Los Comités de Unidad Obrera son una fórmula para la organización, debate, análisis y acción cohesionada de la clase obrera respetando la libre afiliación de cada trabajadora o trabajador. Es decir, no pretenden suplantar a los sindicatos, ni son sindicatos, son espacios de encuentro por la base, foros donde la clase discute sobre el acontecer laboral y político que le afecta, sobre la crisis capitalista, su caracter y una salida digna para la clase obrera.
En el seno de las empresas las trabajadoras y trabajadores tienen opiniones muy distintas sobre la crisis, muchas de ellas son construidas por los medios. Algunas compañeras piensan que se trata de corrupción, y que las cosas funcionarían bien si no existieran personas que se saltan las normas jurídicas para enriquecerse. Otras compañeras y compañeros apoyan la consigna de la mala gestión, es decir, que el capitalismo funciona mal, porque los gestores no son competentes, no controlan bien en que se gastan los recursos para que se haga con eficiencia. Bajo esta óptica para que el capitalismo funcione bien basta con técnicos muy competentes que controlen que no se creen estructuras burocráticas en las empresas que supongan un gasto excesivo sin necesidad, que se racionalicen los recursos en se empleen donde más rindan y todo eso. Con estas dos posiciones se terminan legitimando los recortes y reformas que desprotegen a la clase obrera con la falsa esperanza de que con el esfuerzo hecho y con "el aprendizaje de lo que ocurrió" por parte de políticos y empresarios se tomen medidas para "evitar la corrupción y mejorar la gestión" y así se remonte la crisis.
Hay otras posiciones de trabajadoras y trabajadores que afirman que la crisis es una falsa, apoyándose en datos de beneficios de BBVA y Santander C. H., por ejemplo. Bajo esta óptica la avarícia de la patronal le hace emplear la táctica de alarmar y asustar a la población difundiendo la "enorme gravedad de la crisis" para obtener más beneficios sometiendo a los trabajadores a mayores tasas de explotación. Con esta posición se defiende una respuesta más beligerante, pero continuos sucesos (cierres de empresas, quiebras,...) confunden a la clase sobre esta explicación.
Hay otra posición que se debe contrastar en los debates con las demás para cohesionar a la clase en torno a la necesidad de luchar. Esta posición afirma que la crisis es real, que es una crisis del capitalismo y no es la primera, que se han dado cíclicamente y cada vez con mayor intensidad en destrucción de fuerzas productivas, y que es expresión del agotamiento del modo de producción capitalista como formación histórica. ¿Por qué? Porque se llegó a un grado de desarrollo de las fuerzas productivas (nuevas tecnologías, formas de organizar el trabajo, cualificación, ...), donde la productividad se ha multiplicado por 6 con respecto a hace 20 años, tomando la producción un marcado carácter social, por lo que ya no se corresponde con unas relaciones sociales de producción capitalistas, donde lo que se produce son mercancías, es decir, productos destinados al intercambio, y donde el capitalista sólo puede transformar en beneficio la plusvalía extraída al trabajador si pone en circulación la mercancía, es decir, si logra venderla. Pero ya no logra venderla, pues incrementando la tasa de explotación, mediante la reducción salarial, el incremento de jornada y los ritmos de trabajo con la amenaza del paro, ha cercenado la demanda solvente.
Un ejemplo claro en Canarias lo tenemos con el negocio de inmuebles (ya sea vivienda, local comercial, …), Bancos, constructores e inmobiliarias no encuentran la forma de vender dichas mercancías. 400.000 desahucios por impagos han convertido a los bancos en inmobiliarias y, si bien, muchos han presentado beneficios en su cuenta de resultado todas las personas sospechan que esa enorme cantidad de inmuebles está sobrevalorada en las contabilidades de bancos y empresas constructoras. Ante la imposibilidad de mantener su tasa de ganancias endeudando más a las familias, bancos y constructores deben recurrir a los recursos públicos vía emisión de deuda pública para grandes infraestructuras que deberá ser devuelta a precio de oro por los Estado, ayudas directas, beneficios fiscales, o artimañas como las del Gobierno Canario que ofrece a los Bancos y constructores la posibilidad de adscribir durante un tiempo, ya que no pueden venderlas, las casas al plan de vivienda de Canarias recibiendo 350 euros mensuales (300 euros públicos y 50 de la familia que las habite, algo insostenible en el tiempo). En fin, Bancos, constructores, y el capital monopolista en general, persiguen la ganancia y no satisfacer una necesidad social, a pesar de ser la producción un proceso social enormemente desarrollado en este momento histórico, así que actúan impidiendo el desarrollo, estrangulándolo, y destruyendo fuerzas productivas por ir contra sus ganancias.
