Entrevista en exclusiva al economista cubano Alberto Betancourt Roa y al diputado de la Asamblea Nacional Luis Morlote Rivas
Entrevistas | Félix Povedano Mínguez-Tercera Información | 21-06-2012
Alberto Betancourt Roa es asesor del presidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) y se dedica a divulgar la nueva política de lineamientos del Gobierno Cubano, encaminada a conseguir una “actualización del modelo socialista”. Luis Morlote Rivas es diputado de la Asamblea Nacional de Cuba y presidente de la organización cultural Asociación Hermanos Saíz. Ambos defienden la necesidad de una modernización del sistema económico cubano, pero insisten en que el socialismo no se está cuestionando; tan sólo se promueven nuevas “formas de gestión no estatal de la propiedad”, la cual, pese a todo, sigue perteneciendo al Estado, al menos en el grueso de los grandes medios de producción. El desarrollo de las cooperativas, los pequeños negocios y la consecución de una sociedad en la que la principal fuente de riqueza sea el trabajo y no el subsidio son algunos de los fines de estas nuevas políticas.
A modo de resumen, ¿podría explicar en qué consisten los cambios económicos que se están implementando en Cuba y cómo fue el proceso por el que se aprobaron?
Alberto Betancourt- Los lineamientos, que fueron aprobados en el Congreso del Partido y en la Asamblea Nacional, sufrieron un proceso de discusión popular muy amplio antes de que fueran aprobados por estas dos instituciones. Se celebraron más de 163.000 asambleas populares y se hicieron más de tres millones de intervenciones. El 68% de los lineamientos iniciales sufrió modificación y de los 291 lineamientos originales, al final salieron 313, es decir, que hubo nuevos lineamientos que no se habían previsto y que surgieron luego de la discusión popular. El objetivo, como dicen los lineamientos, es la actualización del modelo económico cubano. Nosotros no estamos planteando ningún cambio de tipo político, sino la actualización del modelo económico cubano, persiguiendo continuar la construcción del socialismo en Cuba, preservar las conquistas de la revolución en el plano social, como educación, salud pública, asistencia social, no dejar a nadie desamparado.
¿Cómo se llega a la conclusión de que Cuba necesita esos cambios?
Alberto Betancourt- La economía cubana tiene una serie de problemas que afrontar y resolver y hacía muchos años que nosotros no realizábamos un análisis integral del desarrollo económico y social del país. Se tomaban medidas parciales en un tema u otro, pero no había habido una integralidad. Se hizo pues un análisis pensando en que, efectivamente, la única forma de avanzar en el desarrollo económico del país y preservar el socialismo era por la vía de hacer este análisis y establecer unos lineamientos que nos permitieran ir hacia delante con una proyección a medio y largo plazo, no sólo a corto plazo.
¿Entonces, estas políticas no son coyunturales?
Alberto Betancourt- No. Estas políticas son estratégicas y no son temporales, eso es muy importante. En otros casos, por ejemplo, cuando el Periodo Especial, tomamos unas medidas, pero se dijo muy clarito que eran temporales, hasta que pudiéramos resolver la situación y recuperar la estructura que teníamos.
¿Pero no presentan estos lineamientos ciertas similitudes con el Periodo Especial en tanto que hay una liberalización de la economía?
Alberto Betancourt- No, no. Lo primero, que aquello fueron medidas temporales y además era una situación muy crítica en la que lo más importante era la supervivencia del país y ahora la situación no es la misma, la situación es mucho mejor y el objetivo no es la supervivencia del país, el objetivo es desarrollar económicamente el país. Por lo tanto, son conceptos totalmente diferentes. Por eso, insisto en que estos lineamientos son estratégicos, no temporales, porque existen las condiciones para poder hacerlo.
¿Y esas políticas de lineamientos no consisten en una liberalización económica?
Alberto Betancourt- Nosotros no hablamos de liberalización de la economía, nosotros hablamos de la existencia y promoción en Cuba de formas de gestión de la propiedad no estatal, que incluyen a los trabajadores cuentapropistas (autónomos), así como la creación de formas de gestión de la propiedad más sociales que lo que es un cuentapropista, como puede ser, por ejemplo, una cooperativa.
¿Eso no puede considerarse una enmienda al sistema de estatalización, un reconocimiento de los fallos del anterior sistema?
Alberto Betancourt- Es una mejora del sistema, pero es el mismo sistema porque los medios de producción fundamentales siguen siendo propiedad del Estado. Además, no se permite la concentración de riqueza.
