La segunda jornada de huelga de la llamada 'semana de lucha' dejó algún que otro sobresalto en Extremadura. El Sindicato de Estudiantes había convocado actos en las diferentes ciudades de la región para materializar su rechazo a los recortes llevados a cabo en educación por el Gobierno y en algunos de ellos se produjeron momentos de mucha tensión.
El seguimiento fue de nuevo masivo entre los estudiantes de Secundaria. Las aulas se quedaron prácticamente vacías y en las calles y plazas tuvieron lugar varias concentraciones y marchas, que en algunas ciudades como Badajoz y Plasencia se desarrollaron de forma pacífica, aunque en otras hubo que lamentar algún incidente.
En Cáceres, unos quince agentes de la Policía Nacional cargaron a las tres de la tarde en la Plaza Mayor, contra doscientos manifestantes, después de que uno de ellos les tirara un petardo y varios no quisieran identificarse mientras arreciaban los insultos a los agentes.
Unas 500 personas se habían manifestado antes sobre la una del mediodía ante la sede de la Subdelegación del Gobierno. La concentración, que no había sido comunicada a la autoridad con los 10 días de antelación pertinentes, cortó la avenida de la Virgen de la Montaña desde la una a las dos y media de la tarde.
Al comenzar a arrojar huevos contra la fachada se cerraron las puertas de la Subdelegación. Se quedaron doce agentes protegidos con sus escudos transparentes contra los manifestantes, alguno de los cuales no dejaban de insultarles, llamándoles «cobardes, mercenarios y asesinos».
También había un sector de los manifestantes que protestaba ante la actitud de sus compañeros y que mostraron su desacuerdo con el cariz que estaba tomando la protesta. Además de huevos, hubo quienes tiraron mecheros, llaves, latas y piedras.
Al disolverse la concentración en este lugar, el comisario del Cuerpo Nacional de Policía de Cáceres, Luis Ochagavía, señaló que los funcionarios «habían aguantado perfectamente el tipo» ante las provocaciones, indicando que no había destacado en este lugar a más agentes aunque había un retén preparado en Comisaría, para dejar claro que no quieren provocar con la presencia policial.
Advirtió de que se han hecho fotografías de los manifestantes que han tirado objetos contundentes y añadió que ya verá la Subdelegación si se les sanciona, como también verá «si es oportuno sancionar a quienes han participado y organizado esta manifestación no comunicada. La sanción por ello puede oscilar entre los 300 y los 30.000 euros».
La mayoría abandonó la protesta a las dos y media de la tarde, pero hubo 200 que se fueron a la Plaza Mayor, a la sede del Ayuntamiento. En su camino, en la calle Pintores, varios rompieron el escaparate de una sucursal bancaria. Al llegar a las escalinatas del Ayuntamiento se encontraron con 15 policías nacionales que les impidieron el paso. También había agentes de la Policía Local. En este lugar los policías nacionales ya realizaron una pequeña carga una vez que les tiraron un petardo. Aunque desde la Delegación del Gobierno aseguran que en todo momento los agentes utilizaron «la mínima fuerza indispensable» cuando cargaron contra los manifestantes.
En Mérida también se vivieron momentos tensos durante la jornada de huelga. Un grupo de jóvenes estudiantes que se manifestaba contra los recortes accedió a algunas dependencias del colegio concertado Los Salesianos. Así lo confirmó el director del centro educativo, Marco Antonio Romero, que relata que, «entraron en el centro educativo coreando cánticos, echando agua con una goma en el interior de algunas clases e incluso poniendo un bocadillo encima de la imagen de un Santo». Y añadió que accedieron al comedor y a algunas clases del centro.
También destacó que algunos de los jóvenes realizaron varias pintadas en una de las puertas del exterior del centro, que está situada en las traseras del edificio y donde se pueden leer frases como 'Menos crucifijos y más trabajo fijo'. «La aporrearon durante diez minutos al menos y luego la pintaron», explica el director.
Romero apuntó además que una profesora resultó herida en una mano y un trabajador de mantenimiento cayó al suelo. Aunque matizó que la profesora sólo tiene heridas en tres dedos, advirtió que están pensando si presentar o no una denuncia contra los autores de estos actos.
Por su parte, Javier Sánchez, un representante del 15-M, movimiento ciudadano que acompañaba a los estudiantes en Mérida, aclaró ayer a HOY, en nombre de sus compañeros, que en ningún momento intentaron entrar en el interior del edificio del colegio Los Salesianos, aunque sí confirma que accedieron al recinto del centro educativo.
Sánchez desmiente que hayan tenido que ver con la herida que sufrió una profesora, como cuenta el director del centro. «Fue un accidente. Mientras que ella intentaba cerrar una persiana, se ha pillado la mano. Pero nosotros no le hemos hecho daño», asevera.
Casi hubo más agentes que estudiantes en el tercer día de huelga. Medio centenar de policías nacionales, unos 40 antidisturbios venidos de Sevilla y otra docena de agentes del Grupo Operativo de Respuesta y cinco furgones blindaron la zona de la subdelegación del Gobierno en Cáceres para evitar altercados en la concentración de ayer de un centenar de estudiantes que transcurrió sin incidencias y que también se celebró sin autorización.
Que se sepa que Caceres ese dia se habia convertido en un Estado Policial, se hacian redadas contra estudiantes que iban paseando con el supuesto fin de identificar, pero con (exceptuando alguno)una actitud violenta y provocadora. Efectivamente el Poder tiene miedo y solo sabe protegerse asi con represión.
MUY GRANDES EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EXTREMEÑO. TOda nuestra solidaridad con los reprimidos que han sido muchos.