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La Vanguardia de los Capitalistas
Nosotros los comunistas nos jactamos de ser la vanguardia del proletariado, y tenemos sobrados motivos para ello. Somos quienes ofrecemos la única interpretación explicativa racional de la historia junto con una forma de superación racional de los problemas de la humanidad (materialismo histórico y socialismo), los camaradas de la URSS fueron los pioneros en implantar un modo de producción económico estable sin explotación, etc. También vemos que el capitalismo está en sus últimos estertores (en un horizonte temporal histórico), pues no sólo se le critica, sino que ya ha nacido un modo de producción alternativo (la implementación socialista de la URSS) que le ha forzado a librar una lucha a muerte (2ª guerra mundial y guerra fría). ¿Qué otro modo de producción hegemónico sobrevivió a la aparición de uno nuevo que le hiciera frente? Ninguno. Es bastante significativo que la palabra capitalismo esté desterrada de las mentes burguesas o aburguesadas más ingenuas. El sistema ha perdido su nombre: es un paria. La primera lucha por su supervivencia la ha vencido, como también el feudalismo o el esclavismo tuvieron sus victorias. Cuando se habla de la transición de un modo de producción a otro, las guerras son batallas, y quienes anuncian la victoria última del capitalismo mediante una prodigiosa reconversión lo hacen de un modo falaz. ¿Acaso se ha librado el capitalismo de sus crisis generales? La mejor respuesta es la crisis en la que estamos inmersos. Mientras no se eliminen los motivos que generaron la primera batalla, se presentarán otras. ¿Cuál será la tan prometida lucha final ? Tal y como Marx señaló, los estados siguen sucumbiendo gradualmente ante la concentración del capital (Federación Rusa, Unión Europea, CELAC, EEUU, Unión Africana,...), lo que a su vez dificulta seriamente la reproducción ampliada de capital al reducirse las posibilidades de ampliación de mercados. La superproducción causa cada vez más estragos (basta informarse un poco de los problemas medioambientales y de la explotación de recursos) y las crisis son cada vez más virulentas. ¿No dicen incluso los propios capitalistas que esta crisis no tiene precedentes tanto en magnitud como extensión?
¿Cuál será la tan prometida lucha final ? A mí me gusta creer que será la que esta crisis general desate. Las revueltas sociales sólo se producen, lamentablemente, cuando la población pasa más hambre de lo habitual, esto es: cuando hay un temor generalizado por su bienestar . La actual crisis trae tales situaciones, como ha quedado patente con la subida del precio de los alimentos y la vuelta del hambre como problema social en Grecia. Y esto es sólo el comienzo, pues todavía no hemos tocado fondo. Orientar adecuadamente a las revuletas para que no sean derramamientos de sangre inútiles y éstas se conviertan en revoluciones es una de las labores de los comunistas. Lo que más me inclina a pensar que esta crisis puede alumbrar una batalla al menos de gran trascendencia es la actitud de la vanguardia de los capitalistas. Sí, los más conscientes de la lucha de clases entre los capitalistas empiezan a tener miedo. Uno de los asesores del principal banco de un paraíso fiscal, y por tanto un capitalista con una visión privilegiada de la realidad económica, decía hace ya bastante tiempo que era necesario desempolvar el análisis económico marxista. En concreto, Gorge Magnus, asesor económico senior del UBS (radicado en Suíza). Los militares empiezan a temer por los recortes a quienes deben garantizar la seguridad del capitalismo. Las palabras de Robert Gates (ex-secretario de defensa de EEUU) ante la OTAN sobre el problema de concebir este organismo como una inversión en vez de un garante de la "estabilidad" son del todo elocuentes ("aquellos para los que la Guerra Fría no fue una experiencia educativa como para mí, pueden considerar que el retorno de la inversión de la OTAN no merece la pena"). Sin embargo, ésta no es la mayor expresión del miedo. Al fin y al cabo, esta gente realiza un análisis franco y objetivo, y anima públicamente a actuar en