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    SOBRE LA REVOLUCIÓN DE NUEVA DEMOCRACIA DE MAO TSE TUNG COMO ÚNICO CAMINO PARA LLEGAR AL SOCIALISMO Y AL COMUNISMO EN LOS PAÍSES ATRASADOS

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    Mensaje por javicho II Sáb Jul 07, 2012 3:22 am

    A MANERA DE INTRODUCCIÓN

    El revisionismo contemporáneo, hoy en cubiertos de fieles seguidores de Stalin y de antirrevisionismo, es el principal tergiversador de la tercera etapa del marxismo-leninismo que hoy es le maoismo.
    Uno de sus ataques arteros y tergiversadores lo centran el la Revolución de Nueva Democracia (RND) del Presidente Mao Tse Tung. La RND dio solución a la revolución socialista en los países atrasados. La RND consiste en liquidar las tres montañas que oprimen a los pueblos de los países atrasados: el imperialismo, la semifeudalidad y el capitalismo burocrático, objetivos que se va logrando en plena Guerra Popular como es específicamente en el caso del Perú.

    A continuación cuatro estudios breves sobre la Revolución de Nueva Democracia:
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    Mensaje por javicho II Sáb Jul 07, 2012 3:30 am

    VII


    EL PASO DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA A LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA

    En su obra Sobre el gobierno de coalición, el camarada Mao Tsetung ha escrito:

    “Los comunistas nunca ocultamos nuestras aspiraciones políticas. Nuestro programa futuro o máximo es llevar a China a la sociedad socialista y a la comunista. Esto es definitivo y no admite duda. El nombre de nuestro Partido y nuestra concepción marxista del mundo indican de manera inequívoca este supremo ideal para el futuro, infinitamente bello y luminoso. Al ingresar en el Partido, todo comunista tiene presentes dos objetivos claramente definidos: la revolución de nueva democracia, en la actualidad, y el socialismo y el comunismo, en el futuro; y por estos objetivos luchará a pesar de la hostilidad, las calumnias, las injurias y las befas estúpidas y abyectas, de los enemigos del comunismo a las que debemos combatir resueltamente. En cuanto a los incrédulos bienintencionados, no debemos atacarlos, sino explicarles las cosas con buena voluntad y paciencia. Todo esto es sumamente claro, definitivo, y no admite dudas.”

    Este pasaje expone con absoluta claridad el porvenir de China, un porvenir totalmente inevitable, determinado tanto por las leyes de la evolución histórica del mundo como por las leyes de la evolución histórica de China.

    Los oportunistas de derecha no han visto este porvenir, o lo consideraban completamente incierto y muy distante. Debido a que juzgaban a la burguesía como el líder de la revolución democrático-burguesa, consideraban que las conquistas de la revolución debía ser recogido únicamente por la burguesía. Por ejemplo, en su artículo "La Revolución Burguesa y la Burguesía Revolucionaria" publicado en 1923, Chen Tu-hsiu escribió: "La victoria de esta revolución democrática, ciertamente significa la victoria de la burguesía". A partir de este punto de vista derechista, negó categóricamente el futuro y el porvenir del socialismo. A la inversa, los oportunistas de "izquierda" no tuvieron en cuenta la diferencia entre la revolución democrático-burguesa y la revolución socialista, y consideraron que la victoria de la revolución en una o varias provincias podría marcar el comienzo de la revolución socialista. Ellos consideraron que en el momento en que la victoria de la revolución se hubiera extendido a la "parte esencial de la China", la tarea fundamental debería ser realizar la revolución socialista, y que el dominio de los reaccionarios del Kuomintang y del imperialismo, podria ser derrocado solamente sobre las bases de la realización del socialismo. Debido a los puntos de vista "izquierdistas", quienes estaban imbuídos de ultra-revolucionarismo negaron categóricamente la posibilidad de la victoria de la revolución democrática y de este modo negaron en esencia la posibilidad de la victoria del socialismo.

    De esta manera, los oportunistas “de izquierda”, incapaces de contener su impaciencia, negaban la posibilidad de victoria de la revolución democrática y, como consecuencia, negaban, en el fondo, la posibilidad misma de victoria del socialismo.

    El oportunismo de "izquierda" y el oportunismo de derecha son recíprocos en esta cuestión, así como en muchas otras. Como fue establecido previamente, durante la etapa inicial de la Guerra de Resistencia contra el Japón, nuestro Partido dirigido por Mao Tse-tung, se esforzaba al máximo para que la Guerra de Resistencia acabara con la victoria del pueblo. Aquellos camaradas que habían cometido errores de "izquierdismo" durante el período de la Segunda Guerra Civil Revolucionaria, llegaron a una conclusión diametralmente opuesta. Ellos consideraron que el "futuro" victorioso de la Guerra de Resistencia pertenecía al Kuomintang de Chiang Kai-shek antes que al pueblo. Esta conclusión obviamente negaba tanto el futuro victorioso de la revolución democrática, como el futuro del socialismo.


    Después de 1927, el camarada Mao Tsetung no ceso de refutar los puntos de vista de los oportunistas de “izquierda” sobre los problemas concernientes al carácter de la revolución China. Consideraba que la revolución democrática debía proseguir hasta el final. Únicamente de esta manera, decía, se podrán preparar perspectivas socialistas a la revolución china. Negar la necesidad de la etapa revolucionaria por la conquista de los derechos del pueblo, pensando que la revolución china se encuentra ya en el periodo de la revolución socialista, sería una interpretación que perjudicaría enormemente a la revolución china”. El camarada Mao Tsetung estaba absolutamente de acuerdo con el punto de vista de la Internacional Comunista, según el cual la revolución china pasaba por la revolución democrática burguesa: “la justeza del punto de vista de la Internacional Comunista se ha visto confirmada a lo largo de nuestra lucha” 1

    El camarada Mao Tsetung ha desarrollado la teoría de Lenin y Stalin sobre le paso de la revolución democrática burguesa a la revolución socialista, teniendo en cuenta las condiciones concretas de China. Y así dice:
    “Somos partidarios de la teoría de la transformación de la revolución y no de la teoría trotskista de la “revolución permanente” Nos pronunciamos por llegar al socialismo pasando por todas las etapas necesarias del desarrollo de la república democrática. Nos oponemos al seguidismo, pero también al aventurerismoy a la precipitación”.

    También dice el camarada Mao Tsetung:

    "Todo comunista debe saber que todo el movimiento revolucionario Chino, dirigido por el Partido Comunista Chino, es un movimiento completamente revolucionario que comprende dos etapas: la revolución democrática y la socialista, que son dos procesos revolucionarios diferentes en carácter, y que la etapa socialista puede ser alcanzada solamente después de que la etapa democrática sea completada.

    La revolución democrática es la necesaria preparación para la revolución socialista, y la revolución socialista es el rumbo inevitable de la revolución democrática. Y el último objetivo de todos los comunistas, es esforzarse y hacer todo to posible por la final construcción de la sociedad socialista y de la sociedad comunista. Nosotros podemos dar una correcta dirección a la revolución China, solamente sobre la base de una clara comprensión tanto de las diferencias como las interconexiones entre la revolución democrática y la revolución socialista podremos dirigir correctamente la revolución china”.

    Por lo tanto, considerada desde el punto de vista del desarrollo integral del movimiento revolucionario, el período de la revolución de nueva democracia "es una etapa transitoria cuyo objetivo consiste en poner fin a la sociedad colonial, semi-colonial y semi-feudal, y preparar las condiciones para la edificación y establecimiento de la sociedad socialista".

    ¿Por qué son posibles esta trasformación y tal transición? Desde el punto de vista de clase, fue debido a la dirección del proletariado; y desde el punto de vista del partido, fue debido a la dirección del Partido Comunista Chino. Mao Tse-tung estaba completamente en lo cierto al anotar:

    "A excepción del Partido Comunista, ninguno de los partidos políticos burgueses o pequeño-burgueses puede ejecutar la tarea de dirigir dos grandes revoluciones Chinas, la democrática y la socialista, hasta su completa realización. Y el Partido Comunista Chino, desde el mismo día de su nacimiento, ha tornado esta doble tarea sobre sus espaldas".

    Como se estableció anteriormente, es completamente erróneo confundir la etapa de la revolución democrática con la de la revolución socialista. Por otra parte, de ningún modo esto quiere decir que la etapa de la revolución democrática no pueda llevar consigo algunos elementos socialistas. Sería evidentemente erróneo pensar de esa manera. En 1939, analizando el resultado de la victoria de la revolución de nueva democracia, Mao Tse-tung escribió:

    "Es un resultado inevitable de la victoria de la revolución democratica en la China económicamente atrasada, que el capitalismo se desarrolle hasta un cierto grado. Pero este será solamente el resultado de la revolución China en un aspecto, no su éxito total. El éxito completo de la revolución China será el desarrollo de los factores capitalistas por una parte, y de los factores socialistas por la otra".

    El camarada Mao Tse-tung llegó a esta conclusión, precisamente basándose en el punto de vista fundamental de la dirección del proletariado. Los desarrollos tanto políticos como económicos que siguieron a la victoria de nuestra revolución de nueva democracia, han demostrado completamente la exactitud de la conclusión Marxista-Leninista del camarada Mao Tsetung.

    ¿Cual es el principal elemento socialista, en el plano político, resultante de la victoria de la revolución de nueva democracia? Es la posición de dirigente que ocupa la clase obrera en los órganos del poder estatal y en las fuerzas armadas populares, como ha sido estipulado en el Programa Común de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.

    ¿Cual es el principal elemento socialista en el plano económico, resultante de la victoria de la revolución de nueva democracia? Es la confiscación de las empresas pertenecientes a los imperialistas y a los capitalistas burocráticos y la transferencia de su propiedad a la república popular dirigida por la clase obrera. En palabras de Mao Tse-tung, esto "permitirá a la república popular controlar los aspectos vitales de la economía del país y capacitará a la economía de propiedad del estado para convertirse en el sector de dirección de la economía nacional en su conjunto. Este sector de economía tiene un carácter socialista y no capitalista". El Programa Común, de acuerdo con las enseñanzas del camarada Mao Tse-tung, estipuló claramente este punto en los siguientes términos:

    "La economía estatal es de naturaleza socialista. Todas las empresas de importancia, vinculadas a la vida económica del país y que ejercen una influencia dominante sobre la subsistencia del pueblo, estarán bajo el manejo unificado del estado. Todos los recursos y las empresas pertenecientes al Estado son propiedad colectiva del pueblo. En su conjunto, son las principales bases materiales sobre las cuales se desarrollará la producción de la República Popular para lograr la prosperidad económica, y son la fuerza dirigente del conjunto de la economía social".

    Las organizaciones de ayuda mutua, las cooperativas de productores agrícolas, y las cooperativas de víveres y consumo de las masas campesinas, que se desarrollaron durante la revolución de nueva democracia, también contienen elementos socialistas y sirven como formas transitorias hacia el socialismo.

    Una amplia vía se nos abre para el desarrollo del socialismo gracias a nuestra revolución popular.
    Es cierto que necesitamos un largo espacio de tiempo para realizar la transformación socialista en todo el país. Pero este camino ha sido abierto. Nuestro avance está plenamente asegurado, aunque muchos preparativos y luchas son todavía necesarios. Tal como el camarada Mao Tse-tung lo anotó:

    "De esta manera, nuestro país podrá progresar con confianza tras haber conocido la guerra y efectuado las reformas de la nueva democracia; y en el futuro, cuando la prosperidad económica y cultural del país haya sido realizada, cuando se hayan realizado las condiciones necesarias y el pueblo entero, convencido, nos haya dado su adhesión, entonces podremos, concediéndonos el tiempo necesario, adentrarnos convenientemente en la nueva era del socialismo”

    Los oportunistas de derecha intentaron hacer una pieza de museo del gran ideal del comunismo, mientras que los oportunistas de "izquierda" intentaron despojarlo de su rica potencia vital, de su carne y de su sangre. El camarada Mao Tsetung teniendo en cuenta todas las etapas que la historia China ha atravesado, supo unir firmemente los principios comunistas la agilidad de la política encaminada a conseguir los objetivos del comunismo. En consecuencia, el comunismo en China no es una utopía o algo inalcanzable; el comunismo es algo perfectamente realizable, irresistible y lleno de vida.

    Tomado del libro:

    PO-TA, CHEN. "La Teoría de Mao Tsetung Sobre la Revolución China". Barcelona: Avance,1975, pg.69-74



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    Mensaje por javicho II Sáb Jul 07, 2012 3:35 am

    1º de octubre de 1949 b"¡El Pueblo Chino Se Ha Puesto En Pie!"


