LA REVOLUCION ALBANESA
ALBANIA es un pequeño país ubicado en los Balcanes europeos, perteneciendo geográficamente a Europa, pero, en los hechos formando parte del amplio mundo de la explotación y la pobreza que rodea el centro capitalista.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, Albania pasó por una serie de ocupaciones ya sea por parte de los invasores turcos o los grandes señores servios. Finalmente, antes de su independencia sufrió la dominación italiana.
La segunda guerra fue un factor decisivo para el surgimiento de la Nueva Albania, gracias a la lucha abnegada y valerosa de su pueblo combatiente. En efecto, Mussolini quería restaurar el viejo Imperio Romano y creyéndose un nuevo Cesar comenzó su aventura expansionista apoderándose de la pequeña Albania gobernada por entonces por un Rey despreciable y anti-nacional: el Rey Zog.
Sin embargo, esta tragedia del pueblo albanés se convirtió en una verdadera prueba de fuego. La rebeldía proverbial de su gente se fue manifestando poco a poco en la lucha de resistencia que finalmente alcanzó el triunfo definitivo.
Pero veamos justamente, el curso de ese proceso:
«La ocupación de Albania por Italia, marca para el pueblo albanés el comienzo de un duro período de servidumbre fascista. Los invasores italianos dejaron intacto el sistema feudal y burgués. Por otra parte, comenzaron a aplicar inmediatamente un extenso plan de medidas políticas, económicas y administrativas, que tenían por objeto legalizar y consolidar el régimen de ocupación, italianizar el país, robar sus riquezas y transformarlo en una base para intensificar la agresión en los Balcanes y hacia Oriente.....» (42)
En junio de 1940, cuando los verdaderos comunistas de los grupos de Albania luchaban contra el fascismo y contra los trotskistas para unir el movimiento comunista, Italia entró en guerra al lado de la Alemania hitleriana. El 28 de octubre de 1940, las tropas italianas atacaron a Grecia desde el territorio albanés. La guerra italo-griega trajo nuevos sufrimientos y destrucciones al pueblo albanés.
«Los acontecimientos de la primavera de 1941 cambiaron totalmente la situación en los Balcanes. La Alemania Hitlerista, luego de haber invadido a Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica y Francia, penetró con sus tropas en Finlandia, Rumania y Bulgaria y en abril de 1941 atacó a Yugoslavia y Grecia. En pocos días las fuerzas alemanas ocuparon estos países, permitiendo que las fuerzas italianas recuperaran Albania del sur y entraran en Grecia...». (43)
La guerra italo-griega causó grandes pérdidas materiales a Albania pues constituyó el principal teatro de dicha confrontación.
Italia, no obstante su supremacía bélica no logró ventajas considerables en la guerra y fue la intervención directa de Alemania tanto en Albania como en Grecia lo que salvó o mejor estabilizó la situación momentáneamente para los invasores.
En la primavera de 1941, comenzó verdaderamente la resistencia guerrillera del pueblo albanés cuando el destacamento de Myslim Peza comenzó a realizar acciones armadas contra los invasores fascistas. Estas primeras acciones que contaron desde su inicio con la participación de los comunistas, coincidieron con la gran agresión nazi contra la Unión Soviética.
Enver Hoxha, decía:
« Nuestra lucha no comenzó después de que la Unión Soviética entró en guerra, sino en cuanto ella entraba, nuestro pueblo no sintió que la sangre se vertía en vano...» (44)
Los diversos grupos comunistas que actuaban ya en distintas zonas de Albania intentaron y lograron una unidad casi inmediata que fue consolidada en agosto de 1941 oportunidad en la que se disolvieron dichos grupos y se fundó el Partido Comunista de Albania. En realidad no fue sino en noviembre de dicho año que se celebraría la reunión clandestina que fundó el Partido y entre los principales dirigentes se encontraban Enver Hoxha, Qemal Stafa, Vasil Shanto, Pilo Peristeri y otros.
La primera resolución de aquella histórica reunión de fundación del Partido, decía:
« Combatir por la independencia nacional del pueblo albanés y por un gobierno popular democrático en una Albania libre del fascismo...» (45)
En efecto, la contradicción principal que existía en Albania y que reclamaba una solución inmediata era la expulsión de los invasores fascistas que ponían en riesgo la existencia misma de la nación albanesa. El desarrollo de la lucha armada permitió la consecución de las primeras zonas liberadas del yugo fascista en las que se inició la construcción del nuevo ordenamiento social.
En septiembre de 1942, se funda el Frente de Liberación Nacional en la Conferencia de Peza reuniéndose a todas las fuerzas que luchaban efectivamente contra el invasor y excluyéndose a las restantes que no tenían una posición clara. Este fue el caso del grupo «Balli Kombetar» que adhirió demagógicamente a la Conferencia de Peza, pero en los hechos continuo saboteando la guerra de resistencia sembrando la confusión en el campo popular.
La lucha antífascista del pueblo albanés se realizaba en condiciones sumamente complejas. Como en la Unión Soviética, se manifestaban constantemente tendencias divisionistas alentadas sobre todo por los trotskistas agrupados en la organización denominada «Zjarri» que fue excluida del Partido. Al mismo tiempo se desmanteló también al «Balli Kombetar» que desarrollaba similar actividad.
Por otro lado, las grandes victorias soviéticas, sobre todo la grandiosa victoria de Stalingrado infundió nuevas y vigorosas fuerzas al pueblo albanés que consideró como suyas las imponentes victorias del ejército soviético en el Volga.
La Primera Conferencia Nacional del Partido había determinado la organización del Ejército de Liberación Nacional en base a las distintas unidades de guerrilleros que combatían en todo el país y además la preparación de la insurrección nacional que debería echar para siempre a los invasores de Albania. En junio de 1943 se decidió finalmente la creación del Estado Mayor General del Ejército de Liberación Nacional (ELNA), siendo elegido Enver Hoxha comisario político del Estado Mayor. Por entonces el ejército contaba aproximadamente con diez mil hombres organizados en unidades guerrilleras, además fuera de esos efectivos se contaba con destacamentos voluntarios provenientes de las aldeas liberadas.
En septiembre de 1943, Italia fascista firmó su capitulación ante las fuerzas aliadas que habían invadido la península por el sur. El Ejército italiano de ocupación se dividió en dos fracciones ante la emergencia. Una parte se entregó a los alemanes deponiendo sus armas y pertrechos, pero otra parte capituló ante el Ejército de Liberación, aceptando algunos de sus miembros unirse a la lucha antinazi, así se organizo el batallón "Antonio Gramsci” que fue incorporado al Ejército de Liberación de Albania.
Los alemanes habían quedado solos como invasores de Albania e inmediatamente procuraron tomar las posiciones que habían quedado abandonadas por los italianos. Grandes batallas y duros combates se libraron entre los nuevos invasores y las fuerzas de la resistencia. 70 000 mil hombres sumaban las fuerzas alemanas que pretendían ocupar todo el país. La guerra de liberación había iniciado el período final.
En mayo de 1943 llegó a Albania una misión del mando anglo-americano sin haber sido invitada al país e inmediatamente se puso en contacto con las organizaciones contrarrevolucionarias del «Balli Kombetar» y el «Legaliteti». Es importante anotar que ni siquiera cuando estas dos organizaciones se pasaron al lado de los alemanes para combatir al Frente de Liberación Nacional, les fue cortada la ayuda anglo-americana. Ahora, con mayor razón, a medida que se acercaba la liberación, los imperialistas necesitaban tener en Albania fuerzas que se opusieran al poder popular que ya se creaba por la acción heroica de los revolucionarios.
Se comenzó a manejar la idea peregrina de la restauración del régimen de Zog, el viejo rey albanés y en particular era Churchill el estratega de esta maniobra contra la lucha liberadora del pueblo albanés. Los reaccionarios, bien respaldados por los ingleses y norteamericanos, habían resucitado al "Balli" y conseguían en alguna medida confundir la lucha popular y desviarla hacia la restauración del viejo orden anterior a la invasión fascista de Albania. En algunas regiones como en Berat y Gjirokastra, las fuerzas revolucionarias no pudieron impedir que, después de la capitulación de los italianos, el poder de la región cayera en poder del "Balli" respaldado por los americanos.
En el invierno de 1943-44, los ocupantes alemanes se lanzaron a la última campaña de gran envergadura con el propósito de destruir definitivamente al Ejército de Liberación Nacional. Un total de 45 000 hombres participaron en la operación que se dividió en dos fases, una dirigida al norte y centro de Albania con el objeto de aniquilar a las fuerzas principales del ELNA y otra dirigida al sur para impedir que esas fuerzas apoyaran y colaboraran a las del norte. Nuevamente se dieron grandes combates y rudos enfrentamientos. Las bajas del ELNA fueron crecidas y por un momento la propia dirección del Ejército con Hoxha al frente cayó cercada en la zona de Cermenika. Finalmente, las fuerzas populares lograron romper los cercos fracasando ruidosamente la ofensiva alemana. Sin embargo, las pérdidas habían sido muy elevadas. El terror nazi-fascista había golpeado duramente a la población civil, aldeas íntegras habían sido reducidas a cenizas, miles de hombres, mujeres, ancianos niños fueron fusilados, quemados vivos o enviados a los campos de concentración. Todas las ciudades ocupadas habían sido convertidas en verdaderos campos de concentración. El 4 de febrero de 1944 se dio la gran masacre de Tirana anunciada así por la prensa alemana:
« La sangre debe correr a mares por las calles de Tirana, si queremos establecer la tranquilidad. Un día de terror asegura diez años de calma...» (46)
Es evidente que el momento más difícil del proceso revolucionario y de liberación nacional se dio precisamente
en el invierno de 1943-44. Solamente el heroísmo, el valor y la entrega sin límites del pueblo albanés en todas sus capas y sectores, hizo posible la derrota de la gran agresión alemana.
La Historia del Partido, dice:
«En esas horas difíciles, en esas situaciones complejas, el que el movimiento estuviera dirigido constantemente por el Comité Central del Partido y por el camarada Enver Hoxha en persona, fue de una inmensa importancia. Los vínculos de estos con los comités regionales y con los órganos políticos del Ejército de Liberación Nacional eran permanentes....». (47)
Fracasada la brutal intentona alemana de despedazar Albania, la resistencia nacional cobro nuevo impulso. El ELNA pasó a la contraofensiva en todos los frentes y se volvieron a liberar antiguas, zonas que habían caído, de nuevo, en poder del enemigo. Comenzó a sentirse que la crisis se había apoderado de las filas enemigas que ya sentían la proximidad del ejército rojo que perseguía a las huestes hitlerianas que huían hacia el oeste de Europa.
En estas circunstancias, se convoca al Primer Congreso Antifascista de Liberación Nacional que se realiza en Permet en mayo de 1944. La decisión más importante del congreso es la creación del Estado Albanés de Democracia Popular sobre la base de un Consejo Antifascista y un gobierno democrático provisional. Se daban así los pasos firmes que impedirían las maniobras de los mandos "aliados" de echar las ruedas de la historia para atrás y restaurar en Albania el antiguo orden de pre-guerra.
