La decisión de posibilitar, mediante la abstención, el gobierno del PP en Extremadura por parte de Izquierda Unida fue presentada en su momento como rechazo y equidistancia tanto del PSOE como del PP, aparentando situarse por encima del “sistema”.
Los comunistas teníamos la certeza de que esto no era sino una mera justificación de la opción de apoyar al Partido Popular frente a la otra opción posible: apoyar al PSOE. Y teníamos esa certeza porque sabemos cual es la naturaleza del oportunismo político que representa IU.
Los acontecimientos posteriores han venido a darnos la razón y confirman la existencia en Extremadura de un gobierno conjunto de facto de PP e IU: Los diputados de IU en la Asamblea de Extremadura no se oponen en ninguna votación a las propuestas del PP, apoyan la candidatura del PP para la dirección de los medios de comunicación públicos, el gobierno del PP nombra altos cargos políticos a miembros de IU y por último, IU de Extremadura respalda los presupuestos del Partido Popular después de una patética farsa con presentación y retirada de enmienda a la totalidad incluida.
Unos presupuestos que, entre otras cosas, supondrán el despido de 620 trabajadores de la empresa pública GPEX, de 490 trabajadores de la educación pública y de un número indeterminado todavía de trabajadores de otras empresas públicas.
IU ha apoyado estos presupuestos a cambio de una vaga promesa de mantenimiento de gastos sociales, vinculada a la obtención de ingresos a través de la llamada “deuda histórica”, y de la venta de patrimonio público. Sabemos y saben los dirigentes de IU que esos ingresos de la “deuda histórica”, que aportaría el Estado, probablemente no se van a producir y por consiguiente tampoco los prometidos gastos sociales. Es decir, IU respalda los presupuestos de recortes y despidos del PP a cambio de nada. Peor aún, a cambio de la aceptación por parte del PP de la propuesta de IU de privatizar parte del patrimonio público extremeño.
Porque IU no está ni puede estar por encima ni en contra del sistema si no que está integrada en él. Forma parte del régimen de dictadura del Capital al que ellos denominan “democracia” y “Estado de Derecho” y su función política dentro de este régimen es su legitimación y evitar el desarrollo de opciones que lo cuestionen realmente. Su papel dentro de las instituciones del régimen ha sido siempre la de “muletilla” de otras facciones más importantes: Cogobernaron con la derecha nacionalista, el PNV, en el País Vasco, con el PSOE en Cataluña y Asturias, ahora con el PP en Extremadura y con todos ellos en infinidad de ayuntamientos.
El Partido Comunista Griego, dentro de su análisis de las elecciones en España, dijo: “Izquierda Unida atrapó a los votantes con ilusiones de una ‘mejor gestión’ del sistema capitalista”. Nosotros añadimos que no solo a votantes, si no también a muchos militantes honestos que realmente se han creído la patraña de la reforma para una “mejor gestión” del capitalismo en la actualidad. Estos son los militantes honestos y con sentimientos de izquierdas que se creyeron la justificación de sus dirigentes para apoyar al Partido Popular y posibilitar su gobierno en Extremadura.
Pero el reformismo no es sino una ingenua ilusión inducida a muchos militantes y trabajadores por parte de dirigentes ambiciosos que en realidad lo que buscan es una mayor participación en el pastel que les ofrece la dictadura del Capital a cambio de sus servicios, ya sea en forma de suculentos ingresos oficiales y las consiguientes superpensiones de jubilación o en su participación directa en los mecanismos de corrupción que caracterizan a este régimen.
La reforma progresiva del sistema capitalista, el “capitalismo de rostro humano” que pretenden los reformistas es una ilusión y una mentira. Solo con el derrocamiento de la dictadura del Capital y con la instauración del Socialismo por los trabajadores mediante la conquista del poder político podrán hacerse efectivos derechos como el del Trabajo, la Vivienda digna, la Sanidad pública y gratuita, la Educación de alta calidad y para todos, etc.
Y para ello debemos organizar a los trabajadores para dar la batalla en la lucha de clases y oponerse a las agresiones de la dictadura capitalista. Debemos también construir ese Gran Partido Comunista que los trabajadores de este país merecen y necesitan y que es la única garantía de que los trabajadores caminen hacia su emancipación.
