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    Sharashkas

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    Mensaje por Vox Jue Dic 01, 2011 7:43 pm

    Se encuentra muy poca información sobre este tema. Lo que he podido encontrar me resulta escaso. Si alguien tiene más información sobre el tema, o sobre los científicos que allí estuvieron se lo agradecería.

    La definición de wikipedia es la siguiente: "Un Sharashka (en plural sharashki, en ruso: шара́шка AFI: [ʂʌˈraʂkə]) era el nombre informal de los laboratorios secretos soviéticos, pertenecientes al sistema del gulag. Su primer nombre fue de « Oficinas Especiales de Construcción » antes de que fuesen integrados en el « Cuarto Departamento Especial » del NKVD. Un millar de científicos, ingenieros y técnicos trabajaban en ellos de manera forzosa,[1] entre ellos el célebre Andréi Túpolev."


    El otro artículo que se encuentra por internet es el siguiente, pero no me resulta ni objetivo ni muy completo, pero aún así lo pondré porque aporta un poco más de información:

    Sharashka la prisión para genios

    Sergey Korolyov, el ingeniero que desarrolló las naves serie Soyuz; Nikolay Timofeev-Ressovsky, genetista pionero; Leonid Ramzin, inventor prodigio; Andrei Tupolev, creador de la familia de aviones serie Tu y ANT; y muchos otros científicos tuvieron algo en común: fueron encarcelados en un campo donde, encadenados a tableros de diseño o laboratorios, se les encomendó la tarea de desarrollar tecnología bélica y propaganda para la URSS.

    El origen de estos nefastos campos de concentración para genios tendría lugar en 1934, cuando el ingeniero Leonid Ramzin y su grupo de trabajo fueran sentenciados y condenados a seguir trabajando como prisioneros bajo el estricto control de la policía secreta. Entre 1938 y 1939 los frutos de esta comisión serían evidentes, y bajo el mando del general Valentin Kravchenko, y la supervisión directa de Lavrenty Beria, un alto oficial de la NKVD, predecesora de la KGB, se crearía oficial y secretamente la sharashka. En 1941 recibiría su nombre formal, el 4to Departamento Special de la NKVD de la URSS. Creando durante los años complejos de investigación secretos en las áreas más remotas de Rusia.

    Los años serían interminables para sus prisioneros, y sólo tras la muerte de Stalin, en 1953, su condición sería revisada y las operaciones del campo finalizadas.

    Los “crímenes” y el esclavismo científico
    1054-2.jpgEn la gran mayoría de los casos, los “crímenes” por los que éstos genios eran enviados a la Sharashka eran prácticamente irrisorios. Por ejemplo, el legendario Korolyov, tras ser denunciado falsamente por su jefe, Valentin Glushko, quien lo envidiaba inmensamente, sería enviado a un gulag normal por varios años. Allí, obligado a vivir en condiciones infrahumanas y trabajar hasta la muerte, perdería casi todos sus dientes, y sufriría un daño cardíaco irreparable. Solamente tras una fuerte presión por parte de un grupo de intelectuales soviéticos, su condena sería “aminorada”, y enviado a la Sharashka, donde, totalmente incomunicado de su familia y viviendo en el puro hacinamiento, debería trabajar durante 18 horas diaras diseñando aviones de combate para Stalin. Irónicamente, la paranoia soviética era tal que el mismo Glushko, el denunciante y también ingeniero prodigio, considerado como uno de los mayores expertos en propulsión del mundo, caería como sospechoso durante la Gran Purga y también sería enviado a la Sharashka. Donde se reencontraría con su antiguo y muy demacrado colega.

    El trabajo era literalmente de esclavos, y el crédito de los descubrimientos conseguidos por los científicos prisioneros generalmente iba a científicos alineados o en buena relación con el Partido Comunista. Tras la muerte de Stalin y la finalización de las sharashka, el estado intentaría mantener a dichos científicos dándoles todo tipo de comodidades. Irónicamente, en el caso del más vapuleado de todos, Korolyov, tras su muerte se crearía una medalla en su honor y se lo despediría con un funeral de estado.


