Portal
Como parte de los objetivos supremos de la actualización del Modelo Económico Cubano, recibe total prioridad en todos los organismos de la Administración Central del Estado, la separación de las funciones estatales de las administrativas.
Dicho así puede resultar fácil, pero este empeño de la nación resulta complejo, pero a la vez viable y necesario para la salud de la economía, lo cual exige un cambio de mentalidad en general y en particular en los cuadros de dirección y no por gusto el tema se aborda con claridad en los lineamientos 4 y 6 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobada en su VI Congreso.
En el número cuatro se establece: “Los cambios estructurales, funcionales, organizativos y económicos del sistema empresarial, las unidades presupuestadas y la administración estatal en general, se realizarán programadamente, con orden y disciplina, sobre la base de la política aprobada, informando a los trabajadores y escuchando sus opiniones...”.
Uno de los ministerios que ha avanzado en la implementación de esos cambios es, sin dudas, el de la Industria Alimentaria, lo cual fue reconocido por el jefe del Departamento Agroalimentario, del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Santiago Pérez Castellanos, en un encuentro reciente con los principales cuadros del organismo estatal.
Aún así hay cuestiones que deben tener un cambio más radical en lo adelante, como es la ejecución de las inversiones aprobadas para mejorar el equipamiento tecnológico, deteriorado en los últimos años en todo el país, que los salarios que se paguen obedezcan a reales incrementos de la productividad y que los gastos generen ganancias, todo ello requiere de la presencia de una férrea disciplina financiera, en particular en las cuentas por cobrar y pagar.
Para que se tenga una idea más exacta de lo que se avanza en el perfeccionamiento y renovación de conceptos, métodos y estilos de trabajo, a la altura del momento actual, baste decir que el Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), contaba hasta hace poco más de un año con 180 empresas, que con la creación del Grupo Empresarial, fueron reducidas casi al doble, exactamente a 94, en las que se agrupan más de 78 mil trabajadores.
Esa estructura atiende las 12 actividades fundamentales que acomete el organismo, tales como las industrias láctea, cárnica, molinera, de bebidas alcohólicas, licores, refrescos y maltas, así como la pesca y otras.
En honor a la verdad, hay que reconocer que en todos los ministerios del país se avanza en la aplicación práctica de la separación de las funciones estatales de las administrativas, lo que al final debe ofrecer una mayor eficiencia en los resultados del proceso productivo y que cada cual ejerza con autoridad y responsabilidad el papel que le corresponde ante la sociedad.
FUENTE: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Dicho así puede resultar fácil, pero este empeño de la nación resulta complejo, pero a la vez viable y necesario para la salud de la economía, lo cual exige un cambio de mentalidad en general y en particular en los cuadros de dirección y no por gusto el tema se aborda con claridad en los lineamientos 4 y 6 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobada en su VI Congreso.
En el número cuatro se establece: “Los cambios estructurales, funcionales, organizativos y económicos del sistema empresarial, las unidades presupuestadas y la administración estatal en general, se realizarán programadamente, con orden y disciplina, sobre la base de la política aprobada, informando a los trabajadores y escuchando sus opiniones...”.
Uno de los ministerios que ha avanzado en la implementación de esos cambios es, sin dudas, el de la Industria Alimentaria, lo cual fue reconocido por el jefe del Departamento Agroalimentario, del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Santiago Pérez Castellanos, en un encuentro reciente con los principales cuadros del organismo estatal.
Aún así hay cuestiones que deben tener un cambio más radical en lo adelante, como es la ejecución de las inversiones aprobadas para mejorar el equipamiento tecnológico, deteriorado en los últimos años en todo el país, que los salarios que se paguen obedezcan a reales incrementos de la productividad y que los gastos generen ganancias, todo ello requiere de la presencia de una férrea disciplina financiera, en particular en las cuentas por cobrar y pagar.
Para que se tenga una idea más exacta de lo que se avanza en el perfeccionamiento y renovación de conceptos, métodos y estilos de trabajo, a la altura del momento actual, baste decir que el Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), contaba hasta hace poco más de un año con 180 empresas, que con la creación del Grupo Empresarial, fueron reducidas casi al doble, exactamente a 94, en las que se agrupan más de 78 mil trabajadores.
Esa estructura atiende las 12 actividades fundamentales que acomete el organismo, tales como las industrias láctea, cárnica, molinera, de bebidas alcohólicas, licores, refrescos y maltas, así como la pesca y otras.
En honor a la verdad, hay que reconocer que en todos los ministerios del país se avanza en la aplicación práctica de la separación de las funciones estatales de las administrativas, lo que al final debe ofrecer una mayor eficiencia en los resultados del proceso productivo y que cada cual ejerza con autoridad y responsabilidad el papel que le corresponde ante la sociedad.
FUENTE: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