¡El Socialismo es el futuro!
20-12-2012
Partido Comunista de los Pueblos de España - Extremadura
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Los comunistas teníamos la certeza de que esto no era sino una mera justificación de la opción de apoyar al Partido Popular frente a la otra opción posible: apoyar al PSOE. Y teníamos esa certeza porque sabemos cual es la naturaleza del oportunismo político que representa IU.
Los acontecimientos posteriores han venido a darnos la razón y confirman la existencia en Extremadura de un gobierno conjunto de facto de PP e IU: Los diputados de IU en la Asamblea de Extremadura no se oponen en ninguna votación a las propuestas del PP, apoyan la candidatura del PP para la dirección de los medios de comunicación públicos, el gobierno del PP nombra altos cargos políticos a miembros de IU y por último, IU de Extremadura respalda los presupuestos del Partido Popular después de una patética farsa con presentación y retirada de enmienda a la totalidad incluida.
Unos presupuestos que, entre otras cosas, supondrán el despido de 620 trabajadores de la empresa pública GPEX, de 490 trabajadores de la educación pública y de un número indeterminado todavía de trabajadores de otras empresas públicas.
IU ha apoyado estos presupuestos a cambio de una vaga promesa de mantenimiento de gastos sociales, vinculada a la obtención de ingresos a través de la llamada “deuda histórica”, y de la venta de patrimonio público. Sabemos y saben los dirigentes de IU que esos ingresos de la “deuda histórica”, que aportaría el Estado, probablemente no se van a producir y por consiguiente tampoco los prometidos gastos sociales. Es decir, IU respalda los presupuestos de recortes y despidos del PP a cambio de nada. Peor aún, a cambio de la aceptación por parte del PP de la propuesta de IU de privatizar parte del patrimonio público extremeño.
Porque IU no está ni puede estar por encima ni en contra del sistema si no que está integrada en él. Forma parte del régimen de dictadura del Capital al que ellos denominan “democracia” y “Estado de Derecho” y su función política dentro de este régimen es su legitimación y evitar el desarrollo de opciones que lo cuestionen realmente. Su papel dentro de las instituciones del régimen ha sido siempre la de “muletilla” de otras facciones más importantes: Cogobernaron con la derecha nacionalista, el PNV, en el País Vasco, con el PSOE en Cataluña y Asturias, ahora con el PP en Extremadura y con todos ellos en infinidad de ayuntamientos.
El Partido Comunista Griego, dentro de su análisis de las elecciones en España, dijo: “Izquierda Unida atrapó a los votantes con ilusiones de una ‘mejor gestión’ del sistema capitalista”. Nosotros añadimos que no solo a votantes, si no también a muchos militantes honestos que realmente se han creído la patraña de la reforma para una “mejor gestión” del capitalismo en la actualidad. Estos son los militantes honestos y con sentimientos de izquierdas que se creyeron la justificación de sus dirigentes para apoyar al Partido Popular y posibilitar su gobierno en Extremadura.
Pero el reformismo no es sino una ingenua ilusión inducida a muchos militantes y trabajadores por parte de dirigentes ambiciosos que en realidad lo que buscan es una mayor participación en el pastel que les ofrece la dictadura del Capital a cambio de sus servicios, ya sea en forma de suculentos ingresos oficiales y las consiguientes superpensiones de jubilación o en su participación directa en los mecanismos de corrupción que caracterizan a este régimen.
La reforma progresiva del sistema capitalista, el “capitalismo de rostro humano” que pretenden los reformistas es una ilusión y una mentira. Solo con el derrocamiento de la dictadura del Capital y con la instauración del Socialismo por los trabajadores mediante la conquista del poder político podrán hacerse efectivos derechos como el del Trabajo, la Vivienda digna, la Sanidad pública y gratuita, la Educación de alta calidad y para todos, etc.
Y para ello debemos organizar a los trabajadores para dar la batalla en la lucha de clases y oponerse a las agresiones de la dictadura capitalista. Debemos también construir ese Gran Partido Comunista que los trabajadores de este país merecen y necesitan y que es la única garantía de que los trabajadores caminen hacia su emancipación.
¡El Socialismo es el futuro!
20-12-2012
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