    "¡El pueblo chino se ha puesto en pie!". Con estas palabras, Mao Tsetung anunció el establecimiento de la República Popular China el 1º de octubre de 1949 desde la Plaza de Tienanmen en el corazón de Pekín. Cincuenta años después es necesario y muy oportuno que los revolucionarios proletarios del mundo entero se unan para celebrar el triunfo de esta gran epopeya de la historia, profundizando su comprensión de las lecciones aprendidas a lo largo de los tremendos sacrificios y el triunfo final, a fin de aplicar mejor estas lecciones en la actualidad.
    Expulsados de las ciudades por la contrarrevolución en 1927, los comunistas de China, con sus filas enormemente reducidas por las masacres desatadas por los reaccionarios del Kuomintang (KMT), llevaron la revolución al vasto campo de China y comenzaron un proceso de lucha que duraría más de dos décadas, con tres guerras distintas (la Revolución Agraria, la Guerra contra el Japón y finalmente la Guerra Civil contra la clase dominante del KMT). En el transcurso de la revolución, Mao y el Partido Comunista de China asombraron al mundo con la Gran Marcha y otras hazañas de heroísmo sin igual. La victoria en 1949 abrió un nuevo capítulo en la revolución proletaria mundial, avivando la lucha de los pueblos oprimidos de Asia, Africa y América Latina contra el imperialismo y abriendo la puerta a una experiencia totalmente nueva en el desarrollo de la revolución socialista.
    Mao estableció lo que hoy es evidente: en un país como China las masas campesinas (la mayoría de la población que sufría bajo el yugo del sistema semifeudal), fueron la fuerza principal de la revolución. Pero en esa época, el punto de vista de Mao representaba sólo a una pequeña minoría en las filas de los comunistas. La opinión más aceptada era que la revolución en los países oprimidos y atrasados como China surgiría sólo con la victoria de la revolución proletaria en Occidente y que la revolución en estos países seguiría el mismo camino que la revolución bolchevique, en la que la clase obrera primero tomó el Poder en las ciudades importantes y luego llevó la guerra contra los explotadores al campo.
    La capacidad de Mao para comprender y trazar el camino a seguir se basó principalmente en su síntesis de la experiencia de hacer la revolución por parte de miles y miles de comunistas y millones de masas. Pero este tesoro de experiencia, de heroísmo, lucha ardua y derrotas amargas no generó, solo, las respuestas a los problemas de la revolución. Otros dirigentes extrajeron conclusiones distintas de la misma experiencia, y posturas claramente opuestas (lo que Mao llamó "lucha entre dos líneas") se desarrollaron sobre los objetivos, las alianzas de clase y la naturaleza y camino de la revolución en China.
    Tampoco, como más tarde afirmarían los eruditos burgueses y los revisionistas, se podía considerar a Mao un representante de los campesinos de China y de su milenaria lucha. Aunque Mao tuvo una gran confianza en el campesinado y su potencial revolucionario y extrajo lecciones de sus luchas, él era el representante de una clase distinta, el proletariado, que apenas acababa de surgir en China como resultado de la penetración del imperialismo. Mao estaba armado con la ideología científica que corresponde a esta clase, conocida entonces como marxismo-leninismo, que él utilizó para analizar las contradicciones en la sociedad y resumir la experiencia revolucionaria. De más importancia aún, Mao aplicó el marxismo-leninismo a los problemas concretos de la revolución china, parte del proceso a través del cual, al dirigir la revolución socialista y la lucha contra el revisionismo contemporáneo, desarrolló la ciencia del proletariado hasta nuevas cimas, llegando a lo que hoy llamamos Marxismo-Leninismo-Maoísmo.
    Mao comprendió que en países como China era urgente hacer una revolución democrática contra el viejo sistema feudal y contra la dominación extranjera. Antes que él, otros combatieron a estos enemigos. La burguesía china, incluidos algunos representantes progresistas como Sun Yat-sen, había encabezado poderosas luchas contra el imperialismo y la vieja sociedad y cultura feudales. En China, estas luchas movilizaron a millones de personas de muchos sectores sociales, pero todas fueron finalmente derrotadas y/o traicionadas. (El archicriminal Chiang Kai-shek transformó el KMT, creado por Sun Yat-sen y en alianza con los comunistas, en una máquina contrarrevolucionaria de terror y represión.)
    Mao señaló que en China la burguesía era incapaz de dirigir la revolución democrática hasta su término. Y toda la historia del siglo XX ha subrayado esta verdad una y otra vez: en los países oprimidos de ningún modo esta clase puede llevar la revolución democrática hasta la victoria.
    El sector principal de la burguesía, la clase capitalista burocrática, se ha convertido en el principal vehículo para la penetración imperialista en estos países; su existencia misma depende de proteger y representar al imperialismo. Llega a acuerdos y fortalece a toda clase de elementos feudales retrógrados en la economía y la cultura de estas sociedades. La clase capitalista burocrática es uno de los principales blancos de la revolución, una de "las tres grandes montañas", como dijo Mao, que pesan sobre las espaldas del pueblo, junto con el feudalismo y el imperialismo.
    Mao analizó que existía otro sector de la burguesía, llamada "burguesía nacional", que se opone al imperialismo y al feudalismo y que él consideraba parte del pueblo. Pero señaló que la burguesía nacional era débil económica y políticamente y que tenía algunos lazos con el imperialismo y el feudalismo. Sólo podía apoyar la revolución "hasta cierto punto y cierto grado", e incluso podía pasarse al lado del enemigo bajo determinadas circunstancias. De ningún modo se le podía confiar a esta clase la dirección de la revolución. La primera gran "lucha entre dos líneas" de Mao fue contra los derechistas en el Partido que abandonaron la dirección de la revolución a la burguesía, que condujo a las desastrosas consecuencias referidas anteriormente cuando el KMT golpeó furiosamente a los comunistas y a las masas.
    Es así como Mao luchó por el principio de que sólo el proletariado, a través de su partido comunista, podía colocarse a la cabeza del pueblo y dirigir la revolución democrática a la victoria y analizó este fenómeno sobre la base del internacionalismo proletario. Mao comprendió que en la época del imperialismo identificada por Lenin, las revoluciones democráticas en los países oprimidos eran parte de la revolución proletaria mundial. Sólo el proletariado y su partido podían dirigir una revolución así. Además, esta revolución no conducía al capitalismo, como ocurría con las viejas revoluciones democráticas de la etapa preimperialista, sino al socialismo y al comunismo. Aunque su punto de vista se basaba en el análisis básico que Lenin y la Internacional Comunista habían realizado del mundo contemporáneo, Mao logró profundizar enormemente este conocimiento inicial a partir de la rica experiencia de los avances y de las derrotas de la revolución china. Utilizó el término "revolución de Nueva Democracia" (RND) para describir la revolución democrático-burguesa dirigida por el proletariado, una idea básica para los maoístas a nivel mundial.
    Al referirse a una revolución de "nueva" democracia, Mao destacaba la mencionada diferencia con la revolución democrática de viejo tipo: que la clase obrera debe dirigir la RND. Esta revolución aún mantenía un carácter democrático-burgués porque se dirigía contra el feudalismo, el imperialismo y el capitalismo burocrático y no contra la burguesía en su totalidad como enemigo, ni buscaba aún el establecimiento del socialismo. Eran el feudalismo y el imperialismo los que pesaban muchísimo sobre el pueblo y estrangulaban las fuerzas productivas. Existían la base y la necesidad de unir a todo el pueblo contra estos enemigos, incluidos aquellos aliados débiles y vacilantes como la burguesía nacional que soñaban con una China capitalista fuerte y libre de la dominación extranjera.
    Asimismo, Mao se refiere a una revolución de "nueva" democracia precisamente porque a diferencia de las anteriores revoluciones democráticas en Occidente, como la Revolución francesa, la RND no conduce al capitalismo sino al socialismo. ¿Por qué? Al barrer por medio de la violencia con el imperialismo y el feudalismo, la revolución de Nueva Democracia elimina los principales obstáculos que han impedido el desarrollo de una vigorosa economía capitalista independiente. Pero de aún más importancia, la dirección del proletariado garantiza que la RND abrirá el camino a la segunda etapa, la de la revolución socialista proletaria, cuya meta es el establecimiento de una sociedad socialista y ser parte de la lucha mundial por el comunismo. Como Mao lo definió tan magistralmente, la revolución de Nueva Democracia abre las puertas al capitalismo, pero las abre todavía más al socialismo.

    LA GUERRA POPULAR PROLONGADA

    José Stalin señaló en 1927 que una de las condiciones específicas de la revolución china era que, desde su inicio, la revolución armada se enfrentaría a la contrarrevolución armada. Mao desarrolló más este punto al establecer que el camino básico de la revolución sería un proceso de guerra prolongada en la que el campesinado, especialmente los campesinos pobres, serían la fuerza principal de la revolución pero que la clase obrera, a través de su partido comunista, sería la fuerza dirigente.
    Mao situó el problema de la toma del Poder por la fuerza de las armas en el centro mismo de las tareas revolucionarias. Esto resumió en su famosa frase: "El Poder nace del fusil". Sus enemigos nunca le han perdonado por haber dicho esto y mucho menos por haberlo practicado en China, donde los fusiles del ejército dirigido por los comunistas aplastaron al arrogante régimen de los imperialistas, los capitalistas burocráticos y los señores feudales. Pero la afirmación de Mao era el resumen conciso de lo que las clases explotadoras habían estado practicando por tiempos inmemoriales. ¿Acaso alguna vez los reaccionarios han dejado de utilizar la violencia para mantener su dominación? La historia ha demostrado que la clase dominante predica la "no violencia" a los oprimidos mientras tortura, encarcela y asesina cuando es necesario para preservar su dominación.
    Mao estudió las leyes de la guerra en general y las características particulares de la guerra revolucionaria del pueblo chino. Analizó que, dada la naturaleza de la sociedad china, era posible comenzar la guerra aunque el enemigo en un sentido estratégico y general fuera más fuerte que el pueblo, y que al librar la guerra era posible transformar gradualmente esta situación hasta que la fuerza del pueblo sobrepasara a la del enemigo y permitiera a los revolucionarios pasar a la ofensiva estratégica. Con el camino de la guerra popular prolongada, el campo revolucionario pudo sortear las tormentas y transformar activamente la debilidad en fuerza. Este camino concentra las ventajas de las fuerzas armadas populares en el punto débil del enemigo: el extenso campo en los países oprimidos donde los campesinos tienen tanto la necesidad como el deseo de luchar por la liberación. De este modo las fuerzas revolucionarias podían "cercar las ciudades desde el campo", estableciendo el Poder rojo paso a paso en las bases de apoyo hasta que las condiciones en todo el país, en combinación con los acontecimientos internacionales, permitieran a las fuerzas populares pasar a la ofensiva y lograr la victoria en todo el país.
    Cuando Mao se embarcó en este camino, éste aún no estaba trazado. Fue al calor de la práctica revolucionaria que Mao y el Partido Comunista de China desarrollaron una doctrina militar integral del proletariado. Aunque el vasto territorio que comprende Asia, Africa y América Latina contiene muchos países con condiciones muy variadas y cada uno de ellos requiere la aplicación creativa del Marxismo-Leninismo-Maoísmo a los problemas particulares de la sociedad y la revolución, los rasgos generales de lo que ha llegado a denominarse "el camino chino" describen la orientación básica para hacer la revolución en los países oprimidos. Por ello, la Declaración del Movimiento Revolucionario Internacionalista llama a esta enseñanza de Mao "el punto de referencia" en estos países. Analizar los principales acontecimientos que han tenido lugar en el mundo en las últimas décadas es, en realidad, una tarea vital, pero esta tarea sólo podrá cumplirse si se realiza sobre una base maoísta, y no sobre otra. Además, incluso en los países imperialistas donde la formación socio-económica exige que la revolución siga un camino distinto (la insurrección en las ciudades seguida de guerra civil), las enseñanzas de Mao sobre la guerra popular tienen aplicación universal.
    En los cincuenta años desde la victoria de la revolución china, a los pueblos oprimidos se les ha propuesto toda clase de "modelos" contrarios. La Unión Soviética, capturada por una nueva clase dominante capitalista en 1956, se convirtió en el centro del revisionismo contemporáneo: que hablaba del marxismo pero en los hechos, seguía una línea y práctica repudiadas por Marx y Lenin. Naturalmente, estos revisionistas veían en Mao, que había dirigido la lucha por desenmascarar su naturaleza burguesa y se les había opuesto, como su más encarnizado enemigo. (Incluso hoy la porquería y calumnias lanzadas por los revisionistas contra Mao no han sido barridas por completo, y hasta sus herederos a veces no dudan en reivindicarle aunque a la vez atacan sus enseñanzas.)
    Los revisionistas afirmaban que existía un "camino de desarrollo no capitalista" en los países oprimidos de Asia, Africa y América Latina que ni era el de la guerra popular y la revolución de Nueva Democracia trazado por Mao, ni el capitalismo "clásico" promovido por los imperialistas occidentales. En realidad, el "camino no capitalista" significaba la continuación del dominio de la clase capitalista burocrática en alianza con el feudalismo. La diferencia básica era que las clases dominantes de estos países "no capitalistas" estarían unidas a los muy reales amos capitalistas de la Unión Soviética, la que había emergido como una gran potencia imperialista y rival al bloque imperialista dirigido por los Estados Unidos para la dominación del mundo. La India, el segundo país más extenso del planeta, de cientos de millones de oprimidos, fue el máximo ejemplo de este camino contrarrevolucionario. El reaccionario sistema social no sufrió cambios, las luchas revolucionarias dirigidas por los comunistas fueron ferozmente reprimidas, y todo el país permaneció encadenado al sistema imperialista mundial. No es de extrañar que el lema, "¡El camino de China es nuestro camino!", tuviera un efecto tan electrizante en ése y otros países, porque tomaba la posición de romper con el parlamentarismo, la sumisión pacífica a la clase dominante y el alineamiento internacional con los traidores soviéticos.
    Otras formas del revisionismo se han opuesto al maoísmo sobre la estrategia básica y el carácter de la revolución en los países oprimidos. Una corriente del revisionismo, conocida como "guevarismo" (por el líder de la revolución cubana, Che Guevara), disfrazaba su oposición al maoísmo con algunas frases izquierdosas sobre la "revolución socialista en una etapa". Esta línea denigraba el potencial revolucionario de los campesinos y renunciaba al desarrollo de una guerra popular prolongada. Por el contrario, según esta línea, las acciones armadas de una pequeña banda de "salvadores" transformarían la situación política en todo el país y conduciría a una rápida victoria a través de la insurrección en las ciudades y/o al colapso del régimen existente.
    Pero esta línea, que se presenta como una "vía rápida" a la revolución, es en realidad una vía rápida a la capitulación, porque abandona la tarea de movilizar a las masas para arrancar de raíz la vieja sociedad y hacer una ruptura tajante con el sistema imperialista mundial. Donde se ha puesto en práctica esta línea, nunca ha conducido al establecimiento del Poder del proletariado y del pueblo. En general, este tipo de lucha armada es solamente una parte secundaria de la estrategia de negociación y alianza con sectores "progresistas" de las clases dominantes.
    De forma similar, después de la muerte de Mao y la toma del Poder por los seguidores del camino capitalista en China, muchos antiguos amigos y admiradores de la China revolucionaria se sumaron al carro de las fuerzas antimaoístas. Dirigidos por Enver Hoxha, el entonces líder de Albania, estas fuerzas dirigieron sus ataques contra las enseñanzas de Mao sobre la naturaleza de la lucha de clases bajo el socialismo, pero también atacaron la línea y la práctica de Mao de desarrollar la guerra popular prolongada. Al igual que los revisionistas soviéticos, Hoxha acusó a Mao de abandonar el papel dirigente del proletariado y "hacer una guerra sin perspectiva". En realidad, Mao insistió en el punto esencial: para hacer la revolución, el proletariado debe dirigir a todo el pueblo. En este sentido aplicaba y desarrollaba el famoso principio de Lenin de que el comunista "no debe ser un secretario sindical sino un tribuno popular".
    La victoria de la revolución de Nueva Democracia en 1949 fue, según Mao, "sólo el primer paso de una larga marcha de diez mil li" (t. 4, p. 389). Había sentado las bases y preparado el camino para la segunda, superior y más profunda revolución, la revolución socialista. De 1949 en adelante, los dos caminos, el socialista y el capitalista, se enfrentaron en China de forma cada vez más compleja y aguda. Esto condujo a luchas tan heroicas como la Gran Marcha y a victorias tan sorprendentes como la derrota de los ejércitos del KMT en 1949. La revolución socialista fue derrotada en 1976 pero no sin haber alcanzado alturas sin precedentes durante la Gran Revolución Cultural Proletaria de 1966-1976, ni sin sentar los fundamentos para el posterior avance de la revolución proletaria mundial, incluso en la propia China. Cuando la revolución china florecía en su etapa socialista y Mao desarrollaba la ideología revolucionaria, se destacó con aún mayor claridad el verdadero significado de sus anteriores enseñanzas sobre la revolución de Nueva Democracia. Mao libró la lucha más importante que haya visto el mundo por la liberación de una nación oprimida, pero él no era un nacionalista. Su posición, punto de vista y método eran los de un internacionalista proletario1.
    El avance de la revolución a su segunda y superior etapa del socialismo sólo fue posible porque se estableció firmemente la dirección de la clase obrera en el transcurso de la revolución de Nueva Democracia. Ante todo, esto significaba la dirección del partido comunista armado con la ciencia revolucionaria del proletariado, el Marxismo-Leninismo-Maoísmo.
    La dirección del proletariado no son meras palabras, no se puede pregonar así no más ni representa sólo los deseos subjetivos de un puñado de dirigentes. La dirección del proletariado y su partido MLM en la revolución de Nueva Democracia tiene consecuencias profundas para todo el camino de la revolución. Afecta a todas y cada una de las cuestiones de estrategia y tácticas y se expresa en la política de las fuerzas revolucionarias en cada etapa de la revolución. En la larga historia de la revolución en China, la importancia crucial de las bases de apoyo quedó clara no sólo por su papel militar en contra del enemigo, sino también porque son una forma en que, bajo la dirección del partido comunista, las masas pueden comenzar a llevar a cabo las transformaciones sociales. El nuevo Poder basado en las masas populares, la nueva cultura y el comienzo de unas nuevas relaciones económicas se forjaron en estas bases de apoyo, que se convirtieron en faros para todo el país y crearon las condiciones para que la revolución continuara después de la toma del Poder en todo el país. Hoy esta experiencia cobra nueva vida en el Perú, Nepal y otros lugares.
    Por ejemplo, el que la revolución desencadene a las mujeres para golpear la milenaria opresión patriarcal o el que tal lucha se evite o incluso se reprima en nombre de "unir al pueblo", dependerá del carácter de clase de la revolución y si los objetivos de la revolución irán en la dirección de una sociedad sin clases o no. Para que la lucha avance a la etapa de la revolución socialista, se necesita un auténtico partido MLM que esté educando y formando activamente al sector avanzado de las masas en la concepción del mundo proletaria y organizándolo en el partido y otras organizaciones. Sin un partido comunista así, las buenas intenciones no sirven de nada.
    Cincuenta años después, se destaca con aún mayor claridad la magnitud histórica del triunfo de la Guerra Popular en China. El ejemplo de lo que ya ha alcanzado nuestra clase nos llena de entusiasmo para escribir nuevos capítulos en la historia del proletariado revolucionario. Al profundizar nuestro dominio de las lecciones de la revolución china, fortalecemos nuestra capacidad de dirigir a las masas a barrer, por medio de la violencia, con el viejo mundo y a comenzar a construir el nuevo.


