El Estado y sus instituciones, al servicio de los capitalistas, criminalizan a los trabajadores
En la última semana se han producido dos acontecimientos de gran magnitud que ponen al descubierto la verdadera naturaleza del Estado español. El primero se refiere al indulto concedido a Alfredo Sáenz, condenado por el Tribunal Supremo por haber incurrido en delito cuando desempeñaba el cargo de presidente del Banesto. El indulto se extiende también a Rafael Jiménez Parga y a Miguel Ángel Calama, ambos implicados en el mismo asunto.
Pero el indulto no es una concesión graciosa del gobierno por celebrar su último pleno de la legislatura, sino que esconde una conducta política de clase oportunista. De materializarse la sentencia, el delincuente tendría que ser relegado de su cargo de Consejero Delegado del Santander. Es evidente que el gobierno rinde pleitesía al Sr. Botín, dueño y señor del mayor Banco de todo el Estado.
El segundo acontecimiento guarda relación con las declaraciones del inefable Fernández Toxo, Secretario General de CC.OO. vertidas delante de las cámaras de TVE, cuando su entrevistadora le pregunta sobre la posibilidad de realizar movilizaciones en protesta por las futuras medidas que va a poner en marcha el nuevo gobierno del PP. Toxo respondió que “En invierno hace frío en la calle”. Luego, el sindicalista sugiere al gobierno que hay que tener cuidado con la adopción de medidas austeras, pues puede dañar a instituciones de la democracia, refiriéndose a la posibilidad de que se reduzcan las subvenciones estatales a los sindicatos.
Las vergonzosas y traidoras palabras del Secretario General de CC.OO. vienen a confirmar, por sí mismas, lo que es público y notorio: que los sindicatos conforman una institución capitalista, en vez de definirse como organizaciones de clase, de las clases trabajadoras, pues una institución de la democracia no es otra cosa que un ente del Estado capitalista porque nadie puede olvidar, y menos todavía un líder sindical, que estamos en una democracia burguesa, donde existen clases sociales contrarias y antagónicas, donde los capitalistas imponen sus leyes y donde los trabajadores no pueden hacer efectivos sus derechos y libertades.
Lo que está sugiriendo el señor Toxo es que dicha institución debe ser mimada por el papel que está desempeñando, el de no enfrentar a trabajadores con la patronal y menos aún con el gobierno, por muy de derechas que éste sea, y para dar buena prueba de ello le ha tendido la mano al PP con la finalidad de llegar a un nuevo pacto antiobrero.
Ambas noticias aparentemente alejadas entre sí tienen un denominador común, fortalecer al capitalista y a su estado. En los dos casos se consuma lo que nuestro partido viene denunciando acerca de la conducta del Estado en la presente crisis.
Para el PCOE el sistema ha llegado a tal estado de inutilidad, de corrupción intelectual y material, que es ya irracional especular sostenerlo. Todos los gobernantes y partidos parlamentarios actuales, cualesquiera que sean sus tendencias, son incapaces de aportar soluciones económicas y políticas que satisfagan los mínimos vitales de la sociedad. Todas las alternativas enmarcadas dentro del sistema contribuyen finalmente a agudizar aún más la crisis. A los defensores del sistema no les queda otra que urdir artimañas para someter y sujetar a las clases trabajadoras, utilizando para ello métodos cada vez mas represivos y aplicando al mismo tiempo remedios esclavizantes hasta consecuencias extremas, que tienen por objetivo tenerlas a raya con la única esperanza de sobrevivir el máximo tiempo posible sin sobresaltos. Y a ello se presta la dirección de CC.OO. que sin distinción de tendencias ha avalado el pacto anunciado por Toxo.
Sin embargo, de todo esto las clases trabajadoras deben saber extraer claras conclusiones sobre la misión del Estado y sus instituciones, pues mientras miles de obreros son condenados al desahucio por la crisis, es decir, por un delito que han cometido los banqueros y patronos, ninguno han sentido el hacer benefactor del Estado concediéndoles el indulto. Para ello hay que cambiar las leyes, pero los banqueros, como sucedió anteriormente con Botín y ahora con los altos directivos de la banca, sí son indultados sin requisitos previos. Mientras el paro conduce también a miles de trabajadores a la desesperación, a dormir en las calles, a depender de organizaciones de beneficencia, Rajoy anuncia que va a perseguir el “fraude” en las percepciones de desempleo buscando una excusa para reducir el número de beneficiarios de las prestaciones y por contra auxiliará a las empresas con más dinero. Además, una vez saneadas con dinero público, entregará las empresas públicas existentes a la propiedad privada, eximiéndola de toda responsabilidad en la crisis.