Desde esta posición los trabajadores y trabajadoras van más allá, pues se dan cuenta que el sacrificio que le pide el capital y sus gobiernos no servirá para crear empleo, ni revertirá en su bienestar, desmontan los argumentos de los que apuntan a una “baja productividad” como causa de la crisis, y permite percibir el momento histórico que hace imposible la vuelta al pasado, a la época de los créditos a destajo para reactivar el consumo de casas y vehículos, ya que estamos en un momento en que los recursos públicos se emplearán para mantener las ganancias del capital monopolista a costa incluso de los Servicios Sociales conquistados con luchas pasadas. Esta posición termina con las falsas ilusiones que llegó a crear el capitalismo a muchos trabajadores y los pone en predisposición para una dura y larga lucha que requiere de la unidad más sólida contra las causas de sus males, unas relaciones sociales de producción agotadas, basadas en la propiedad privada de los medios y, por ende, de la mercancías, que impiden la satisfacción de las necesidades sociales. Por ello deben ser sustituidas por otras de carácter social, cuyo fin sea la satisfacción de las necesidades sociales y estén acordes con el marcado carácter social de la producción en este momento histórico. Pensemos en que sólo con las viviendas que tienen los bancos acabaríamos con el déficit de viviendas sociales en Canarias, y si todos los locales y naves que tienen vacios se pusieran al servicio de la economía productiva se crearía un gran tejido productivo. Con la conciencia de esto la clase obrera también se hace consciente de la enorme organización y dedicación necesaria para vencer en la lucha contra el capital.
¿Por dónde empezar? ¿Cómo crear poder obrero a pie de centro de trabajo? ¿Cómo crear cohesión ideológica para organizar la lucha respetando las distintas siglas sindicales?
Cualquier trabajadora o trabajador, sea del sindicato que sea, sea delegado o simple afiliado, o aunque no esté sindicado en ninguno, puede participar en el CUO. El análisis, las posiciones y propuestas de acción que en su seno se acuerdan son llevadas por sus miembros al seno de sus respectivos sindicatos y a su vez a la asamblea general de trabajadores de la empresa. Se puede organizar por empresa o sector. Su objetivo inicial es generar cohesión de la clase obrera para la lucha por reconquistar los espacios perdidos. Contrastando las distintas posiciones la clase obrera debe quedar convencida y dispuesta a dar por terminado el apoyo a la línea que defiende "la paz social" y la continua negociación a la baja de las condiciones de trabajo como un mal menor que se debe aceptar para lograr un progreso económico y social que nunca llega, sino todo lo contrario.
Ya hay un C.U.O. en Canarias, se creo en el Hospital Materno Insular de las Palmas. Pueden leer algo en este enlace:
El CUO de Sanidad en Gran Canaria continúa su labor de denuncia del deterioro de la sanidad pública
http://www.unidad-obrera.org/?p=2539
YA HAY VARIOS CONSTITUIDOS POR EL ESTADO ESPAÑOL Y SE PREPARAN PARA UN ENCONTRO DE AMBITO ESTATAL.
Convocado el I Encuentro Estatal de los CUO para el 26 de mayo en Asturias
http://www.unidad-obrera.org/?p=2582
Después de haberse mantenido conversaciones entre los diferentes Comités para la Unidad Obrera que han ido surgiendo a lo largo y ancho del Estado español, el pasado sábado 21 de abril la Asamblea de los CUO de Asturias acordó aceptar la propuesta de organizar el I Encuentro Estatal de los CUO.
El Encuentro tendrá lugar por tanto en Asturias el próximo 26 de Mayo. Se puede descargar el documento a debate desde este enlace en formato para imprimir, o bien leerlo en pantalla haciendo click en la imagen.
FRAGMENTO DEL DOCUMENTO BORRADOR ADJUNTO.
2.- ¿QUÉ SON LOS COMITÉS PARA LA UNIDAD OBRERA (CUO)?