    http://www.aworldtowin.org/spanish/numero_anteriores/1999-25/ChinesePeopleHaveStoodUP-Span.htm
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    SOBRE LA REVOLUCIÓN DE NUEVA DEMOCRACIA DE MAO TSE TUNG COMO ÚNICO CAMINO PARA LLEGAR AL SOCIALISMO Y AL COMUNISMO EN LOS PAÍSES ATRASADOS Empty Re: SOBRE LA REVOLUCIÓN DE NUEVA DEMOCRACIA DE MAO TSE TUNG COMO ÚNICO CAMINO PARA LLEGAR AL SOCIALISMO Y AL COMUNISMO EN LOS PAÍSES ATRASADOS

    Mensaje por javicho II Sáb Jul 07, 2012 3:43 am


    BASES DE DISCUSIÓN DEL PCP EN 1988

    REVOLUCION DEMOCRATICA

    INTRODUCCION

    Enarbolando, defendiendo y aplicando el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, el Presidente Gonzalo establece que la revolución peruana en su curso histórico ha de ser primero revolución democrática, luego revolución socialista y que tendrá que desenvolver revoluciones culturales a fin de pasar al Comunismo, todo en un proceso ininterrumpido aplicando la guerra popular y especificándola. Para llegar a esta conclusión parte de lo que Marx enseñó, que en Alemania deberían reeditarse las guerras campesinas del siglo XVI, que habría que canalizar la energía democrática del campesinado; de lo que luego Lenin desarrolla, que siendo la burguesía una clase ya caduca y habiendo el campesinado enarbolado la destrucción de la feudalidad, sólo podría concretarla bajo la dirección del proletariado; y de lo que después, el Presidente Mao establece "Sobre la Nueva Democracia", que forma parte de la revolución proletaria mundial, que se propone una dictadura conjunta de clases revolucionarias opuesta a la dictadura burguesa, que es una etapa de transición y que sólo puede cumplirse bajo la dirección del proletariado.

    Y toma en cuenta las condiciones específicas del Perú, que en su proceso histórico no ha habido una revolución burguesa ya que no hubo una burguesía capaz de conducirla y que, por tanto, el problema de la tierra y el problema nacional son dos problemas aún pendientes a resolver; que estamos en la época del imperialismo y de la revolución proletaria mundial, por tanto el proletariado es la clase que asume la destrucción del imperialismo, del capitalismo burocrático y de la semifeudalidad no en beneficio de la burguesía sino del proletariado, del campesinado principalmente pobre, la pequeña burguesía y la burguesía media; que el proletariado peruano ha madurado como Partido Comunista de nuevo tipo capaz de dirigir la revolución; que ya no cabe revolución democrática de viejo tipo sino una revolución burguesa de nuevo tipo; que este tipo y toda revolución hoy solamente puede cumplirse a través de la guerra popular, forma principal de lucha, y las fuerzas armadas revolucionarias, forma principal de organización.

    Así establece el carácter de la sociedad peruana semifeudal, semicolonial sobre la cual se desenvuelve un capitalismo burocrático, fija los blancos de la revolución, las tareas a emprender, define las clases sociales y plantea la esencia de la revolución democrática y también cómo se concreta hoy y su perspectiva.

    1. CARACTER DE LA SOCIEDAD PERUANA CONTEMPORANEA

    Basándose en el materialismo histórico analiza el proceso peruano y muestra que en la vieja sociedad se desenvolvió un orden agrario basado en el ayllu, era un orden comunitario agrario y en éste recién se empezaba a desarrollar una forma esclavista, el imperio incaico erigido a través de guerras de dominación; luego en el siglo XVI los españoles trajeron un sistema feudal caduco y lo impusieron por las armas contra la resistencia de los nativos y el Perú devino en feudal y colonial; posteriormente, con la emancipación se rompe con el dominio español, pero no así con el sistema feudal, los emancipadores eran terratenientes y los campesinos no logran conquistar la tierra. El siglo XIX expresa intensa pugna entre Inglaterra y Francia por dominarnos; y, a mediados de siglo se dan brotes de capitalismo, desenvolviéndose sobre la base feudal existente; y todo este proceso en el Perú va a significar un cambio: pasar de feudal a semifeudal y de colonial a semicolonial.

    Luego, caracterizando la sociedad peruana contemporánea, el Presidente Gonzalo dice: "... el Perú contemporáneo es una sociedad semifeudal y semicolonial en la cual se desenvuelve un capitalismo burocrático"; carácter que si bien Mariátegui lo definiera en el punto 3 del Programa de la Constitución del Partido es a la luz del marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente del maoísmo que el Presidente Gonzalo ha demostrado cómo el carácter semifeudal y semicolonial se mantiene y desarrollan nuevas modalidades, y particularmente cómo es que se ha desarrollado el capitalismo burocrático sobre esta base en todo el proceso de la sociedad contemporánea, problema de trascendencia para comprender el carácter de la sociedad y de la revolución peruana.

    El capitalismo burocrático es una tesis fundamental del Presidente Mao que no es aún comprendida ni aceptada por todos los marxistas en el mundo y que obviamente por razones históricas no fuera conocida por Mariátegui y que el Presidente Gonzalo la aplica a las condiciones concretas de nuestro país. Sustenta que para analizar el proceso social contemporaneo hay que partir de tres cuestiones íntimamente ligadas: los momentos que atraviesa el capitalismo burocrático; el proceso del proletariado plasmado en su más alta expresión: el Partido Comunista; y, el camino que ha de seguir la revolución. Así, pues, nos enseña que en la sociedad peruana contemporánea se pueden diferenciar tres momentos a partir de 1895: I momento. Desarrollo del capitalismo burocrático. Constitución del PCP. Señalamiento y esbozo del camino de cercar las s ciudades desde el campo; II momento. Profundización del capitalismo burocrático. Reconstitución del PCP. Establecimiento del camino de cercar las ciudades desde el campo; y III momento. Crisis general del capitalismo burocrá tico. Dirección del PCP de la guerra popular. Aplicación y desarrollo del camino de cercar las ciudades desde el campo.

    Al mismo tiempo plantea que la sociedad peruana contemporánea está en crisis general, enferma, grave, incurable y sólo cabe transformarla a través de la lucha armada como lo viene haciendo el Partido Comunista del Perú dirigiendo al pueblo y, que no hay otra solución.

    Por qué es semifeudal? El Presidente Gonzalo plantea: "El caduco sistema semifeudal sigue subsistiendo y marcando al país desde sus bases más profundas hasta sus más elaboradas ideas y, en esencia, manteniendo persistente el problema de la tierra, motor de la lucha de clases del campesinado, especialmente pobre que es la inmensa mayoría", nos remarca que el problema de la tierra sigue subsistiendo porque se mantiene relaciones semifeudales de explotación evolucionando la semifeudalidad, problema básico de la sociedad que se expresa en tierra, servidumbre y gamonalismo; condición que debemos verla en todos los aspectos, económico, político e ideológico, en la base y en la superestructura; demuestra cómo es que el campesinado constituye alrededor de un 60% de la población, que durante siglos trabaja la tierra pero está atado a la gran propiedad y a la servidumbre; nos enseña que existe gran concentración de tierras en pocas manos, con formas asociativas y no asociativas y, la inmensa mayoría del campesinado es campesinado pobre que no tienen tierras o si las tienen son muy pocas dando así lugar al minifundio sometido a la voracidad del latifundio.

    Esta condición aplasta al campesinado en un sistema de servidumbre que como Lenin enseñara se presenta de una y mil formas pero su esencia es la sujeción personal, así vemos formas centradas en relaciones serviles como el trabajo gratuito en las SAIS, CAPS, Grupos campesinos, en Cooperación Popular, PAIT, PROEM, etc.; por lo demás, sabido es que en el campo de cada tres campesinos que pueden trabajar, solamente uno trabaja y el Estado pretende canalizar la mano de obra desocupada en beneficio del trabajo gratuito; también podemos observar particularmente en la Sierra una economía autárquica al margen de una economía nacional.

