"El Primero de Mayo y su transformación en San José Artesano"
texto de María Dolores de la Calle Velasco (Universidad de Salamanca)
Se puede descargar desde el enlace: (28 páginas de buen formato pdf)
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El texto comienza: La celebración del Primero de Mayo, tradición inventada por los trabajadores, ha venido siendo considerada como «el más ambicioso de los rituales obreros a escala internacional». A partir de 1890 cada primavera, de forma reiterada, los obreros de distintos países se movilizan para afirmar una identidad colectiva, demostrar su fuerza ante la sociedad y los poderes públicos y el consenso en torno a reivindicaciones comunes. Tal vez por una magia especial el día adquiere una gran capacidad de convocatoria, de participación, encendiendo la ilusión de la comunidad obrera. A las manifestaciones y huelgas se suma enseguida la idea de fiesta, que propicia la unidad, la comunión y modifica mentalidades.
El texto termina: En una sociedad cada vez más industrializada y urbanizada, la fiesta del Primero de Mayo revela la ruptura real entre la sociedad y el régimen. La oposición adquiere dimensiones de masa, toma la calle y se manifiesta. Se puede afirmar que, al final de los años sesenta, San José Obrero pasa de ser fiesta oficial controlada por el poder, a celebración prohibida de abierta oposición al franquismo.
A lo largo del texto se hace referencia a una nutrida y valiosa bibliografía.texto de María Dolores de la Calle Velasco (Universidad de Salamanca)
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El texto comienza: La celebración del Primero de Mayo, tradición inventada por los trabajadores, ha venido siendo considerada como «el más ambicioso de los rituales obreros a escala internacional». A partir de 1890 cada primavera, de forma reiterada, los obreros de distintos países se movilizan para afirmar una identidad colectiva, demostrar su fuerza ante la sociedad y los poderes públicos y el consenso en torno a reivindicaciones comunes. Tal vez por una magia especial el día adquiere una gran capacidad de convocatoria, de participación, encendiendo la ilusión de la comunidad obrera. A las manifestaciones y huelgas se suma enseguida la idea de fiesta, que propicia la unidad, la comunión y modifica mentalidades.
El texto termina: En una sociedad cada vez más industrializada y urbanizada, la fiesta del Primero de Mayo revela la ruptura real entre la sociedad y el régimen. La oposición adquiere dimensiones de masa, toma la calle y se manifiesta. Se puede afirmar que, al final de los años sesenta, San José Obrero pasa de ser fiesta oficial controlada por el poder, a celebración prohibida de abierta oposición al franquismo.