consecuencia. Otros, sin embargo, procuran nadar y guardar la ropa. Así lo demuestran quienes tratan de aliviar la presión de la olla social antes de que los acontecimientos lleguen a un punto de no retorno. Como ejemplo basta citar las iniciativas de Warren Buffet o las de algunos multimillonarios franceses. Su reacción es bien diferente: ante la situación renuncian a posturas maximalistas y hacen pequeñas concesiones tácticas para evitar un mal mayor. No es algo comparable a lo que en tiempos del Zar se cocía ("mejor abolir la servidumbre desde arriba, antes de que se les de por abolirla desde abajo"), pero sí guarda relación con la rebaja del nivel de explotación que se dio en los países donde se concentraba el grueso del capital durante la guerra fría, concesiones voluntarias para poder centrarse en el bloque comunista y olvidarse temporalmente de problemas internos serios. Los trabajadores de EEUU y Europa salieron especialmente favorecidos de esto en el corto plazo, pero su abandono de la conciencia de clase al creer que los derechos podían conquistarse sin sangre trajo más de un problema. Finalmente, la expresión más vívida del miedo es la deserción. Actualmente tales deserciones son minoritarias, y todas ellas se deben más a paliar los efectos de la intensificación de la lucha de clases (en palabras de Marx, "acortar y mitigar los dolores del parto") que a un sentimiento de derrota inminente. Por ello tales deserciones son escasas, aunque se puede intuír que no se producen en un número despreciable viendo la propaganda vacía que con la declaración oficial de crisis sistémica se vio. Aún recuerdo a Bush argumentando que no se podía criticar al capitalismo por un pequeño tropiezo cuando había dado sesenta años de éxitos. Evidentemente, si interpreta que ha dado sesenta años de éxitos tales palabras van dirigidas a los capitalistas y no a los trabajadores.
¿Qué sucederá?
Fuentes:
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Nosotros los comunistas nos jactamos de ser la vanguardia del proletariado, y tenemos sobrados motivos para ello. Somos quienes ofrecemos la única interpretación explicativa racional de la historia junto con una forma de superación racional de los problemas de la humanidad (materialismo histórico y socialismo), los camaradas de la URSS fueron los pioneros en implantar un modo de producción económico estable sin explotación, etc. También vemos que el capitalismo está en sus últimos estertores (en un horizonte temporal histórico), pues no sólo se le critica, sino que ya ha nacido un modo de producción alternativo (la implementación socialista de la URSS) que le ha forzado a librar una lucha a muerte (2ª guerra mundial y guerra fría). ¿Qué otro modo de producción hegemónico sobrevivió a la aparición de uno nuevo que le hiciera frente? Ninguno. Es bastante significativo que la palabra capitalismo esté desterrada de las mentes burguesas o aburguesadas más ingenuas. El sistema ha perdido su nombre: es un paria. La primera lucha por su supervivencia la ha vencido, como también el feudalismo o el esclavismo tuvieron sus victorias. Cuando se habla de la transición de un modo de producción a otro, las guerras son batallas, y quienes anuncian la victoria última del capitalismo mediante una prodigiosa reconversión lo hacen de un modo falaz. ¿Acaso se ha librado el capitalismo de sus crisis generales? La mejor respuesta es la crisis en la que estamos inmersos. Mientras no se eliminen los motivos que generaron la primera batalla, se presentarán otras. ¿Cuál será la tan prometida lucha final ? Tal y como Marx señaló, los estados siguen sucumbiendo gradualmente ante la concentración del capital (Federación Rusa, Unión Europea, CELAC, EEUU, Unión Africana,...), lo que a su vez dificulta seriamente la reproducción ampliada de capital al reducirse las posibilidades de ampliación de mercados. La superproducción causa cada vez más estragos (basta informarse un poco de los problemas medioambientales y de la explotación de recursos) y las crisis son cada vez más virulentas. ¿No dicen incluso los propios capitalistas que esta crisis no tiene precedentes tanto en magnitud como extensión?