¿El modelo de estatalización total se quedó anticuado? ¿Fue válido sólo para un momento?
Alberto Betancourt- El sistema de cien por cien estatalización fue válido para un momento. Hoy, sigue el sistema de estatalización, pero no es válido al cien por cien.
Luis Morlote- No son las mismas circunstancias; está la crisis económica mundial…
¿En qué momento perciben ustedes que el sistema de estatalización total empieza a estar desfasado?
Alberto Betancourt- Eso es un proceso. Hay factores externos: la crisis económica, la crisis financieraa, la crisis alimentaria, la crisis energética y del medio ambiente, es decir, una crisis general que ha afectado a todos los países, y a Cuba de manera muy particular porque es una economía abierta. Cuba es un país pequeño que depende mucho de todas las relaciones exteriores que tiene, es decir, desde el punto de vista de la importación, la exportación, los recursos, y por lo tanto, se ve muy afectada por cualquier situación de esta índole. Además, dentro de estas crisis, hay que señalar el incremento de los precios de los productos alimenticios. Cuba depende mucho de la importación y ha tenido que pagar en los últimos años precios muy altos por la importación de alimentos. Sólo por poner un ejemplo, en el año 2008, se pagaron 800 millones de dólares más que en el año 2007 por la misma cantidad de alimentos. El otro factor externo que hay es el bloqueo, que nos limita en muchas cosas, nos limita en financiamiento externo, en la posibilidad de operar con dólares y nos obliga a operar con euros en muchas circunstancias, con la situación actual, en la que el euro vale menos de lo que valía antes, o sea, que yo estoy afectado por la crisis del euro por la razón de que tengo la prohibición de operar con dólares. Desde punto de vista interno del país, también ocurrieron unos hechos que obligaron a todos estos cambios. Uno fueron los cuatro ciclones del año 2008, que trajeron como consecuencia una afectación de 10.000 millones de pesos, cuando el PIB de Cuba son 62.000 millones. Además, internamente también había otros factores que condicionan e inducen a tomar decisiones de este tipo, como el exceso de personal del Estado, la baja productividad, el salario medio, que crecía más que la productividad y, por tanto, cuando tú haces eso, ni incrementas ni acumulas consumo porque lo que produces es menos que el incremento que tiene el salario.
Y aun así, el salario cubano es muy bajo (el equivalente a 19 dólares)
Alberto Betancourt- No es exactamente así, porque el salario cubano tú no lo puedes comparar con el español. El cubano no paga casa, no paga educación, no paga salud pública. Luis Morlote- Están subsidiados muchos de los productos que consumimos. Alberto Betancourt- Claro, para hacer una comparación, habría que hacer un reorden de lo que en Cuba la gente no paga y qué valor puede tener eso en una sociedad como España, por ejemplo, y entonces se vería realmente cuál es el equivalente del salario cubano.
Sí, pero algunos bienes, como los electrodomésticos, con el salario cubano son inalcanzables
Alberto Betancourt- Bueno, no lo parece tanto. Usted vaya a las casas en Cuba y verá que todas tienen electrodomésticos. Luis Morlotes- No, lo que pasa es que también, hace cuatro o cinco años, en un proyecto que encabezó Fidel, se hizo un programa de atención social para todas las casas del país, viendo las necesidades que tenían de refrigerador, de hoya eléctrica, etc, y eso fue una oportunidad para que las familias cubanas adquirieran electrodomésticos, en pesos cubanos y lo pagaran a plazos, a crédito. Todavía hay un nivel de impago alto de muchas familias. Pero es verdad que el electrodoméstico en Cuba es muy caro.
Hablan de que hay muchos productos subsidiados a través de la cartilla de abastecimiento, pero también está habiendo recortes en esa cartilla, están dejando de subvencionar ciertos productos ¿A qué se debe? ¿También entra dentro de la política de lineamientos?
Alberto Betancourt- El país no tiene recursos para subsidiarlo todo y se ha limitado el subsidio a aquellos productos más esenciales. Se ha quitado el cigarro, el café…
¿Y los recortes en el subsidio de productos es algo temporal?
