Partido Comunista Clandestino Colombiano escribió:RESISTENCIA EN EL QUIMBO
Las protestas populares frente a la
construcción de la hidroeléctrica El Quimbo en el departamento del
Huila, son una muestra digna de la resistencia al neoliberalismo. La
movilización ha tenido una brutal represión por parte de los sabuesos
del ESMAD, en clara defensa estatal de los interesas foráneos.
Las protestas populares frente a la construcción de la hidroeléctrica El
Quimbo en el departamento del Huila, son una muestra digna de la
resistencia al neoliberalismo. La movilización ha tenido una brutal
represión por parte de los sabuesos del ESMAD, en clara defensa estatal
de los interesas foráneos.
Durante 20 años hemos visto en el sector
energético, decisiones de gobiernos entreguistas que han autorizado la
explotación de los recursos naturales, la privatización de las empresas
de generación, transmisión, distribución y comercialización de energía,
todo en favor del capital privado transnacional.
La Constitución de 1992 en el
artículo 365 y su posterior desarrollo legislativo con la ley 142 de
1994 y subsiguientes, autorizaron la privatización de las empresas del
sector. Según ANDESCO, entidad que reúne las prestadoras de servicios
públicos domiciliarios, el 49% son privadas y el 12% son mixtas, que es
decir lo mismo. El 39% son oficiales pero igual se comportan como
privadas. Dicho caramente, el sector está privatizado.
Producto de estas políticas es
EMGESA, empresa que construye El Quimbo. Fue constituida en 1997 como
resultado del proceso de capitalización (léase privatización) de la
Empresa de Energía de Bogotá, efectuado por la sociedad de propiedad
mayoritaria chileno-española, Capital Energía. La Compañía es filial de
ENDESA Internacional y tiene como actividad principal la generación y
comercialización de energía eléctrica.
Las políticas neoliberales han
traído como consecuencia el alza en las tarifas, la desconexión de éste
servicio domiciliario de miles de personas y problemas de calidad en el
servicio pese a que la mala calidad fue argumento para vender las
empresas públicas. Así mismo ha generado el desplazamiento de la
población por la construcción de macroproyectos y la expropiación de
tierras, el deterioro ambiental en las regiones y aumento del desempleo.
El proyecto de la hidroeléctrica El
Quimbo es un atentado contra la población, la naturaleza y la economía
regional: inundación de tierras productivas que sirven de sustento a las
comunidades adyacentes, destrucción de patrimonio histórico y
arqueológico, destrucción de infraestructura vial, cambio de vocación
productiva sin ninguna alternativa seria de largo plazo y cambio en los
usos del suelo que han sido tradicionalmente sustentables.
¿En beneficio de la población? NO.
Las transnacionales como ENGESA, invierten 800 millones de dólares para
la construcción de El Quimbo, pero terminan enviando ganancias de miles
de millones de dólares a su casa matriz, en éste caso, la española
ENDESA.
¿En beneficio de la región o del
país? NO. Están pensando más en el mercado latinoamericano. En esa
dirección ya hay acuerdos de interconexión en la Comunidad Andina de
Naciones, UNASUR y MERCOSUR.
Estas empresas continuarán
aumentando ganancias de cuenta de la inmensa riqueza hídrica que tiene
Colombia. Nuestro país tiene un potencial importante y la ventaja sobre
otros países de la Patria Grande, ya que en estos deben producir energía
quemando recursos no renovables como carbón, gas y petróleo. Por eso
aumenta la demanda y la burguesía está entusiasmada con el negocio,
mientras el gobierno busca afanosamente acuerdos bilaterales de comercio
y exportación. Actualmente éste sector aporta un poco más del 2% del
PIB colombiano.
En la agenda neoliberal está el
Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. De hecho, ANDESCO
prepara su congreso con éste tema. TLC significa aquí mayor inversión
extranjera, subordinación de la reglamentación nacional en la prestación
de los servicios, acceso imperialista a nuestros recursos.
A la agenda oligárquica se suma la
iniciativa del gobierno para rebajar las tarifas a las empresas
nacionales que, entre industriales y comerciales, consumen más del 50%
de la energía.
En la agenda popular para la Nueva
Colombia se encuentra la Plataforma Bolivariana. Allí encontramos una
postura soberana en el sentido de que estos sectores estratégicos deben
estar en manos del Estado. En el campo popular se presentó se ha
insistido desde un comienzo, en la derogatoria de la ley 142 de 1994.
En la agenda también está la
protesta, la resistencia. Las comunidades cercanas al Quimbo, así como
organizaciones sociales, ambientales y un sector importante de la
academia han expresado su inconformidad y han puesto el pecho al
desalojo represor y criminal.
Esta pelea refleja bien las
motivaciones de las luchas anticapitalistas del momento: daños
ambientales, presencia de transnacionales, derechos humanos, sociales,
económicos y culturales.
Alentamos a esta comunidad tropelera
para que no baje la guardia y mantenga la moral en alto. Nos
solidarizamos con su justa lucha. Invitamos a organismos de Derechos
Humanos para que acompañen el proceso, pues es larga la historia de cómo
estas obras se construyen a sangre y fuego. Invitamos a seguir éste
ejemplo de dignidad en un año que esperamos esté lleno de victorias
populares.
FUENTE:http://www.resistencia-colombia.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1211:partido-comunista-clandestino-colombiano&catid=20&Itemid=61