Aunque el vínculo entre marihuana y psicosis estaba bien establecido en la ciencia, un estudio publicado a comienzos de este mes por el “British Medical Journal” ha confirmado que el uso de la marihuana pude desencadenar eventos psicóticos.
El estudio fue dirigido por el profesor Jim van Os de la Universidad de Maastricht en Holanda e incluyó a investigadores de ese país, Alemania, Suiza y el Reino Unido. Los científicos excluyeron del estudio, llevado a cabo en Alemania, a las personas que informaron haber usado la droga o que tenían síntomas preexistentes de psicosis al inicio de la investigación. Los participantes, 1.900 personas de entre 14 y 24 años, fueron sometidos durante un período de 10 años a análisis para observar su uso de marihunana y síntomas psicóticos en tres ocasiones durante los 10 años que duró el estudio.
Hasta ahora no era claro si la droga provocaba el trastorno o si existían otros factores pero esta investigación ha descubierto que el uso de marihuana incrementa de forma “significativa” el riesgo de síntomas psicóticos, incluso cuando se tomaron en cuenta otros factores como el estatus socioeconómico, uso de otras drogas y otros trastornos psiquiátricos.
Robin Murray, psiquiatra del Instituto de Psiquiatría de Londres, afirma que “el estudio apoya la evidencia que ya se tiene que muestra que el uso de variedades tradicionales de marihuana es una causa contribuyente de enfermedades psicóticas como la esquizofrenia”. Según el experto, éste es uno de 10 estudios prospectivos que han apuntado en la misma dirección. Sin embargo, agrega, no responde a la pregunta de si el “skunk” (una variedad más potente de marihuana) y otros tipos de la droga conllevan un mayor riesgo de psicosis que la marihuana tradicional.
Un estudio publicado en 2009 en el “British Journal of Psychiatry” encontró que la gente que usa “skunk” tenía más probabilidades de desarrollar psicosis que quienes usaban variedades menos potentes de marihuana.
En un comentario en la misma publicación, expertos de las universidades de Queensland y Melbourne, en Australia, afirman que la prevalencia de psicosis podría reducirse disuadiendo a los jóvenes del uso de marihuana.
Los expertos cuestionan también la decisión de algunos países, como el Reino Unido, de criminalizar el uso de esta droga “a pesar de que la evidencia muestra que el retiro de esas penas tiene muy poco o ningún efecto en las tasas de su uso”.
El cannabis es un derivado extraído de la planta del cáñamo. Sus efectos se deben al delta-9-tetrahidrocanabinol (THC), responsable de sus efectos en el cerebro. Cuando el consumidor toma esta sustancia, el THC llega rápidamente al cerebro a través del torrente sanguíneo, por lo que sus efectos se sienten a los pocos minutos y pueden durar hasta dos o tres horas.
El THC se encuentra en diferentes proporciones según el preparado que se utilice: marihuana que es el resultado de la trituración de flores, hojas y tallos secos, con una concentración de entre el 1 por ciento y el 5 por ciento, y el hachís elaborado a partir de la resina de las flores de la planta hembra y con una concentración del 15 por ciento-50 por ciento.
Por el contrario, otro compuesto del cannabis, el cannabidiol (CBD), puede prevenir los síntomas sicóticos en los enfermos propensos, e incluso es positivo para el tratamiento de la esquizofrenia.
Los derivados del cannabis son las drogas ilegales más consumidas en el mundo; en 2003, el 30 por ciento de los españoles entre 15 y 64 años declaraba haberla probado alguna vez.
El estudio fue dirigido por el profesor Jim van Os de la Universidad de Maastricht en Holanda e incluyó a investigadores de ese país, Alemania, Suiza y el Reino Unido. Los científicos excluyeron del estudio, llevado a cabo en Alemania, a las personas que informaron haber usado la droga o que tenían síntomas preexistentes de psicosis al inicio de la investigación. Los participantes, 1.900 personas de entre 14 y 24 años, fueron sometidos durante un período de 10 años a análisis para observar su uso de marihunana y síntomas psicóticos en tres ocasiones durante los 10 años que duró el estudio.
Hasta ahora no era claro si la droga provocaba el trastorno o si existían otros factores pero esta investigación ha descubierto que el uso de marihuana incrementa de forma “significativa” el riesgo de síntomas psicóticos, incluso cuando se tomaron en cuenta otros factores como el estatus socioeconómico, uso de otras drogas y otros trastornos psiquiátricos.
Robin Murray, psiquiatra del Instituto de Psiquiatría de Londres, afirma que “el estudio apoya la evidencia que ya se tiene que muestra que el uso de variedades tradicionales de marihuana es una causa contribuyente de enfermedades psicóticas como la esquizofrenia”. Según el experto, éste es uno de 10 estudios prospectivos que han apuntado en la misma dirección. Sin embargo, agrega, no responde a la pregunta de si el “skunk” (una variedad más potente de marihuana) y otros tipos de la droga conllevan un mayor riesgo de psicosis que la marihuana tradicional.
Un estudio publicado en 2009 en el “British Journal of Psychiatry” encontró que la gente que usa “skunk” tenía más probabilidades de desarrollar psicosis que quienes usaban variedades menos potentes de marihuana.
En un comentario en la misma publicación, expertos de las universidades de Queensland y Melbourne, en Australia, afirman que la prevalencia de psicosis podría reducirse disuadiendo a los jóvenes del uso de marihuana.
Los expertos cuestionan también la decisión de algunos países, como el Reino Unido, de criminalizar el uso de esta droga “a pesar de que la evidencia muestra que el retiro de esas penas tiene muy poco o ningún efecto en las tasas de su uso”.
El cannabis es un derivado extraído de la planta del cáñamo. Sus efectos se deben al delta-9-tetrahidrocanabinol (THC), responsable de sus efectos en el cerebro. Cuando el consumidor toma esta sustancia, el THC llega rápidamente al cerebro a través del torrente sanguíneo, por lo que sus efectos se sienten a los pocos minutos y pueden durar hasta dos o tres horas.
El THC se encuentra en diferentes proporciones según el preparado que se utilice: marihuana que es el resultado de la trituración de flores, hojas y tallos secos, con una concentración de entre el 1 por ciento y el 5 por ciento, y el hachís elaborado a partir de la resina de las flores de la planta hembra y con una concentración del 15 por ciento-50 por ciento.
Por el contrario, otro compuesto del cannabis, el cannabidiol (CBD), puede prevenir los síntomas sicóticos en los enfermos propensos, e incluso es positivo para el tratamiento de la esquizofrenia.
Los derivados del cannabis son las drogas ilegales más consumidas en el mundo; en 2003, el 30 por ciento de los españoles entre 15 y 64 años declaraba haberla probado alguna vez.