En mayo de 1944, el Comandante Supremo, Enver Hoxha, dio la orden general al ELNA de lanzarse a la ofensiva general para la liberación completa de Albania. Simultáneamente los alemanes también habían dispuesto nuevos ataques ya desesperados. El teatro de los combates fue la zona central de Korca-Elbasan-Berat-Permet, donde se libraron encarnizados combates. Durante un mes la situación no se definía, hasta que el 25 de junio la Primera División de Choque del ELNA atravesó el río Shkumbin y sorprendió al enemigo. Los destacamentos guerrilleros penetraron profundamente en el interior de Albania central y se dirigieron a la región de Dibra.
Cuando se veía venir el derrumbe total de las fuerzas de ocupación alemanas y, como consecuencia, la victoria aplastante del ELNA, los "aliados” desesperados ante la perspectiva de una Albania socialista, intentaron, por todos los medios impedir o por lo menos mediatizar el triunfo popular. Ofrecieron desembarcar tropas aliadas en el litoral albanés con el pretexto de la lucha conjunta contra el invasor alemán, pero en realidad con el propósito de yugular y estrangular las fuerzas de la resistencia en convivencia tácita con el ocupante alemán. El Alto Mando del ELNA rechazó completamente los ofrecimientos de “ayuda” y afirmó contundentemente que Albania estaba en condiciones de liberar el país con sus propias fuerzas y que no necesitaba ayuda de ninguna naturaleza de fuerzas extranjeras. Los ingleses intentaron un desembarco unilateral en la región de Saranda, pero fueron obligados a reembarcarse por la actitud resuelta de las brigadas del ELNA.
La llegada a Albania de una misión de alto nivel del Ejército Rojo contribuyó enormemente a acrecentar el prestigio del ELNA y puso su cuota en la detención de los planes “aliados" de “liberar" Albania como lo harían en Grecia y otros países que fueron efectivamente liberados por sus respectivos pueblos encabezados por los combatientes comunistas siendo posteriormente traicionados por las fuerzas “aliadas” que cosecharon la victoria.
La liberación de Tirana, la capital, se produjo después de 19 días de intensos combates que fueron llevados a cabo por el Primer Cuerpo de Ejército comandado por Mehmet Shehu. Por fin, el 17 de noviembre de 1944, la bandera de la victoria se izó sobre Tirana. El pueblo había participado activamente en la batalla por la capital apoyando decisivamente a las fuerzas de la liberación.
Se había completado el proceso de la guerra de liberación y simultáneamente, gracias a la inteligente dirección política del Partido, también se había obtenido el triunfo de la revolución. La revolución albanesa triunfó en las condiciones más difíciles y complejas del fin de la guerra mundial. Por su condición de país pequeño, parecía destinado a ser presa fácil de la "liberación" de los aliados y así hubiera sido de no estar presente esa vanguardia revolucionaria marxista-leninista de Enver Hoxha, Mehmet Shehu y otros dirigentes. La heroica lucha guerrillera, la persistencia en los principios, la abnegación y entrega sin reparos de sus obreros y campesinos, el orgullo tradicional del combatiente albanés hicieron posible un histórico triunfo que no puede ser desvalorizado por tratarse de un país pequeño, como quieren y querían hacer pensar algunos oportunistas.
Albania revolucionaria demostró pues una verdad muy importante. No importa la escasez de recursos, no importa el aislamiento de la lucha, si se tiene una dirección probada, leal y firme. El verdadero internacionalismo se confunde con un profundo patriotismo cuando ambos son sinceros y auténticos. Así podemos ver el enorme agradecimiento que tienen Albania y sus líderes a la ayuda moral que les presto la Unión Soviética en tiempos de Stalin hasta convertirlo en un verdadero héroe nacional, hecho este que no choca con el profundo patriotismo, amor a Albania que se nota en toda la dirección de ese partido revolucionario.
El 29 de noviembre de 1944, se había completado la liberación del país con la liberación de la última ciudad importante: Shkodra y significó la total liberación y el triunfo revolucionario.
Si recordamos la historia veremos que el Ejército Rojo de la Unión Soviética todavía combatía en la Europa Oriental contra los hitlerianos en retirada. Entonces, está probado que Albania se liberó fundamentalmente por sus propias fuerzas y esto explica suficientemente el orgullo de los patriotas y revolucionarios albaneses sobre la legitimidad y valor de su propio triunfo. Esto prueba, además, que no fueron los soviéticos los que por así decirlo, regalaron la victoria al pueblo albanés.
Sin embargo, para ser totalmente justos, tampoco puede desconocerse que la liberación albanesa fue posible también gracias a que fuerzas enormes de ocupación alemanas fueron rápidamente retiradas de Albania, Yugoslavia, Grecia, Italia y otras regiones para ser enviadas al frente oriental que se desmoronaba ante la arremetida soviética. En este sentido, la ayuda soviética a Albania viene a ser incontestable.
La "Historia del Partido", dice:
«El 29 de noviembre, con la completa liberación de la patria y con el triunfo de la revolución popular en Albania, acabó el dominio fascista; al mismo tiempo fue abolida toda dependencia de las potencias imperialistas, y suprimido cualquier vinculo y relación esclavizante con estas potencias; el pueblo albanés conquistó su plena independencia nacional, derroco la dominación política de los terratenientes y de la burguesía». (48)
Es importante señalar, como lo indica la Historia del Partido que: «los combates en la capital (Tirana) y en sus alrededores estaban dirigidos por el comandante de la I División Mehmet Shehu.» (49)
EL SOCIALISMO EN UN PEQUEÑO GRAN PAIS
Albania es un pequeño país situado en las costas del Mar Mediterráneo y a la entrada del mar Adriático, frente a las costas meridionales de Italia. País montañoso y uno de los más pobres de Europa, fue víctima, una y otra vez, de sus poderosos vecinos, ante todo de Italia, que quisieron avasallarlo. Sin embargo, Albania luchó siempre por su independencia desde los tiempos de su héroe nacional máximo Skanderberg.
Durante la Segunda Guerra Mundial (SGM), Albania fue agredida y ocupada por la Italia fascista de Mussolini, empero nunca la ocupación fue total. Encabezados los patriotas albaneses por el Partido Albanés del Trabajo (comunista), lucharon valientemente y en condiciones sumamente difíciles contra la ocupación nazi-fascista, implementando durante varios años una guerra de guerrillas.
Albania tuvo la suerte, después del triunfo patriótico y revolucionario liberador del hitlerismo, de contar con la gran simpatía de José Stalin que la consideraba una pequeña y gran aliada en el llamado campo socialista. Las grandes dificultades de Albania que ya habían tenido lugar desde la propia Guerra Mundial por la intervención y el chovinismo yugoslavo, continuaron cuando Albania se encaminó por el camino de la construcción socialista en 1945 y se agudizaron aún más en 1949, cuando la Yugoslavia de Josif Broz (Tito), rompió bruscamente con Stalin, la Tercera Internacional y el campo socialista, proclamando un socialismo autogestionario no "ortodoxo", en la teoría, pero ligándose muy estrechamente al campo imperialista en la práctica.
Enver Hoxha, el jefe del Partido Comunista Albanés (PTA), ha escrito varias obras, una de ellas: "Los Titistas", que es un relato pormenorizado de la enorme cantidad de intrigas, sabotajes, maniobras y chantajes que realizó la Yugoslavia de Tito para someter a Albania.
Escuchemos algunos pasajes de la obra citada:
«Todos los hechos, documentados, confirman que los dirigentes del Partido Comunista Yugoslavo, con Tito a la cabeza, habían elaborado planes para someter al Partido Comunista de Albania, colocarle directamente bajo su dirección y, como consecuencia, que nuestra lucha de Liberación Nacional se transformara en un apéndice de la suya. Habían pensado y planificado que con la liberación de Albania dispondrían de gente suya por todas partes y actuarían con Albania según su capricho en todos los sentidos, el lo político, económico, militar organizativo y a nivel internacional....» (1)
«Su lucha y sus esfuerzos antimarxistas y anti-albaneses se hicieron más descarados y brutales especialmente después del II Pleno del CC del PCA celebrado en Berat en noviembre de 1944, y en todo el período desde la Liberación en adelante...» (2)
Como Albania permaneció firmemente aliada a la Unión Soviética, Yugoslavia inició un largo proceso de hostigamiento, provocación y agresión en amplia escala y por todos los medios contra Albania. En realidad Yugoslavia buscaba la anexión de Albania, para convertirla en su séptima república. (La Federación Yugoslava constaba de seis repúblicas: Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Macedonia).
Trataremos de exponer brevemente la magnitud y el carácter de la política anti-albanesa y anti-marxista de la dirección yugoslava de Tito, a través de algunos párrafos de Hoxha:
«El período comprendido entre comienzos de noviembre de 1947 y marzo-abril de 1948 quedará en la historia como uno de los períodos más graves y peligrosos que hayan atravesado nunca nuestro Partido y nuestro pueblo. Fueron unos meses en los que nos encontramos frente a la batalla final de los titistas por la eliminación del PCA y la anexión de Albania. Pero al mismo tiempo no era una batalla de especial importancia únicamente para los titistas. Era también una de nuestras más agudas y gloriosas batallas contra el revisionismo moderno....» (3)
«Tito y cia., se lanzarían al ataque en un terreno que conocían al detalle. Los cinco o seis años de lazos recíprocos habían hecho que conocieran bien dónde tenían los puntos débiles y fuertes, dónde tenían adversarios y dónde apoyos en nuestro seno. Lo contrario ocurría entre nosotros. Acabábamos de llegar a la conclusión de que teníamos que vérnolas con la dirección de un Partido que no seguía un camino correcto y leninista, al menos hacia nosotros. Pero lo peor era que nuestra conclusión sobre que la dirección yugoslava se comportaba deslealmente y que aplicaba hacia nosotros una línea antimarxista y antialbanesa, en aquellos momentos no podía manifestarse abiertamente, ni siquiera en nuestro Buró Político. En el seno del Buró existía el lobby pro-yugoslavo encabezado por Koci Xoxe (Dodje) que se esforzaba por tomarse la completa revancha.......» (4)
« Por otra parte, en esta etapa, como en todos nuestros enfrentamientos con los revisionistas yugoslavos, nos encontramos casi aislados frente a enemigos brutales y experimentados en la vileza y la maldad. Nadie se encontró a nuestro lado en aquellos graves momentos.......» (5)
El revisionismo yugoslavo de Tito, tenía pues verdaderos agentes en el seno de la propia dirección del Partido albanés, entre ellos el conocido Koci Xoxe y la verdad es que, en un principio, el propio José Stalin pensaba que Albania podía integrarse en la Federación Yugoslava, pero cuando comprendió el ansia de libertad e autonomía del fuerte pueblo albanés, apoyó decididamente su independencia completa.
Mientras vivió Stalin, Albania parecía segura y en Occidente se hablaba de la nación más "satelizada" con respecto a la Unión Soviética. Sin embargo, la "suerte" de Albania duró poco, en 1953, la muerte de Stalin significó el ascenso, como sabemos, del grupo revisionista de Nikita Jruschov. Este líder revisionista soviético pensó que la pequeña Albania, tan stalinista en el pasado cercano, se prosternaría rápidamente ante la nueva dirección soviética y actuó de una forma tan altanera y prepotente que su asombro no podía ser más grande cuando comprendió muy pronto que trataba efectivamente con una verdadera revolución, un partido independiente y líderes con mucha personalidad, lo que no pasó en las otras repúblicas del este socialista de Europa.