    Reafirmándose en el marxismo-leninismo-maoísmo, el Presidente Gonzalo enarbola el principio de que la reforma agraria es la destrucción de la propiedad terrateniente feudal, entrega individual al campesinado bajo el lema de "Tierra para quien la trabaja" y que se logra con guerra popular y nuevo Poder, dirigida por el Partido Comunista; igualmente la tesis de Lenin de que existen dos caminos en el agro: el terrateniente que es reaccionario, evoluciona la feudalidad y lleva a viejo Estado y el campesino que es avanzado, destruye la feudalidad y lleva a nuevo Estado.

    Luego, certeramente sienta el carácter y los resultados de las leyes agrarias dadas por el viejo Estado probando la subsistencia de la semifeudalidad que hoy se pretende negar; caracteriza la Ley de Bases de Pérez Godoy del 62, la Ley 15037 del 64 y la Ley 17716 del 69, (esencialmente corporativa que fomenta la gran propiedad asociativa), de ser tres leyes de compra-venta, ejecutadas por el aparato burocrático del Estado para desarrollar el capitalismo burocrático; advierte que la Ley de Fomento Agropecuario del 80 da por concluido el problema de la tierra y a la vez propugna la propiedad asociativa y el retorno de los gamonales para impulsar el capitalismo burocrático, también bajo control de los grandes banqueros y directa participación del imperialismo yanki. Camino que prosigue el gobierno aprista fascista y corporativo que vuelve a tomar la "reforma agraria" fascista y corporativa de Velasco, lanzando voces de "revolucionarizar el agro" para así también fortalecer el gamonalismo, da por concluido el problema de la tierra y centra en productividad, da ley de comunidades, ley de rondas campesinas a fin de profundizar el capitalismo burocrático y llevarlo a todos los rincones del país llamando a las masas a la corporativización, apuntando a las comunidades campesinas como base de sus afanes corporativos, a lo que igualmente sirven la creación de las microrregiones, las Regiones, CORDES y otros engendros fascistas y corporativos. Todo esto, no significa sino nuevas modalidades de concentración de la vieja propiedad latifundista no destruida y es el viejo camino terrateniente seguido en el Perú contemporáneo que se impulsara en los años 20, se profundizara en los 50 y especialmente en los 60, prosiguiéndose hasta hoy, en nuevas condiciones.

    Este camino terrateniente se expresa políticamente en el viejo Estado a través del gamonalismo; como dice Mariátegui, el gamonalismo no designa sólo una categoría social y económica sino todo un fenómeno representado no tan sólo por los gamonales propiamente dichos sino también comprende una larga jerarquía de funcionarios, intermediarios, agentes, parásitos, etc., y que el factor central del fenómeno es la hegemonía de la gran propiedad semifeudal en la política y en el mecanismo del Estado contra el cual se debe atacar en su raíz. Y el Presidente Gonzalo destaca expresamente la manifestación de la semifeudalidad en la política y en el mecanismo del Estado, al concebir que el gamonalismo es la manifestación política de la semifeudalidad sobre la cual se sostiene este régimen de servidumbre en el que actúan mandones y lacayos representantes del viejo Estado en los más recónditos pueblos del país aunque cambien de ropaje según el gobierno de turno; factor contra el cual se dirige la punta de lanza de la revolución democrática en cuanto guerra agraria.

    Por qué es semicolonial? El Presidente Gonzalo nos enseña que la economía peruana moderna nace subyugada por el imperialismo, fase final del capitalismo caracterizado magistralmente como monopolista, parasitario y agonizante; imperialismo que si bien consiente nuestra independencia política, según sirva a sus intereses, controla todo el proceso económico peruano: nuestras riquezas naturales, productos de exportación, industria, banca y finanzas; en síntesis, chupa la sangre de nuestro pueblo, devora nuestras energías de nación en formación y hoy además saltantemente nos exprime mediante la deuda externa como lo hace con otras naciones oprimidas.

    Primeramente se reafirma en la tesis de Lenin que el Presidente Mao desarrolló certeramente, para definir el carácter semicolonial de nuestra sociedad. Lenin en síntesis planteó que hay multitud de formas de dominio imperialista pero dos son las típicas: colonia, esto es el dominio completo del país imperialista sobre la nación o naciones oprimidas y, una forma intermedia: semicolonia, esto es independiente políticamente pero económicamente sometida, una República independiente pero que se encuentra sometida en la maraña ideológica, política, económica y militar del imperialismo por más gobierno propio que tenga. Rechaza así lo que por los años 60 usó el revisionismo: "neocolonia", cuyo fondo es concebir que el imperialismo aplica una forma más suave de dominio y los derivó a la caracterización de "país dependiente". Luego, aplicando la tesis del Presidente Mao de que se abre un período de lucha contra las dos superpotencias que pugnan por repartirse el mundo y que hay que especificar el enemigo principal del momento, define que el imperialismo principal que nos domina es el imperialismo yanqui pero afirma, que hay que conjurar al socialimperialismo ruso que cada día penetra más en el país, como también la acción de las potencias imperialistas no superpotencias; así el proletariado al dirigir la revolución democrática no se ata a ninguna superpotencia ni potencia imperialista y mantiene su independencia ideológica, política y organizativa. En conclusión, demuestra que la sociedad peruana sigue siendo una nación en formación y que su carácter semicolonial subsiste pudiendo verse en todos los campos y en las nuevas condiciones.

    En cuanto al capitalismo burocrático, el Presidente Gonzalo nos plantea que comprenderlo es clave, sustantivo para entender la sociedad peruana. Tomando las tesis del Presidente Mao nos enseña que éste tiene cinco caracteres: 1) que el capitalismo burocrático es el capitalismo que el imperialismo desenvuelve en los países atrasados, que comprende capitales de los grandes terratenientes, los grandes banqueros y los magnates de la gran burguesía; 2) ejerce explotación sobre el proletariado, el campesinado y la pequeña burguesía y restringe a la burguesía media; 3) atraviesa un proceso por el cual el capitalismo burocrático se combina con el poder del Estado y deviene capitalismo monopolista estatal, comprador y feudal, de lo que se deriva que en un primer momento se desenvuelve como gran capital monopolista no estatal y en un segundo, cuando se combina con el Poder del Estado, se desenvuelve como capitalismo monopolista estatal; 4) madura las condiciones para la revolución democrática al llegar a la cúspide de su desarrollo; y, 5) confiscar el capitalismo burocrático es clave para dar cima a la revolución democrática y decisivo para pasar a la revolución socialista.

    Al aplicarlo concibe que el capitalismo burocrático es el capitalismo que genera el imperialismo en los países atrasados, atado a la feudalidad que es caduca y sometido al imperialismo que es última fase del capitalismo, que no sirve a las mayorías sino a los imperialistas, a la gran burguesía y a los terratenientes. Ya Mariátegui planteaba que los burgueses al crear bancos por ejemplo generan un capital enfeudado al imperialismo y atado a la feudalidad; el Presidente Gonzalo establece magistralmente que el capitalismo que se desenvuelve en el Perú es un capitalismo burocrático entrabado por los grilletes subsistentes de la semifeudalidad que lo atan y por otro lado sojuzgado al imperialismo que no permite desarrollar la economía nacional, es, pues, un capitalismo burocrático que oprime y explota al proletariado, al campesinado y a la pequeña burguesía, y que constriñe a la burguesía media. Por qué? porque el capitalismo que se desarrolla es un proceso tardío y no consiente sino una economía para sus intereses imperialistas. Es un capitalismo que representa a la gran burguesía, a los terratenientes y al campesinado rico de viejo tipo, clases que constituyen una minoría y explotan y oprimen a las grandes mayorías, a las masas.

    Analiza el proceso que ha seguido el capitalismo burocrático en el Perú, desde 1895 a la II Guerra Mundial, primer momento en que se desarrolla, durante el cual en los años 20 la burguesía compradora asume el control del Estado desplazando a los terratenientes pero respetando sus intereses. Un segundo momento de la II Guerra Mundial a 1980, de profundización, durante el cual una rama de la gran burguesía deviene en burguesía burocrática, remontándose al 39, primer gobierno de Prado en que se inicia la participación del Estado en el proceso de la economía. Esta participación, posteriormente más y más creciente se debe a que la gran burguesía no es capaz por falta de capitales de profundizar el capitalismo burocrático. Y así comienza a generarse una contienda entre ambas facciones de la gran burguesía, la burocrática y la compradora. En el 68 la burguesía burocrática va a tomar la dirección del Estado a través de las fuerzas armadas mediante el golpe militar de Velasco y va a generarse un gran crecimiento de la economía del Estado, así las empresas estatales por ejemplo, pasaron de 18 a 180; el Estado pasa, pues, a ser motor de la economía dirigido por la burguesía burocrática, pero es durante este momento que la economía entra en grave crisis. Y un tercer momento de 1980 para adelante en que el capitalismo burocrático entra en crisis general y a su destrucción final, momento que se inicia con la guerra popular. Siendo un capitalismo que nace crítico, enfermo, podrido, ligado a la feudalidad y sometido al imperialismo, en este momento entra en crisis general, a su destrucción y ninguna medida lo salvará, a lo más alargará su agonía y, por otro lado, como bestia agonizante se defenderá buscando aplastar la revolución.

    Si vemos este proceso desde el camino del pueblo, en el primer momento se constituyó el PCP con Mariátegui, el 28 y la historia del país se dividió en dos; en el segundo, se reconstituyó el PCP como Partido de nuevo tipo con el Presidente Gonzalo y se depuró del revisionismo; y en el tercero el PCP entró a dirigir la guerra popular, hito trascendental que cambia radicalmente la historia al dar el salto cualitativo superior de concretar la toma del Poder por medio de la fuerza armada y la guerra popular. Todo esto no prueba sino el aspecto político del capitalismo burocrático que casi no se resalta y que el Presidente Gonzalo lo considera parte clave: el capitalismo burocrático madura las condiciones para la revolución y hoy al entrar a su parte final, madura las condiciones para el desarrollo y triunfo de la revolución.

    Es también muy importante cómo ve que el capitalismo burocrático está conformado por el capitalismo monopolista no estatal y por el capitalismo monopolista estatal, a esto sirve la diferenciación que hace de las dos facciones de la gran burguesía, la burocrática y la compradora, para no caer a la cola de ninguna, problema que a nuestro Partido llevó a 30 años de táctica equivocada. Es de importancia concebirlo así, pues de la confiscación del capitalismo burocrático por el Nuevo Poder deriva que se remate la revolución democrática y se avance a la revolución socialista, ya que si sólo se apuntara al capitalismo monopolista estatal, se dejaría libre la otra parte, el capitalismo monopolista no estatal, y la gran burguesía compradora se mantendría económicamente pudiendo levantar cabeza para arrebatar la dirección de la revolución y frustrar su pase a revolución socialista.

    Pero además, el Presidente Gonzalo va a generalizar que el capitalismo burocrático no es un proceso particular de China o del Perú, sino que obedece a las condiciones tardías en que los imperialismos sojuzgan a las naciones oprimidas de Asia, Africa y América Latina y cuando éstas aún no han destruido la feudalidad subsistente y menos desarrollado capitalismo.

    En síntesis, cuestión clave para comprender el proceso de la sociedad peruana contemporánea y el carácter de la revolución es esta tesis marxista-leninista-maoísta, pensamiento Gonzalo sobre capitalismo burocrático, que es un aporte a la revolución mundial y que los marxista-leninista-maoístas, pensamiento Gonzalo asumimos.

    Qué tipo de Estado sostiene esta sociedad semifeudal y semicolonial sobre la que se desenvuelve un capitalismo burocrático? Habiendo analizado la sociedad peruana contemporánea, basándose en la magistral tesis maoísta "Sobre la Nueva Democracia" que plantea que los múltiples sistemas de Estado en el mundo pueden reducirse a tres tipos fundamentales, según su carácter de clase: 1) república bajo la dictadura de la burguesía, lo constituyen también los Estados de vieja democracia y pueden incluirse los Estados bajo la dictadura conjunta de terratenientes y gran burguesía; 2) república bajo dictadura del proletariado, y 3) república bajo la dictadura conjunta de las clases revolucionarias. El Presidente Gonzalo establece que el carácter del viejo Estado reaccionario en el Perú es del primer tipo, de dictadura conjunta de terratenientes y grandes burgueses, burocráticos o compradores que en colusión y pugna contienden por la dirección del Estado; siendo la tendencia histórica en el Perú que la burguesía burocrática se imponga, lo que necesariamente implicará una muy aguda y larga lucha; estando hoy la burguesía burocrática al mando del viejo Estado terrateniente-burocrático.

    A la vez diferencia entre sistema de Estado y sistema de gobierno, que son partes de una unidad; siendo el primero el lugar que ocupan las clases dentro del Estado y el segundo la forma en que se organiza el Poder, como lo enseña el Presidente Mao, destacando que lo principal es definir el carácter de clase de un Estado ya que las formas de gobierno que introduzcan pueden ser civil o militar, con elecciones o de facto, demoliberal o fascista y siempre representarán la dictadura de las clases reaccionarias; al no ver así el viejo Estado se cae en el error de identificar dictadura con régimen militar y pensar que un gobierno civil no es dictadura poniéndose a la cola de una de las facciones de la gran burguesía tras el cuento de "defender la democracia" o "cuidarse de los golpes militares", posiciones que en vez de destruir el viejo Estado lo sostienen y defienden, tal es el caso de los revisionistas y oportunistas de la Izquierda Unida.

    Viejo Estado sometido al imperialismo, yanqui principalmente en nuestro caso, sostenido en su columna vertebral que son las fuerzas armadas reaccionarias y que cuenta con una burocracia cada vez más creciente; teniendo las fuerzas armadas el mismo carácter del Estado que sostienen y defienden.

