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    Discurso de Lukashenko el Día de la Victoria

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    Discurso de Lukashenko el Día de la Victoria  Empty Discurso de Lukashenko el Día de la Victoria

    Mensaje por NSV Liit Jue Jun 14, 2012 9:04 pm

    ¡Vamos a homenajear los tiempos sagrados!

    Discurso del presidente de Belarús en la ceremonia de depositación de la ofrenda floral en el Monumento a la Victoria

    ¡Queridos veteranos!
    ¡Estimados compatriotas e invitados extranjeros!
    ¡Hoy celebramos la fiesta sagrada y querida por todos nosotros: el Día de la Victoria! Es el Día de valentía y gloria de todo el pueblo soviético que ha defendido su tierra natal y ha salvado la Humanidad del nazismo.
    Los 67 años nos separan de aquellos días en mayo, cuando la bandera roja de la libertad –bañada en la sangre de millones de héroes– ha sido subida sobre el Reichstag por los combatientes del Ejercito Rojo.
    A partir de entonces en nuestro país no se escuchan los cañonazos, no se estallan los proyectiles, no arden los hornos de los campos de concentración y no pierde sus vidas tras bombardeos la gente. Crecieron las generaciones que no conocen todos los horrores de aquella cruel guerra.
    Apreciamos mucho la contribución a la victoria de los países aliados y de los demás naciones que se han luchado el fascismo. Pero no debemos olvidar que el papel decisivo en la derrota del nazismo ha jugado la antigua Unión Soviética.
    La victoria fue obtenida en primer lugar tras la fuerza, el coraje y la perseverancia de millones de los comunes ciudadanos soviéticos que con abnegación han luchado con el enemigo. Luchaban por cada ciudad y pueblo. Crearon el ejército popular de los guerrilleros y militantes de las organizaciones clandestinas. Hasta el agotamiento y los desmayos de hambre trabajaban en las fábricas y en los campos, cultivaban el grano y forjaban las armas.
    Belarús jugó un papel importante en la lucha entre el bien y el mal. En nuestra tierra fue demitificada la invencibilidad de la armada militar de Hitler. La heroica resistencia del enemigo duró desde los primeros minutos de la madrugada fatídica del junio de 1941 hasta una completa expulsión de los invasores.
    Una de las operaciones más importantes en la historia de la Humanidad, “Bagratión” –que tuvo lugar en nuestro territorio y en la cual participaron las tropas del ejército soviético y la guerrilla– no sólo hizo retirarse de Belarús a los invasores alemanes, sino también abrió el camino hacia la liberación de Europa.
    Las huellas de aquellos años de guerra para siempre se quedaron grabadas en la memoria genética de nuestro pueblo. Y hoy, junto al Fuego Eterno, nosotros volvemos a sufrir una rabiosa fuerza de luchar y toda la amargura de las pérdidas. Nosotros nos llenamos del espíritu invencible de los soldados de la guarnición de la Fortaleza de Brest y de los defensores de la frontera de Dnieper, de la resistencia de los héroes del avance de Ushachi y del movimiento clandestino de Minsk, del dolor de los niños que han sido quemados a vivo en Katyn y de miles de prisioneros de ghetto y de campos de la muerte. Además de eso vamos a acordar de la exaltación de los vecinos de Minsk en julio de 1944 y de las lágrimas de alegría de la gente que recibía a los soldados soviéticos.
    ¡Así que vamos a homenajear aquellos años sagrados! En silencio, según la tradición eslava. ¡Gloria eterna a los héroes que han liberado a nuestra Patria y deshonra eterna de los agresores y traidores que han destruido a nuestro país!
    ¡Vamos a honrar la memoria de todos los que han caido en la batalla y que ha sido víctima del genocidio nazi con un momento de silencio!
    (Un minuto de silencio)
    ¡Queridos amigos!
    Haciendo análisis de las lecciones de la Segunda Guerra Mundial, hacemos una conclusión muy importante: debemos hacer todo lo posible para evitar una repetición de la tragedia.
    Hace siete décadas, ante la amenaza total algunos líderes internacionales, sin hacer caso a la polaridad de los sistemas políticos, han unido sus fuerzas para salvar a la Humanidad.
    En enero de 1942 los cuatro países –la Unión Soviética, Gran Bretaña, Estados Unidos y China– y 22 naciones más, han firmado la Declaración de las Naciones Unidas que ha proclamado que “una victoria total sobre el enemigo común es una condición necesaria para el triunfo de los derechos humanos y la justicia tanto en su tierra natal, como en los demás territorios”.
