Irak. ¿Y dónde estaban las armas nucleares? ¿Dónde está la democracia ahora en Irak? Mataron al Presidente de Irak. ¿Dónde está ese país ahora, qué futuro tiene del pueblo iraquí? ¿La gente vive mejor? No.
Sois culpables. Primero Túnez y Libia. El mismo escenario, matando al presidente Gadafi, destruyendo el Estado. Y en Libia, quedaron mejor? No. ¿Qué quedó de Libia como un estado integral? Señores, no han tenido suficiente? No. Después corrieron a Siria. La pregunta es: ¿por qué? ¿Por qué matar a la gente? ¿Por qué hay que derrocar al presidente? Por otra parte, la masacre en este país borra los primeros vestigios de nuestra civilización. Díganle a la comunidad mundial lo que quieren y lo que están buscando.
Crisis ucraniana. Si ustedes no paran el derramamiento de sangre en Europa y esta masacre fratricida, y evitan la escalada del conflicto arrastrarán a este mundo a un nuevo conflicto, a una nueva guerra mundial, ¿no nos damos cuenta de lo frágil que es la paz y la civilización humana?
¿Y si ustedes se enfadan y castigan a los culpables? Vuestra gente sufre inocentemente por sus aventuras.
Creo que deberíamos parar. Debemos ayudar a la gente en los países pobres a recuperarse, para que tengan una educación. Alimentar a los hambrientos, salvar a los niños de la muerte, y serán recompensados, pero muchos países ni siquiera tienen el deseo de entender las tradiciones, la cultura y las creencias de otras personas.
Obviamente, restablecer el equilibrio es un largo camino, estamos muy cerca de este objetivo, si actuamos en lugar de esperar pasivamente.
De hecho, hay que reconocer que todos somos diferentes y que cada pueblo, cada país tiene el derecho de elegir su vía de desarrollo. Precisamente en nuestra diversidad está la clave para el progreso y el éxito de cada uno.
Es evidente que para restaurar la confianza en nuestra vida internacional hay que reunirse y dialogar, negociar, para encontrar una interacción constructiva.
La historia enseña que cualquier Estado que pretenda un liderazgo único sin tener en cuenta los intereses de los demás, está condenado al fracaso en sí y a la muerte.
No es de extrañar que hay un dicho popular que dice: la felicidad no se puede construir de las desgracias de otras personas.
El mundo moderno está experimentando una crisis de responsabilidad. Debido a que el interés propio y beneficios a corto plazo predominan a la hora de tomar muchas decisiones. Las acciones de un número de estados en el ámbito internacional a menudo no tienen en cuenta las realidades y características de otros países y sociedades específicas.
Estoy seguro, que de otra forma no habría cientos de miles de víctimas humanas en Irak, Libia, Siria y otros países, donde la afluencia de refugiados que huyen de la guerra cada vez es mayor, si no se permitiera el surgimiento de un estado islámico. Tenemos terrorismo en Europa y una guerra civil en Ucrania. Ahora es importante hablar de esto, porque en estos países, esta gente no nos entiende cuando hablamos y estamos hablando hoy sobre el desarrollo de miles, de millones de personas en el mundo.
Hoy necesitamos políticos responsables capaces de actuar a nivel global y estratégicamente, dispuestos a tomar decisiones en interés de toda la comunidad internacional, a comprometerse para el bien común.
Mientras, las Naciones Unidas no puede ignorar las crisis internacionales.
En general, hay una sensación de que el papel de la ONU en los últimos años se reduce a que actúa con frecuencia en medio de presión de otros países.
Miren el gran número de resoluciones adoptadas por la ONU. ¿Pero se votó por algo que afecte a la resolución de conflictos? ¿Es la Organización que sirve como una consolidación de la comunidad mundial? ¿Son resoluciones hechas para mejorar la vida de las personas?. Seamos honestos: "no mejoran". Votamos y nos dividimos.Y el resultado, es aún más desconfianza y desunión.
Estoy profundamente convencido de que las Naciones Unidas no debe ser utilizado para demostrar el poder de alguien. Esto debilita a la Organización y destruye su credibilidad en contra de su propia naturaleza y propósito.
No es de extrañar que las organizaciones internacionales tradicionales desempeñen un papel insuficiente en la prevención y resolución de conflictos.
Debemos poner fin a esta práctica viciosa. Las Naciones Unidas deben ser el foro de cooperación y no de confrontación estados.
Sólo el entendimiento mutuo y la responsabilidad, la conciencia de la diversidad de la comunidad mundial nos ayudará a restaurar la confianza de todos nosotros para unirnos y garantizar la paz y la seguridad, para encontrar respuestas eficaces a los desafíos y amenazas globales. El resultado práctico de nuestros esfuerzos será el desarrollo sostenible de todos los países y el papel de las Naciones Unidas en los asuntos mundiales."
Es por eso que damos gran importancia a la prevención de conflictos armados y amenazas dirigidas a la vida de las personas.
Después de que perdiéramos en la guerra contra el fascismo un tercio de la población, Bielorrusia renació de las cenizas y protege la paz y la armonía de la sociedad, buscando garantizar el bienestar de las personas y el desarrollo sostenible del estado.
Como país hemos cumplido honorablemente con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, fijados por la ONU y que se asocian a la eliminación del hambre y la pobreza, el logro de la alfabetización al cien por cien, igualdad de género, estabilidad social y política, la no discriminación por motivos religiosos. No tenemos mortalidad materna, y la tasa de mortalidad infantil es de las más bajas del mundo. Eso si es democracia, y no lo que tratan de imponer desde Occidente.