Jruschov exigió de la manera más burda y autoritaria un apoyo inmediato de Albania para sus posiciones en las cada vez más enconadas discrepancias con la China de Mao Tse-tung.
Como vemos, Hoxha y el Partido albanés resistieron con alto valor civil y heroísmo revolucionario la corriente revisionista surgida en el Partido Comunista de la Unión Soviética. Albania resultó ser un duro hueso de roer para el revisionismo soviético de N. Jruschov.
En noviembre de 1960 se reunió la famosa Conferencia de los 81 partidos comunistas y obreros del mundo en Moscú, con el patrocinio del PCUS dominado ampliamente por el revisionismo de N. Jruschov. Enver Hoxha, delegado titular del Partido Comunista Albanés (oficialmente el Partido se llama Partido Albanés del Trabajo), pronunció un discurso de denuncia del revisionismo tan radical y valiente que ha quedado grabado en los anales del Movimiento Comunista Internacional con letras de molde. (6)
Decía Hoxha en algunos pasajes:
« Traidores al marxismo-leninismo, agentes del imperialismo e intrigantes como José Broz Tito, intentan de mil formas, urdiendo planes diabólicos, desorientar a los pueblos y a los nuevos Estados, apartarlos de sus aliados naturales y ligarlos al imperialismo norteamericano.....» (7)
« Se discute demasiado sobre el problema de la coexistencia pacífica, y hay quienes afirman insensateces tales como que la China Popular y Albania se oponen a la coexistencia pacífica. A mi parecer, deben ser desechados de una vez para siempre tales puntos de vista nocivos y erróneos....» ( «Esta cuestión estaba clara, el camarada Jruschov la embrolló en balde en el vigésimo Congreso y lo hizo hasta el punto de llegar a agradar a los oportunistas.....» (9)
Sobre el problema de Stalin, Hoxha tiene estos criterios:
« Respecto a esta cuestión Stalin fue condenado grave e injustamente por el camarada Jruschov y el XX Congreso. El camarada Stalin y su actividad no pertenecen solamente al Partido Comunista de la Unión Soviética, sino a todos nosotros.....» (10)
« El Partido del Trabajo de Albania....no estaba, como por lo demás no estará jamás, convencido de la razón por la que se condenó al camarada Stalin de la manera y en la forma como lo hizo el camarada Jruschov.....» (11)
« El Partido del Trabajo de Albania considera que no es justo, normal ni marxista que el nombre y la gran obra de Stalin sean borrados de toda esa época, como se está haciendo. La obra inmortal de Stalin nos incumbe a todos defenderla. Quien no la defienda es un oportunista y un cobarde....» (12) (Subrayado nuestro)
« Se ha dicho que J.V. Stalin se equivocó en su apreciación sobre los revisionistas yugoslavos y al exacerbar la actitud adoptada contra ellos.... Stalin hizo una apreciación muy justa del peligro que representan los revisionistas yugoslavos y se esforzó en resolver esta cuestión a su debido tiempo y por el camino marxista.....» (13)
Sobre el problema de la sublevación húngara:
« La contrarrevolución en Hungría es principalmente obra de los titoistas. Los imperialistas norteamericanos tenían, en primer lugar, en Tito y en los renegados de Belgrado, la mejor arma para socavar la democracia popular en Hungría....» (14)
No se puede negar el grande e importante papel jugado por Enver Hoxha y el Partido Albanés del Trabajo, en la lucha ideológica y política contra los revisionismos yugoslavo primero y jruschovista después. No obstante las difíciles condiciones que tuvieron que soportar cuando Jruschov, con la consabida prepotencia y soberbia revisionistas, cortaron toda cooperación y ayuda al pequeño país socialista, Hoxha y el PAT, sostuvieron valientemente sus puntos de vista, sofocaron, una y otra vez, los complots criminales de yugoslavos y soviéticos, esta vez coaligados, defendieron el derecho de los partidos comunistas al criterio propio y condenaron desde todas las tribunas la restauración capitalista que ya se dibujaba en las actitudes y políticas de Jruschov y toda su comparsa.
Abordamos dos puntos que han aparecido muy oscurecidos por la propaganda oficial albanesa y naturalmente utilizada por el imperialismo para atacar al socialismo: en primer lugar el problema surgido primero por la acusación, la expulsión del Partido y posterior "suicidio" en 1981 del camarada Mehmet Shehu.
Escuchemos los cargos contra Shehu:
«Pero, antes de hablar sobre el papel y los fines complotadores de Mehmet Shehu y de su grupo hostil en la Conferencia de Tirana de 1956 y más tarde, hasta el momento en que se suicidó, considero necesario realizar un retorno al pasado para mostrar quién era en verdad Mehmet Shehu, de dónde venía y a quién servía…..
De las investigaciones realizadas tras el suicidio de Mehmet Shehu y de los documentos que el partido tiene en sus manos resulta que ha sido reclutado como agente de los americanos cundo estudiaba en la escuela de Fultz en Tirana. Por orden de éste, Mehmet Shehu marchó a estudiar a una escuela militar en Italia, igualmente por orden de la agencia americana fue enviado a España, para que penetrara en las filas de las brigadas internacionales. El objetivo de la agencia de espionaje americana era dar a su agente la "patente" de "combatiente internacionalista" con el fin de utilizarle para objetivos a largo plazo, posteriormente en Albania..... Tras el revés de la guerra antifascista en España, Mehmet Shehu marcha a un campo de refugiados en Francia, donde permaneció tres años cuando muchos de sus compañeros se fugaron. En el campo fue reclutado también como agente del Inteligence Service inglés...» (15)
Empero veamos que dice en contrario y al respecto la Historia del Partido del Trabajo de Albania:
«El odio hacia el fascismo, y el internacionalismo proletario de los comunistas y antifascistas albaneses encontró su expresión, con una fuerza particular, en su resolución para ir como voluntarios a España. Los grupos comunistas enviaron allá desde el año 1936 a sus militantes a luchar al lado del pueblo español. Los voluntarios albaneses, entre ellos Mehmet Shehu, Asim Vokshi, Thimjo Gozozoto, Raliz Varvarica, Zef Hoti, Musa Fratari, etc…» (16)
Shehu fue siempre el segundo hombre del comunismo albanés, No se puede tener dos juicios tan contradictorios en documentos oficiales del Partido. Nosotros sostenemos que Shehu fue un héroe de las brigadas internacionalistas albanesas en España, gran marxista leninista y revolucionario consecuente. Las explicaciones oficiales hacen referencia a la condición de "poli-agente" de Shehu desde los comienzos de la revolución. (agente de los norteamericanos, de los ingleses, de los yugoslavos, de los rusos, etc., etc.). Algo que no podemos aceptar sin análisis. Mehmet Shehu, ha sido un gran comunista, un gran luchador revolucionario y no creemos justo desde ningún punto de vista que se pretenda rebajar su papel hasta el nivel de "agente enemigo". Conocemos que después de su misteriosa muerte, se condenó y ajustició a su viuda e incluso a sus hijos en una cacería que rebaja la calidad revolucionaria del dirigente comunista albanés Enver Hohxa. Como en muchas otras oportunidades, consideramos que sin quitarle nada a la grandeza de la revolución albanesa y la actividad de su líder Enver Hoxha, el caso Shehu, constituye un craso error que debe ser enmendado por el respeto a la historia y a la memoria del gran comunista Mehmet Shehu.
Empero se sigue acusando a Shehu de traición:
«Durante la lucha de Liberación Nacional, Mehmet Shehu y su mujer Fiqret Sanxhaktari fueron reclutados también como agentes de los yugoeslavos por Dusan Mugosa.....» (17).
Contrariando todo lo anteriormente afirmado, se dice en la "Historia,…."
«Las unidades del Ejército de Liberación Nacional llevaban a cabo las últimas operaciones contra las tropas alemanas en Albania y Kosovo. Entre esas operaciones la más importante fue la que tenía por objetivo la liberación de Tirana. La operación por la liberación de Tirana se desarrollo según el plan del Alto Mando. Este plan se basaba en operaciones coordinadas de la I División y de otras unidades del Ejército de Liberación Nacional Albanés que debía lanzarse frontalmente sobre Tirana y sobre las líneas principales de movimiento de las tropas hitlerianas. El plan preveía aniquilar al enemigo, impedir el saqueo y la destrucción de Tirana y liberarla costase lo que costase. LA DIRECCIÓN DE LAS OPERACIONES LE FUE ENCOMENDADA AL MANDO DEL PRIMER CUERPO DE EJÉRCITO. LOS COMBATES EN LA CAPITAL Y EN SUS ALREDEDORES ESTABAN DIRIGIDOS POR EL COMANDANTE DE LA PRIMERA DIVISIÓN MEHMET SHEHU…» (18) (Mayúsculas nuestras)
Los comentarios sobran al especto y nos parece suficiente para demostrar, por lo menos se debían explicar todos los motivos y mostrar las pruebas de la supuesta traición de Shehu. Para nosotros Shehu seguirá siendo un héroe marxista- leninista y stalinista.
Segundo, la campaña atrabiliaria y sin contenido contra la persona del Presidente Mao Tse- tung. Hoxha no tuvo la capacidad de establecer la distancia política necesaria entre la fracción derechista del partido chino y la fracción propiamente maoísta. Es cierto que el c. Mao, ya bastante cansado y enfermo, no pudo contener el oportunismo de la fracción Chou En-lai que se manifestó en la política sobre todo exterior de China entre 1971 y 1976. Sin embargo, una otra cosa intolerable es que se pretenda desconocer los inmensos méritos del gran Presidente Mao Tse-tung, como lo hizo injustamente Enver Hoxha en sus últimas obras.
Lamentablemente, como la vida no es eterna, Enver Hoxha muere en 1985 e inmediatamente comienza el proceso de restauración capitalista en Albania en los contornos que mostraremos a continuación por medio de una transcripción del "Obrero Revolucionario" el periódico de los camaradas norteamericanos.
Sali Berisha llegó a la presidencia en 1992. Su tarea fue abrirle las puertas plenamente a las inversiones capitalistas, lo que llamó "integración con Europa". Se comprometió a desmontar completamente el sistema de propiedad socialista: destruyó la planificación centralizada de la economía; la propiedad estatal de la industria; la propiedad colectiva de la tierra.
Sali Berisha contaba con el apoyo entusiasta de Estados Unidos y las potencias imperialistas europeas quienes lo respaldaron como a Yeltsin en Rusia y a otros de su calaña en Europa oriental.
En 1992, se hablaba mucho de inversiones extranjeras, préstamos, nuevas industrias, prosperidad y elecciones
Esa realidad se expresó rápida y contundentemente, al igual que en otros países de Europa oriental y la ex-Unión Soviética. El gobierno de Berisha ha sido cada vez más salvaje y fascista. ¡De repente en enero de 1997, el pueblo se dio cuenta de que le habían robado todo lo que tenía!
Desde enero, ha habido una rebelión por todo el país contra el gobierno. Buena parte del país está fuera de control del gobierno central; y el estremecimiento se ha sentido en los Balcanes y el resto de Europa.
Empezando en 1991, Albania experimentó cambios drásticos: la destrucción de la propiedad colectiva en el campo y el reparto de tierras a particulares.
Se estableció un nuevo sistema bancario y se urgió a la población que invirtiera su dinero en fondos de inversión.
