[Catalunya-Barcelona-FJCC] Solidaridad con los estudiantes detenidos en la Huelga General

Solidaridad con los estudiantes detenidos en la Huelga General


Desde el Colectivo Joan Comorera de la Federación de Jóvenes Comunistas de Cataluña (FJCC) nos solidarizamos con Dani e Isma, los dos compañeros miembros de la Asociación de Estudiantes Progresistas (AEP) que fueron detenidos en Barcelona por secretas durante la pasada Huelga General, el 29 de Marzo.

Se les acusa, entre otros cargos, de violencia callejera y de desórdenes públicos; cargos, que, por otro lado, son completamente falsos, puesto que los compañeros en cuestión se encontraban camino de la asamblea del barrio de Las Cortes.

Este caso no es puntual: el Estado español que, como todo Estado que se encuentra en la fase superior del capitalismo, tiende hacia la reacción, está efectuando una escalada represiva, acentuada desde la llegada al gobierno de los representantes de la burguesía regionalista: CiU.

La represión que el Estado ejerce sobre la clase obrera en particular y sobre el pueblo en general es, a la vez, arbitraria y selectiva: arbitraria para atemorizar en el pueblo con el objetivo que este deje hacer y deshacer a la oligarquía, para que esta, en medio de una crisis estructural del sistema, intente buscar la perpetuación de su sistema de explotación; y selectiva para impedir que el movimiento obrero y popular en el Estado español quede sin liderazgo, eliminando así a sus líderes más destacados: sindicalistas, líderes campesinos, miembros de asociaciones de vecinos, comunistas, etcétera.

La oligarquía, que ve cada vez más cerca la fecha del derrumbamiento de su sistema de explotación, intenta aferrarse de todas las maneras posibles al poder político, a su dictadura de clase. Para mantener su dominio sobre otras clases sociales y naciones oprimidas, la oligarquía, tanto española como catalana, no duda a usar todos los recursos que encuentra a su alcance: multas, detenciones arbitrarias, violencia policial, sentencias judiciales, exterminios carcelarios y un largo etcétera.

Lo que sí es obvio es que la oligarquía no cederá en su escalada represiva contra todo aquel que se oponga a su sistema de dominación, a su dictadura de clase. La única manera que nos queda para derribar a la oligarquía y acabar con su represión es la revolución socialista, que nos lleve a una sociedad donde no haya explotadores ni explotados, una sociedad donde el libre desarrollo de cada cual condicione el libre desarrollo de todos.

Así pues, unas instituciones (ayuntamientos, parlamento, congreso de los diputados) que impulsan la represión y amparan a aquellos que lo ejecutan, no representa ni puede representar al pueblo; el único camino que nos queda es el de organizar nuestros propios órganos de poder: asambleas de estudiantes en institutos y universidades, asambleas de trabajadores en las fábricas y centros de trabajo, asambleas de campesinos en el campo y asambleas populares en barrios y ciudades, que unidas conformen el Frente Único del Pueblo, órgano de poder obrero y popular que representará única y exclusivamente los intereses del pueblo, y no el de un puñado de especuladores financieros y empresarios.


Fuente y original en catalán