    Enlaces relacionados
    - Wikipedia tiene una categoría con enlaces a biografías de los prisioneros más destacados que pasaron por estas prisiones. (ing)
    - El periodista Eric Frattini tiene en su sitio un conjunto de preguntas y respuestas sobre la KGB y la inteligencia soviética. Una de estas explica por qué Tupolev fue detenido y enviado al campo.
    - Biografía de Korolyov
    - En la página de los archivos de la NKVD puede encontrarse una sección en memoria a las víctimas de dichos campos.




    Para los que no lo sepan, Koroliev y Tupolev fueron dos de los más grandes cerebros en la ingeniería aeroespacial del siglo XX, encontrar información sobre su trabajo no es nada difícil, lo que busco es detalles de su arresto y paso por la sharashka.

    Un saludo.
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    Mensaje por Vox Dom Dic 11, 2011 5:17 pm

    Un artículo muy interesante que he encontrado sobre el caso de Koroliov:


    El día que casi ejecutan a Serguéi Koroliov

    El 27 de junio de 1938, Serguéi Pávlovich Koroliov se dirigía a su humilde vivienda de Moscú después de una dura jornada de trabajo diseñando cohetes en un instituto de investigación secreto. Serguéi Pávlovich tenía por costumbre comprar el periódico y el pan antes de subir a casa y ese día no fue una excepción. Pero mientras se acercaba al portal de su edificio observó con preocupación como unos siniestros hombres de negro dentro de un coche oficial vigilaban los movimientos de los vecinos. Un escalofrío recorrió su cuerpo. La era del Terror estalinista estaba en su apogeo y la presencia de las sombrías figuras sólo podía significar una cosa: el NKVD estaba al acecho. Veinte años más tarde, Koroliov sería conocido como el gran 'Ingeniero Jefe', el artífice del cohete R-7 Semiorka que pondría en órbita el Sputnik -el primer satélite artificial de la historia- y lanzaría a Yuri Gagarin al espacio. Pero eso quedaba muy lejos en el futuro. Ese lunes de 1938, Koroliov era un simple ingeniero de 31 años.


    No era la primera vez que la policía secreta se presentaba en el barrio y ya habían detenido a varios vecinos. La mayoría habían sido absorbidos por el complejo sistema de campos de prisioneros del Gulag, pero estaban vivos y escribían regularmente a sus familiares. Sin embargo, lo realmente preocupante era esa minoría que había desaparecido sin dejar rastro. A pesar del miedo, Koroliov se armó de coraje y subió a su casa con el periódico y el pan. Al fin y al cabo, ¿qué otra cosa podía hacer? No tenía sentido huir o esconderse, sólo quedaba resignarse y esperar. Durante la cena, Ksenia -su mujer- se mostró especialmente preocupada ante la presencia de los oficiales del NKVD. Por suerte, su hija Natalia, de sólo tres años de edad, estaba en casa de la abuela. Después de comer, los temores de la pareja se confirmaron cuando sonó el timbre. Al abrir la puerta, allí estaban los dos hombres de negro. Como era de esperar, ordenaron a Koroliov que se vistiese y que les acompañase. Mientras se alejaba en el coche, Koroliov ignoraba que tardaría dos años en volver a pisar Moscú. Tres meses más tarde, el NKVD pondría el nombre de Koroliov en una lista de "traidores" que debían ser ejecutados inmedatamente. La sentencia de muerte sería firmada por el mismísimo Stalin. El destino del futuro Ingeniero Jefe estaba sellado.


    (...)