    Este ejemplo histórico de una lucha conjunta contra la ideología inhumana del fascismo tiene que convertirse en un punto de referencia para los políticos de hoy día. No importa cuán diferentes serán nuestras opiniones, para todos aquellos que tienen confianza del pueblo, debería ser algo que es más allá de las diferencias subjetivas, es el deseo de construir un orden mundial honesto y seguro.
    La guerra ha pasado por Belarús como un huracán devastador, llevando a nada la tercera parte de nuestros conciudadanos. El pueblo belaruso ha ganado el derecho de vivir en su tierra como el mismo quiere.
    En el Oriente Medio, en África y en otras zonas de tensión en el planeta, vemos muchos ejemplos de desprecio de las normas del derecho internacional e intervención en los asuntos internos de los países soberanos.
    A nuestro país se le amenazan y chantajean. Por lo tanto, a esta altura tenemos que ser firmes y valientes.
    Insistimos en no revisar los resultados de la Segunda Guerra Mundial y no violar principios de las Naciones Unidas. Optamos por el derecho del pueblo a la libre elección de la vía de su desarrollo sin imponer un “nuevo orden democrático”. Lo hemos enfrentado hace siete décadas.
    Situando en el corazón de Europa, nuestro país aplica una política exterior de muchos vectores y está abierto a dialogar con los países occidentales, asi como con los orientales. Pero no hay que tomar buena fe por la debilidad y hablar con Belarús a partir de chantaje y amenazas.
    Hay cosas a las cuales no podemos renunciar. Es la independencia, dignidad y estabilidad del país a favor del bienestar de las personas. La actitud respetuosa hacia estos frutos de la Gran Victoria nos une y nos hace una nación íntegra y fuerte.
    Belarús está desarrollando y fortaleciendo sus Fuerzas Armadas. Activamente coopera con sus socios por la Organización de Tratado de Seguridad Colectiva y junto con Rusia está vigilando las fronteras de nuestro país.
    Entendemos que la esencia de las guerras se ha cambiado y sigue cambiándose. Hoy en día, el agresor trata de destruir el país desde el interior y ponerlo en una posición subordinada, sembrar caos, usando tecnologías de las guerras de información y de las revoluciones de red, sanciones económicas y las actividades políticas de la “quinta columna”. La lucha por la conciencia de la gente es un tema muy importante.
    Por lo tanto, en las actuales condiciones la defensa de la patria debe ser en el nivel nacional. En su base debe estar el patriotismo y la disposición de cada uno de nosotros de defender los intereses de su país en cualquier esfera.
    La fuente de las fuerzas espirituales y morales del pueblo belaruso se traduce en las experiencias inapreciables de la generación de los vencedores.
    ¡Queridos veteranos!
    Con toda su abnegación ustedes nos han dado un ejemplo de su valentía y el servicio a la patria. Prometemos mantener la paz conquistada.
    En la moderna Belarús prestan mucha atención a los acontecimientos de aquellos años y a los destinos de los combatientes.
    Actualmente, en las columnas de la procesión festiva junto con los antiguos combatientes caminan los herederos de su gloria de combate. Y no tengo ninguna duda de que ni ellos, ni sus hijos no permitirán olvidar de las conquistas de la victoriosa primavera de 1945.
    Además de eso, me gustaría dirigirme a todos los veteranos extranjeros que han participado en la liberación de nuestra querida Belarús. Nuestro país recuerda de ustedes. ¡El Día de la Victoria es nuestra fiesta común!
    Les deseo, queridos veteranos, buena salud, ánimo y una vida larga.
    A su vez, a todos nuestros compatriotas e invitados se les deseo felicidad, prosperidad y éxitos en la lucha por la prosperidad de nuestra Belarús libre y hermosa.
    ¡Feliz fiesta! ¡Feliz Día de la Victoria!

    http://belarus-magazine.by/sp.php?subaction=showfull&id=1249735621&archive=&start_from=&ucat=2&

    NOTA: cuando habla de Katyn se refiere, naturalmente al Katyn bielorruso (Jatyn), un pueblo masacrado por los nazis porque sus habitantes colaboraban con los partisanos, en 1943. Por cierto, en la matanza participaron unidades nazis letonas y lituanas, pero no vemos al gobierno bielorruso dando por culo continuamente ni recurriendo a eso en sus relaciones con Lituania o Letonia, no como otros.


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