Muchos campesinos estaban pasando dificultades, pues las parcelas que les dieron después de desmantelar las cooperativas no rendían lo necesario para vivir. Así que muchos vendieron su pedazo de tierra e invirtieron el dinero. Unos 500 000 albaneses emigraron a Europa occidental para trabajar y enviar dinero a sus familias. Buena parte de ese dinero fue a parar en los "fondos de inversión".
Con este dinero, la nueva clase capitalista pudo comprar los sectores más lucrativos de la economía estatal. Como todo el mundo sabe hoy, invirtió sus ganancias de la típica manera capitalista: en cuentas bancarias privadas en el extranjero. También se dice que los fondos de inversión sirvieron para lavar dinero de narcotraficantes albaneses e italianos. El fondo mayor llamado VEFA, invirtió dinero en la campaña electoral de Berisha. El dueño de VEFA, Vebia Laimucaj fue designado representante de Albania ante la OTAN. Se dice que otro de los fondos financia al Partido Socialista.
Cuando Albania era socialista, la población era relativamente pobre, aunque había mejorado muchísimo con la revolución. Construyó una industria moderna en lo que era una sociedad feudal, a pesar del constante hostigamiento, amenazas militares y bloqueos económicos de los países capitalistas vecinos. El pueblo se sentía orgulloso de su autosostenimiento e igualdad socialista.
Al momento que le abrió la puerta al capitalismo mundial, Albania naufragó. Mercancía barata extranjera inundó al país y hubo que cerrar muchas fábricas.
La agricultura se estancó. Los graneros, guarderías, comedores populares y molinos colectivos dejaron de funcionar cuando se desarticuló la organización colectiva de las aldeas. Fue una situación de sálvese quien pueda, y un puñado se hizo rico a expensas de la mayoría. Así resucitaron las tradiciones reaccionarias de los clanes patriarcales.
Las promesas de "democracia" electoral como en occidente se agriaron. Después de que ganó las lecciones de 1992, Berisha recurrió a los métodos más crasos para robarse las siguientes elecciones: excluyó a partidos de la oposición, arrestó a algunos de sus líderes y muchos delegados de la oposición boicotearon el parlamento.
La policía y la policía secreta cobraron mayor fuerza, un incidente tristemente recordado, fue la paliza que le dieron a los pensionados que protestaban contra el fraude de las elecciones de mayo de 1996.
Berisha creó un Estado fascista electo, copiando el modelo impuesto por Occidente en Chile, Perú, Guatemala, Turquía, Croacia, Rusia, Rumania, etc. Hasta hace un año, el 6 de marzo, el Washington Post decía que Berisha es "nuestro hombre en Tirana".
2. LA REBELIÓN.
La quiebra de los "fondos de inversión" arruinó y enfureció al pueblo albanés desde abajo, se reveló contra los odiados nuevos capitalistas, estafadores, parásitos y lacayos de potencias extranjeras. En enero y febrero, enormes protestas sacudieron el país con la demanda de que el gobierno devolviera el dinero robado. La policía atacó las protestas y mató a varios manifestantes.
Berisha dijo que el creciente movimiento de resistencia era "una conspiración de grupos izquierdistas, extremistas y mafiosas". Anunció: "¡No vamos a pagar ni un sólo centavo!".
La situación estalló el 1°. de marzo, cuando la policía atacó a 42 universitarios durante una huelga de hambre en VLORE, una pequeña ciudad portuaria del sur del país. Miles de chavos defendieron audazmente a los huelguistas y mataron a varios agentes. Cuando se dieron cuenta de que la policía había huido, los manifestantes se apoderaron de la ciudad, quemaron la sede de la odiada policía secreta, la SHIK, y se apoderaron de delegaciones policiales y cárceles. Marcharon a los cuarteles militares, sacaron corriendo a los soldados y confiscaron sus armas. Por toda la ciudad y pronto en los distritos cercanos, la población declaró un paro general y se dedicó a tumbar al gobierno.
El periódico español "El País": "En Lushnja, grupos de airados manifestantes pararon dos camiones policiales y obligaron a los policías de motín a bajarse. Les quitaron las armas a 40 agentes. En Saranda, unos 3000 manifestantes se apoderaron del pueblo, llevando palos, quemaron tiendas y bancos, destruyeron seis radio patrullas, se apoderaron de la cárcel y soltaron a unos 100 presos y se armaron con unos 400 rifles militares Kalasnikov... En Himarar, centenares de personas se tomaron las calles y quemaron el ayuntamiento y la legación policial. En Gjirokaster, donde continúa un paro general, quemaron la delegación policial" (Nuestra traducción).
Muchos policías se quitaron los uniformes y se escondieron. La policía secreta huyó a la capital, dejando todo el sur en las manos de la población armada. Las metas de la rebelión son claras: que el gobierno devuelva el dinero y que el corrupto dictador Berisha se largue.
Berisha declaró que nunca iba a rendirse ni a permitir que la oposición participara en el gobierno. El 2 de marzo declaró un estado de emergencia nacional. Ordenó entregar las armas, prohibió las marchas de protesta y arrestó a centenares y quizás miles de personas. mandó movilizar al ejército a reconquistar el sur del país.
Pero en una ciudad tras otra, el ejército optó por no luchar contra los rebeldes, unas unidades simplemente se escurrieron, otras se unieron a los rebeldes, muchos oficiales y soldados también perdieron sus ahorros en los "fondos de inversión". Los soldados rasos apenas ganan 2 dólares al mes y odia el gobierno corrupto.
El gobierno perdió el control de una tercera parte del país y todavía no ha logrado restablecerlo.
Un periódico describió lo que pasó en Pasha Limini, una base militar cerca de Vlore. El comandante, el mayor Astrit, dijo: "Una multitud enorme rodeó el cuartel, quizás unas 10 ooo, la guardia unos 50 soldados, simplemente abandonaron su puesto. Les abrí las puertas". Ahora Astrit es comandante de las fuerzas rebeldes que defiende Vlore.
Se calcula que por todo el país los rebeldes se han apoderado de por lo menos 150 mil rifles automáticos de bases militares y los han repartido a la población.
Muchos carceleros abandonaron su puesto. En la cárcel Central de Tirana, unos 300 presos salieron libres, entre ellos conocidos oponentes del gobierno, cuando la lucha llegó a la capital, Berisha movilizó a su base de apoyo en las regiones montañosas del norte y llevó milicias armadas de aldeas aisladas a Tirana. También se puso a atizar las diferencias regionales y nacionales: dijo que la rebelión era cosa de albaneses del sur que quieren controlar todo el país y de separatistas griegos; repitió la acusación de que sus líderes son "izquierdistas, extremistas y mafiosos".
3. MEDIDAS DE CONTRA-INSURGENCIA.
Una semana después del estallido de la rebelión, empezaron a agotársele las opciones a Berisha. Solicitó una intervención militar occidental para apuntalar su gobierno. Pero en este momento las potencias occidentales están poco dispuestas a participar en una guerra de contra-insurgencia en Albania, especialmente contra una población que tiene tantas armas.
El 9 de marzo, presionaron a Berisha a invitar a "los seis partidos de oposición a participar en el gobierno. Berisha despidió a su propio primer ministro y nombró al dirigente del Partido Socialista. Mas tarde despidió al Jefe de la Policía secreta y anunció que iba a disolverla. Programó elecciones para junio.
Ninguna de esas medidas ha apaciguado las demandas populares, y por lo menos un tercio del país sigue en manos de varios consejos y organizaciones rebeldes. Pero la meta de las potencias imperialistas ha sido preparar el terreno para la instalación de un nuevo gobierno pro-occidente (Posiblemente sin Berisha), que sea más grato a sectores del movimiento rebelde y a la población en general. Parece que Berisha tiene los días contados, ya ha enviado a su familia al exilio. El Partido Socialista viene del viejo Partido de gobierno revisionista, El Partido del Trabajo de Albania, ha renunciado formalmente al marxismo y se ha vestido de partido social-demócrata al estilo occidental. En varios países del Europa del este (Lituania, Polonia y Hungría, por ejemplo), los viejos partidos revisionistas, han vuelto a gobernar después de una conversión a la social-democracia.
El nuevo dirigente del gobierno Bashkim Fino, del Partido Socialista, triplicó el salario de la policía y solicitó asesores militares occidentales para reorganizar el ejército y desarmar a la población. Luego se puso a negociar con los rebeldes ciudad por ciudad, con la esperanza de aprovechar la fragmentación de los insurgentes entre ahora y las elecciones.
La rebelión en Albania demuestra las posibilidades revolucionarias que existen en Europa del este. Por todo el viejo bloque soviético, millones de personas comparten el sufrimiento del pueblo albanés y su desilusión con las "reformas del mercado", al estilo occidental. Las masas especialmente en el sur del país se mantienen firmes en oposición al gobierno de Berisha y parece que no están dispuestas a izar banderas estadounidenses ni identificarse con símbolos reaccionarios y religiosos (como la oposición en Servia).
A pesar de las acusaciones del gobierno de que son "comunistas impenitentes e izquierdistas extremistas", no hay indicaciones de que la rebelión haya ido más allá de demandar la devolución del dinero perdido en los "fondos de inversión" y la destitución de Berisha.
Parece que hasta la fecha, la dirección de la rebelión es local y descentralizada. El crecimiento explosivo del levantamiento, dejó atrás a todas las organizaciones políticas existentes. Se han formado nuevas organizaciones populares en las calles, las aldeas, los colegios y universidades, y las unidades militares que se han unido a los rebeldes. La dirección de la rebelión recae principalmente en consejos locales, compuestos de diversas fuerzas políticas. Unas son del viejo gobierno del Partido del Trabajo de Albania, (PAT), otras son ex-presos políticos del PAT y otras han surgido del actual levantamiento y carecen de una clara historia política.
Al cierra de esta edición, el país sigue dividido en una región sureña, bajo el control de consejos locales, y una región norteña con la capital, donde el gobierno central de coalición está tratando de restablecer su ejército y su influencia política. Que sepamos, no hay un partido revolucionario, maoísta en Albania para dirigir una revolución socialista. Así que es probable que de una u otra manera fuerzas capitalistas restablezcan el control político. Todos los principales contrincantes entre ellos el Partido Socialista están resueltos a seguir el camino capitalista.
A pesar de esto, la feroz rebelión del pueblo albanés ha tenido consecuencias profundamente positivas en Albania y por toda Europa. Es el más poderoso movimiento de resistencia popular a la "reestructuración del mercado libre" en Europa desde la "caída" del Muro de Berlín y ha desmentido toda clase de falsedades sobre las maravillas del capitalismo.
¿Quién podría mirar la experiencia de Albania y decir en serio que su "integración" en el mercado capitalista occidental ha beneficiado al pueblo? En un mundo donde el sistema capitalista aplasta a millones de millones de personas a diario, sopla un viento fresco desde Vlore, Albania» (19)
Albania el pequeño y heroico país y pueblo inició vigorosamente la construcción socialista, venció muchos obstáculos y mantuvo en alto durante largos años, la bandera roja del marxismo-leninismo. La contra ola reaccionaria y revisionista logró contener y luego derrotar momentáneamente a este pueblo aguerrido. La historia no tiene fin y la historia de Albania no se detiene. Volverán pues nuestros camaradas albaneses a combatir y vencer en un futuro próximo.