¿Cuál será la tan prometida lucha final ? A mí me gusta creer que será la que esta crisis general desate. Las revueltas sociales sólo se producen, lamentablemente, cuando la población pasa más hambre de lo habitual, esto es: cuando hay un temor generalizado por su bienestar . La actual crisis trae tales situaciones, como ha quedado patente con la subida del precio de los alimentos y la vuelta del hambre como problema social en Grecia. Y esto es sólo el comienzo, pues todavía no hemos tocado fondo. Orientar adecuadamente a las revuletas para que no sean derramamientos de sangre inútiles y éstas se conviertan en revoluciones es una de las labores de los comunistas. Lo que más me inclina a pensar que esta crisis puede alumbrar una batalla al menos de gran trascendencia es la actitud de la vanguardia de los capitalistas. Sí, los más conscientes de la lucha de clases entre los capitalistas empiezan a tener miedo. Uno de los asesores del principal banco de un paraíso fiscal, y por tanto un capitalista con una visión privilegiada de la realidad económica, decía hace ya bastante tiempo que era necesario desempolvar el análisis económico marxista. En concreto, Gorge Magnus, asesor económico senior del UBS (radicado en Suíza). Los militares empiezan a temer por los recortes a quienes deben garantizar la seguridad del capitalismo. Las palabras de Robert Gates (ex-secretario de defensa de EEUU) ante la OTAN sobre el problema de concebir este organismo como una inversión en vez de un garante de la "estabilidad" son del todo elocuentes ("aquellos para los que la Guerra Fría no fue una experiencia educativa como para mí, pueden considerar que el retorno de la inversión de la OTAN no merece la pena"). Sin embargo, ésta no es la mayor expresión del miedo. Al fin y al cabo, esta gente realiza un análisis franco y objetivo, y anima públicamente a actuar en consecuencia. Otros, sin embargo, procuran nadar y guardar la ropa. Así lo demuestran quienes tratan de aliviar la presión de la olla social antes de que los acontecimientos lleguen a un punto de no retorno. Como ejemplo basta citar las iniciativas de Warren Buffet o las de algunos multimillonarios franceses. Su reacción es bien diferente: ante la situación renuncian a posturas maximalistas y hacen pequeñas concesiones tácticas para evitar un mal mayor. No es algo comparable a lo que en tiempos del Zar se cocía ("mejor abolir la servidumbre desde arriba, antes de que se les de por abolirla desde abajo"), pero sí guarda relación con la rebaja del nivel de explotación que se dio en los países donde se concentraba el grueso del capital durante la guerra fría, concesiones voluntarias para poder centrarse en el bloque comunista y olvidarse temporalmente de problemas internos serios. Los trabajadores de EEUU y Europa salieron especialmente favorecidos de esto en el corto plazo, pero su abandono de la conciencia de clase al creer que los derechos podían conquistarse sin sangre trajo más de un problema. Finalmente, la expresión más vívida del miedo es la deserción. Actualmente tales deserciones son minoritarias, y todas ellas se deben más a paliar los efectos de la intensificación de la lucha de clases (en palabras de Marx, "acortar y mitigar los dolores del parto") que a un sentimiento de derrota inminente. Por ello tales deserciones son escasas, aunque se puede intuír que no se producen en un número despreciable viendo la propaganda vacía que con la declaración oficial de crisis sistémica se vio. Aún recuerdo a Bush argumentando que no se podía criticar al capitalismo por un pequeño tropiezo cuando había dado sesenta años de éxitos. Evidentemente, si interpreta que ha dado sesenta años de éxitos tales palabras van dirigidas a los capitalistas y no a los trabajadores.
¿Qué sucederá?
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