Bueno esta noticia se me había olvidado publicarla y como lo veo siendo yo desde hace mucho tiempo un punki me parece un verdadero abuso por parte de las autoridades policiales y religiosas en nombre de la moral y las buenas costumbres de la religión enseguida dejo la noticio y espero sus opiniones.
En un episodio en que se combinan el abuso policial, la intolerancia y la severidad de las leyes islámicas, 65 jóvenes punks de Indonesia resultaron apresados, rapados y confinados a un campo de aislamiento para su "reeducación". [img][Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] [/img]
Hace unos días medio centenar de jóvenes fue víctima del abuso y la intolerancia por parte de la fuerza policial de Aceh, una de las regiones más conservadoras de Indonesia y la única del país donde imperan las severas leyes islámicas.
El “delito” de estos muchachos fue simpatizar con el punk, tanto en su apariencia personal como por la ocasión en la que fueron aprehendidos: en medio de un concierto, adonde llegó la policía a efectuar la redada.
Las autoridades, sin embargo, no se limitaron a apresar y encarcelar a los jóvenes (medidas en sí mismas más que deplorables), sino que apenas teniéndolos a sus disposición procedieron a raparlos, despojándolos de sus características “crestas”, quitarles sus piercings, desnudarlos y echarlos a un río para que se bañaran. Asimismo, se dice que Iskandar Hasan, jefe de la policía, dio a cada uno de los 65 jóvenes un cepillo de dientes al tiempo que les gritaba: ¡Úsenlo!
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Uno de los jóvenes detenidos, de nombre Fauzan, declaró. “¿Por qué? ¿Por qué me han quitado mi pelo? No le hacíamos daño a nadie, es solo nuestra forma de expresarnos. ¿Por qué nos tratan como criminales?”.
“No estamos torturando a nadie, no estamos violando los Derechos Humanos. Simplemente estamos poniendo a estos chicos en el camino moral correcto”, replicó Hasan por su parte.
Luego de este episodio los muchachos fueron recluidos durante diez días en un campo de aislamiento para su “reeducación”. A punto de salir de ahí, Andre, uno de los detenidos, aseguró estar harto de la reeducación y dijo: “Seguiré siendo un punk cuando me dejen ir, porque es la vida que escogí. No pueden cambiar el camino que tomé”.
En un episodio en que se combinan el abuso policial, la intolerancia y la severidad de las leyes islámicas, 65 jóvenes punks de Indonesia resultaron apresados, rapados y confinados a un campo de aislamiento para su "reeducación". [img][Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] [/img]
Hace unos días medio centenar de jóvenes fue víctima del abuso y la intolerancia por parte de la fuerza policial de Aceh, una de las regiones más conservadoras de Indonesia y la única del país donde imperan las severas leyes islámicas.
El “delito” de estos muchachos fue simpatizar con el punk, tanto en su apariencia personal como por la ocasión en la que fueron aprehendidos: en medio de un concierto, adonde llegó la policía a efectuar la redada.
Las autoridades, sin embargo, no se limitaron a apresar y encarcelar a los jóvenes (medidas en sí mismas más que deplorables), sino que apenas teniéndolos a sus disposición procedieron a raparlos, despojándolos de sus características “crestas”, quitarles sus piercings, desnudarlos y echarlos a un río para que se bañaran. Asimismo, se dice que Iskandar Hasan, jefe de la policía, dio a cada uno de los 65 jóvenes un cepillo de dientes al tiempo que les gritaba: ¡Úsenlo!
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Uno de los jóvenes detenidos, de nombre Fauzan, declaró. “¿Por qué? ¿Por qué me han quitado mi pelo? No le hacíamos daño a nadie, es solo nuestra forma de expresarnos. ¿Por qué nos tratan como criminales?”.
“No estamos torturando a nadie, no estamos violando los Derechos Humanos. Simplemente estamos poniendo a estos chicos en el camino moral correcto”, replicó Hasan por su parte.
Luego de este episodio los muchachos fueron recluidos durante diez días en un campo de aislamiento para su “reeducación”. A punto de salir de ahí, Andre, uno de los detenidos, aseguró estar harto de la reeducación y dijo: “Seguiré siendo un punk cuando me dejen ir, porque es la vida que escogí. No pueden cambiar el camino que tomé”.