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Canarias atraviesa una nueva crisis económica, otra más en su historia, que una vez más arroja a los canarios y canarias a la pobreza, la exclusión y la emigración.
A diferencia con las otras crisis, nos encontramos en una crisis sistémica, de agotamiento del sistema capitalista provocada por la creciente escasez de recursos energéticos, acumulación de capital y brecha social.
Ante el derrumbe del capitalismo los cuadros capitalistas, véase banqueros, tecnócratas, agentes financieros y los grandes capitalistas diseñan reformas socio-políticas en los estados occidentales para rapiñar su sector público privatizando sanidad, educación y cualquier sector susceptible de crear beneficios con su privatización. Con la excusa de de sanear las deudas de los estados, que a todas luces se traduce en pagar las deudas e intereses con dinero público contraídos por gobiernos burgueses con la banca privada.
Por si fuera poco para que la penetración del capitalismo sea total y definitiva en occidente se llevan a cabo reformas laborales que arrojan a la clase trabajadora a condiciones de esclavitud vendiéndonos con un discurso maquillado de modernidad y progreso reformas laborales que nos trasladan no al siglo XXI sino al medievo.
Ante este escenario global agravado especialmente en Canarias debido a su condición colonial y por tanto de sobre-explotación de la clase trabajadora nos vemos obligados a responder contra el capital internacional, el estado español y la burguesía colonial canaria.
Bajo nuestro análisis una huelga general puede ser una respuesta, ¿pero qué sentido tiene hacer una huelga general controlada? Controlada en el tiempo, en las formas y condiciones.
Para realizar una huelga general exitosa en Canarias lo primero debe ser su carácter indefinido, que escape al control de la clase dominante y a su vez esto se convierta en garante contra la represalias contra los huelguistas, no retomándose el trabajo si no hay garantías de que ningún trabajador será penalizado ni en el ámbito público ni privado, por lo que esto requiere una solidaridad y compañerismo de clase absoluto.
Por otro lado la clave del éxito aplastante en Canarias sería la paralización absoluta, sin servicios mínimos de puertos y aeropuertos, paralizando el flujo económico externo que es fundamental para la economía canaria, si a ello sumamos una paralización del transporte terrestre por el servicio público y el bloqueo de vías se podría paralizar la actividad económica interna y entorpeciendo a aquellos esquiroles que acudan a su puesto de trabajo.
Desde Inekaren consideramos que esas serían las claves del éxito, y que de no haber voluntad siquiera de alcanzar estas metas estaríamos hablando de otra "movilización desmovilizadora" patrocinada por la clase dominante.
Sólo cuando pongamos en peligro los intereses de la burguesía es cuando la clase trabajadora alcanzará conquistas sociales siendo el culmen de estas conquistas la destrucción completa de la clase burguesa y sólo así se alcanzará la paz social.
Los intereses de los trabajadores no deben ser la convivencia armónica con la burguesía, ya que mientras exista desigualdad y unos posean los medios de producción y otros necesiten vender su fuerza de trabajo no habrá paz, sólo su destrucción acabará con éste sistema económico.
Por los derechos de la clase trabajadora.
¡Por una Canarias libre y socialista!
13 de marzo del 2012
Archipiélago Canario
Inekaren
Canarias atraviesa una nueva crisis económica, otra más en su historia, que una vez más arroja a los canarios y canarias a la pobreza, la exclusión y la emigración.
A diferencia con las otras crisis, nos encontramos en una crisis sistémica, de agotamiento del sistema capitalista provocada por la creciente escasez de recursos energéticos, acumulación de capital y brecha social.
Ante el derrumbe del capitalismo los cuadros capitalistas, véase banqueros, tecnócratas, agentes financieros y los grandes capitalistas diseñan reformas socio-políticas en los estados occidentales para rapiñar su sector público privatizando sanidad, educación y cualquier sector susceptible de crear beneficios con su privatización. Con la excusa de de sanear las deudas de los estados, que a todas luces se traduce en pagar las deudas e intereses con dinero público contraídos por gobiernos burgueses con la banca privada.
Por si fuera poco para que la penetración del capitalismo sea total y definitiva en occidente se llevan a cabo reformas laborales que arrojan a la clase trabajadora a condiciones de esclavitud vendiéndonos con un discurso maquillado de modernidad y progreso reformas laborales que nos trasladan no al siglo XXI sino al medievo.
Ante este escenario global agravado especialmente en Canarias debido a su condición colonial y por tanto de sobre-explotación de la clase trabajadora nos vemos obligados a responder contra el capital internacional, el estado español y la burguesía colonial canaria.
Bajo nuestro análisis una huelga general puede ser una respuesta, ¿pero qué sentido tiene hacer una huelga general controlada? Controlada en el tiempo, en las formas y condiciones.
Para realizar una huelga general exitosa en Canarias lo primero debe ser su carácter indefinido, que escape al control de la clase dominante y a su vez esto se convierta en garante contra la represalias contra los huelguistas, no retomándose el trabajo si no hay garantías de que ningún trabajador será penalizado ni en el ámbito público ni privado, por lo que esto requiere una solidaridad y compañerismo de clase absoluto.
Por otro lado la clave del éxito aplastante en Canarias sería la paralización absoluta, sin servicios mínimos de puertos y aeropuertos, paralizando el flujo económico externo que es fundamental para la economía canaria, si a ello sumamos una paralización del transporte terrestre por el servicio público y el bloqueo de vías se podría paralizar la actividad económica interna y entorpeciendo a aquellos esquiroles que acudan a su puesto de trabajo.
Desde Inekaren consideramos que esas serían las claves del éxito, y que de no haber voluntad siquiera de alcanzar estas metas estaríamos hablando de otra "movilización desmovilizadora" patrocinada por la clase dominante.
Sólo cuando pongamos en peligro los intereses de la burguesía es cuando la clase trabajadora alcanzará conquistas sociales siendo el culmen de estas conquistas la destrucción completa de la clase burguesa y sólo así se alcanzará la paz social.
Los intereses de los trabajadores no deben ser la convivencia armónica con la burguesía, ya que mientras exista desigualdad y unos posean los medios de producción y otros necesiten vender su fuerza de trabajo no habrá paz, sólo su destrucción acabará con éste sistema económico.
Por los derechos de la clase trabajadora.
¡Por una Canarias libre y socialista!
13 de marzo del 2012
Archipiélago Canario
Inekaren
