Tras enterarme de que el marido de la vicepresidenta del Gobierno pepero ha obtenido un puesto en Telefónica... ¡¡¡POR SER CÓNYUGE DE SORAYA!!!, un tema está rondando por mi cabeza: ¿Ha accedido por méritos propios o se trata de enchufismo? La gran mayoría responderá lo segundo.
Sí, camaradas. En el mundo capitalista predomina mucho este fenómeno, junto con la corrupción y la explotación. Si muchos grandes empresarios, banqueros y políticos ocupan ese puesto será por alguna influencia o contacto con alguien poderoso. Es decir, que se sea familiar, amigo o pareja de alguien importante; o bien tener una cuantiosa fortuna en tu poder, te puede permitir con mayor facilidad acceder a un cargo importante en la administración pública o en una multinacional que una persona normal con estudios. Por ejemplo, la Ana Patricia Botín se hizo presidenta de Banesto - del cual el chorizo de Conde fue uno de sus directores - por ya sabéis qué, por ser hija de uno de los mayores ladrones de este país. De las ministras de Berlusconi ni os cuento: muchas de ellas han pasado por el colchón de Il Cavaliere. Y así sucesivamente, lo que me hace pensar que la democracia es una farsa. <<Sólo si tienes dinero te puedes presentar a la Alcaldía>>, como bien nos pone de manifiesto el gran Pablo Hasél.
En el mundo del espectáculo también se atraviesa por la misma circunstancia, si especialmente nos referimos al ámbito de las artes escénicas como el cine, la televisión o el teatro. En este mundillo se está poniendo bastante difícil hacerse un hueco aún si echado cuatro años estudiando Arte Dramático y dejándose una buena cantidad de dinero en dichos estudios (aparte del numerus clausus, las tasas de matrícula de estas escuelas son inalcanzables) para luego acabar en la cola del INEM o esperando a que alguien te llame para un cásting o una producción importante. De esos hay miles. Expresándolo de forma más clara, obtiene un papel más rápidamente alguien que sea familiar de cualquier actor de prestigio o que haya tenido alguna relación sentimental con él; en lugar de un aspirante a actor que se ha matado años y años, meses y meses, semanas y semanas, días y días y horas y horas intentando sacar adelante sus estudios de Interpretación. Este mundillo no es tan glamouroso e idílico como nos lo pintan en el papel couché y la televisión.
Y no sólo en los ámbitos que he citado se percibe el enchufismo, también en la vida cotidiana y en gran parte de los trabajos indefinidos y temporales. Una amiga mía me había dicho que para trabajar de dependienta en el Corte Inglés, no vale con mandar tu Curriculum Vitae, sino que debes conocer a alguien de allí si quieres hacerte con un puesto de dependienta. Etcétera, etcétera.
Y este es el quid de la cuestión. Si fueras un gobernante de un país comunista de cualquier parte del mundo, ¿qué medidas tomarías ante esta situación y cómo la evitarías? De todos modos, yo pienso que el enchufismo es una amenaza para la igualdad de oportunidades. Es que es pura hipocresía de que se nos proclame de que "en el sistema neoliberal se asegura la igualdad de oportunidades..." ¿De verdad existe la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos? Juas, Juas, ¡¡¡Y UN CUERNO!!! ¿Se pueden permitir el lujo de hablar de igualdad de oportunidades y luego cuyos amiguetes y colegas sean quienes se lleven el Premio Gordo?
Sí, camaradas. En el mundo capitalista predomina mucho este fenómeno, junto con la corrupción y la explotación. Si muchos grandes empresarios, banqueros y políticos ocupan ese puesto será por alguna influencia o contacto con alguien poderoso. Es decir, que se sea familiar, amigo o pareja de alguien importante; o bien tener una cuantiosa fortuna en tu poder, te puede permitir con mayor facilidad acceder a un cargo importante en la administración pública o en una multinacional que una persona normal con estudios. Por ejemplo, la Ana Patricia Botín se hizo presidenta de Banesto - del cual el chorizo de Conde fue uno de sus directores - por ya sabéis qué, por ser hija de uno de los mayores ladrones de este país. De las ministras de Berlusconi ni os cuento: muchas de ellas han pasado por el colchón de Il Cavaliere. Y así sucesivamente, lo que me hace pensar que la democracia es una farsa. <<Sólo si tienes dinero te puedes presentar a la Alcaldía>>, como bien nos pone de manifiesto el gran Pablo Hasél.
En el mundo del espectáculo también se atraviesa por la misma circunstancia, si especialmente nos referimos al ámbito de las artes escénicas como el cine, la televisión o el teatro. En este mundillo se está poniendo bastante difícil hacerse un hueco aún si echado cuatro años estudiando Arte Dramático y dejándose una buena cantidad de dinero en dichos estudios (aparte del numerus clausus, las tasas de matrícula de estas escuelas son inalcanzables) para luego acabar en la cola del INEM o esperando a que alguien te llame para un cásting o una producción importante. De esos hay miles. Expresándolo de forma más clara, obtiene un papel más rápidamente alguien que sea familiar de cualquier actor de prestigio o que haya tenido alguna relación sentimental con él; en lugar de un aspirante a actor que se ha matado años y años, meses y meses, semanas y semanas, días y días y horas y horas intentando sacar adelante sus estudios de Interpretación. Este mundillo no es tan glamouroso e idílico como nos lo pintan en el papel couché y la televisión.
Y no sólo en los ámbitos que he citado se percibe el enchufismo, también en la vida cotidiana y en gran parte de los trabajos indefinidos y temporales. Una amiga mía me había dicho que para trabajar de dependienta en el Corte Inglés, no vale con mandar tu Curriculum Vitae, sino que debes conocer a alguien de allí si quieres hacerte con un puesto de dependienta. Etcétera, etcétera.
Y este es el quid de la cuestión. Si fueras un gobernante de un país comunista de cualquier parte del mundo, ¿qué medidas tomarías ante esta situación y cómo la evitarías? De todos modos, yo pienso que el enchufismo es una amenaza para la igualdad de oportunidades. Es que es pura hipocresía de que se nos proclame de que "en el sistema neoliberal se asegura la igualdad de oportunidades..." ¿De verdad existe la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos? Juas, Juas, ¡¡¡Y UN CUERNO!!! ¿Se pueden permitir el lujo de hablar de igualdad de oportunidades y luego cuyos amiguetes y colegas sean quienes se lleven el Premio Gordo?