La Segunda Guerra Mundial podría haber sido impedida si Estados Unidos se hubiese alineado de forma clara de parte de las potencias occidentales en 1939, opinó el historiador alemán Rolf-Dieter Müller, director científico de la oficina de investigación de historia militar en Potsdam, en charla con dpa.
Estados Unidos intentó mediar sin éxito antes de la invasión alemana a Polonia y se declaró neutral tras el fracaso de las negociaciones. Los estadounidenses entraron en la guerra después del ataque japonés a la base norteamericana de Pearl Harbor a fines de 1941.
"La cúpula del Ejército alemán era muy consciente que Alemania perdió la Primera Guerra Mundial ante todo por la implicación de Estados Unidos", explicó Müller, editor de una serie de libros sobre la Segunda Guerra Mundial.
La amenaza de guerra por parte de Washington probablemente no hubiera frenado a Hitler, sostuvo. "Pero seguramente hubiera contribuido a que las ideas de los generales de atentar contra Hitler -que ya existían en 1938- se hubieran llevado a la práctica".
Ni las declaraciones de apoyo a Polonia por parte del Reino Unido ni las de Francia hubieran frenado a Hitler. Tampoco si Rusia hubiera permanecido neutral y no hubiera ocupado Polonia junto con Hitler se podría haber evitado la guerra, agregó el científico.
"El principal objetivo de Hitler al atacar a Polonia no era Polonia, sino tener una base de partida para la conquista de más espacio vital en el Este".
Según opinó Müller, el entonces presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, debió haber entendido la responsabilidad que cabía a su país. "Pero por problemas de política interior y por el desinterés de la población estadounidense respecto a Europa no pudo asumirla".
El vuelco de la opinión pública norteamericana llegó cuando Estados Unidos fue atacado. "Ése es el problema de la democracia. A diferencia de un dictador no se puede actuar en cuestiones tan importantes contra la voluntad de la población".
Al mismo tiempo, Müller advirtió de reducir el papel de los polacos a meras víctimas de la guerra. "Pocas veces se honra el hecho de que los polacos fueron al mismo tiempo los primeros que lucharon contra los nazis".
El Ejército polaco siguió existiendo parcialmente tras la derrota y emprendió la lucha desde Rusia y el Reino Unido. "Desde ese punto de vista habría que contar a los polacos entre las potencias vencedoras. Sólo que después les fueron robados los frutos de su lucha y fueron víctimas de una nueva dictadura".
Estados Unidos intentó mediar sin éxito antes de la invasión alemana a Polonia y se declaró neutral tras el fracaso de las negociaciones. Los estadounidenses entraron en la guerra después del ataque japonés a la base norteamericana de Pearl Harbor a fines de 1941.
"La cúpula del Ejército alemán era muy consciente que Alemania perdió la Primera Guerra Mundial ante todo por la implicación de Estados Unidos", explicó Müller, editor de una serie de libros sobre la Segunda Guerra Mundial.
La amenaza de guerra por parte de Washington probablemente no hubiera frenado a Hitler, sostuvo. "Pero seguramente hubiera contribuido a que las ideas de los generales de atentar contra Hitler -que ya existían en 1938- se hubieran llevado a la práctica".
Ni las declaraciones de apoyo a Polonia por parte del Reino Unido ni las de Francia hubieran frenado a Hitler. Tampoco si Rusia hubiera permanecido neutral y no hubiera ocupado Polonia junto con Hitler se podría haber evitado la guerra, agregó el científico.
"El principal objetivo de Hitler al atacar a Polonia no era Polonia, sino tener una base de partida para la conquista de más espacio vital en el Este".
Según opinó Müller, el entonces presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, debió haber entendido la responsabilidad que cabía a su país. "Pero por problemas de política interior y por el desinterés de la población estadounidense respecto a Europa no pudo asumirla".
El vuelco de la opinión pública norteamericana llegó cuando Estados Unidos fue atacado. "Ése es el problema de la democracia. A diferencia de un dictador no se puede actuar en cuestiones tan importantes contra la voluntad de la población".
Al mismo tiempo, Müller advirtió de reducir el papel de los polacos a meras víctimas de la guerra. "Pocas veces se honra el hecho de que los polacos fueron al mismo tiempo los primeros que lucharon contra los nazis".
El Ejército polaco siguió existiendo parcialmente tras la derrota y emprendió la lucha desde Rusia y el Reino Unido. "Desde ese punto de vista habría que contar a los polacos entre las potencias vencedoras. Sólo que después les fueron robados los frutos de su lucha y fueron víctimas de una nueva dictadura".