Extraido de:
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ALBANIA es un pequeño país ubicado en los Balcanes europeos, perteneciendo geográficamente a Europa, pero, en los hechos formando parte del amplio mundo de la explotación y la pobreza que rodea el centro capitalista.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, Albania pasó por una serie de ocupaciones ya sea por parte de los invasores turcos o los grandes señores servios. Finalmente, antes de su independencia sufrió la dominación italiana.
La segunda guerra fue un factor decisivo para el surgimiento de la Nueva Albania, gracias a la lucha abnegada y valerosa de su pueblo combatiente. En efecto, Mussolini quería restaurar el viejo Imperio Romano y creyéndose un nuevo Cesar comenzó su aventura expansionista apoderándose de la pequeña Albania gobernada por entonces por un Rey despreciable y anti-nacional: el Rey Zog.
Sin embargo, esta tragedia del pueblo albanés se convirtió en una verdadera prueba de fuego. La rebeldía proverbial de su gente se fue manifestando poco a poco en la lucha de resistencia que finalmente alcanzó el triunfo definitivo.
Pero veamos justamente, el curso de ese proceso:
«La ocupación de Albania por Italia, marca para el pueblo albanés el comienzo de un duro período de servidumbre fascista. Los invasores italianos dejaron intacto el sistema feudal y burgués. Por otra parte, comenzaron a aplicar inmediatamente un extenso plan de medidas políticas, económicas y administrativas, que tenían por objeto legalizar y consolidar el régimen de ocupación, italianizar el país, robar sus riquezas y transformarlo en una base para intensificar la agresión en los Balcanes y hacia Oriente.....» (42)
En junio de 1940, cuando los verdaderos comunistas de los grupos de Albania luchaban contra el fascismo y contra los trotskistas para unir el movimiento comunista, Italia entró en guerra al lado de la Alemania hitleriana. El 28 de octubre de 1940, las tropas italianas atacaron a Grecia desde el territorio albanés. La guerra italo-griega trajo nuevos sufrimientos y destrucciones al pueblo albanés.
«Los acontecimientos de la primavera de 1941 cambiaron totalmente la situación en los Balcanes. La Alemania Hitlerista, luego de haber invadido a Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica y Francia, penetró con sus tropas en Finlandia, Rumania y Bulgaria y en abril de 1941 atacó a Yugoslavia y Grecia. En pocos días las fuerzas alemanas ocuparon estos países, permitiendo que las fuerzas italianas recuperaran Albania del sur y entraran en Grecia...». (43)
La guerra italo-griega causó grandes pérdidas materiales a Albania pues constituyó el principal teatro de dicha confrontación.
Italia, no obstante su supremacía bélica no logró ventajas considerables en la guerra y fue la intervención directa de Alemania tanto en Albania como en Grecia lo que salvó o mejor estabilizó la situación momentáneamente para los invasores.
En la primavera de 1941, comenzó verdaderamente la resistencia guerrillera del pueblo albanés cuando el destacamento de Myslim Peza comenzó a realizar acciones armadas contra los invasores fascistas. Estas primeras acciones que contaron desde su inicio con la participación de los comunistas, coincidieron con la gran agresión nazi contra la Unión Soviética.
Enver Hoxha, decía:
« Nuestra lucha no comenzó después de que la Unión Soviética entró en guerra, sino en cuanto ella entraba, nuestro pueblo no sintió que la sangre se vertía en vano...» (44)
Los diversos grupos comunistas que actuaban ya en distintas zonas de Albania intentaron y lograron una unidad casi inmediata que fue consolidada en agosto de 1941 oportunidad en la que se disolvieron dichos grupos y se fundó el Partido Comunista de Albania. En realidad no fue sino en noviembre de dicho año que se celebraría la reunión clandestina que fundó el Partido y entre los principales dirigentes se encontraban Enver Hoxha, Qemal Stafa, Vasil Shanto, Pilo Peristeri y otros.
La primera resolución de aquella histórica reunión de fundación del Partido, decía:
« Combatir por la independencia nacional del pueblo albanés y por un gobierno popular democrático en una Albania libre del fascismo...» (45)
En efecto, la contradicción principal que existía en Albania y que reclamaba una solución inmediata era la expulsión de los invasores fascistas que ponían en riesgo la existencia misma de la nación albanesa. El desarrollo de la lucha armada permitió la consecución de las primeras zonas liberadas del yugo fascista en las que se inició la construcción del nuevo ordenamiento social.
En septiembre de 1942, se funda el Frente de Liberación Nacional en la Conferencia de Peza reuniéndose a todas las fuerzas que luchaban efectivamente contra el invasor y excluyéndose a las restantes que no tenían una posición clara. Este fue el caso del grupo «Balli Kombetar» que adhirió demagógicamente a la Conferencia de Peza, pero en los hechos continuo saboteando la guerra de resistencia sembrando la confusión en el campo popular.
La lucha antífascista del pueblo albanés se realizaba en condiciones sumamente complejas. Como en la Unión Soviética, se manifestaban constantemente tendencias divisionistas alentadas sobre todo por los trotskistas agrupados en la organización denominada «Zjarri» que fue excluida del Partido. Al mismo tiempo se desmanteló también al «Balli Kombetar» que desarrollaba similar actividad.
Por otro lado, las grandes victorias soviéticas, sobre todo la grandiosa victoria de Stalingrado infundió nuevas y vigorosas fuerzas al pueblo albanés que consideró como suyas las imponentes victorias del ejército soviético en el Volga.
La Primera Conferencia Nacional del Partido había determinado la organización del Ejército de Liberación Nacional en base a las distintas unidades de guerrilleros que combatían en todo el país y además la preparación de la insurrección nacional que debería echar para siempre a los invasores de Albania. En junio de 1943 se decidió finalmente la creación del Estado Mayor General del Ejército de Liberación Nacional (ELNA), siendo elegido Enver Hoxha comisario político del Estado Mayor. Por entonces el ejército contaba aproximadamente con diez mil hombres organizados en unidades guerrilleras, además fuera de esos efectivos se contaba con destacamentos voluntarios provenientes de las aldeas liberadas.
En septiembre de 1943, Italia fascista firmó su capitulación ante las fuerzas aliadas que habían invadido la península por el sur. El Ejército italiano de ocupación se dividió en dos fracciones ante la emergencia. Una parte se entregó a los alemanes deponiendo sus armas y pertrechos, pero otra parte capituló ante el Ejército de Liberación, aceptando algunos de sus miembros unirse a la lucha antinazi, así se organizo el batallón "Antonio Gramsci” que fue incorporado al Ejército de Liberación de Albania.
Los alemanes habían quedado solos como invasores de Albania e inmediatamente procuraron tomar las posiciones que habían quedado abandonadas por los italianos. Grandes batallas y duros combates se libraron entre los nuevos invasores y las fuerzas de la resistencia. 70 000 mil hombres sumaban las fuerzas alemanas que pretendían ocupar todo el país. La guerra de liberación había iniciado el período final.
En mayo de 1943 llegó a Albania una misión del mando anglo-americano sin haber sido invitada al país e inmediatamente se puso en contacto con las organizaciones contrarrevolucionarias del «Balli Kombetar» y el «Legaliteti». Es importante anotar que ni siquiera cuando estas dos organizaciones se pasaron al lado de los alemanes para combatir al Frente de Liberación Nacional, les fue cortada la ayuda anglo-americana. Ahora, con mayor razón, a medida que se acercaba la liberación, los imperialistas necesitaban tener en Albania fuerzas que se opusieran al poder popular que ya se creaba por la acción heroica de los revolucionarios.
Se comenzó a manejar la idea peregrina de la restauración del régimen de Zog, el viejo rey albanés y en particular era Churchill el estratega de esta maniobra contra la lucha liberadora del pueblo albanés. Los reaccionarios, bien respaldados por los ingleses y norteamericanos, habían resucitado al "Balli" y conseguían en alguna medida confundir la lucha popular y desviarla hacia la restauración del viejo orden anterior a la invasión fascista de Albania. En algunas regiones como en Berat y Gjirokastra, las fuerzas revolucionarias no pudieron impedir que, después de la capitulación de los italianos, el poder de la región cayera en poder del "Balli" respaldado por los americanos.
En el invierno de 1943-44, los ocupantes alemanes se lanzaron a la última campaña de gran envergadura con el propósito de destruir definitivamente al Ejército de Liberación Nacional. Un total de 45 000 hombres participaron en la operación que se dividió en dos fases, una dirigida al norte y centro de Albania con el objeto de aniquilar a las fuerzas principales del ELNA y otra dirigida al sur para impedir que esas fuerzas apoyaran y colaboraran a las del norte. Nuevamente se dieron grandes combates y rudos enfrentamientos. Las bajas del ELNA fueron crecidas y por un momento la propia dirección del Ejército con Hoxha al frente cayó cercada en la zona de Cermenika. Finalmente, las fuerzas populares lograron romper los cercos fracasando ruidosamente la ofensiva alemana. Sin embargo, las pérdidas habían sido muy elevadas. El terror nazi-fascista había golpeado duramente a la población civil, aldeas íntegras habían sido reducidas a cenizas, miles de hombres, mujeres, ancianos niños fueron fusilados, quemados vivos o enviados a los campos de concentración. Todas las ciudades ocupadas habían sido convertidas en verdaderos campos de concentración. El 4 de febrero de 1944 se dio la gran masacre de Tirana anunciada así por la prensa alemana:
« La sangre debe correr a mares por las calles de Tirana, si queremos establecer la tranquilidad. Un día de terror asegura diez años de calma...» (46)
Es evidente que el momento más difícil del proceso revolucionario y de liberación nacional se dio precisamente
en el invierno de 1943-44. Solamente el heroísmo, el valor y la entrega sin límites del pueblo albanés en todas sus capas y sectores, hizo posible la derrota de la gran agresión alemana.
La Historia del Partido, dice:
«En esas horas difíciles, en esas situaciones complejas, el que el movimiento estuviera dirigido constantemente por el Comité Central del Partido y por el camarada Enver Hoxha en persona, fue de una inmensa importancia. Los vínculos de estos con los comités regionales y con los órganos políticos del Ejército de Liberación Nacional eran permanentes....». (47)
Fracasada la brutal intentona alemana de despedazar Albania, la resistencia nacional cobro nuevo impulso. El ELNA pasó a la contraofensiva en todos los frentes y se volvieron a liberar antiguas, zonas que habían caído, de nuevo, en poder del enemigo. Comenzó a sentirse que la crisis se había apoderado de las filas enemigas que ya sentían la proximidad del ejército rojo que perseguía a las huestes hitlerianas que huían hacia el oeste de Europa.
En estas circunstancias, se convoca al Primer Congreso Antifascista de Liberación Nacional que se realiza en Permet en mayo de 1944. La decisión más importante del congreso es la creación del Estado Albanés de Democracia Popular sobre la base de un Consejo Antifascista y un gobierno democrático provisional. Se daban así los pasos firmes que impedirían las maniobras de los mandos "aliados" de echar las ruedas de la historia para atrás y restaurar en Albania el antiguo orden de pre-guerra.
