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Los CUO de León hacen un llamamiento a la unidad y a la movilización
En el contexto de la actual crisis, la situación de la clase trabajadora es, si cabe, aún más grave de lo que habitualmente viene siendo dentro del sistema capitalista. La ofensiva total que el empresariado y sus gobernantes están efectuando contra los trabajadores, va a barrer definitivamente con los pocos derechos que, en materia laboral, se habían conseguido a base de arduas y contundentes luchas protagonizadas por la clase obrera en otros tiempos. Ellos, los empresarios, se posicionan unidos y organizados, para ir conquistando legislativamente aún más privilegios en base a la anulación del trabajador como ser humano, convirtiéndolo en una cifra más, en un recurso más, de entre todos los que manejan. Y lo hacen sin discrepancias públicas, sin fisuras en sus organizaciones, luchan unidos por sus intereses.
No cabe entonces otra solución para los trabajadores. Siendo más necesaria aún nuestra unidad y nuestra organización, pues desde los distintos poderes se nos ningunea, no se escuchan en absoluto nuestras demandas, ni se nos tienen en cuenta nuestros escasos derechos. Por tanto, la experiencia nos muestra que tan sólo con unidad de acción y fortaleza organizativa conseguiremos la fuerza necesaria para que se nos escuche y se nos respete, para cambiar esta situación. Es necesario superar el individualismo inoculado en la mentalidad del trabajador y la actual división existente entre las distintas siglas sindicales. Desde esta perspectiva surge la iniciativa de poner en marcha los denominados Comités para la Unidad Obrera, como alternativa de unidad, acción y lucha conjuntas que cohesionen al movimiento obrero.
A los trabajadores con empleo o desempleados, a los jóvenes que hoy estudian pero que mañana tendrán que trabajar, a los trabajadores inmigrantes, etc. A todos nos unen reivindicaciones muy concretas y la necesidad de ser protagonistas de nuestra verdadera existencia y de poder transformar y administrar nuestras vidas. Es necesario que, al margen de nuestras afiliaciones sindicales y, desde luego, sin romper con ellas, nos procuremos una herramienta efectiva en forma de organización y unidad a la hora de efectuar la acción y la lucha de cualquier colectivo de trabajadores que se vea afectado por las medidas coaccionadoras y represivas del empresariado, y que así nos impliquemos el resto de trabajadores de la sociedad leonesa. Con este objetivo, entre otros, surge la creación del Comité para la Unidad Obrera en León.
En esta provincia en la que sectores principales como la minería, la agricultura y la ganadería han sido desmantelados por indicación suprema de la Unión Europea; una provincia muy poco industrializada, y en la que las industrias existentes tienen plantillas de trabajadores poco numerosas; industrias en las que para obtener más beneficios, incluso así, se promueve la destrucción de empleos, bajo la forma de expedientes de regulación y extinción de empleo subvencionados con dinero que mayoritariamente proviene de los impuestos pagados por esa mayoría social que es la clase trabajadora, y que no recibe, a cambio sino precariedad y despidos.
Y en esta ciudad, León, donde el sector servicios es la base de una economía en la que los trabajos con jornadas excesivas y salarios deficientes son predominantes. En esta ciudad en la que una gran parte de los asalariados son empleados públicos, funcionarios o personal laboral de la administración, los cuales son víctimas en estos tiempos de gran parte de los recortes efectuados con la excusa de la tan manida crisis, para depauperar a un sector público saqueado por sus gestores, no sólo con el objetivo de precarizar y disminuir los salarios de sus empleados, sino también para justificar futuras privatizaciones.
Pues en esta provincia de León, en sus pueblos y ciudades, tenemos un amplio abanico de coincidentes condiciones objetivas que nos aseguran un futuro poco positivo para quienes somos trabajadores. Ayer fueron los trabajadores y compañeros de La Azucarera, de Elosúa, de la Harinera Leonesa, de Antibióticos, del Grupo Unigro, etc. Hoy son los compañeros de Elmar, de Atento, de LM, de Aceros Roldán, de Friger, DC Wafers, Nostrus, Musac… Mañana, sin duda, podemos ser cualquiera de nosotros. Unos, otros, aquéllos, éstos, TODOS somos clase trabajadora. Por tanto, no hay otro camino que la unidad y la organización colectiva de la clase a la que pertenecemos si queremos asegurarnos la posibilidad de defender nuestros derechos, nuestros salarios, nuestros trabajos y nuestra dignidad.
Por la unidad, por la solidaridad, por la lucha organizada y colectiva de la clase obrera:
¡¡¡¡UNETE A LOS COMITÉS PARA LA UNIDAD OBRERA!!!!