Habiendo descrito sucintamente la realidad sindical del Estado, partimos del hecho de que
resulta necesaria la puesta en marcha de una alternativa sindical como marco de
organización y lucha para el conjunto de la clase asalariada.
Pero esta alternativa no puede dar sus primeros pasos fomentando la división sindical, es
decir, autoproclamándose unilateral e idealmente como la herramienta más apurada y
definitiva con la que va contar el conjunto de los trabajadores para la satisfacción de sus
reivindicaciones laborales y exigiéndoles, por tanto, pasar a integrar sus filas despreciando
automáticamente al resto de organizaciones sindicales existentes y enfrentando como
oponentes y elementos ajenos a la lucha obrera a quienes mantengan su afiliación en las
mismas.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) no nacen, por tanto, con la voluntad de
erigirse desde un primer momento como un nuevo sindicato, ni como una confederación o
coordinación de los mismos. Es un proyecto que pretende abrir un nuevo espacio en el seno
del movimiento obrero y que, paulatinamente, vaya acogiendo a un número creciente de
trabajadores en torno a propuestas de análisis y de acción sindical que tiendan a denunciar la
paz social y las prácticas claudicantes de las cúpulas de las organizaciones sindicales. Es un
proyecto transversal que, igualmente, pretende unificar a los trabajadores por encima de
estructuras sindicales ya existentes.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) son, por tanto, un esfuerzo colectivo de la
clase trabajadora y para la clase trabajadora. Un proyecto que no nace para enfrentar a los
trabajadores por la defensa de unas siglas sindicales determinadas, sino para unificarlos por
encima de las mismas y para organizarlos junto a quienes hasta ahora no se han vinculado a
ninguna de ellas.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) pretenden, por tanto, estar presentes,
organizarse y unificar a trabajadores de distintos sindicatos, a trabajadores sin filiación
sindical, y su objetivo principal es lograr el mayor grado de unidad de análisis y acción de
todo el sindicalismo de clase.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) quieren constituirse en un movimiento
sindical de intervención sociopolítica, es decir, estar presentes en las movilizaciones que
puedan desarrollarse en otros ámbitos que no sean de estricto carácter laboral.
EN TENERIFE, ESTAMOS INTENTANDO IMPULSAR ESTA IDEA EN LOS CENTROS DE TRABAJO. SI TE INTERESA COLABORAR ESCRIBE A ESTA DIRECCIÓN.
En el seno de las empresas las trabajadoras y trabajadores tienen opiniones muy distintas sobre la crisis, muchas de ellas son construidas por los medios. Algunas compañeras piensan que se trata de corrupción, y que las cosas funcionarían bien si no existieran personas que se saltan las normas jurídicas para enriquecerse. Otras compañeras y compañeros apoyan la consigna de la mala gestión, es decir, que el capitalismo funciona mal, porque los gestores no son competentes, no controlan bien en que se gastan los recursos para que se haga con eficiencia. Bajo esta óptica para que el capitalismo funcione bien basta con técnicos muy competentes que controlen que no se creen estructuras burocráticas en las empresas que supongan un gasto excesivo sin necesidad, que se racionalicen los recursos en se empleen donde más rindan y todo eso. Con estas dos posiciones se terminan legitimando los recortes y reformas que desprotegen a la clase obrera con la falsa esperanza de que con el esfuerzo hecho y con "el aprendizaje de lo que ocurrió" por parte de políticos y empresarios se tomen medidas para "evitar la corrupción y mejorar la gestión" y así se remonte la crisis.
Hay otras posiciones de trabajadoras y trabajadores que afirman que la crisis es una falsa, apoyándose en datos de beneficios de BBVA y Santander C. H., por ejemplo. Bajo esta óptica la avarícia de la patronal le hace emplear la táctica de alarmar y asustar a la población difundiendo la "enorme gravedad de la crisis" para obtener más beneficios sometiendo a los trabajadores a mayores tasas de explotación. Con esta posición se defiende una respuesta más beligerante, pero continuos sucesos (cierres de empresas, quiebras,...) confunden a la clase sobre esta explicación.