Alberto Betancourt- Es una línea. Nosotros queremos que el cubano pueda vivir de su salario
O sea, que en un futuro desaparecerán todos los productos subsidiados
Alberto Betancourt- Pero no está delimitado en qué tiempo; dependerá de cómo se desarrolle el país y de cómo se mueva el sistema de salarios. Luis Morlote- Raúl ha dicho en la Asamblea Nacional que los productos esenciales –el arroz, el aceite, la leche para los niños- el país los va a seguir priorizando y va a tratar de que los núcleos familiares tengan esos productos de primera necesidad. Yo no veo en el horizonte, en los próximos años, un momento en el que los salarios resuelvan eso y se pueda quitar la cartilla de productos subsidiados, pero es un tema que está contenido en los lineamientos y que parte de la idea del socialismo de que cada cual tenga según su trabajo y de que, entonces, el Estado garantice la atención de los núcleos desfavorecidos, que tengan problemas sociales o de salud, es decir, que el Estado pueda así focalizar ese trabajo social. Alberto Betancourt- Cambiar la política de subsidio de productos a subsidio de personas. El concepto es ése. Luis Morlote- Porque hoy, en Cuba, todos los núcleos, tengan el ingreso que tengan, reciben lo mismo con la libreta. Se atiende más al producto que a la persona.
¿Lograr que en un futuro se elimine la cartilla y todo el mundo viva de su salario no generará desigualdades? Porque no todo el mundo cobra lo mismo
Alberto Betancourt- No, las desigualdades existen hoy ya. La idea va a ser “a cada cual, según su trabajo”. En Cuba ya no hay igualitarismo, existe igualdad, pero no va a haber más igualitarismo. Luis Molote- El concepto que se ha debatido, tanto en la Asamblea como en el Partido como a nivel de pueblo, ha sido el de libertad de oportunidades. Tienes la oportunidad de trabajar o no. Cuba es lamentablemente uno de los países donde mucha gente vive sin trabajar porque el sistema social te lo permite. Lo que queremos desarrollar es la idea de que el trabajo tiene que ser la fuente de riqueza, que es un concepto propio del socialismo. La manera de resolver eso que tú estás preguntando es ver dónde el Estado tiene que atender verdaderamente, que se centre en los núcleos más desfavorecidos: familias con pocos ingresos, jubilados… La esperanza de vida en Cuba es tan grande que habrá que hacer un plan te atención a la tercera edad.
¿Pero no creen que de esa manera se avanza hacia una sociedad capitalista como aquí en España, donde todo el mundo vive también según su salario y aparte hay un sistema de seguridad social y protección social?
Alberto Betancourt- Pero hay una diferencia fundamental que usted no tiene en cuenta: en Cuba no hay capitalistas, mientras que España está llena de capitalistas
Sí, pero puede haber igualmente un asentamiento de las desigualdades
Alberto Betancourt- El asentamiento de las desigualdades es una cosa y la apropiación que hace el capitalista es otra. En España hay gente millonaria, gente que tiene grandes empresas, múltiples empresas, medios de comunicación. Lo que estamos estimulando es la forma de gestión de la propiedad, no la propiedad como tal. En Cuba, el negocio más grande que puede tener un individuo es un restaurante.
¿Cuántos asalariados puede tener un cuentapropista?
Alberto Betancourt- Los que él quiera, pero en función de los ingresos que tenga, porque los tiene que pagar. Luis Morlote- Él no concentra propiedad, hay una diferencia esencial ahí.
¿El restaurante es del cuentapropista?
Alberto Betancourt- Sí, puede ser de su propiedad Luis Morlote- Puede ser de su propiedad si lo está haciendo en su casa Alberto Betancourt- Y puede contratar gente que trabaje para él.
¿Y el hecho de que pueda contratar a asalariados no reproduce de alguna manera la figura del capitalista o del pequeño capitalista?
Alberto Betancourt- ¿Pero cuánto puede ganar el dueño de un restaurante pequeño? ¿Se va a hacer millonario así? No, no puede, es imposible.
Luis Morlote- También esto tiene que ver con que, sin hacer concesiones al sistema, sin rechazar la justicia social, hay que sobrevivir. Estamos en un mundo que no es el que quisiéramos vivir. Cuba es un país que sufre una presión por estar insertado globalmente en un mundo capitalista, en un mundo hostil al socialismo. La revolución tiene que sobrevivir y la manera de hacerlo es dar unos pasos que a lo mejor en otras circunstancias no hubiésemos dado. No hay una conciencia ni una intención de ir al capitalismo. No se está hablando de privatizar la educación, se está hablando de mantener la sanidad gratuita en todos los niveles, se está hablando de preservar las conquistas sociales como el deporte y la cultura. El Estado no está poniendo en venta las grandes empresas ni la electricidad. Hay una diferencia clara con el neoliberalismo al que el capitalismo nos ha acostumbrado en los últimos años. En Cuba hay una conciencia colectiva. Cuando hay alguien que concentra propiedad porque recibe remesas del exterior o lo que sea, los vecinos lo identifican y lo llaman “maceta”, el propio barrio lo considera un enemigo del pueblo.