Ante esta sarta de crímenes perpetrados contra las clases populares, los sindicatos como institución deciden pactar pasando por encima de las experiencias históricas de nuestro país, que prueban que los pactos se ceban contra las masas laboriosas, pues después de 35 años de componendas, los ricos son más ricos a pesar de las crisis y los trabajadores más pobres. Pese a los pactos, el paro ha ido aumentando escandalósamente hasta llegar los cinco millones de desempleados.
El PCOE no cesará en su empeño de luchar frente a la alianza burguesía-traidores. En este sentido, hace un llamamiento a todos los trabajadores para que le den la espalda a los renegados y quintacolumnistas infiltrados en el movimiento obrero, y que al servicio del capital por una migaja de pan frenan las luchas, a la par que cultivan la malformación de la conciencia de clase.
También, hacemos un llamamiento a los trabajadores para que insten a sus comités a unirse en ASAMBLEAS DE COMITÉS Y DELEGADOS, lejos de las influencias divisionistas de las direcciones de CC.OO. y U.G.T., que quebrantan la unidad y la solidaridad. Y finalmente, exhortamos al Pueblo a que se constituya en ASAMBLEAS POPULARES con contenido de clase y de lucha para poner fin a tantos atropellos con el objetivo de desbrozar el camino que lleve al cambio de sociedad, por ser ésta la única vía para acabar con la crisis.
La Asambleas de Comités y las Asambleas Populares, en un amplio FRENTE UNICO DEL PUEBLO, darán al traste con la situación actual y a su consecución debemos consagrar nuestro tiempo y nuestras energías.
Fuente
En la última semana se han producido dos acontecimientos de gran magnitud que ponen al descubierto la verdadera naturaleza del Estado español. El primero se refiere al indulto concedido a Alfredo Sáenz, condenado por el Tribunal Supremo por haber incurrido en delito cuando desempeñaba el cargo de presidente del Banesto. El indulto se extiende también a Rafael Jiménez Parga y a Miguel Ángel Calama, ambos implicados en el mismo asunto.
Pero el indulto no es una concesión graciosa del gobierno por celebrar su último pleno de la legislatura, sino que esconde una conducta política de clase oportunista. De materializarse la sentencia, el delincuente tendría que ser relegado de su cargo de Consejero Delegado del Santander. Es evidente que el gobierno rinde pleitesía al Sr. Botín, dueño y señor del mayor Banco de todo el Estado.
El segundo acontecimiento guarda relación con las declaraciones del inefable Fernández Toxo, Secretario General de CC.OO. vertidas delante de las cámaras de TVE, cuando su entrevistadora le pregunta sobre la posibilidad de realizar movilizaciones en protesta por las futuras medidas que va a poner en marcha el nuevo gobierno del PP. Toxo respondió que “En invierno hace frío en la calle”. Luego, el sindicalista sugiere al gobierno que hay que tener cuidado con la adopción de medidas austeras, pues puede dañar a instituciones de la democracia, refiriéndose a la posibilidad de que se reduzcan las subvenciones estatales a los sindicatos.
Las vergonzosas y traidoras palabras del Secretario General de CC.OO. vienen a confirmar, por sí mismas, lo que es público y notorio: que los sindicatos conforman una institución capitalista, en vez de definirse como organizaciones de clase, de las clases trabajadoras, pues una institución de la democracia no es otra cosa que un ente del Estado capitalista porque nadie puede olvidar, y menos todavía un líder sindical, que estamos en una democracia burguesa, donde existen clases sociales contrarias y antagónicas, donde los capitalistas imponen sus leyes y donde los trabajadores no pueden hacer efectivos sus derechos y libertades.