En mayo de 1944, el Comandante Supremo, Enver Hoxha, dio la orden general al ELNA de lanzarse a la ofensiva general para la liberación completa de Albania. Simultáneamente los alemanes también habían dispuesto nuevos ataques ya desesperados. El teatro de los combates fue la zona central de Korca-Elbasan-Berat-Permet, donde se libraron encarnizados combates. Durante un mes la situación no se definía, hasta que el 25 de junio la Primera División de Choque del ELNA atravesó el río Shkumbin y sorprendió al enemigo. Los destacamentos guerrilleros penetraron profundamente en el interior de Albania central y se dirigieron a la región de Dibra.
Cuando se veía venir el derrumbe total de las fuerzas de ocupación alemanas y, como consecuencia, la victoria aplastante del ELNA, los "aliados” desesperados ante la perspectiva de una Albania socialista, intentaron, por todos los medios impedir o por lo menos mediatizar el triunfo popular. Ofrecieron desembarcar tropas aliadas en el litoral albanés con el pretexto de la lucha conjunta contra el invasor alemán, pero en realidad con el propósito de yugular y estrangular las fuerzas de la resistencia en convivencia tácita con el ocupante alemán. El Alto Mando del ELNA rechazó completamente los ofrecimientos de “ayuda” y afirmó contundentemente que Albania estaba en condiciones de liberar el país con sus propias fuerzas y que no necesitaba ayuda de ninguna naturaleza de fuerzas extranjeras. Los ingleses intentaron un desembarco unilateral en la región de Saranda, pero fueron obligados a reembarcarse por la actitud resuelta de las brigadas del ELNA.
La llegada a Albania de una misión de alto nivel del Ejército Rojo contribuyó enormemente a acrecentar el prestigio del ELNA y puso su cuota en la detención de los planes “aliados" de “liberar" Albania como lo harían en Grecia y otros países que fueron efectivamente liberados por sus respectivos pueblos encabezados por los combatientes comunistas siendo posteriormente traicionados por las fuerzas “aliadas” que cosecharon la victoria.
La liberación de Tirana, la capital, se produjo después de 19 días de intensos combates que fueron llevados a cabo por el Primer Cuerpo de Ejército comandado por Mehmet Shehu. Por fin, el 17 de noviembre de 1944, la bandera de la victoria se izó sobre Tirana. El pueblo había participado activamente en la batalla por la capital apoyando decisivamente a las fuerzas de la liberación.
Se había completado el proceso de la guerra de liberación y simultáneamente, gracias a la inteligente dirección política del Partido, también se había obtenido el triunfo de la revolución. La revolución albanesa triunfó en las condiciones más difíciles y complejas del fin de la guerra mundial. Por su condición de país pequeño, parecía destinado a ser presa fácil de la "liberación" de los aliados y así hubiera sido de no estar presente esa vanguardia revolucionaria marxista-leninista de Enver Hoxha, Mehmet Shehu y otros dirigentes. La heroica lucha guerrillera, la persistencia en los principios, la abnegación y entrega sin reparos de sus obreros y campesinos, el orgullo tradicional del combatiente albanés hicieron posible un histórico triunfo que no puede ser desvalorizado por tratarse de un país pequeño, como quieren y querían hacer pensar algunos oportunistas.
Albania revolucionaria demostró pues una verdad muy importante. No importa la escasez de recursos, no importa el aislamiento de la lucha, si se tiene una dirección probada, leal y firme. El verdadero internacionalismo se confunde con un profundo patriotismo cuando ambos son sinceros y auténticos. Así podemos ver el enorme agradecimiento que tienen Albania y sus líderes a la ayuda moral que les presto la Unión Soviética en tiempos de Stalin hasta convertirlo en un verdadero héroe nacional, hecho este que no choca con el profundo patriotismo, amor a Albania que se nota en toda la dirección de ese partido revolucionario.
El 29 de noviembre de 1944, se había completado la liberación del país con la liberación de la última ciudad importante: Shkodra y significó la total liberación y el triunfo revolucionario.
Si recordamos la historia veremos que el Ejército Rojo de la Unión Soviética todavía combatía en la Europa Oriental contra los hitlerianos en retirada. Entonces, está probado que Albania se liberó fundamentalmente por sus propias fuerzas y esto explica suficientemente el orgullo de los patriotas y revolucionarios albaneses sobre la legitimidad y valor de su propio triunfo. Esto prueba, además, que no fueron los soviéticos los que por así decirlo, regalaron la victoria al pueblo albanés.
Sin embargo, para ser totalmente justos, tampoco puede desconocerse que la liberación albanesa fue posible también gracias a que fuerzas enormes de ocupación alemanas fueron rápidamente retiradas de Albania, Yugoslavia, Grecia, Italia y otras regiones para ser enviadas al frente oriental que se desmoronaba ante la arremetida soviética. En este sentido, la ayuda soviética a Albania viene a ser incontestable.
La "Historia del Partido", dice:
«El 29 de noviembre, con la completa liberación de la patria y con el triunfo de la revolución popular en Albania, acabó el dominio fascista; al mismo tiempo fue abolida toda dependencia de las potencias imperialistas, y suprimido cualquier vinculo y relación esclavizante con estas potencias; el pueblo albanés conquistó su plena independencia nacional, derroco la dominación política de los terratenientes y de la burguesía». (48)
Es importante señalar, como lo indica la Historia del Partido que: «los combates en la capital (Tirana) y en sus alrededores estaban dirigidos por el comandante de la I División Mehmet Shehu.» (49)
EL SOCIALISMO EN UN PEQUEÑO GRAN PAIS
Albania es un pequeño país situado en las costas del Mar Mediterráneo y a la entrada del mar Adriático, frente a las costas meridionales de Italia. País montañoso y uno de los más pobres de Europa, fue víctima, una y otra vez, de sus poderosos vecinos, ante todo de Italia, que quisieron avasallarlo. Sin embargo, Albania luchó siempre por su independencia desde los tiempos de su héroe nacional máximo Skanderberg.
Durante la Segunda Guerra Mundial (SGM), Albania fue agredida y ocupada por la Italia fascista de Mussolini, empero nunca la ocupación fue total. Encabezados los patriotas albaneses por el Partido Albanés del Trabajo (comunista), lucharon valientemente y en condiciones sumamente difíciles contra la ocupación nazi-fascista, implementando durante varios años una guerra de guerrillas.
Albania tuvo la suerte, después del triunfo patriótico y revolucionario liberador del hitlerismo, de contar con la gran simpatía de José Stalin que la consideraba una pequeña y gran aliada en el llamado campo socialista. Las grandes dificultades de Albania que ya habían tenido lugar desde la propia Guerra Mundial por la intervención y el chovinismo yugoslavo, continuaron cuando Albania se encaminó por el camino de la construcción socialista en 1945 y se agudizaron aún más en 1949, cuando la Yugoslavia de Josif Broz (Tito), rompió bruscamente con Stalin, la Tercera Internacional y el campo socialista, proclamando un socialismo autogestionario no "ortodoxo", en la teoría, pero ligándose muy estrechamente al campo imperialista en la práctica.
Enver Hoxha, el jefe del Partido Comunista Albanés (PTA), ha escrito varias obras, una de ellas: "Los Titistas", que es un relato pormenorizado de la enorme cantidad de intrigas, sabotajes, maniobras y chantajes que realizó la Yugoslavia de Tito para someter a Albania.
Escuchemos algunos pasajes de la obra citada:
«Todos los hechos, documentados, confirman que los dirigentes del Partido Comunista Yugoslavo, con Tito a la cabeza, habían elaborado planes para someter al Partido Comunista de Albania, colocarle directamente bajo su dirección y, como consecuencia, que nuestra lucha de Liberación Nacional se transformara en un apéndice de la suya. Habían pensado y planificado que con la liberación de Albania dispondrían de gente suya por todas partes y actuarían con Albania según su capricho en todos los sentidos, el lo político, económico, militar organizativo y a nivel internacional....» (1)
«Su lucha y sus esfuerzos antimarxistas y anti-albaneses se hicieron más descarados y brutales especialmente después del II Pleno del CC del PCA celebrado en Berat en noviembre de 1944, y en todo el período desde la Liberación en adelante...» (2)
Como Albania permaneció firmemente aliada a la Unión Soviética, Yugoslavia inició un largo proceso de hostigamiento, provocación y agresión en amplia escala y por todos los medios contra Albania. En realidad Yugoslavia buscaba la anexión de Albania, para convertirla en su séptima república. (La Federación Yugoslava constaba de seis repúblicas: Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Macedonia).
Trataremos de exponer brevemente la magnitud y el carácter de la política anti-albanesa y anti-marxista de la dirección yugoslava de Tito, a través de algunos párrafos de Hoxha:
«El período comprendido entre comienzos de noviembre de 1947 y marzo-abril de 1948 quedará en la historia como uno de los períodos más graves y peligrosos que hayan atravesado nunca nuestro Partido y nuestro pueblo. Fueron unos meses en los que nos encontramos frente a la batalla final de los titistas por la eliminación del PCA y la anexión de Albania. Pero al mismo tiempo no era una batalla de especial importancia únicamente para los titistas. Era también una de nuestras más agudas y gloriosas batallas contra el revisionismo moderno....» (3)
«Tito y cia., se lanzarían al ataque en un terreno que conocían al detalle. Los cinco o seis años de lazos recíprocos habían hecho que conocieran bien dónde tenían los puntos débiles y fuertes, dónde tenían adversarios y dónde apoyos en nuestro seno. Lo contrario ocurría entre nosotros. Acabábamos de llegar a la conclusión de que teníamos que vérnolas con la dirección de un Partido que no seguía un camino correcto y leninista, al menos hacia nosotros. Pero lo peor era que nuestra conclusión sobre que la dirección yugoslava se comportaba deslealmente y que aplicaba hacia nosotros una línea antimarxista y antialbanesa, en aquellos momentos no podía manifestarse abiertamente, ni siquiera en nuestro Buró Político. En el seno del Buró existía el lobby pro-yugoslavo encabezado por Koci Xoxe (Dodje) que se esforzaba por tomarse la completa revancha.......» (4)
« Por otra parte, en esta etapa, como en todos nuestros enfrentamientos con los revisionistas yugoslavos, nos encontramos casi aislados frente a enemigos brutales y experimentados en la vileza y la maldad. Nadie se encontró a nuestro lado en aquellos graves momentos.......» (5)
El revisionismo yugoslavo de Tito, tenía pues verdaderos agentes en el seno de la propia dirección del Partido albanés, entre ellos el conocido Koci Xoxe y la verdad es que, en un principio, el propio José Stalin pensaba que Albania podía integrarse en la Federación Yugoslava, pero cuando comprendió el ansia de libertad e autonomía del fuerte pueblo albanés, apoyó decididamente su independencia completa.
Mientras vivió Stalin, Albania parecía segura y en Occidente se hablaba de la nación más "satelizada" con respecto a la Unión Soviética. Sin embargo, la "suerte" de Albania duró poco, en 1953, la muerte de Stalin significó el ascenso, como sabemos, del grupo revisionista de Nikita Jruschov. Este líder revisionista soviético pensó que la pequeña Albania, tan stalinista en el pasado cercano, se prosternaría rápidamente ante la nueva dirección soviética y actuó de una forma tan altanera y prepotente que su asombro no podía ser más grande cuando comprendió muy pronto que trataba efectivamente con una verdadera revolución, un partido independiente y líderes con mucha personalidad, lo que no pasó en las otras repúblicas del este socialista de Europa.