    La esperada unión se produjo en octubre de 1933, dando lugar al primer instituto de investigación del mundo dedicado exclusivamente al desarrollo de cohetes. La criatura se llamaría RNII (Реактивный научно-исследовательский институт, "Instituto Científico de Investigación de la [Propulsión] a Reacción") y dependería del comisariado -ministerio soviético- de industria pesada (Komtyazhprom).


    El RNII estaría dirigido por Iván Kleymiónov y Georgi Langemak, este último inventor del término "cosmonáutica". Los roces entre Koroliov y el resto de los GIRDianos con Kleymiónov no se harían esperar. Kleymiónov y Langemak eran partidarios de los cohetes de combustible sólido, mucho menos eficientes que los lanzadores de combustible líquido, pero más fáciles de construir y almacenar. Kleymiónov consideraba que el RNII debía ser ante todo práctico y desarrollar armas útiles, no simples vehículos de fantasía. Como último remedio, toleraba el uso de combustibles líquidos en determinados casos, pero siempre y cuando fuesen combustibles hipergólicos. Glushkó había demostrado la valía de este tipo de combustibles que, aunque tóxicos, eran mucho más fáciles de almacenar que el volátil y costoso oxígeno líquido favorecido por los "locos" del GIRD. Y no sería una discusión breve. El debate entre ambos tipos de combustible rondaría el programa espacial soviético como un espectro hasta bien entrados los años 70.


    Gracias a la presión de Kleymiónov, el RNII diseñaría los cohetes de combustible sólido RS-82 y RS-132, que con el tiempo se convertirían en los famosos M-8 y M-13 de la Segunda Guerra Mundial, más conocidos popularmente como Katiusha. Por contra, Koroliov y sus antiguos compañeros del GIRD no parecían tener muy claro qué hacer con los cohetes de combustible líquido. Los misiles balísticos todavía quedaban muy lejos en el futuro y la única opción viable era usarlos como proyectiles de aviación o para propulsar aeroplanos hasta la estratosfera. En cualquier caso, los militares no parecían muy impresionados con las aplicaciones de los combustibles líquidos. No obstante, los partidarios de Koroliov y Kleymiónov continuaron con sus enfrentamientos, mandando cartas acusatorias a altos cargos del partido y a Tujachevsky. El mariscal, apartado ahora del control directo del RNII, se vio obligado a intervenir en varias ocasiones para poner orden en el instituto.

    El terror

    Pero mientras los ingenieros del RNII malgastaban sus esfuerzos en riñas infantiles, el país en el que vivían empezó a cambiar dramáticamente. En 1937 comenzaría la era de 'El Terror', desatada por Stalin con la inestimable colaboración de Nikolái Yezhov, comisario del NKVD. Las detenciones de "enemigos del pueblo" se multiplicaron al mismo tiempo que una psicosis generalizada se adueñó de toda la población. Nadie estaba a salvo. Cualquiera podía ser denunciado por "traidor" -o peor aún, "saboteador"- a manos de vecinos o compañeros de trabajo.

    El NKVD se lanzó entonces a una orgía de purgas entre los altos cargos del Ejército Rojo. El mariscal Tujachevsky, antiguo patrón del RNII, sería detenido el 26 de mayo de 1937 como supuesto miembro de una "conspiración trotskista anti-soviética". 17 días después fue ejecutado. En un sistema como el soviético, dominado por las relaciones de patronazgo, los subordinados de los altos cargos purgados son los siguientes en la lista del NKVD. En este contexto, las antiguas puyas de los ingenieros del RNII adquieren ahora un matiz mortal, literalmente. Leonid Korneiev, un antiguo ingeniero del RNII especialista en oxígeno líquido despedido por Kleymiónov, manda una carta a Stalin denunciando a su antiguo jefe como cómplice del "perro Tujachevsky". Andréi Kostikov, otro antiguo ingeniero del GIRD especializado en combustibles líquidos, tilda a Kleymiónov de traidor, una acusación especialmente grave teniendo en cuenta que Kostikov es miembro del partido comunista.