Hay otra posición que se debe contrastar en los debates con las demás para cohesionar a la clase en torno a la necesidad de luchar. Esta posición afirma que la crisis es real, que es una crisis del capitalismo y no es la primera, que se han dado cíclicamente y cada vez con mayor intensidad en destrucción de fuerzas productivas, y que es expresión del agotamiento del modo de producción capitalista como formación histórica. ¿Por qué? Porque se llegó a un grado de desarrollo de las fuerzas productivas (nuevas tecnologías, formas de organizar el trabajo, cualificación, ...), donde la productividad se ha multiplicado por 6 con respecto a hace 20 años, tomando la producción un marcado carácter social, por lo que ya no se corresponde con unas relaciones sociales de producción capitalistas, donde lo que se produce son mercancías, es decir, productos destinados al intercambio, y donde el capitalista sólo puede transformar en beneficio la plusvalía extraída al trabajador si pone en circulación la mercancía, es decir, si logra venderla. Pero ya no logra venderla, pues incrementando la tasa de explotación, mediante la reducción salarial, el incremento de jornada y los ritmos de trabajo con la amenaza del paro, ha cercenado la demanda solvente.
Un ejemplo claro en Canarias lo tenemos con el negocio de inmuebles (ya sea vivienda, local comercial, …), Bancos, constructores e inmobiliarias no encuentran la forma de vender dichas mercancías. 400.000 desahucios por impagos han convertido a los bancos en inmobiliarias y, si bien, muchos han presentado beneficios en su cuenta de resultado todas las personas sospechan que esa enorme cantidad de inmuebles está sobrevalorada en las contabilidades de bancos y empresas constructoras. Ante la imposibilidad de mantener su tasa de ganancias endeudando más a las familias, bancos y constructores deben recurrir a los recursos públicos vía emisión de deuda pública para grandes infraestructuras que deberá ser devuelta a precio de oro por los Estado, ayudas directas, beneficios fiscales, o artimañas como las del Gobierno Canario que ofrece a los Bancos y constructores la posibilidad de adscribir durante un tiempo, ya que no pueden venderlas, las casas al plan de vivienda de Canarias recibiendo 350 euros mensuales (300 euros públicos y 50 de la familia que las habite, algo insostenible en el tiempo). En fin, Bancos, constructores, y el capital monopolista en general, persiguen la ganancia y no satisfacer una necesidad social, a pesar de ser la producción un proceso social enormemente desarrollado en este momento histórico, así que actúan impidiendo el desarrollo, estrangulándolo, y destruyendo fuerzas productivas por ir contra sus ganancias.
Desde esta posición los trabajadores y trabajadoras van más allá, pues se dan cuenta que el sacrificio que le pide el capital y sus gobiernos no servirá para crear empleo, ni revertirá en su bienestar, desmontan los argumentos de los que apuntan a una “baja productividad” como causa de la crisis, y permite percibir el momento histórico que hace imposible la vuelta al pasado, a la época de los créditos a destajo para reactivar el consumo de casas y vehículos, ya que estamos en un momento en que los recursos públicos se emplearán para mantener las ganancias del capital monopolista a costa incluso de los Servicios Sociales conquistados con luchas pasadas. Esta posición termina con las falsas ilusiones que llegó a crear el capitalismo a muchos trabajadores y los pone en predisposición para una dura y larga lucha que requiere de la unidad más sólida contra las causas de sus males, unas relaciones sociales de producción agotadas, basadas en la propiedad privada de los medios y, por ende, de la mercancías, que impiden la satisfacción de las necesidades sociales. Por ello deben ser sustituidas por otras de carácter social, cuyo fin sea la satisfacción de las necesidades sociales y estén acordes con el marcado carácter social de la producción en este momento histórico. Pensemos en que sólo con las viviendas que tienen los bancos acabaríamos con el déficit de viviendas sociales en Canarias, y si todos los locales y naves que tienen vacios se pusieran al servicio de la economía productiva se crearía un gran tejido productivo. Con la conciencia de esto la clase obrera también se hace consciente de la enorme organización y dedicación necesaria para vencer en la lucha contra el capital.
¿Por dónde empezar? ¿Cómo crear poder obrero a pie de centro de trabajo? ¿Cómo crear cohesión ideológica para organizar la lucha respetando las distintas siglas sindicales?