    El Presidente Gonzalo claramente nos dice: "Y es éste el sistema social que usufructúan y defienden a sangre y fuego las clases dominantes y su amo imperialista yanqui, mediante su Estado terrateniente-burocrático sustentado en su fuerza armada reaccionaria; ejerciendo constantemente su dictadura de clase (de gran burguesía y terratenientes), ya sea mediante un gobierno militar de facto... o mediante gobiernos surgidos de elecciones y llamados constitucionales..." y "...caduco sistema de explotación dominante destruye y sofrena las poderosas fuerzas creadoras del pueblo, las únicas fuerzas capaces de la más profunda transformación revolucionaria...".

    2. BLANCOS DE LA REVOLUCION DEMOCRATICA

    Nos enseña el Presidente Gonzalo que hay tres blancos en la revolución democrática: el imperialismo, el capitalismo burocrático y la semifeudalidad, siendo uno de ellos principal según el momento por el que atraviese la revolución; hoy en el período de la guerra agraria el blanco principal es la semifeudalidad.

    El imperialismo, para nosotros el yanqui principalmente porque es el imperialismo principal que nos domina y que viene asegurando más su dominio y remachando nuestra situación de país semicolonial; pero también conjurar la penetración del socialimperialismo ruso y de otras potencias imperialistas; utilizar las diversas facciones del viejo Estado para agudizar sus contradicciones y aislar al enemigo principal para golpearlo. El capitalismo burocrático montaña constante de la revolución democrática que actúa manteniendo la semifeudalidad y la semicolonialidad al servicio del imperialismo. Y la semifeudalidad que subsiste bajo nuevas modalidades pero que constituye el problema básico del país.

    3. TAREAS DE LA REVOLUCION DEMOCRATICA

    1) Destruir el dominio imperialista, principalmente el yanqui para nosotros, conjurando la acción de la otra superpotencia, el socialimperialismo ruso y la de las otras potencias imperialistas. 2) Destruir el capitalismo burocrático, confiscando el gran capital monopolista estatal y no estatal. 3) Destruir la propiedad terrateniente feudal confiscando la gran propiedad asociativa y no asociativa, entrega individual de la tierra bajo el lema "Tierra para quien la trabaja" a los campesinos pobres primero y principalmente. 4) Apoyar al capital medio al que se le permite trabajar imponiéndole condiciones. Todo lo cual implica derrumbar el viejo Estado a través de la guerra popular con fuerza armada revolucionaria y la dirección del Partido Comunista construyendo un nuevo Estado.

    4. CLASES SOCIALES EN LA REVOLUCION DEMOCRATICA

    El Presidente Gonzalo define las clases sociales a las cuales unir: proletariado, campesinado principalmente pobre, pequeña burguesía y la burguesía media según las condiciones de la revolución. Y las clases contra las cuales apuntar: terratenientes de viejo y nuevo cuño y gran burguesía burocrática o compradora.

    Nos dice el Presidente Gonzalo: "...el campesinado fuerza motriz principal.... con una varias veces centenaria reivindicación fundamental `Tierra para quien la trabaja' que pese a su indesmayable lucha aún no logra satisfacerla"; "...el proletariado ... clase dirigente de nuestra revolución... que en larga lucha pujante arranca mendrugos salariales y conquistas a sus explotadores para perderlos a través de cada crisis económica que la sociedad padece; un proletariado que así se debate en un siniestro círculo de hierro..."; "una pequeña burguesía, de muy amplias capas, como corresponde a un país atrasado, que ve destrozados sus sueños al compás de la pauperización inexorable que el orden social imperante le impone"; y, "una burguesía media, una burguesía nacional que débil y carente de capitales se desenvuelve bamboleante y dual entre revolución y contrarrevolución....". "Cuatro clases que históricamente conforman el pueblo y fuerzas motrices de la revolución pero de ellas es el campesinado principalmente pobre la fuerza motriz principal".

    Da particular importancia a la organización científica de la pobreza, tesis que viene desde Marx y que para nosotros implica organizar al campesinado principalmente pobre y a las masas más pobres de las ciudades, en Partido Comunista, Ejército Guerrillero Popular y Nuevo Estado que se concreta en Comités Populares. Establece una relación, que hablar del problema campesino es hablar del problema de la tierra, y hablar del problema de la tierra es hablar del problema militar, y hablar del problema militar es hablar del problema del Poder, del nuevo Estado al cual llegamos con revolución democrática dirigida por el proletariado a través de su Partido, el Partido Comunista. Establece que en la guerra popular el problema campesino es base y el militar es guía. Además, sin campesinado en armas no hay hegemonía en el Frente. Es, pues, de gran significación comprender que el problema campesino es básico y sustento de toda la acción en la revolución democrática, incluso en la revolución socialista es importante.

    El proletariado es clase dirigente y, nos enseña que es la clase que garantiza el rumbo comunista de la revolución, que unido al campesinado conforma la alianza obrero-campesina base del Frente; proletariado que se concentra mayoritariamente en la capital y proporcionalmente mayor que en China, pero que día a día va decreciendo porcentualmente en el Perú, situación específica que se nos presenta al aplicar la revolución democrática por lo que hacemos guerra popular en las ciudades como complemento. Clase que ha llegado hoy a plasmar un Partido Comunista, marxista-leninista-maoísta, pensamiento Gonzalo, partido que ha generado un Ejército Guerrillero Popular al que dirige absolutamente y un Nuevo Estado al que dirige en dictadura conjunta, que en casi cerca de 20 años de reconstitución y 7 de dirección de la guerra popular ha impreso al pueblo un gran salto histórico. Siendo vital comprender su papel dirigente en la revolución democrática, pues garantiza el rumbo correcto hacia el comunismo; y, sin la dirección del proletariado la revolución democrática derivaría en acción armada bajo dirección de la burguesía y caería bajo el tutelaje de una superpotencia o potencia imperialista.

    A estas dos clases se suma la pequeña burguesía y juntas son el tronco constante del Frente revolucionario, que no es sino un Frente para la guerra popular y armazón de clases que conforman el nuevo Estado, los Comités Populares en el campo y el Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo en las ciudades.

    En cuanto a la burguesía media, hoy no participa en la revolución pero sus intereses son respetados y no es blanco de la revolución democrática; es una clase que sufre restricciones cada vez mayores de la reacción pero su carácter es dual y en el proceso de la revolución democrática en unos momentos puede estar al lado de la revolución. Si no se tiene en cuenta los intereses de la burguesía media entonces la revolución cambiaría de carácter, ya no sería democrática sino socialista.

    De todo esto deriva que el nuevo Estado que conformamos en la revolución democrática sea una dictadura conjunta, alianza de cuatro clases dirigidas por el proletariado a través de su Partido, el Partido Comunista: dictadura de obreros, campesinos, pequeño burgueses y bajo ciertas condiciones la burguesía nacional o media; dictadura que hoy es de tres clases ya que la burguesía media no participa en la revolución pero sus intereses son respetados. Clases que se conforman como una dictadura de Nueva Democracia en cuanto a sistema de Estado, en Asamblea Popular en cuanto a sistema de gobierno.

    5. CONTRADICCIONES FUNDAMENTALES EN LA REVOLUCION DEMOCRATICA

    Establece que en la revolución democrática existen tres contradicciones fundamentales: contradicción nación-imperialismo, contradicción pueblo-capitalismo burocrático y contradicción masas-feudalidad; de éstas cualquiera puede ser la contradicción principal según los períodos de la revolución. Como nos desenvolvemos hoy en una guerra agraria, si bien apuntamos a las tres, la contradicción principal es masas-feudalidad, la que tiene un proceso de desarrollo en las distintas fases de la guerra, así en nuestro caso la contradicción principal masas-feudalidad se ha desenvuelto como masas-gobierno, posteriormente como nuevo Estado-viejo Estado y su perspectiva es Partido Comunista-fuerzas armadas reaccionarias.

    6. ETAPAS DE LA REVOLUCION

    El Presidente Gonzalo nos enseña que la revolución democrática es indispensable primera etapa en las naciones oprimidas la que atravesará diversos períodos según se resuelvan las contradicciones. Concibe una relación indesligable y un camino ininterrumpido entre revolución democrática y la segunda etapa que es la revolución socialista y su perspectiva es una serie de revoluciones culturales para llegar al Comunismo sirviendo a la revolución mundial. Por tanto, cumplimos un programa máximo y uno mínimo, el mínimo es el programa de la revolución democrática que va especificándose en cada período y que implica una nueva política: dictadura conjunta de cuatro clases; nueva economía: confiscación del gran capital imperialista, del capitalismo burocrático y de la gran propiedad terrateniente feudal y entrega individual de tierra a los campesinos pobres principalmente; nueva cultura: nacional o sea antiimperialista, democrática o sea para el pueblo y científica esto es basada en la ideología del marxismoleninismo-maoísmo, pensamiento Gonzalo. El programa máximo implica tener en cuenta que como comunistas apuntamos a eliminar las tres desigualdades entre ciudad y campo, entre trabajo intelectual y manual y, entre obreros y campesinos. Dos programas por los que damos nuestras vidas contra toda clase de injurias, vejámenes y abyecciones, y sólo los comunistas podemos bregar porque la revolución mantenga su rumbo.

    Así, el Presidente Gonzalo nos plantea: "Esta revolución democrática qué es en esencia? es guerra campesina dirigida por el Partido Comunista, pretende crear un nuevo Estado conformado por cuatro clases para aplastar al imperialismo, la gran burguesía, los terratenientes y de esa manera cumplir sus cuatro tareas. Así, la revolución democrática tiene una forma principal de lucha: la guerra popular, y una forma principal de oganización: la fuerza armada, es pues, la solución del problema de la tierra, del problema nacional, de la destrucción del Estado terrateniente burocrático, de las fuerzas armadas reaccionarias, columna que lo sustenta, para cumplir el objetivo político de construir un nuevo Estado, un Estado de nueva democracia y hacer la República Popular de Nueva Democracia avanzando de inmediato a la revolución socialista. En síntesis, la revolución democrática se concreta en guerra campesina dirigida por el Partido Comunista, toda otra modalidad no es sino servicio al Estado terrateniente-burocrático".

    En síntesis el Presidente Gonzalo demuestra la vigencia de las dos etapas de la revolución en las naciones oprimidas y establece que la revolución proletaria mundial tiene tres tipos de revolución, por tanto al plasmar la revolución democrática el Partido Comunista del Perú está sirviendo a la revolución mundial y el Presidente Gonzalo está aportando a la revolución mundial. Los marxista-leninista-maoístas, pensamiento Gonzalo asumimos la línea sobre la revolución democrática establecida por el Presidente Gonzalo.

    7. COMO SE APLICA HOY LA REVOLUCION DEMOCRATICA?

    En más de siete años de guerra popular en el Perú se demuestra la justeza y corrección del pensamiento Gonzalo y vemos que el Partido Comunista del Perú, con la Jefatura del Presidente Gonzalo, está dirigiendo al campesinado, principalmente pobre, en armas, está plasmando una dictadura conjunta de obreros, campesinos y pequeño burgueses bajo la hegemonía del proletariado, respetando los intereses de la burguesía media, destruyendo trece siglos de Estado reaccionario; dictadura que marcha en los Comités Populares, hoy clandestinos, expresiones del nuevo Estado que ejercen el Poder a través de Asambleas Populares en las que todos opinan, eligen, juzgan o sancionan aplicando la verdadera democracia y, no dudan en usar la dictadura, coerción para mantener su poder y defenderlo de las clases explotadoras, opresoras, gamonales o lacayos; especificando así una nueva política y un avance en la toma del Poder desde abajo. Se está destruyendo la base misma de la sociedad, la semifeudalidad e introduciendo nuevas relaciones sociales de producción aplicando una nueva economía teniendo en cuenta la táctica agraria de combatir la evolución de la semifeudalidad apuntando a la propiedad asociativa y conjurando la no asociativa, neutralizar al campesinado rico, ganarse al campesinado medio y apoyarse en el campesinado pobre; el programa agrario "Tierra para quien la trabaja" mediante confiscación y entrega individual a través de un proceso: con planes de arrasamiento cuyo objetivo concreto es destruir las relaciones semifeudales para desarticular el proceso productivo dirigiendo la punta de lanza a descoyuntar el poder gamonal con acciones armadas; aplicando siembras y levantamiento de cosechas colectivas cuando aún no tenemos el Poder y el EGP suficientemente desarrollados, todos los campesinos trabajan la tierra de todos y colectivamente favoreciendo siempre al campesinado pobre principalmente y en caso de excedentes se fija una especie de tributos y se reparte productos o semillas a los más pobres y a los medios, las tierras de los campesinos ricos no se tocan salvo si faltara pero se les impone condiciones; política que ha tenido resultados altamente positivos, se beneficia a los más pobres, se eleva la calidad de los productos y sobre todo se defiende mejor; la perspectiva de esta política es invasión de tierras y reparto individual. También en zonas campesinas nuevas, particularmente, hemos aplicado invasiones de tierras y reparto individual prendiendo la lucha en el campo y perturbando los planes del viejo Estado, del gobierno de turno, en una coyuntura específica, organizando la defensa armada. Hoy, hemos generalizado las invasiones de tierras en todo el país. Además, se está logrando organizar la producción de todo un pueblo, intercambio de productos o semillas, recojo de leña o cochinilla, por ejemplo, tiendas comunales, comercio, arrieraje. Proceso al que sirven las acciones en ciudades, sabotajes contra organismos estatales demoburgueses o fascistas corporativos, bancos estatales o particulares e imperialistas, centros imperialistas de superpotencias o potencias, fabriles o de "investigación", empresas del capitalismo burocrático como por ejemplo Centromin Perú; también los aniquilamientos selectivos y las campañas de agitación y propaganda armadas.