Por desgracia, no podemos decir lo mismo de nuestro planeta en su conjunto. El mundo ha llegado a esta cumbre de la ONU fragmentado, dividido como siempre en las últimas tres décadas. El planeta es sacudido por numerosos conflictos armados, y actos de terrorismo. Lo triste es que el crecimiento de las amenazas globales no puede encontrar una respuesta adecuada.
Todavía no hemos logrado restablecer el equilibrio que se ha perdido con el colapso de la Unión Soviética. No hay equilibrio de poder, no hay paz ni estabilidad. Es una crisis sistémica. La fuerza actúa sin control, y busca sólo su prosperidad y la resolución de problemas por otros.
La políticas hegemonías, el egoísmo nacional ha conducido al uso generalizado de presiones, sanciones, restricciones y actos militares y el resultado es que perdemos la confianza en los demás.
Un ejemplo de mala política donde se miente y se cometen crímenes contra la humanidad: Recordemos que bajo el pretexto de la presencia de armas nucleares en Irak se decidió "democratizar" Irak. ¿Y dónde estaban las armas nucleares? ¿Dónde está la democracia ahora en Irak? Mataron al Presidente de Irak. ¿Dónde está ese país ahora, qué futuro tiene del pueblo iraquí? ¿La gente vive mejor? No.
Sois culpables. Primero Túnez y Libia. El mismo escenario, matando al presidente Gadafi, destruyendo el Estado. Y en Libia, quedaron mejor? No. ¿Qué quedó de Libia como un estado integral? Señores, no han tenido suficiente? No. Después corrieron a Siria. La pregunta es: ¿por qué? ¿Por qué matar a la gente? ¿Por qué hay que derrocar al presidente? Por otra parte, la masacre en este país borra los primeros vestigios de nuestra civilización. Díganle a la comunidad mundial lo que quieren y lo que están buscando.
Crisis ucraniana. Si ustedes no paran el derramamiento de sangre en Europa y esta masacre fratricida, y evitan la escalada del conflicto arrastrarán a este mundo a un nuevo conflicto, a una nueva guerra mundial, ¿no nos damos cuenta de lo frágil que es la paz y la civilización humana?
¿Y si ustedes se enfadan y castigan a los culpables? Vuestra gente sufre inocentemente por sus aventuras.
Creo que deberíamos parar. Debemos ayudar a la gente en los países pobres a recuperarse, para que tengan una educación. Alimentar a los hambrientos, salvar a los niños de la muerte, y serán recompensados, pero muchos países ni siquiera tienen el deseo de entender las tradiciones, la cultura y las creencias de otras personas.
Obviamente, restablecer el equilibrio es un largo camino, estamos muy cerca de este objetivo, si actuamos en lugar de esperar pasivamente.
De hecho, hay que reconocer que todos somos diferentes y que cada pueblo, cada país tiene el derecho de elegir su vía de desarrollo. Precisamente en nuestra diversidad está la clave para el progreso y el éxito de cada uno.
Es evidente que para restaurar la confianza en nuestra vida internacional hay que reunirse y dialogar, negociar, para encontrar una interacción constructiva.
La historia enseña que cualquier Estado que pretenda un liderazgo único sin tener en cuenta los intereses de los demás, está condenado al fracaso en sí y a la muerte.
No es de extrañar que hay un dicho popular que dice: la felicidad no se puede construir de las desgracias de otras personas.
El mundo moderno está experimentando una crisis de responsabilidad. Debido a que el interés propio y beneficios a corto plazo predominan a la hora de tomar muchas decisiones. Las acciones de un número de estados en el ámbito internacional a menudo no tienen en cuenta las realidades y características de otros países y sociedades específicas.
Estoy seguro, que de otra forma no habría cientos de miles de víctimas humanas en Irak, Libia, Siria y otros países, donde la afluencia de refugiados que huyen de la guerra cada vez es mayor, si no se permitiera el surgimiento de un estado islámico. Tenemos terrorismo en Europa y una guerra civil en Ucrania. Ahora es importante hablar de esto, porque en estos países, esta gente no nos entiende cuando hablamos y estamos hablando hoy sobre el desarrollo de miles, de millones de personas en el mundo.
Hoy necesitamos políticos responsables capaces de actuar a nivel global y estratégicamente, dispuestos a tomar decisiones en interés de toda la comunidad internacional, a comprometerse para el bien común.
Mientras, las Naciones Unidas no puede ignorar las crisis internacionales.
En general, hay una sensación de que el papel de la ONU en los últimos años se reduce a que actúa con frecuencia en medio de presión de otros países.
Miren el gran número de resoluciones adoptadas por la ONU. ¿Pero se votó por algo que afecte a la resolución de conflictos? ¿Es la Organización que sirve como una consolidación de la comunidad mundial? ¿Son resoluciones hechas para mejorar la vida de las personas?. Seamos honestos: "no mejoran". Votamos y nos dividimos.Y el resultado, es aún más desconfianza y desunión.
Estoy profundamente convencido de que las Naciones Unidas no debe ser utilizado para demostrar el poder de alguien. Esto debilita a la Organización y destruye su credibilidad en contra de su propia naturaleza y propósito.
No es de extrañar que las organizaciones internacionales tradicionales desempeñen un papel insuficiente en la prevención y resolución de conflictos.
Debemos poner fin a esta práctica viciosa. Las Naciones Unidas deben ser el foro de cooperación y no de confrontación estados.
Sólo el entendimiento mutuo y la responsabilidad, la conciencia de la diversidad de la comunidad mundial nos ayudará a restaurar la confianza de todos nosotros para unirnos y garantizar la paz y la seguridad, para encontrar respuestas eficaces a los desafíos y amenazas globales. El resultado práctico de nuestros esfuerzos será el desarrollo sostenible de todos los países y el papel de las Naciones Unidas en los asuntos mundiales."