Cualquier trabajadora o trabajador, sea del sindicato que sea, sea delegado o simple afiliado, o aunque no esté sindicado en ninguno, puede participar en el CUO. El análisis, las posiciones y propuestas de acción que en su seno se acuerdan son llevadas por sus miembros al seno de sus respectivos sindicatos y a su vez a la asamblea general de trabajadores de la empresa. Se puede organizar por empresa o sector. Su objetivo inicial es generar cohesión de la clase obrera para la lucha por reconquistar los espacios perdidos. Contrastando las distintas posiciones la clase obrera debe quedar convencida y dispuesta a dar por terminado el apoyo a la línea que defiende "la paz social" y la continua negociación a la baja de las condiciones de trabajo como un mal menor que se debe aceptar para lograr un progreso económico y social que nunca llega, sino todo lo contrario.
Ya hay un C.U.O. en Canarias, se creo en el Hospital Materno Insular de las Palmas. Pueden leer algo en este enlace:
El CUO de Sanidad en Gran Canaria continúa su labor de denuncia del deterioro de la sanidad pública
http://www.unidad-obrera.org/?p=2539
YA HAY VARIOS CONSTITUIDOS POR EL ESTADO ESPAÑOL Y SE PREPARAN PARA UN ENCONTRO DE AMBITO ESTATAL.
Convocado el I Encuentro Estatal de los CUO para el 26 de mayo en Asturias
http://www.unidad-obrera.org/?p=2582
Después de haberse mantenido conversaciones entre los diferentes Comités para la Unidad Obrera que han ido surgiendo a lo largo y ancho del Estado español, el pasado sábado 21 de abril la Asamblea de los CUO de Asturias acordó aceptar la propuesta de organizar el I Encuentro Estatal de los CUO.
El Encuentro tendrá lugar por tanto en Asturias el próximo 26 de Mayo. Se puede descargar el documento a debate desde este enlace en formato para imprimir, o bien leerlo en pantalla haciendo click en la imagen.
FRAGMENTO DEL DOCUMENTO BORRADOR ADJUNTO.
2.- ¿QUÉ SON LOS COMITÉS PARA LA UNIDAD OBRERA (CUO)?
Habiendo descrito sucintamente la realidad sindical del Estado, partimos del hecho de que
resulta necesaria la puesta en marcha de una alternativa sindical como marco de
organización y lucha para el conjunto de la clase asalariada.
Pero esta alternativa no puede dar sus primeros pasos fomentando la división sindical, es
decir, autoproclamándose unilateral e idealmente como la herramienta más apurada y
definitiva con la que va contar el conjunto de los trabajadores para la satisfacción de sus
reivindicaciones laborales y exigiéndoles, por tanto, pasar a integrar sus filas despreciando
automáticamente al resto de organizaciones sindicales existentes y enfrentando como
oponentes y elementos ajenos a la lucha obrera a quienes mantengan su afiliación en las
mismas.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) no nacen, por tanto, con la voluntad de
erigirse desde un primer momento como un nuevo sindicato, ni como una confederación o
coordinación de los mismos. Es un proyecto que pretende abrir un nuevo espacio en el seno
del movimiento obrero y que, paulatinamente, vaya acogiendo a un número creciente de
trabajadores en torno a propuestas de análisis y de acción sindical que tiendan a denunciar la
paz social y las prácticas claudicantes de las cúpulas de las organizaciones sindicales. Es un
proyecto transversal que, igualmente, pretende unificar a los trabajadores por encima de
estructuras sindicales ya existentes.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) son, por tanto, un esfuerzo colectivo de la
clase trabajadora y para la clase trabajadora. Un proyecto que no nace para enfrentar a los
trabajadores por la defensa de unas siglas sindicales determinadas, sino para unificarlos por
encima de las mismas y para organizarlos junto a quienes hasta ahora no se han vinculado a
ninguna de ellas.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) pretenden, por tanto, estar presentes,
organizarse y unificar a trabajadores de distintos sindicatos, a trabajadores sin filiación
sindical, y su objetivo principal es lograr el mayor grado de unidad de análisis y acción de
todo el sindicalismo de clase.
Los Comités para la Unidad Obrera (CUO) quieren constituirse en un movimiento
sindical de intervención sociopolítica, es decir, estar presentes en las movilizaciones que
puedan desarrollarse en otros ámbitos que no sean de estricto carácter laboral.
EN TENERIFE, ESTAMOS INTENTANDO IMPULSAR ESTA IDEA EN LOS CENTROS DE TRABAJO. SI TE INTERESA COLABORAR ESCRIBE A ESTA DIRECCIÓN.