    Y sobre esa nueva política y nueva economía se está levantando una nueva cultura que late en los campesinos pobres principalmente; la educación básica es un problema que nos merece fundamental atención y se desenvuelve bajo la coeducación, educación y trabajo y con un programa básico para los niños, adultos y para las masas en general; es realmente importante. Los problemas de salud y de recreación de las masas son también de vital importancia. Así, las masas están organizadas plasmándose su movilización, politización, organización y armamento, apuntando a mar armado de masas, basadas en la ideología: el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento Gonzalo, bajo la dirección del Partido, con la experiencia de la guerra popular y sobre todo y principalmente en nuevo Poder, ejerciéndolo, conquistándolo, defendiéndolo y desarrollándolo, como Comités Populares, Bases de Apoyo y avanzando en la República Popular de Nueva Democracia.

    Esta es la revolución democrática que el Partido en la sociedad peruana está especificando, derrumbando el imperialismo, el capitalismo burocrático y la semifeudalidad en el país a través de una guerra popular unitaria, campo principal y ciudad complemento y no la "revolución democrática" pregonada falsamente por el actual gobierno aprista, fascista y corporativo que niega el carácter de la sociedad peruana, las clases y la lucha de clases, especialmente el carácter de dictadura terrateniente-burocrático del viejo Estado, así como la necesidad de la violencia para derrumbarlo. Revolución democrática marxista-leninista-maoísta, pensamiento Gonzalo que constituye una llama ardiente y en expansión sirviendo a la revolución proletaria mundial y garantizada por la magistral dirección del Presidente Gonzalo.

    íABAJO EL ESTADO TERRATENIENTE - BUROCRATICO !

    íPOR LA REPUBLICA POPULAR DE NUEVA DEMOCRACIA !

    íVIVA LA REVOLUCION PERUANA !


    1988
    PARTIDO COMUNISTA DEL PERÚ


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    SOBRE LA REVOLUCIÓN DE NUEVA DEMOCRACIA DE MAO TSE TUNG COMO ÚNICO CAMINO PARA LLEGAR AL SOCIALISMO Y AL COMUNISMO EN LOS PAÍSES ATRASADOS Empty Re: SOBRE LA REVOLUCIÓN DE NUEVA DEMOCRACIA DE MAO TSE TUNG COMO ÚNICO CAMINO PARA LLEGAR AL SOCIALISMO Y AL COMUNISMO EN LOS PAÍSES ATRASADOS

    Mensaje por javicho II Sáb Jul 07, 2012 3:51 am

    LA REVOLUCIÓN DE NUEVA DEMOCRACIA : ÚNICO CAMINO DE LA REVOLUCIÓN EN CHILE

    El mundo contemporáneo presenta numerosos tipos de contradicciones. Una de estas contradicciones es la existente entre capital y trabajo, otra es la que enfrenta a países imperialistas entre sí, también existe contradicción entre capitales monopolistas por un lado y no monopolistas por otro; sin embargo, de todas estas, la contradicción principal, es la existente entre países imperialistas (opresores) y naciones oprimidas (semicolonias).

    Los países semicoloniales (dominados por alguna potencia o superpotencia imperialista) además, se caracterizan por la subsistencia de relaciones sociales feudales y semi-feudales, es decir, la existencia de formas precapitalistas de producción que coexisten con un capitalismo burocrático, un capitalismo subyugado al imperialismo y que representa los capitales de terratenientes, banqueros y grandes monopolistas. Por el carácter acaparador (monopolista) de los principales factores y fuerzas económicas del país, por la subutilización que hacen de las fuerzas productivas y por el carácter retrógrado de las relaciones sociales que imponen al conjunto de cada país, todos aquellos sectores mencionados (imperialistas, gran burguesía, terratenientes) conforman la reacción y la contrarrevolución, son los principales enemigos del pueblo, constituyen los principales blancos de la revolución.

    La solución de estas contradicciones entraba diversos grados de dificultad y los revolucionarios deben esforzarse en uno u otro caso para lograr cumplir los objetivos que se derivan de la situación política nacional e internacional. Tener claridad de esto es fundamental, más cuando la contradicción entre imperialismo y naciones oprimidas encierra múltiples y complejos problemas, provocando con ello mucha confusión respecto a la forma de resolverlos, los medios y métodos que se requieren.

    La Revolución de Nueva Democracia es el método, el camino de resolver esta contradicción fundamental. Tiene aplicación universal en los países atrasados (semicoloniales y semifeudales), sometidos al dominio de alguna potencia o superpotencia imperialista. El éxito de la Revolución de Nueva Democracia bajo ninguna circunstancia se puede separar del éxito de la guerra popular, pues solamente gracias a ésta última es que puede realizar sus más caros objetivos.
    La Revolución de Nueva Democracia no es opuesta a la etapa socialista, al contrario es su antesala y como veremos más adelante, cumple importantes tareas de carácter socialista al alcanzar la victoria. La Revolución de Nueva democracia es, en este sentido, una etapa revolucionaria correspondiente a las condiciones políticas, económicas y culturales del desarrollo de los países oprimidos por el imperialismo.

    Chile no es una excepción o un caso peculiar de desarrollo económico y social. Es por ello que en nuestro país la Revolución de Nueva Democracia es una etapa para terminar con el actual estado de opresión, explotación y miseria en que viven las mayorías nacionales. Indudablemente la Revolución de Nueva Democracia en nuestro país presenta sus particularidades o especificidad que el curso revolucionario mismo irá develando en el proceso de su desarrollo.

    Es importante insistir que este tipo de revolución es la etapa previa a la revolución socialista, a la cual avanzaremos de manera ininterrumpida en cuanto se hayan cumplido las tareas fundamentales de la etapa nacional y democrática de la revolución, es decir cuando la guerra popular logre la victoria total sobre sus enemigos de clase, victoria que sólo puede alcanzarse de manera completa al ir barriendo con la semifeudalidad, acabando con el capitalismo burocrático y expulsando al imperialismo yanqui.

    En resumen, la Revolución de Nueva Democracia forma parte de la línea política general, es decir, es una de las leyes que rigen la lucha de clases por la conquista del poder para y por la clase y el pueblo en nuestro país y sirve a la revolución proletaria mundial. Conocerla y aplicarla es muy importante para resolver los problemas de la construcción del partido de nuevo tipo.

    I. La Revolución de Nueva Democracia y el marxismo-leninismo-maoísmo

    A Lenin debemos el acierto de haber sacado a la luz problemas estratégicos claves formulados avizoramente por Marx y Engels en su correspondencia, que habían sido ocultados por los oportunistas de esa época y soslayados por los contemporáneos del jefe ruso.

    En una de dichas cartas Marx afirmaba que la revolución proletaria en Alemania debía necesariamente contar con el apoyo de una reedición de la guerra campesina. Esta importante tesis, indicaba que el proletariado, al dirigir la revolución, debía tomar en cuenta el potencial democrático que encerraba el campesinado. La guerra campesina había sido un levantamiento armado anti-feudal ocurrido en Alemania en el siglo XVI que fracasó a causa de la falta de unidad del pueblo, la ausencia de una dirección políticamente conciente, la traición de la burguesía de aquella época y la acción de los grandes príncipes terratenientes. Una reedición de esta guerra campesina era una respuesta estratégica dada por Marx y Engels al proletariado alemán que durante la revolución de 1848 sufrió una derrota debido a su relativo aislamiento en dicho proceso y a la vacilación de la burguesía.

    Por su parte Lenin, debatiendo en 1905 con el oportunismo menchevique cuestiones estratégicas acerca del carácter de la revolución rusa, sostendrá que para derrocar la odiada autocracia zarista (una especie de monarquía absoluta) el proletariado debía aliarse a los campesinos e impulsar una revolución democrático-burguesa. Este tipo de revolución no se podía pasar por alto considerando la realidad rusa caracterizada por la gran propiedad terrateniente, la existencia de una mayoritaria masa campesina y un desarrollo capitalista comparativamente rezagado respecto a las potencias europeas. Los oportunistas señalaban que siendo la revolución rusa una revolución burguesa el proletariado debía ponerse a la cola de la gran burguesía, lo que implicaba en los hechos hipotecar la revolución pues este sector de la burguesía se inclinaba hacia la conservación de la zarismo, transformado en un régimen político monárquico constitucional.

    Por la opresión feudal que sufría el campesinado, y que afectaba en definitiva a gran parte de la sociedad, Lenin planteaba que una revolución democrático-burguesa no era para nada incompatible con los intereses del proletariado. A pesar de la diferenciación interna del campesinado ruso (habían campesino ricos, medios y pobres), la mayoría correspondía al ala democrático revolucionaria de la sociedad rusa; eso sí, es necesario advertir que por el carácter económico y social de esta revolución las aspiraciones de este sector del pueblo mantenían un sesgo burgués. Es por esto que la clase obrera debería asegurar para sí la dirección del movimiento.

    Esto era una revolución democrático-burguesa. El régimen que surgiría de esta revolución, decía Lenin, sería una dictadura democrática y preparaba las condiciones para la revolución socialista.

    Así Lenin establecía la línea política general para los comunistas rusos, aclarando un problema importante respecto al carácter de la revolución en un país con vestigios feudales, con una población mayoritaria de campesinos subyugados a un retrógrado régimen terrateniente que el zarismo defendía con uñas y dientes, y con un capitalismo rezagado respecto de las restantes potencias europeas.

    Significado histórico de la Revolución de Octubre

    El análisis de Lenin sobre el papel de la gran burguesía rusa y el del campesinado quedó ampliamente demostrado en la revolución rusa de 1905 y en la revolución de febrero de 1917. Meses después, en octubre de ese último año, los bolcheviques alcanzaron un triunfo aplastante. Este hecho, además de la implicancia de la primera Guerra Mundial Imperialista, provocaron un gran cambio histórico: la era de la Revolución democrático-burguesa mundial llegaba a su fin y comenzaba la nueva era de la Revolución Proletaria Mundial. Por supuesto este gravitante acontecimiento no excluía el hecho de que las colonias o semicolonias, los países feudales y semifeudales que sobrevivían a este cambio de era, como se verá, no tuviesen tareas por realizar. La forma más rápida de barrer con los vestigios feudales era con la revolución anti-feudal. Esta fue una gran lección de la época de la revolución burguesa mundial.

    Con este importante viraje de la situación internacional, en las colonias y semicolonias de los países donde se conservaban las relaciones feudales y semifeudales -principalmente en Africa, Asia y América Latina- la vieja revolución burguesa se transformaba en la nueva revolución burguesa. Esta última se diferenciaba de la primera, en que ahora se comprendía cabalmente el papel de la burguesía monopolista local, los terratenientes y la vocación pro-imperialista que ambos aliados tenían. Esta situación determinaba que la revolución sólo podía ser llevada hasta el fin por el proletariado, dirigido por su partido comunista a la cabeza de las amplias masas populares. Sobre esta última cuestión fue el presidente Mao Tse-tung quién desarrolló la teoría de la Revolución de Nueva Democracia o revolución burguesa de nuevo tipo.

    Detengámonos un poco más en este último aspecto. El presidente Mao Tse-tung desarrolló un conjunto de tesis en un verdadero tratado de teoría política titulado “Sobre la Nueva Democracia” escrito en 1940. Ahí analiza en extenso los problemas fundamentales que atravesaba la revolución china. En primer lugar, afirma que la revolución china, revolución democrático burguesa de nuevo tipo, forma parte del frente de la revolución socialista proletaria mundial. En segundo lugar, esta revolución de nuevo tipo está dirigida por el proletariado y destinada a establecer como primera etapa una dictadura conjunta de las clases revolucionarias. Por su contenido, este tipo de revolución despertó la más amplia solidaridad de la URSS en aquel entonces. En cambio el imperialismo la combatió desde un primer momento.

    La diferencia entre el éxito o el fracaso de esta revolución democrática estaba dada por la existencia de un ejército del pueblo capaz de defender las Bases de Apoyo. Esta era una de las conquistas revolucionarias más importantes desde el punto de vista político, pues ahí era donde florecía el nuevo poder revolucionario (dictadura conjunta de las clases revolucionarias). Gracias al nuevo poder fue posible desarrollar una nueva economía en la cual poderosas organizaciones de masas participaban. Este auténtico gobierno popular que se desarrollaba en las Bases de Apoyo fomentaba a las pequeñas empresas industriales, impulsaba una agricultura libre de trabas feudales que prosperaba constantemente. Gracias al nuevo poder, el apoyo mutuo en tareas productivas fortalecía el carácter colectivo de la economía de los campesinos pobres, etc. Junto a todo esto una nueva cultura también se levantaba dirigida por los comunistas chinos.