Lo que está sugiriendo el señor Toxo es que dicha institución debe ser mimada por el papel que está desempeñando, el de no enfrentar a trabajadores con la patronal y menos aún con el gobierno, por muy de derechas que éste sea, y para dar buena prueba de ello le ha tendido la mano al PP con la finalidad de llegar a un nuevo pacto antiobrero.
Ambas noticias aparentemente alejadas entre sí tienen un denominador común, fortalecer al capitalista y a su estado. En los dos casos se consuma lo que nuestro partido viene denunciando acerca de la conducta del Estado en la presente crisis.
Para el PCOE el sistema ha llegado a tal estado de inutilidad, de corrupción intelectual y material, que es ya irracional especular sostenerlo. Todos los gobernantes y partidos parlamentarios actuales, cualesquiera que sean sus tendencias, son incapaces de aportar soluciones económicas y políticas que satisfagan los mínimos vitales de la sociedad. Todas las alternativas enmarcadas dentro del sistema contribuyen finalmente a agudizar aún más la crisis. A los defensores del sistema no les queda otra que urdir artimañas para someter y sujetar a las clases trabajadoras, utilizando para ello métodos cada vez mas represivos y aplicando al mismo tiempo remedios esclavizantes hasta consecuencias extremas, que tienen por objetivo tenerlas a raya con la única esperanza de sobrevivir el máximo tiempo posible sin sobresaltos. Y a ello se presta la dirección de CC.OO. que sin distinción de tendencias ha avalado el pacto anunciado por Toxo.
Sin embargo, de todo esto las clases trabajadoras deben saber extraer claras conclusiones sobre la misión del Estado y sus instituciones, pues mientras miles de obreros son condenados al desahucio por la crisis, es decir, por un delito que han cometido los banqueros y patronos, ninguno han sentido el hacer benefactor del Estado concediéndoles el indulto. Para ello hay que cambiar las leyes, pero los banqueros, como sucedió anteriormente con Botín y ahora con los altos directivos de la banca, sí son indultados sin requisitos previos. Mientras el paro conduce también a miles de trabajadores a la desesperación, a dormir en las calles, a depender de organizaciones de beneficencia, Rajoy anuncia que va a perseguir el “fraude” en las percepciones de desempleo buscando una excusa para reducir el número de beneficiarios de las prestaciones y por contra auxiliará a las empresas con más dinero. Además, una vez saneadas con dinero público, entregará las empresas públicas existentes a la propiedad privada, eximiéndola de toda responsabilidad en la crisis.
Ante esta sarta de crímenes perpetrados contra las clases populares, los sindicatos como institución deciden pactar pasando por encima de las experiencias históricas de nuestro país, que prueban que los pactos se ceban contra las masas laboriosas, pues después de 35 años de componendas, los ricos son más ricos a pesar de las crisis y los trabajadores más pobres. Pese a los pactos, el paro ha ido aumentando escandalósamente hasta llegar los cinco millones de desempleados.
El PCOE no cesará en su empeño de luchar frente a la alianza burguesía-traidores. En este sentido, hace un llamamiento a todos los trabajadores para que le den la espalda a los renegados y quintacolumnistas infiltrados en el movimiento obrero, y que al servicio del capital por una migaja de pan frenan las luchas, a la par que cultivan la malformación de la conciencia de clase.
También, hacemos un llamamiento a los trabajadores para que insten a sus comités a unirse en ASAMBLEAS DE COMITÉS Y DELEGADOS, lejos de las influencias divisionistas de las direcciones de CC.OO. y U.G.T., que quebrantan la unidad y la solidaridad. Y finalmente, exhortamos al Pueblo a que se constituya en ASAMBLEAS POPULARES con contenido de clase y de lucha para poner fin a tantos atropellos con el objetivo de desbrozar el camino que lleve al cambio de sociedad, por ser ésta la única vía para acabar con la crisis.
La Asambleas de Comités y las Asambleas Populares, en un amplio FRENTE UNICO DEL PUEBLO, darán al traste con la situación actual y a su consecución debemos consagrar nuestro tiempo y nuestras energías.
¡Contra el capitalismo!
¡POR EL FRENTE UNICO DEL PUEBLO!
PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)
¡POR EL FRENTE UNICO DEL PUEBLO!
PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (PCOE)
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