¡¡¡¡ÚNETE AL C.U.O. DE LEÓN!!!!
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En el contexto de la actual crisis, la situación de la clase trabajadora es, si cabe, aún más grave de lo que habitualmente viene siendo dentro del sistema capitalista. La ofensiva total que el empresariado y sus gobernantes están efectuando contra los trabajadores, va a barrer definitivamente con los pocos derechos que, en materia laboral, se habían conseguido a base de arduas y contundentes luchas protagonizadas por la clase obrera en otros tiempos. Ellos, los empresarios, se posicionan unidos y organizados, para ir conquistando legislativamente aún más privilegios en base a la anulación del trabajador como ser humano, convirtiéndolo en una cifra más, en un recurso más, de entre todos los que manejan. Y lo hacen sin discrepancias públicas, sin fisuras en sus organizaciones, luchan unidos por sus intereses.
No cabe entonces otra solución para los trabajadores. Siendo más necesaria aún nuestra unidad y nuestra organización, pues desde los distintos poderes se nos ningunea, no se escuchan en absoluto nuestras demandas, ni se nos tienen en cuenta nuestros escasos derechos. Por tanto, la experiencia nos muestra que tan sólo con unidad de acción y fortaleza organizativa conseguiremos la fuerza necesaria para que se nos escuche y se nos respete, para cambiar esta situación. Es necesario superar el individualismo inoculado en la mentalidad del trabajador y la actual división existente entre las distintas siglas sindicales. Desde esta perspectiva surge la iniciativa de poner en marcha los denominados Comités para la Unidad Obrera, como alternativa de unidad, acción y lucha conjuntas que cohesionen al movimiento obrero.
A los trabajadores con empleo o desempleados, a los jóvenes que hoy estudian pero que mañana tendrán que trabajar, a los trabajadores inmigrantes, etc. A todos nos unen reivindicaciones muy concretas y la necesidad de ser protagonistas de nuestra verdadera existencia y de poder transformar y administrar nuestras vidas. Es necesario que, al margen de nuestras afiliaciones sindicales y, desde luego, sin romper con ellas, nos procuremos una herramienta efectiva en forma de organización y unidad a la hora de efectuar la acción y la lucha de cualquier colectivo de trabajadores que se vea afectado por las medidas coaccionadoras y represivas del empresariado, y que así nos impliquemos el resto de trabajadores de la sociedad leonesa. Con este objetivo, entre otros, surge la creación del Comité para la Unidad Obrera en León.
En esta provincia en la que sectores principales como la minería, la agricultura y la ganadería han sido desmantelados por indicación suprema de la Unión Europea; una provincia muy poco industrializada, y en la que las industrias existentes tienen plantillas de trabajadores poco numerosas; industrias en las que para obtener más beneficios, incluso así, se promueve la destrucción de empleos, bajo la forma de expedientes de regulación y extinción de empleo subvencionados con dinero que mayoritariamente proviene de los impuestos pagados por esa mayoría social que es la clase trabajadora, y que no recibe, a cambio sino precariedad y despidos.
Y en esta ciudad, León, donde el sector servicios es la base de una economía en la que los trabajos con jornadas excesivas y salarios deficientes son predominantes. En esta ciudad en la que una gran parte de los asalariados son empleados públicos, funcionarios o personal laboral de la administración, los cuales son víctimas en estos tiempos de gran parte de los recortes efectuados con la excusa de la tan manida crisis, para depauperar a un sector público saqueado por sus gestores, no sólo con el objetivo de precarizar y disminuir los salarios de sus empleados, sino también para justificar futuras privatizaciones.
Pues en esta provincia de León, en sus pueblos y ciudades, tenemos un amplio abanico de coincidentes condiciones objetivas que nos aseguran un futuro poco positivo para quienes somos trabajadores. Ayer fueron los trabajadores y compañeros de La Azucarera, de Elosúa, de la Harinera Leonesa, de Antibióticos, del Grupo Unigro, etc. Hoy son los compañeros de Elmar, de Atento, de LM, de Aceros Roldán, de Friger, DC Wafers, Nostrus, Musac… Mañana, sin duda, podemos ser cualquiera de nosotros. Unos, otros, aquéllos, éstos, TODOS somos clase trabajadora. Por tanto, no hay otro camino que la unidad y la organización colectiva de la clase a la que pertenecemos si queremos asegurarnos la posibilidad de defender nuestros derechos, nuestros salarios, nuestros trabajos y nuestra dignidad.
Por la unidad, por la solidaridad, por la lucha organizada y colectiva de la clase obrera:
¡¡¡¡UNETE A LOS COMITÉS PARA LA UNIDAD OBRERA!!!!
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