¿Podría este modelo presentar similitudes con los antiguos Estados del bienestar Europeos de después de la segunda guerra mundial?
Alberto Betancourt- Esos Estados eran capitalistas. Los medios esenciales de producción, en Suecia, por ejemplo, nunca estuvieron en manos del Estado. En Cuba, el grueso de los medios de producción va a seguir en manos del Estado, no va a cambiar de propiedad. Sólo se está impulsando una serie de actividades por cuenta propia.
¿Con un modelo así se puede tender a la desaparición de las clases sociales? Ése es un objetivo del socialismo, no sé si también del Gobierno cubano
Alberto- En realidad, nuestros objetivos ahora están limitados a otra cosa, a resolver los problemas que tenemos en este momento, que son complejos y difíciles.
Luis Morlote- Hombre, yo creo también que, en términos ideológicos, el socialismo que estamos construyendo hoy, que están construyendo Venezuela o Bolivia, no es el socialismo de manual que alguna vez se planteó como único modelo de socialismo, que luego se desmoronó con la URSS y el bloque del Este. A partir de ello, se hizo el Periodo Especial y luego el país tuvo que reinventarse para poder sobrevivir, para poder preservar no una revolución simbólica, sino el concepto de justicia social. Nosotros hemos aprendido mucho de lo que está pasando en Latinoamérica. Lo que hay que pedirle a Cuba es que no vaya al capitalismo, que es lo que no perdonaríamos nosotros ni la gente de fuera que sigue viendo en Cuba un faro, una guía; pero para ello, para seguir siendo esa guía, el país tiene que sobrevivir, su gente tiene que tener una calidad de vida, que no consiste, como tú dices, en tener más electrodomésticos o en poder ir más a un hotel, sino que esa calidad se mide en la esperanza de vida, en poder ir a la universidad gratuitamente, en poder contemplar una obra de arte, en poder ir al cine o al teatro –en Cuba siguen siendo los precios los más bajos del mundo-, tiene que ver con estimular la calidad de vida de la población en circunstancias muy complicadas. Tenemos también el bloqueo, que mucha gente lo siente como mera retórica, pero, por ejemplo, si un barco de otro país va a comercializar con Cuba, ningún barco de esa compañía puede tocar puerto norteamericano en seis meses.
¿En qué aspectos cotidianos más fundamentales afecta el bloqueo?
Alberto Betancourt- Aparte de no poder operar con dólares, no podemos obtener financiamiento fácilmente porque EEUU persigue a las entidades financieras que hacen operaciones con Cuba y las pone multas millonarias, como ha pasado con ING. Además, se ve en cosas específicas, como la salud pública de los niños, con las piezas de los equipos médicos más modernos, que tienen tecnología americana y por eso no los podemos comprar, o empresas que tradicionalmente suministraban material a Cuba y al ser compradas por los americanos hemos perdido la posibilidad adquirir las piezas de repuesto de equipos muy caros que ya teníamos en Cuba.
Luis Morlote- Y hay otra cosa. Piensa que con la cercanía de ambos países, EEUU sería para Cuba un mercado y una fuente de turismo. Si se levantara el bloqueo, el impacto podría ser de dos millones de turistas en un año.
¿Sin el bloqueo de EEUU, este cambio en la política económica de Cuba habría sido igual?
Alberto Betancourt- Eso no lo podemos saber. Si el bloqueo no hubiera existido, Cuba sería otro país. Llevamos más de 50 años bloqueados.
¿Ahora mismo, cuáles son los mayores problemas económicos del país, los que afectan más directamente a la vida de la gente?
Luis Morlote- Problemas tenemos en el transporte, por ejemplo. En la alimentación, por los precios de la comida, por la baja producción de alimentos, que queremos estimular.
Alberto Betancourt- Hay un problema de productividad y precisamente por eso se quiere desplazar una parte importante de trabajadores del Estado hacia el trabajo por cuenta propia, para poder liberar también al Estado de esa carga y que pueda mejorar el salario de los que se quedan.