    Para el que quiera ver y comprender, esta experiencia no era mera especulación acerca de las posibles perspectivas de un “proyecto popular social-productivista” era una realidad que combinaba la economía local con la toma del poder. Esta combinación sólo era posible porque el pueblo estaba levantado en armas y no permitía que el imperialismo y sus lacayos barrieran con sus logros políticos, económicos y culturales. El pueblo organizado en Ejército y Guerra Popular, al contrario, iba barriendo parte por parte al viejo y podrido poder de terratenientes, grandes burgueses e imperialistas. Esto no era mero “empoderamiento” o “poder popular” como pretenden venderlo los falsos profetas de las ciencias sociales (sociólogos, politólogos burgueses, etc.) o los representantes del oportunismo y del revisionismo actuales. En la experiencia revolucionaria china el poder popular no era solamente la organización de las masas; por muy fuertes que hayan sido estas organizaciones nada podrían lograr sin estar levantadas en armas. El empoderamiento es una pobre quimera si no existen bases de apoyo donde se ejerza la dictadura contra los enemigos del pueblo.

    Otro aspecto importante de la revolución de nueva democracia es que cumplía tareas de carácter socialista, pues al alcanzar la victoria, los bienes monopolizados por la gran burguesía pasaban a formar parte inmediatamente del nuevo Estado revolucionario mediante la confiscación. Y decimos “de carácter socialista” porque en lo fundamental seguía siendo una revolución burguesa pues respetaba los intereses de la burguesía nacional o media que no estuvieran involucradas en actividades contrarrevolucionarias o criminales.

    El triunfo fue alcanzado de manera total en 1949. China concluía la etapa de revolución de nueva democracia e inmediatamente comenzaba la etapa de edificación socialista. Cómo señalábamos se pasaba de forma ininterrumpida de una etapa a otra, esto implicaba riesgos y no faltaron quienes querían quedarse detenidos en la primera etapa. Sólo librando una persistente lucha de clases en plena construcción socialista de la sociedad china el sector revolucionario logró avances significativos, pero esto es materia de un artículo futuro.

    En síntesis, ha sido el presidente Mao Tse-tung quien ha dado al marxismo y al movimiento comunista internacional una comprensión cabal y completa de las leyes que rigen la revolución en los países coloniales, semicoloniales y semifeudales, le ha dado al anti-imperialismo un auténtico carácter de clase.

    Hoy en día, aplicando el marxismo-leninismo-maoísmo, los comunistas peruanos e indios llevan adelante sendas guerras populares para alcanzar la victoria de la Revolución de Nueva Democracia en sus respectivos países. Situación similar se estaba llevando adelante en Nepal hasta la flagrante traición de la dirección del Partido Comunista de Nepal (maoísta) encabezada por Prachanda, convertido hoy en un reconocido renegado del marxismo-leninismo-maoísmo. Dependerá de los comunistas nepaleses que perseveren en el camino revolucionario el recuperar las conquistas que había alcanzado la guerra popular en dicho país del sur de Asia.

    No es posible una Nueva Democracia y menos un inmediato avance al socialismo con un cambio de gobierno y sin la demolición, sin la destrucción total del viejo Estado mediante la guerra popular. Pretender cambiar el carácter de clase de un gobierno sin destruir el viejo Estado es, por decir lo menos, criminal, pues ilusiona a las masas en una supuesta salida constitucional a los problemas fundamentales que éstas enfrentan.

    II. La Revolución de Nueva Democracia en Chile

    La crisis económica mundial y la consiguiente recesión que ya afecta a las potencias y superpotencia imperialistas vienen impactando a nuestro país, agudizando viejos problemas aún no resueltos que aquejan a las grandes mayorías nacionales.

    Frente a estos viejos problemas, la Revolución de Nueva Democracia se presenta como la única solución posible, constituye el camino democrático del pueblo contra el camino reaccionario. Este último es el camino que tratan penosamente de desarrollar las clases reaccionarias y el imperialismo (principalmente yanqui).

    Las características de la sociedad chilena

    1. Subsistencia de resabios semifeudales en la sociedad chilena

    La dominación colonial española en el país se basó en la implantación de un sistema feudal. En Europa, el feudalismo, se encontraba en franca descomposición y crisis, lo que implicó que los conquistadores sólo lograron imponerlo cuando vencieron la tenaz resistencia de la población indígena. Este sistema se manifestaba en la economía y la política de la sociedad así como en la cultural. El feudalismo chileno se basaba en la gran propiedad terrateniente de los hacendados y en la opresión de la pequeña producción campesina.

    La revolución de independencia (1810) dejó intacto este sistema e inalterable la dominación terrateniente; esta situación comienza a cambiar con el desarrollo del capitalismo en Chile hacia mediados del siglo XIX y con una más intensa penetración de capital comercial inglés. Este proceso desembocó, por una parte, en el sojuzgamiento político y económico por parte de los británicos y por otra, nuestro país se convirtió de feudal e independiente, en semifeudal y semicolonial. Era un capitalismo atado a la feudalidad. Esto comenzó a transformarse con el desarrollo del imperialismo a nivel mundial que a fines del siglo XIX comienza a desplazar al capital comercial; su penetración en las semicolonias terminó convirtiendo el incipiente capitalismo chileno en un capitalismo burocrático. Esta situación se ha mantenido hasta hoy, pero en condiciones más críticas, parasitarias y opresivas para el pueblo chileno. No debe extrañarnos, por tanto, que todo este sistema haya entrado en una crisis general.

    La semifeudalidad ha evolucionado en el agro tras una mayor penetración del capitalismo burocrático, esto viene provocando un riguroso despojo de la tierra a los campesinos, ya sea mediante la hipoteca o a través de la quiebra de la economía campesina, llevando hacia una mayor reconcentración de la tierra en manos de grandes propietarios. A causa de esto, miles de familias han debido emigrar a las ciudades. Los campesinos han debido soportar una serie de poderes compradores semifeudales que fijan los precios de su producción y acumulan más riqueza gracias al trabajo campesino.

    El crónico e histórico problema de la tierra ha provocado una excesiva subdivisión de la pequeña propiedad campesina (minifundio), aumentando el número de campesinos pobres.

    En cambio los terratenientes concentran gran parte de la tierra productiva del país. Este sector de las clases dominantes aparece vinculado por miles de hilos a la gran burguesía. Por último el amplio desarrollo del proletariado agrícola (temporeros) esconde detrás del salario que se les entrega, las viejas relaciones de producción que encarnan la semifeudalidad, pues ésta no ha sido radicalmente barrida por una revolución democrática. Tras la mal llamada reforma agraria, que no fue más que compra y venta de tierras, se ha vuelto a producir la reconcentración de la tierra. A pesar de algunos cambios que se han producido en la agricultura aún sigue pendiente una reforma agraria revolucionaria que beneficie a los millones de campesinos y campesinos mapuche que aún hoy en día continúan debatiéndose contra la expropiación de sus tierras por parte del capital burocrático.

    2. Chile un país semicolonial

    Uno de los principales caracteres de la sociedad chilena es que está sometida principalmente al imperialismo norteamericano, quien a pesar de las pugnas interimperialistas por el dominio semicolonial, sigue siendo el imperialismo hegemónico en el país.

    Las nuevas fuerzas productivas se ven permanentemente ahogadas y destruidas por las relaciones de producción que imprime el imperialismo en nuestro país. Estas relaciones sociales de producción son las relaciones de propiedad que el imperialismo y sus lacayos locales (terratenientes y gran burguesía) le imponen al conjunto del pueblo para poder acumular más capitales; estas relaciones se basan en la entrega de los recursos nacionales a bajo precio a los capitales extranjeros, quienes bajo condiciones inmejorables pueden extraerlos y venderlos al exterior, explotando al pueblo. Esta división internacional del trabajo que el imperialismo nos impone además de asignarnos el papel de productores de materias primas, nos obliga a importar tecnología, maquinarias y bienes de consumo que comparativamente nos resultan mucho más caros. El capital imperialista ha terminado por controlar las áreas más rentables de la economía oprimiendo a la clase y al pueblo. Por otro lado, esta economía primario exportadora se basa en el desarrollo de lo que los maoístas llamamos el capitalismo burocrático.

    Este tipo de economía distorsiona y disloca el desarrollo nacional. Las principales fuentes de materias primas son controladas mayoritariamente por inversiones extranjeras, pagando lo mínimo, explotando al máximo a los trabajadores y vendiendo en divisas en el mercado internacional mientras se nos paga en pesos que constantemente vemos perder su valor adquisitivo.

    En las crisis, gran parte de los trabajadores son lannzados a la calle, mientras estos capitales monopolistas gracias a su acumulación pueden aguantar la crisis o, como ocurre generalmente, concentran más capitales beneficiándose con ellas.
    El imperialismo ejerce su dominio en las diferentes esferas de la vida nacional, ayuda a mantener la semi-feudalidad, controla de cerca nuestro proceso político, entrega instrucciones de como desenvolver la economía y nos obliga a soportar los efectos de su recesión.

    3. El capitalismo burocrático, tipo particular de capitalismo que el imperialismo permite desenvolver en sus semicolonias

    A consecuencia de lo dicho más arriba, el tipo de economía que el imperialismo permite que se desarrolle en la semi-colonia chilena es la de capitalismo burocrático, y su existencia no es opuesta ni impide la subsistencia y evolución de la semifeudalidad. Es más, las clases que se sirven de estas relaciones sociales atrasadas y sus representantes están todos estrechamente vinculados entre sí. Los capitales de terratenientes y de la gran burguesía monopolista se confunden en una sola masa de capitales que constituyen el capital monopolista burocrático y semifeudal, extrayendo plusvalía de obreros y demás trabajadores asalariados, expoliando al campesinado, ahogando a vastos sectores de la pequeña burguesía urbana y restringiendo a la burguesía media.

    El capital burocrático desde su surgimiento oprime el desarrollo de las fuerzas productivas, ha sido una simple función en el dominio que el capital extranjero ejerce sobre el comercio exterior chileno y sobre las principales inversiones. Ha impedido el desarrollo de la industria nacional y ha mantenido, en lo sustancial, las viejas relaciones sociales en el agro.

    4. Las clases enemigas del pueblo y los blancos de la Revolución de Nueva Democracia

    Las relaciones de semifeudalidad y semicolonialidad se manifiestan y son defendidas por una alianza reaccionaria de terratenientes, grandes burgueses e imperialistas.

    La gran burguesía en nuestro país presenta a grandes rasgos dos facciones subdivididas en varias capas a su vez. Estas dos facciones son la burguesía burocrática y la compradora. Disputan generalmente la simpatía con el imperialismo yanqui o también coquetean con la posibilidad de que otro imperialismo se haga dominante en Chile. En cuanto a sus intereses de clases estas dos facciones no difieren prácticamente en nada. Se han alternado para dirigir al Estado terrateniente burocrático aplicando formas fascistas o demoliberales de gobierno.

    Durante gran parte del siglo XX y en el presente se han debatido entre una mayor intervención del Estado en la economía o una menor intervención. Sus pugnas también están relacionadas con si se debe desarrollar una economía basada en el capital monopolista estatal o en el capital monopolista no estatal. Estas clases han sufrido importantes modificaciones a lo largo de su historia, regenerándose o hundiéndose algunos sectores de ellas. No importa si usan un discurso demagógico de izquierda o derecha, coinciden plenamente a la hora de reprimir al pueblo y defender el capital monopolista comprador y feudal, es decir el capital burocrático. Junto a los terratenientes, la gran burguesía es, ha sido y será un aliado inseparable del imperialismo de turno, lo fue con el imperialismo inglés, luego con el yanqui y también vaciló en favor del imperialismo alemán o del social-imperialismo soviético cuando estos se disputaron el dominio semi-colonial sobre nuestro país. Todos ellos forman los enemigos fundamentales del pueblo chileno. El revisionismo conforma una avanzada de ellos y por esto este último reviste un peligro principal para el avance del pueblo en su lucha.

    En síntesis, Chile es un país semicolonial y semifeudal. Semicolonial, porque está sometido política, militar, económica y culturalmente al imperialismo norteamericano; la independencia política no es más que un hecho formal. Semifeudal porque subsisten resabios feudales en el conjunto de la sociedad chilena y no sólo en el agro, como erróneamente se pudiese pensar; sobre la base de esta feudalidad se viene desarrollando desde fines del siglo XIX el capitalismo burocrático. El imperialismo (yanqui principalmente), la semifeudalidad, el capitalismo burocrático y las clases que los representan son, por lo tanto, los blancos principales de la Revolución de Nueva Democracia (o Democrático-Popular).

    5. Las clases que conforman el pueblo

    La profundización del capitalismo burocrático ha hundido a sectores industriales de larga historia en el país. La industria textil y del calzado prácticamente han desaparecido; la industria metalúrgica, las fundiciones también van hacia su desaparición. La clase obrera se desenvuelve en las pocas fábricas que van quedando. Es por ello que la clase obrera chilena, entendida como el proletariado industrial clásico, ha visto disminuir proporcionalmente su número en relación con el resto de asalariados proletarizados. No obstante esto, su papel en la Revolución de Nueva Democracia es incuestionable, sigue siendo la clase de vanguardia y es impensable la edificación socialista sin su concurso. Su papel no es sólo productivo sino que también es político en la medida que la perspectiva socialista contempla el establecimiento de la dictadura proletaria.

    Por sus condiciones de vida y trabajo forman parte también de la clase obrera los obreros de la construcción. Este tipo de trabajador proletario son unos de los primeros en sentir y vivir la crisis económica y los efectos de la recesión que empieza a darse en este sector de la economía en las grandes ciudades. Una vez cerrada las faenas, por supuesto, terminan engrosando las filas de cesantes.

    Otros sectores que también se encuentran altamente proletarizados son los trabajadores asalariados del comercio. Ellos están sometidos a extenuantes jornadas de trabajo y, al igual que gran parte del proletariado chileno, viven una constante persecución a sus organizaciones sindicales. Pero a pesar del hostigamiento, la patronal no ha logrado evitar que éstas se organizarse.