Jruschov exigió de la manera más burda y autoritaria un apoyo inmediato de Albania para sus posiciones en las cada vez más enconadas discrepancias con la China de Mao Tse-tung.
Como vemos, Hoxha y el Partido albanés resistieron con alto valor civil y heroísmo revolucionario la corriente revisionista surgida en el Partido Comunista de la Unión Soviética. Albania resultó ser un duro hueso de roer para el revisionismo soviético de N. Jruschov.
En noviembre de 1960 se reunió la famosa Conferencia de los 81 partidos comunistas y obreros del mundo en Moscú, con el patrocinio del PCUS dominado ampliamente por el revisionismo de N. Jruschov. Enver Hoxha, delegado titular del Partido Comunista Albanés (oficialmente el Partido se llama Partido Albanés del Trabajo), pronunció un discurso de denuncia del revisionismo tan radical y valiente que ha quedado grabado en los anales del Movimiento Comunista Internacional con letras de molde. (6)
Decía Hoxha en algunos pasajes:
« Traidores al marxismo-leninismo, agentes del imperialismo e intrigantes como José Broz Tito, intentan de mil formas, urdiendo planes diabólicos, desorientar a los pueblos y a los nuevos Estados, apartarlos de sus aliados naturales y ligarlos al imperialismo norteamericano.....» (7)
« Se discute demasiado sobre el problema de la coexistencia pacífica, y hay quienes afirman insensateces tales como que la China Popular y Albania se oponen a la coexistencia pacífica. A mi parecer, deben ser desechados de una vez para siempre tales puntos de vista nocivos y erróneos....» ( «Esta cuestión estaba clara, el camarada Jruschov la embrolló en balde en el vigésimo Congreso y lo hizo hasta el punto de llegar a agradar a los oportunistas.....» (9)
Sobre el problema de Stalin, Hoxha tiene estos criterios:
« Respecto a esta cuestión Stalin fue condenado grave e injustamente por el camarada Jruschov y el XX Congreso. El camarada Stalin y su actividad no pertenecen solamente al Partido Comunista de la Unión Soviética, sino a todos nosotros.....» (10)
« El Partido del Trabajo de Albania....no estaba, como por lo demás no estará jamás, convencido de la razón por la que se condenó al camarada Stalin de la manera y en la forma como lo hizo el camarada Jruschov.....» (11)
« El Partido del Trabajo de Albania considera que no es justo, normal ni marxista que el nombre y la gran obra de Stalin sean borrados de toda esa época, como se está haciendo. La obra inmortal de Stalin nos incumbe a todos defenderla. Quien no la defienda es un oportunista y un cobarde....» (12) (Subrayado nuestro)
« Se ha dicho que J.V. Stalin se equivocó en su apreciación sobre los revisionistas yugoslavos y al exacerbar la actitud adoptada contra ellos.... Stalin hizo una apreciación muy justa del peligro que representan los revisionistas yugoslavos y se esforzó en resolver esta cuestión a su debido tiempo y por el camino marxista.....» (13)
Sobre el problema de la sublevación húngara:
« La contrarrevolución en Hungría es principalmente obra de los titoistas. Los imperialistas norteamericanos tenían, en primer lugar, en Tito y en los renegados de Belgrado, la mejor arma para socavar la democracia popular en Hungría....» (14)
No se puede negar el grande e importante papel jugado por Enver Hoxha y el Partido Albanés del Trabajo, en la lucha ideológica y política contra los revisionismos yugoslavo primero y jruschovista después. No obstante las difíciles condiciones que tuvieron que soportar cuando Jruschov, con la consabida prepotencia y soberbia revisionistas, cortaron toda cooperación y ayuda al pequeño país socialista, Hoxha y el PAT, sostuvieron valientemente sus puntos de vista, sofocaron, una y otra vez, los complots criminales de yugoslavos y soviéticos, esta vez coaligados, defendieron el derecho de los partidos comunistas al criterio propio y condenaron desde todas las tribunas la restauración capitalista que ya se dibujaba en las actitudes y políticas de Jruschov y toda su comparsa.
Abordamos dos puntos que han aparecido muy oscurecidos por la propaganda oficial albanesa y naturalmente utilizada por el imperialismo para atacar al socialismo: en primer lugar el problema surgido primero por la acusación, la expulsión del Partido y posterior "suicidio" en 1981 del camarada Mehmet Shehu.
Escuchemos los cargos contra Shehu:
«Pero, antes de hablar sobre el papel y los fines complotadores de Mehmet Shehu y de su grupo hostil en la Conferencia de Tirana de 1956 y más tarde, hasta el momento en que se suicidó, considero necesario realizar un retorno al pasado para mostrar quién era en verdad Mehmet Shehu, de dónde venía y a quién servía…..
De las investigaciones realizadas tras el suicidio de Mehmet Shehu y de los documentos que el partido tiene en sus manos resulta que ha sido reclutado como agente de los americanos cundo estudiaba en la escuela de Fultz en Tirana. Por orden de éste, Mehmet Shehu marchó a estudiar a una escuela militar en Italia, igualmente por orden de la agencia americana fue enviado a España, para que penetrara en las filas de las brigadas internacionales. El objetivo de la agencia de espionaje americana era dar a su agente la "patente" de "combatiente internacionalista" con el fin de utilizarle para objetivos a largo plazo, posteriormente en Albania..... Tras el revés de la guerra antifascista en España, Mehmet Shehu marcha a un campo de refugiados en Francia, donde permaneció tres años cuando muchos de sus compañeros se fugaron. En el campo fue reclutado también como agente del Inteligence Service inglés...» (15)
Empero veamos que dice en contrario y al respecto la Historia del Partido del Trabajo de Albania:
«El odio hacia el fascismo, y el internacionalismo proletario de los comunistas y antifascistas albaneses encontró su expresión, con una fuerza particular, en su resolución para ir como voluntarios a España. Los grupos comunistas enviaron allá desde el año 1936 a sus militantes a luchar al lado del pueblo español. Los voluntarios albaneses, entre ellos Mehmet Shehu, Asim Vokshi, Thimjo Gozozoto, Raliz Varvarica, Zef Hoti, Musa Fratari, etc…» (16)
Shehu fue siempre el segundo hombre del comunismo albanés, No se puede tener dos juicios tan contradictorios en documentos oficiales del Partido. Nosotros sostenemos que Shehu fue un héroe de las brigadas internacionalistas albanesas en España, gran marxista leninista y revolucionario consecuente. Las explicaciones oficiales hacen referencia a la condición de "poli-agente" de Shehu desde los comienzos de la revolución. (agente de los norteamericanos, de los ingleses, de los yugoslavos, de los rusos, etc., etc.). Algo que no podemos aceptar sin análisis. Mehmet Shehu, ha sido un gran comunista, un gran luchador revolucionario y no creemos justo desde ningún punto de vista que se pretenda rebajar su papel hasta el nivel de "agente enemigo". Conocemos que después de su misteriosa muerte, se condenó y ajustició a su viuda e incluso a sus hijos en una cacería que rebaja la calidad revolucionaria del dirigente comunista albanés Enver Hohxa. Como en muchas otras oportunidades, consideramos que sin quitarle nada a la grandeza de la revolución albanesa y la actividad de su líder Enver Hoxha, el caso Shehu, constituye un craso error que debe ser enmendado por el respeto a la historia y a la memoria del gran comunista Mehmet Shehu.
Empero se sigue acusando a Shehu de traición:
«Durante la lucha de Liberación Nacional, Mehmet Shehu y su mujer Fiqret Sanxhaktari fueron reclutados también como agentes de los yugoeslavos por Dusan Mugosa.....» (17).
Contrariando todo lo anteriormente afirmado, se dice en la "Historia,…."
«Las unidades del Ejército de Liberación Nacional llevaban a cabo las últimas operaciones contra las tropas alemanas en Albania y Kosovo. Entre esas operaciones la más importante fue la que tenía por objetivo la liberación de Tirana. La operación por la liberación de Tirana se desarrollo según el plan del Alto Mando. Este plan se basaba en operaciones coordinadas de la I División y de otras unidades del Ejército de Liberación Nacional Albanés que debía lanzarse frontalmente sobre Tirana y sobre las líneas principales de movimiento de las tropas hitlerianas. El plan preveía aniquilar al enemigo, impedir el saqueo y la destrucción de Tirana y liberarla costase lo que costase. LA DIRECCIÓN DE LAS OPERACIONES LE FUE ENCOMENDADA AL MANDO DEL PRIMER CUERPO DE EJÉRCITO. LOS COMBATES EN LA CAPITAL Y EN SUS ALREDEDORES ESTABAN DIRIGIDOS POR EL COMANDANTE DE LA PRIMERA DIVISIÓN MEHMET SHEHU…» (18) (Mayúsculas nuestras)
Los comentarios sobran al especto y nos parece suficiente para demostrar, por lo menos se debían explicar todos los motivos y mostrar las pruebas de la supuesta traición de Shehu. Para nosotros Shehu seguirá siendo un héroe marxista- leninista y stalinista.
Segundo, la campaña atrabiliaria y sin contenido contra la persona del Presidente Mao Tse- tung. Hoxha no tuvo la capacidad de establecer la distancia política necesaria entre la fracción derechista del partido chino y la fracción propiamente maoísta. Es cierto que el c. Mao, ya bastante cansado y enfermo, no pudo contener el oportunismo de la fracción Chou En-lai que se manifestó en la política sobre todo exterior de China entre 1971 y 1976. Sin embargo, una otra cosa intolerable es que se pretenda desconocer los inmensos méritos del gran Presidente Mao Tse-tung, como lo hizo injustamente Enver Hoxha en sus últimas obras.
Lamentablemente, como la vida no es eterna, Enver Hoxha muere en 1985 e inmediatamente comienza el proceso de restauración capitalista en Albania en los contornos que mostraremos a continuación por medio de una transcripción del "Obrero Revolucionario" el periódico de los camaradas norteamericanos.
Sali Berisha llegó a la presidencia en 1992. Su tarea fue abrirle las puertas plenamente a las inversiones capitalistas, lo que llamó "integración con Europa". Se comprometió a desmontar completamente el sistema de propiedad socialista: destruyó la planificación centralizada de la economía; la propiedad estatal de la industria; la propiedad colectiva de la tierra.
Sali Berisha contaba con el apoyo entusiasta de Estados Unidos y las potencias imperialistas europeas quienes lo respaldaron como a Yeltsin en Rusia y a otros de su calaña en Europa oriental.
En 1992, se hablaba mucho de inversiones extranjeras, préstamos, nuevas industrias, prosperidad y elecciones
Esa realidad se expresó rápida y contundentemente, al igual que en otros países de Europa oriental y la ex-Unión Soviética. El gobierno de Berisha ha sido cada vez más salvaje y fascista. ¡De repente en enero de 1997, el pueblo se dio cuenta de que le habían robado todo lo que tenía!
Desde enero, ha habido una rebelión por todo el país contra el gobierno. Buena parte del país está fuera de control del gobierno central; y el estremecimiento se ha sentido en los Balcanes y el resto de Europa.
Empezando en 1991, Albania experimentó cambios drásticos: la destrucción de la propiedad colectiva en el campo y el reparto de tierras a particulares.
Se estableció un nuevo sistema bancario y se urgió a la población que invirtiera su dinero en fondos de inversión.