    Al principio, el RNII intenta mantenerse al margen de las purgas. Pero como era de esperar, el 3 de noviembre de 1937 el NKVD arresta a Kleymiónov y el día después le sigue su segundo, Georgi Langemak. Un mes después, Kleymiónov firma una confesión bajo tortura y es sometido a un juicio militar el 10 de enero de 1938. Sería ejecutado ese mismo día. El 11 de enero le tocaría el turno a Langemak. La pérdida de Kleymiónov y Langemak tendría importantes consecuencias. La investigación de cohetes de combustible sólido en la URSS sufriría un importante retraso por culpa de estas purgas. De no haber sido asesinados, ¿habrían sido considerados Kleymiónov y Langemak como pioneros de la cosmonáutica junto a Koroliov o Glushkó? Nunca lo sabremos.

    Pero el drama en el RNII no se detendría con estas muertes, ya que durante las sesiones de tortura Kleymiónov había delatado a Glushkó y Koroliov como cómplices de sus "fechorías". Koroliov logró evitar el verse involucrado en el asunto durante algún tiempo. Al fin y al cabo, como enemigo de Kleymiónov no tenía nada que temer. Kostikov le presionó para que delatase a sus enemigos, pero Koroliov prefirió concentrarse en el trabajo y continuó con su rutina habitual. Como amigo de Kleymiónov, Glushkó no tendría tanta suerte y el 23 de marzo de 1938 sería arrestado por el NKVD. Poco después fue condenado a seis años de prisión, aunque afortunadamente lo envían a un campo de trabajo para ingenieros -denominado informalmente sharashka-, donde las condiciones de vida son relativamente buenas. Las sharashkas serían creadas por el infame Lavrenti Beria bajo la denominación oficial de OTB, "oficinas técnicas especiales".


    La condena


    Lamentablemente para Koroliov, Glushkó también lo delata durante uno de los interrogatorios. Como resultado, el círculo se estrecha cada vez más alrededor del joven ingeniero. Finalmente, Koroliov es arrestado el 27 de junio en Moscú. De allí lo trasladan a una prisión en Novocherkassk, cerca del Mar negro. En esta prisión sería "interrogado" a conciencia y como regalo parece ser que recibió sendas fracturas en las mandíbulas superior e inferior. A raíz de esta paliza le resultaría imposible abrir la boca por completo durante el resto de su vida. Pocos meses después, el NKVD decide incluirlo en una lista de traidores que deben ser ejecutados. Koroliov no lo sabía, pero su vida pendía de un hilo. Los condenados serían ajusticiados dos días después en Kommunark, un centro del NKVD cerca de Moscú. Contra todo pronóstico, su condena a muerte sería revocada y Koroliov acabaría ante un juez. Todavía hoy se desconoce qué provocó este cambio de última hora, pero lo que es cierto es que la historia de la exploración espacial sería muy diferente si el nombre de Koroliov no se hubiese eliminado de esa macabra lista.

    Aunque salvó su vida de milagro, las cosas no serían nada fáciles para Serguéi. El juez decidió sentenciarlo a diez años de prisión y cinco de privación de derechos políticos. Koroliov pensaba, como muchos otros prisioneros, que todo era un simple malentendido. Mantuvo una frenética correspondencia con su familia para intentar cambiar su situación. Finalmente, las autoridades accedieron a revisar su caso, pero Koroliov no tendrá tiempo de alegrarse. Porque antes de que le llegue la notificación de su nuevo juicio, en abril de 1939 el NKVD lo envía a trabajar a las minas de oro de Kolyma, en el extremo oriental de Siberia. Decir que las condiciones en Kolyma eran brutales es quedarse corto. Incluso para los crueles estándares del Gulag, la vida en las minas de oro era infernal. Antes de llegar a las minas, muchos prisioneros perdían la vida durante el trayecto en barco a través del Mar de Ojotsk para alcanzar el puerto de Magadán. Koroliov pronto se sumaría a otros setenta mil prisioneros que trabajaban en el río Kolyma noche y día con temperaturas de varias decenas de grados bajo cero. Los asesinatos y palizas estaban a la orden del día y Koroliov fue herido cuando un guarda decidió golpearlo con una pala en la cabeza. La alimentación también era paupérrima: hasta catorce dientes perdería Serguéi por culpa del escorbuto.