¿Los problemas de Cuba, al margen del bloqueo, pueden deberse también a una mala gestión económica?
Alberto Betancourt- Ha habido errores que se han dicho claramente Luis Morlote- Burocracia…
Alberto Betancourt- Burocracia, exceso de personal, como le decía, baja productividad…Por eso se puso tierra en usufructo para cualquier persona que la quisiera trabajar. Así, se repartió un millón trescientas mil hectáreas, lo que ha beneficiado a 400.000 personas.
¿Este cambio de modelo puede ir hacia la vía china?
Alberto Betancourt- Cuba no tiene nada que ver con China. Cuba es pequeña, china es enorme. Las economías se hacen en función del tamaño del país. Usted no puede comparar la economía de España con la de EEUU, y los dos son países capitalistas. España depende de su mercado externo y EEUU de su mercado interno. China tiene unas exportaciones grandes y un mercado interno gigantesco, que cuando hubo la crisis se le cayó el mercado externo y promocionó el consumo interno para mantener el nivel de producción y seguir desarrollando el país. Eso en Cuba es impensable con 11 millones de habitante. Cuba tiene una dependencia del exterior que no ha tenido China en su vida.
¿Valoran como positivo el cambio en el modelo económico chino?
Alberto Betancourt- Paro ellos, sí. Para ellos es tan positivo que eliminaron el hambre. También se ha visto la experiencia de Vietnam, se han visto experiencias cooperativas en otros países, por ejemplo, en el caso de Canadá, o en España, con el caso de Mondragón. Actualmente, en Cuba, la ley de cooperativas sólo prevé las cooperativas agropecuarias, y lo que se quiere con los lineamientos es abrir otros sectores a las cooperativas, que es un tipo de trabajo por cuenta propia, pero con propiedad social. Uno puede montar su propio restaurante en su casa o trabajar, en arriendo con otros trabajadores y a modo de cooperativa, en un restaurante del Estado.
¿Cómo afectó a Cuba el derrumbe de la URSS?
Alberto Betancourt- Se cayó el 35% del PIB del país, perdimos los principales suministros de petróleo, el suministro de créditos, perdimos el principal mercado de azúcar, perdimos los repuestos para toda la maquinaria que teníamos de la URSS de los países del Este y a pesar de ese golpe, aquí estamos. Yo quisiera ver cómo España se recupera en una situación como ésa. Luis Morlote- Tuvo que ver también mucho con la resistencia del pueblo cubano, con la unidad, con la confianza en los líderes.
¿Cómo ven desde Cuba la crisis económica internacional, especialmente en Europa?
Luis Morlote- Yo creo que los cubanos, por nuestra experiencia, estamos más preparados para la crisis que ustedes los europeos
Sí, pero ¿cómo valoran las políticas que se están aplicando con el pretexto de la crisis en Europa?
Alberto Betancourt- Lo que yo le puedo decir es que siguen aplicando políticas neoliberales y no resuelven nada, ésa es la realidad, los problemas siguen iguales o peores. En España, el desempleo es cada vez mayor
¿Cómo valoran la situación actual de América Latina, el cambio de rumbo a partir de que ciertos países rompieron con el neoliberalismo?
Luis Morlote- Latinoamérica está en un momento excepcional en el que han confluido varios líderes populares con una marcada tendencia hacia la justicia social. Alberto Betancourt- Bueno, lo primero que hay que decir es que estamos viendo el fracaso de las políticas neoliberales en América Latina; ahí es donde empiezan a surgir esos líderes populares. Las políticas neoliberales en América Latina han sido un fracaso total y en Europa estamos viendo ahora algo parecido. Luis Morlote- Y estos procesos han logrado que América Latina se integre como nunca antes se había integrado, con instrumentos como la CELAC, el ALBA o el UNASUR; por eso Chávez dice que es la segunda independencia. Se está reconfigurando la región.
¿Es un proceso irreversible?
Luis Morlote- Sí, yo creo que sí, es irreversible
¿Pese a la posible injerencia de EEUU o a la existencia de Gobiernos afines, como Colombia? ¿No podría haber una involución?
Luis Morlote- Yo no puedo aventurarme, no soy politólogo, pero, desde la perspectiva personal, yo creo que los pueblos no lo van a permitir.
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Última edición por Granma el Vie Jun 22, 2012 10:35 pm, editado 3 veces