Finalmente, Cuba no estará en la Cumbre del 14 y 15 de abril próximo en Cartagena de Indias, Colombia, porque como explicó en esta capital el presidente anfitrión del foro, Juan Manuel Santos, no se logró consenso para invitarla.
"No ha habido ninguna sorpresa, ha sido la crónica de una exclusión anunciada. Con un enorme irrespeto por Colombia y por América Latina y el Caribe, los voceros norteamericanos desde el primer día habían decretado la exclusión de Cuba", afirmó el miércoles el canciller Bruno Rodríguez.
En una rueda de prensa en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, el titular señaló a periodistas nacionales y extranjeros que el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y otros funcionarios expresaron su veto antes del inicio de consultas sobre la presencia de La Habana en Cartagena.
Argumentos como la supuesta falta de democracia en la isla fueron una vez más esgrimidos por la Casa Blanca.
De acuerdo con Rodríguez, se trata de la continuidad de las acciones anticubanas ejecutadas por el gobierno del país norteño desde el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959.
"Expreso enérgica denuncia de que la exclusión de Cuba por parte del gobierno de Estados Unidos es inaceptable e injustificable, es parte de una política de bloqueo político, económico y mediático que es genocida, ilegal y viola los derechos humanos de los cubanos. El bloqueo es un crimen y un error que dura ya más de 50 años", expresó.
La Habana no ha mostrado interés por acudir a los foros hemisféricos establecidos en 1994 por iniciativa del entonces presidente norteamericano, William Clinton; sin embargo, defiende que no deben existir mecanismos de los cuales sean excluidas naciones de manera unilateral.
"Cuba nunca pidió ser invitada a ninguna de las llamadas cumbres de las Américas, nunca lo hizo en el pasado, a esta tampoco. Se limitó a responder, que de ser invitada en igualdad de condiciones y con plenos e iguales derechos, actuaría con apego a los principios y la verdad, con todo respeto como hace siempre", apuntó el canciller Rodríguez en la rueda de prensa.
Hace tres semanas, durante una reunión del Consejo Político -reunión de cancilleres- de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Cuba adelantó que asistiría a Cartagena, si era invitada.
Al mismo tiempo, ratificó su desinterés por reingresar a la Organización de Estados Americanos (OEA), por considerarla un instrumento para la dominación y la injerencia de Washington en Latinoamérica y el Caribe.
Su postura contó con el apoyo unánime de los otros siete países del ALBA (Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela), los cuales abogaron por la invitación de la isla a la Cumbre de Cartagena y el cese de la hostilidad en su contra.
Razones para no extrañar las cumbres de las Américas.
Para Cuba, las cumbres de las Américas están lejos de centrar su atención en las verdaderas preocupaciones regionales, como el desarrollo sostenible, el combate a la pobreza, el comercio justo y el compromiso sin dobles raseros en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
En ese sentido, Rodríguez recordó que surgieron en Miami hace 18 años como una "plataforma política para establecer el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), proyecto de Estados Unidos para la anexión económica de Latinoamérica y el Caribe", iniciativa derrotada en 2005 en el encuentro de Mar del Plata.
Además, expuso que en la reunión hemisférica de 2009 -celebrada en Puerto España- el presidente estadounidense, Barack Obama, prometió a la región cambios en la política de Washington hacia la misma, luego de décadas de relaciones marcadas por golpes de Estado, invasiones e injerencia.
"Qué dirá el presidente Obama en la próxima reunión de Cartagena", preguntó.
Estas cumbres, como la OEA, solo sirven para que Estados Unidos ejerza su dominación, los hechos más recientes lo demuestran, apuntó.
Rodríguez dejó claro que a la isla no le quita el sueño perderse una nueva edición de las cumbres de las Américas.
Por esos días, los cubanos estaremos aquí confiados y serenos, conmemorando la epopeya de Playa Girón, dijo en alusión a la derrota en abril de 1961 de una invasión mercenaria promovida y financiada por Washington.
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"No ha habido ninguna sorpresa, ha sido la crónica de una exclusión anunciada. Con un enorme irrespeto por Colombia y por América Latina y el Caribe, los voceros norteamericanos desde el primer día habían decretado la exclusión de Cuba", afirmó el miércoles el canciller Bruno Rodríguez.
En una rueda de prensa en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, el titular señaló a periodistas nacionales y extranjeros que el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y otros funcionarios expresaron su veto antes del inicio de consultas sobre la presencia de La Habana en Cartagena.
Argumentos como la supuesta falta de democracia en la isla fueron una vez más esgrimidos por la Casa Blanca.
De acuerdo con Rodríguez, se trata de la continuidad de las acciones anticubanas ejecutadas por el gobierno del país norteño desde el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959.
"Expreso enérgica denuncia de que la exclusión de Cuba por parte del gobierno de Estados Unidos es inaceptable e injustificable, es parte de una política de bloqueo político, económico y mediático que es genocida, ilegal y viola los derechos humanos de los cubanos. El bloqueo es un crimen y un error que dura ya más de 50 años", expresó.
La Habana no ha mostrado interés por acudir a los foros hemisféricos establecidos en 1994 por iniciativa del entonces presidente norteamericano, William Clinton; sin embargo, defiende que no deben existir mecanismos de los cuales sean excluidas naciones de manera unilateral.
"Cuba nunca pidió ser invitada a ninguna de las llamadas cumbres de las Américas, nunca lo hizo en el pasado, a esta tampoco. Se limitó a responder, que de ser invitada en igualdad de condiciones y con plenos e iguales derechos, actuaría con apego a los principios y la verdad, con todo respeto como hace siempre", apuntó el canciller Rodríguez en la rueda de prensa.
Hace tres semanas, durante una reunión del Consejo Político -reunión de cancilleres- de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Cuba adelantó que asistiría a Cartagena, si era invitada.
Al mismo tiempo, ratificó su desinterés por reingresar a la Organización de Estados Americanos (OEA), por considerarla un instrumento para la dominación y la injerencia de Washington en Latinoamérica y el Caribe.
Su postura contó con el apoyo unánime de los otros siete países del ALBA (Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Ecuador, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Venezuela), los cuales abogaron por la invitación de la isla a la Cumbre de Cartagena y el cese de la hostilidad en su contra.
Razones para no extrañar las cumbres de las Américas.
Para Cuba, las cumbres de las Américas están lejos de centrar su atención en las verdaderas preocupaciones regionales, como el desarrollo sostenible, el combate a la pobreza, el comercio justo y el compromiso sin dobles raseros en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico.
En ese sentido, Rodríguez recordó que surgieron en Miami hace 18 años como una "plataforma política para establecer el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), proyecto de Estados Unidos para la anexión económica de Latinoamérica y el Caribe", iniciativa derrotada en 2005 en el encuentro de Mar del Plata.
Además, expuso que en la reunión hemisférica de 2009 -celebrada en Puerto España- el presidente estadounidense, Barack Obama, prometió a la región cambios en la política de Washington hacia la misma, luego de décadas de relaciones marcadas por golpes de Estado, invasiones e injerencia.
"Qué dirá el presidente Obama en la próxima reunión de Cartagena", preguntó.
Estas cumbres, como la OEA, solo sirven para que Estados Unidos ejerza su dominación, los hechos más recientes lo demuestran, apuntó.
Rodríguez dejó claro que a la isla no le quita el sueño perderse una nueva edición de las cumbres de las Américas.
Por esos días, los cubanos estaremos aquí confiados y serenos, conmemorando la epopeya de Playa Girón, dijo en alusión a la derrota en abril de 1961 de una invasión mercenaria promovida y financiada por Washington.
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