    Si Koroliov hubiese permanecido en Kolyma unos meses más, sin duda habría muerto. Por fortuna, en julio de 1939 recibe un aviso: dentro de unos meses se va a celebrar un nuevo juicio sobre su caso. Koroliov debe presentarse en Moscú para la fecha de la vista, pero hay un problema y es que el viaje corre de su cuenta. Debe recorrer más de cinco mil kilómetros por sus propios medios. Serguéi es liberado y abandona Kolyma en una carrera contrarreloj. Haciendo auto-stop llega a Magadán, pero el barco ya ha partido. Koroliov se desespera, aunque poco después se entera de que ese mismo barco ha sufrido un accidente en el que morirían 700 personas. Es la segunda vez que Koroliov esquiva a la muerte por muy poco. Cuando llega a Jabárovsk para coger el tren rumbo a Moscú, su situación es tan deplorable que los médicos le dan por muerto. Pero, tras recuperar fuerzas, Serguéi llega a la capital en marzo de 1940, justo a tiempo para el nuevo juicio.

    La sentencia se hace pública y, para asombro de Koroliov y su familia, el tribunal lo vuelve a condenar, aunque esta vez a ocho años solamente, que se deben cumplir retroactivamente desde 1938. Koroliov no se lo puede creer. Sabe que si vuelve a Kolyma morirá sin remedio. Él, que había volado entre las nubes y soñado con viajar al espacio, se ve atrapado en una pesadilla de la que no puede despertar. Afortunadamente, esta vez su destino no será Kolyma, sino el campo de Sevzheldorlag, donde se deberá dedicar a la construcción del ferrocarril.

    Pero la fortuna vuelve a sonreír a Koroliov cuando el famoso ingeniero aeronáutico Andréi Túpolev decide incluir su nombre en una lista de 25 ingenieros con los que quiere trabajar en la sharashka TsKB-29. Se ve que Túpolev, él mismo objeto de las purgas estalinistas, aún recordaba sus breves encuentros con el joven ingeniero. Cuando llegó a la sharashka de Túpolev, sus compañeros se quedaron asombrados por su demacrado aspecto. La vida en la sharashka era el paraíso al lado de Kolyma, pero durante los primeros días Koroliov se negó en redondo a abandonar un mendrugo de pan y varios terrones de azúcar que escondía en sus bolsillos. La brutal experiencia del Gulag cambió a Koroliov para siempre. Su carácter se volvería brusco y huraño, con cierta propensión a los ataques de ira.

    En 1942, con la guerra en su apogeo, sería enviado a Kazán para trabajar en la OKB-16. Paradojas de la vida, allí su jefe sería Valentín Glushkó, el mismo compañero del RNII que lo había denunciado años antes. No obstante, nada parecía indicar que Koroliov guardase algún tipo de rencor a Glushkó, ya que compartían la misma habitación y solían practicar deporte juntos. Poco después, los dos ingenieros recibirían una noticia increíble. Por lo visto, los nazis habían construido un cohete gigante, mucho más grande de lo que nadie había creído posible hasta ese momento.

    Koroliov sería uno de los especialistas que terminaría por examinar en detalle el misterioso misil A-4 alemán, iniciando un camino que abriría el camino a las estrellas...Pero eso es otra historia.




    He puesto sólo la parte del artículo que se refiere a la detención del genio de la ingeniería, si alguien está interesado en más detalles de la vida de Koroliov, le recomiendo que lea el artículo completo: Aquí

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