Muchos campesinos estaban pasando dificultades, pues las parcelas que les dieron después de desmantelar las cooperativas no rendían lo necesario para vivir. Así que muchos vendieron su pedazo de tierra e invirtieron el dinero. Unos 500 000 albaneses emigraron a Europa occidental para trabajar y enviar dinero a sus familias. Buena parte de ese dinero fue a parar en los "fondos de inversión".
Con este dinero, la nueva clase capitalista pudo comprar los sectores más lucrativos de la economía estatal. Como todo el mundo sabe hoy, invirtió sus ganancias de la típica manera capitalista: en cuentas bancarias privadas en el extranjero. También se dice que los fondos de inversión sirvieron para lavar dinero de narcotraficantes albaneses e italianos. El fondo mayor llamado VEFA, invirtió dinero en la campaña electoral de Berisha. El dueño de VEFA, Vebia Laimucaj fue designado representante de Albania ante la OTAN. Se dice que otro de los fondos financia al Partido Socialista.
Cuando Albania era socialista, la población era relativamente pobre, aunque había mejorado muchísimo con la revolución. Construyó una industria moderna en lo que era una sociedad feudal, a pesar del constante hostigamiento, amenazas militares y bloqueos económicos de los países capitalistas vecinos. El pueblo se sentía orgulloso de su autosostenimiento e igualdad socialista.
Al momento que le abrió la puerta al capitalismo mundial, Albania naufragó. Mercancía barata extranjera inundó al país y hubo que cerrar muchas fábricas.
La agricultura se estancó. Los graneros, guarderías, comedores populares y molinos colectivos dejaron de funcionar cuando se desarticuló la organización colectiva de las aldeas. Fue una situación de sálvese quien pueda, y un puñado se hizo rico a expensas de la mayoría. Así resucitaron las tradiciones reaccionarias de los clanes patriarcales.
Las promesas de "democracia" electoral como en occidente se agriaron. Después de que ganó las lecciones de 1992, Berisha recurrió a los métodos más crasos para robarse las siguientes elecciones: excluyó a partidos de la oposición, arrestó a algunos de sus líderes y muchos delegados de la oposición boicotearon el parlamento.
La policía y la policía secreta cobraron mayor fuerza, un incidente tristemente recordado, fue la paliza que le dieron a los pensionados que protestaban contra el fraude de las elecciones de mayo de 1996.
Berisha creó un Estado fascista electo, copiando el modelo impuesto por Occidente en Chile, Perú, Guatemala, Turquía, Croacia, Rusia, Rumania, etc. Hasta hace un año, el 6 de marzo, el Washington Post decía que Berisha es "nuestro hombre en Tirana".
2. LA REBELIÓN.
La quiebra de los "fondos de inversión" arruinó y enfureció al pueblo albanés desde abajo, se reveló contra los odiados nuevos capitalistas, estafadores, parásitos y lacayos de potencias extranjeras. En enero y febrero, enormes protestas sacudieron el país con la demanda de que el gobierno devolviera el dinero robado. La policía atacó las protestas y mató a varios manifestantes.
Berisha dijo que el creciente movimiento de resistencia era "una conspiración de grupos izquierdistas, extremistas y mafiosas". Anunció: "¡No vamos a pagar ni un sólo centavo!".
La situación estalló el 1°. de marzo, cuando la policía atacó a 42 universitarios durante una huelga de hambre en VLORE, una pequeña ciudad portuaria del sur del país. Miles de chavos defendieron audazmente a los huelguistas y mataron a varios agentes. Cuando se dieron cuenta de que la policía había huido, los manifestantes se apoderaron de la ciudad, quemaron la sede de la odiada policía secreta, la SHIK, y se apoderaron de delegaciones policiales y cárceles. Marcharon a los cuarteles militares, sacaron corriendo a los soldados y confiscaron sus armas. Por toda la ciudad y pronto en los distritos cercanos, la población declaró un paro general y se dedicó a tumbar al gobierno.
El periódico español "El País": "En Lushnja, grupos de airados manifestantes pararon dos camiones policiales y obligaron a los policías de motín a bajarse. Les quitaron las armas a 40 agentes. En Saranda, unos 3000 manifestantes se apoderaron del pueblo, llevando palos, quemaron tiendas y bancos, destruyeron seis radio patrullas, se apoderaron de la cárcel y soltaron a unos 100 presos y se armaron con unos 400 rifles militares Kalasnikov... En Himarar, centenares de personas se tomaron las calles y quemaron el ayuntamiento y la legación policial. En Gjirokaster, donde continúa un paro general, quemaron la delegación policial" (Nuestra traducción).
Muchos policías se quitaron los uniformes y se escondieron. La policía secreta huyó a la capital, dejando todo el sur en las manos de la población armada. Las metas de la rebelión son claras: que el gobierno devuelva el dinero y que el corrupto dictador Berisha se largue.
Berisha declaró que nunca iba a rendirse ni a permitir que la oposición participara en el gobierno. El 2 de marzo declaró un estado de emergencia nacional. Ordenó entregar las armas, prohibió las marchas de protesta y arrestó a centenares y quizás miles de personas. mandó movilizar al ejército a reconquistar el sur del país.
Pero en una ciudad tras otra, el ejército optó por no luchar contra los rebeldes, unas unidades simplemente se escurrieron, otras se unieron a los rebeldes, muchos oficiales y soldados también perdieron sus ahorros en los "fondos de inversión". Los soldados rasos apenas ganan 2 dólares al mes y odia el gobierno corrupto.
El gobierno perdió el control de una tercera parte del país y todavía no ha logrado restablecerlo.
Un periódico describió lo que pasó en Pasha Limini, una base militar cerca de Vlore. El comandante, el mayor Astrit, dijo: "Una multitud enorme rodeó el cuartel, quizás unas 10 ooo, la guardia unos 50 soldados, simplemente abandonaron su puesto. Les abrí las puertas". Ahora Astrit es comandante de las fuerzas rebeldes que defiende Vlore.
Se calcula que por todo el país los rebeldes se han apoderado de por lo menos 150 mil rifles automáticos de bases militares y los han repartido a la población.
Muchos carceleros abandonaron su puesto. En la cárcel Central de Tirana, unos 300 presos salieron libres, entre ellos conocidos oponentes del gobierno, cuando la lucha llegó a la capital, Berisha movilizó a su base de apoyo en las regiones montañosas del norte y llevó milicias armadas de aldeas aisladas a Tirana. También se puso a atizar las diferencias regionales y nacionales: dijo que la rebelión era cosa de albaneses del sur que quieren controlar todo el país y de separatistas griegos; repitió la acusación de que sus líderes son "izquierdistas, extremistas y mafiosos".
3. MEDIDAS DE CONTRA-INSURGENCIA.
Una semana después del estallido de la rebelión, empezaron a agotársele las opciones a Berisha. Solicitó una intervención militar occidental para apuntalar su gobierno. Pero en este momento las potencias occidentales están poco dispuestas a participar en una guerra de contra-insurgencia en Albania, especialmente contra una población que tiene tantas armas.
El 9 de marzo, presionaron a Berisha a invitar a "los seis partidos de oposición a participar en el gobierno. Berisha despidió a su propio primer ministro y nombró al dirigente del Partido Socialista. Mas tarde despidió al Jefe de la Policía secreta y anunció que iba a disolverla. Programó elecciones para junio.
Ninguna de esas medidas ha apaciguado las demandas populares, y por lo menos un tercio del país sigue en manos de varios consejos y organizaciones rebeldes. Pero la meta de las potencias imperialistas ha sido preparar el terreno para la instalación de un nuevo gobierno pro-occidente (Posiblemente sin Berisha), que sea más grato a sectores del movimiento rebelde y a la población en general. Parece que Berisha tiene los días contados, ya ha enviado a su familia al exilio. El Partido Socialista viene del viejo Partido de gobierno revisionista, El Partido del Trabajo de Albania, ha renunciado formalmente al marxismo y se ha vestido de partido social-demócrata al estilo occidental. En varios países del Europa del este (Lituania, Polonia y Hungría, por ejemplo), los viejos partidos revisionistas, han vuelto a gobernar después de una conversión a la social-democracia.
El nuevo dirigente del gobierno Bashkim Fino, del Partido Socialista, triplicó el salario de la policía y solicitó asesores militares occidentales para reorganizar el ejército y desarmar a la población. Luego se puso a negociar con los rebeldes ciudad por ciudad, con la esperanza de aprovechar la fragmentación de los insurgentes entre ahora y las elecciones.
La rebelión en Albania demuestra las posibilidades revolucionarias que existen en Europa del este. Por todo el viejo bloque soviético, millones de personas comparten el sufrimiento del pueblo albanés y su desilusión con las "reformas del mercado", al estilo occidental. Las masas especialmente en el sur del país se mantienen firmes en oposición al gobierno de Berisha y parece que no están dispuestas a izar banderas estadounidenses ni identificarse con símbolos reaccionarios y religiosos (como la oposición en Servia).
A pesar de las acusaciones del gobierno de que son "comunistas impenitentes e izquierdistas extremistas", no hay indicaciones de que la rebelión haya ido más allá de demandar la devolución del dinero perdido en los "fondos de inversión" y la destitución de Berisha.
Parece que hasta la fecha, la dirección de la rebelión es local y descentralizada. El crecimiento explosivo del levantamiento, dejó atrás a todas las organizaciones políticas existentes. Se han formado nuevas organizaciones populares en las calles, las aldeas, los colegios y universidades, y las unidades militares que se han unido a los rebeldes. La dirección de la rebelión recae principalmente en consejos locales, compuestos de diversas fuerzas políticas. Unas son del viejo gobierno del Partido del Trabajo de Albania, (PAT), otras son ex-presos políticos del PAT y otras han surgido del actual levantamiento y carecen de una clara historia política.
Al cierra de esta edición, el país sigue dividido en una región sureña, bajo el control de consejos locales, y una región norteña con la capital, donde el gobierno central de coalición está tratando de restablecer su ejército y su influencia política. Que sepamos, no hay un partido revolucionario, maoísta en Albania para dirigir una revolución socialista. Así que es probable que de una u otra manera fuerzas capitalistas restablezcan el control político. Todos los principales contrincantes entre ellos el Partido Socialista están resueltos a seguir el camino capitalista.
A pesar de esto, la feroz rebelión del pueblo albanés ha tenido consecuencias profundamente positivas en Albania y por toda Europa. Es el más poderoso movimiento de resistencia popular a la "reestructuración del mercado libre" en Europa desde la "caída" del Muro de Berlín y ha desmentido toda clase de falsedades sobre las maravillas del capitalismo.
¿Quién podría mirar la experiencia de Albania y decir en serio que su "integración" en el mercado capitalista occidental ha beneficiado al pueblo? En un mundo donde el sistema capitalista aplasta a millones de millones de personas a diario, sopla un viento fresco desde Vlore, Albania» (19)
Albania el pequeño y heroico país y pueblo inició vigorosamente la construcción socialista, venció muchos obstáculos y mantuvo en alto durante largos años, la bandera roja del marxismo-leninismo. La contra ola reaccionaria y revisionista logró contener y luego derrotar momentáneamente a este pueblo aguerrido. La historia no tiene fin y la historia de Albania no se detiene. Volverán pues nuestros camaradas albaneses a combatir y vencer en un futuro próximo.
Extraido de:
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