    Las empresas más rentables son controladas por la gran burguesía y las restantes por la burguesía nacional y la pequeña burguesía. Sólo una pequeña parte de la clase obrera trabaja para grandes monopolistas que concentran el poder de compra y venta en las ciudades o que monopoliza las actividades económicas en la gran minería, en el transporte, en la pesca o las plantas de celulosa; gran parte del proletariado chileno está contratado por los pequeños y medianos productores.

    En cuanto al proletariado agrícola, ha tenido un basto desarrollo en las últimas cuatro décadas y a pesar de su atraso puede llegar a constituirse en una fuerza revolucionaria insospechable. Concentrados en números de cientos o miles, trabajan en plantas de faenamiento o crianza de animales, en agroindustrias, salmoneras, o en las forestales; estos trabajadores y trabajadoras han engrosado las filas de la clase obrera sumándose al tradicional proletariado minero e industrial. La crisis económica internacional los afecta inmediatamente porque gran parte del producto de su trabajo se vende fuera del país.

    Las ciudades también se han resentido del desarrollo deforme que imprime al país el capitalismo burocrático y la semifeudalidad. Al estar al servicio del imperialismo, el capitalismo burocrático, termina por descoyuntar el proceso económico nacional al separar la producción de materias primas de la escasa producción manufacturera industrial nacional, lo cual profundiza la desarticulación de la economía del país. Esta situación provocada intencionalmente impacta directamente en la alta tasa de desocupación y cesantía que las estadísticas intentan esconder. Por otra parte, la crisis en el agro y la migración a las ciudades que ésta provoca, sumado a la incapacidad de la industria nacional para absorber esta nueva mano de obra, expone a la población de las grandes ciudades a condiciones de extrema pobreza. Esta situación explica el alto grado de explosividad que han mostrado las masas urbanas, especialmente los jóvenes populares que viven en las poblaciones y barrios pobres del país. Estos últimos están siempre dispuestos ha rebelarse. Lo mismo ocurre con niños y mujeres populares. Este panorama indudablemente es el resultado de la opresión de terratenientes, grandes burgueses y de los imperialistas, y, por tanto, la miseria urbana no escapa a las leyes del desarrollo de la lucha de clases general.

    Las clases medias urbanas presentan una gran variedad de condiciones de vida y trabajo. Están compuestas por la burguesía media y las distintas capas de la pequeña burguesía. Tanto en la burguesía media como en la pequeña burguesía es posible encontrar productores independientes que se ven constantemente ahogados por banqueros y especuladores de todo tipo. En el caso de la pequeña burguesía productora con las crisis económicas su economía se reciente enormemente y sufren con la perspectiva de caer en la pobreza y engrosar la larga fila de deudores insolventes.

    Otros sectores de las clases medias están formadas por una importante masa de trabajadores dependientes que temen caer en la desocupación; sus problemas de vida están, al igual que el sector anterior, relativamente resueltos, pero frente a la crisis su situación es frágil y rápidamente puede tornarse precaria.

    También existe entre las clases medias urbanas, un sector mucho más reducido e ideológicamente ligado a los intereses de la gran burguesía a la cual sirve y le debe lealtad. Un importante grupo de este sector está ligado al gobierno, al ejército, al poder judicial, al parlamento y a los partidos políticos que forman parte de él. Este pequeño grupo sirve de base social a la gran burguesía y constituye un enemigo del pueblo.

    Forman también parte de la pequeña burguesía miles de profesionales, profesores, abogados, médicos, ingenieros, técnicos, etc., diferenciados entre sí por los ingresos que perciben y por su disposición a la lucha.

    Por su parte, la burguesía media o nacional, se encuentra constantemente restringida por el capital monopolista, tradicionalmente ligado a ciertos sectores de la industria nacional, ve constantemente cómo parte de sus ganancias deben ser traspasada a los bancos acreedores o a las comercializadoras de materias primas y de maquinarias de las cuales depende. En los períodos de alza de la economía se vuelve jactanciosa y autosuficiente y en periodos de baja o crisis está constantemente refunfuñando y exigiendo de todo al gobierno de turno. En su fuero interno sueña con convertirse en gran capitalista.

    6. Revolución de Nueva Democracia y Guerra Popular

    La Revolución Democrática en Chile se ha visto frustrada en varias ocasiones. Un ejemplo de ello se dio durante la Revolución de Independencia cuando los grandes hacendados y mercaderes después de 1829 derrotaron al ala democrática de la revolución, conformada por campesinos y artesanos que luchaban por la eliminación de odiosos impuestos e incluso llegó a plantear el problema de la tierra.

    Estos sectores, no obstante representar a las fuerzas de avanzada, no lograron alcanzar un grado mínimo de consolidación política y un programa que representara sus intereses, a pesar de ello, en el caso de los campesinos, llegó posteriormente a ser uno de los más importantes productores de trigo del país a mediados del siglo XIX; y del seno de los artesanos se dieron lo primeros pasos en este mismo período hacia el desarrollo capitalista industrial, tempranamente expoliado por el capital inglés.

    En la época del imperialismo, sobre todo después de la Primera Guerra Imperialista Mundial y de la Revolución bolchevique de 1917, la Revolución Democrática es una de nuevo tipo y se hace más urgente para las masas populares por las condiciones que impone el carácter parasitario del imperialismo.

    Hacia 1925, en un periodo caracterizado políticamente por la reestructuración del Estado, el desplazamiento de los grandes terratenientes del gobierno, una creciente influencia del imperialismo yanqui, pero fundamentalmente por un claro auge en la lucha de masas, la Revolución Democrática experimento un nuevo impulso. Sin embargo el proletariado pujante y combativo careció de un partido bolchevizado. Esta situación llevó al movimiento a una serie de vacilaciones, no supieron atraerse ni al campesinado ni a las capas medias urbanas, quedando finalmente subordinado a uno de los sectores la burguesía.

    En este período incluso se llegó a redactar una constitución alternativa para formar una “Nueva República Social”, “La República Sociocrática”, basada en principios democráticos y en un desarrollo industrial auto-sostenido. Es decir consideraba incluso los intereses de la burguesía industrial media que habían establecido un virtual frente con el proletariado. Otra iniciativa creada en ese mismo período fue la Asamblea Nacional de Asalariados, también con pretensiones constituyentes que incluso contemplaba solución al problema agrario y la nacionalización de las riquezas naturales del país.

    A pesar del carácter democrático de estas instancias, el proletariado no logró ponerse a la cabeza de ellas e implementar el programa reseñado. Existía en estas fuerzas aliadas cierta confianza en conquistar a una parte de las fuerzas armadas. Una parte de este frente fácilmente podía desviarse hacia el social-fascismo al carecer de una clara y firme dirección proletaria, la otra parte (mayoritaria) fue severamente reprimida. Situación similar se vivió en el ascenso del movimiento de masas a fines de la década del ’60 y principios de los 70’, lo mismo aconteció en la década de los 80. Este era el problema de la ausencia de una vanguardia efectiva. Las masas lucharon y lo continuarán haciendo.

    Es falso que en Chile se haya dado la Revolución Democrática o “democratización” como algunas la quieren llamar y es más falso aún que ésta se haya alcanzado por la vía de la ampliación del sufragio. Lo fundamental en la Revolución Democrática no está dado sólo por la conquista de derechos políticos, los que sin la conquista de derechos económicos (como la tierra), no pasan de ser palabras almibaradas para ilusionar a las masas y desviarlas del camino revolucionario.

    En todos estos procesos ha sido clara la alianza entre el capital extranjero y las clases dominantes criollas para aplastar a los sectores populares. El Partido Comunista, fundado en 1922, constituyó un notable avance en la lucha de la clase y el pueblo, sin embargo no logró comprender en profundidad el papel de la violencia revolucionaria ejercida por las masas, confió constantemente en ganarse a un sector de las fuerzas armadas o en alcanzar una mayoría parlamentaria, mientras los sectores reaccionarios han tenido siempre presente que los problemas políticos fundamentales en última instancias sólo pueden ser resueltos por la violencia armada. Esta política se vio reforzada después de 1936. Incluso a partir de 1956 la dirección del Partido Comunista termina por pasarse plenamente hasta el día de hoy al revisionismo, que lo lleva a ser un falso partido comunista, independientemente que haya usado armas en los ‘80. El proceso de desarrollo de una vanguardia revolucionaria que dirija la Revolución democrática chilena se ha visto una y otra vez frustrado en la historia nacional. Sus causas más importantes obedecen a las debilidades del movimiento comunista mismo, más que a la capacidad de la reacción y la contrarrevolución.

    Este hecho ha sido gravitante al momento de plantearse la aplicación de la teoría militar del proletariado a Chile, es decir al querer resolver el problema de la conquista del poder mediante la guerra popular coronando con ello el triunfo de la Revolución de Nueva Democracia y su paso inmediato e irrenunciable al socialismo.

    Efectivamente el inicio y desarrollo de la guerra popular en nuestro país implicarían la consumación de la Revolución de Nueva Democracia varias veces postergada o transitoriamente derrotada en nuestro país a causa de la debilidad del movimiento comunista chileno, la ausencia de la acción combinada de un partido revolucionario, un frente único (para agrupar a todas las clases revolucionarias) y un ejército popular. Indudablemente que esto sólo se puede llevar adelante bajo la guía teórica y práctica del marxismo-leninismo-maoísmo, única ideología científica del proletariado.

    Esto último es la única garantía de triunfo. Al decir esto queda de manifiesto que en la medida que la guerra popular se inicie, desarrolle y vaya avanzando en campo y ciudad, sólo así podrá irse construyendo el nuevo poder y aplicando el programa de nueva democracia



    http://odiodeclase.blogspot.com.es/2010/06/la-revolucion-de-nueva-democracia-unico.html








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    Mensaje por carlos3 Dom Jul 08, 2012 3:10 pm

    javincho muy categórico,,, para aclarar que los "amantes de la burguesía" son los que aman las burguesías burocrática, como chavez, evo morales, lula, lugo y todos los demás vende obreros
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    Mensaje por leooonidas Dom Jul 08, 2012 7:56 pm

    carlos3 escribió:javincho muy categórico,,, para aclarar que los "amantes de la burguesía" son los que aman las burguesías burocrática, como chavez, evo morales, lula, lugo y todos los demás vende obreros

    Si pues se nota esa obsesión por defender a un bando burgues de mucha gente que asumo no entiende que tipo de revolución corresponde en las naciones oprimidas. Al no entender ello tampoco entienden que tipo de sociedad somos en las naciones oprimidas y que objetivos tiene el tipo de revolucion que corresponde a las naciones oprimidas.

    Ese problema de que tipo de revolucion corresponde a las naciones oprimidas muy brillantemente el Presidente Mao lo resolvio en su texto sobre la nueva democracia y que algunos miopes busquen tergiversarlo es cosa natural del revisionismo y del oportunismo.
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    Mensaje por javicho II Vie Jul 13, 2012 1:45 am

    IV. SOBRE SITUACION POLITICA NACIONAL


    EL DIARIO: Presidente, ¿cuál es el análisis del PCP sobre el proceso del Estado Peruano y a dónde marcha?

    PRESIDENTE GONZALO: Tenemos una comprensión del proceso de la sociedad peruana contemporánea, entendiendo por tal la que se inició en 1895, consideramos que de ahí arranca el proceso que estamos viviendo y pensamos que tiene tres momentos. Un primer momento en que sienta bases para el desenvolvimiento del capitalismo burocrático; un segundo momento después de la II Guerra Mundial porque hasta allí abarca el primero, de profundizar el capitalismo burocrático; esa profundización del capitalismo burocrático va a madurar las condiciones para la revolución y con el inicio de la guerra popular, en el año 80, entramos al tercer momento de crisis general del capitalismo burocrático; ha comenzado la destrucción de la sociedad peruana contemporánea porque ha caducado históricamente, en consecuencia, lo que vemos es su final y lo que cabe es bregar, combatir, luchar para enterrarla.

    EL DIARIO: ¿Por qué Ud. considera fundamental la tesis del capitalismo burocrático?

    PRESIDENTE GONZALO: Consideramos clave esta tesis del Presidente Mao Tsetung porque sin comprenderla y manejarla no es factible desarrollar una revolución democrática y menos concebir su continuación ininterrumpida como revolución socialista. Es realmente muy inconveniente que esta tesis del Presidente Mao sea soslayada y que simplemente se enrede el análisis en hablarnos de desarrollo del capitalismo en países atrasados o de capitalismo dependiente que a nada conducen sino a cambiar el carácter de la revolución; creemos que es partiendo del Presidente Mao Tsetung que nosotros vamos a entender bien la sociedad peruana y las sociedades llamadas atrasadas.

    Entendemos que el capitalismo burocrático, comienza a darse en el Perú desde el 95 del siglo pasado, en los tres momentos que acabo de esbozar. Lo concebimos de esta forma, sobre una base semifeudal y bajo un dominio imperialista se desarrolla un capitalismo, un capitalismo tardío, un capitalismo que nace atado a la feudalidad y sometido al dominio imperialista, son esas condiciones las que generan lo que el Presidente Mao Tsetung ha denominado capitalismo burocrático. Pues bien, el capitalismo burocrático se desenvuelve ligado a los grandes capitales monopolistas que controlan la economía del país, capitales formados, como lo dice el Presidente Mao, por los grandes capitales de los grandes terratenientes, de los burgueses compradores y de los grandes banqueros; así se va generando el capitalismo burocrático, atado, reitero, a la feudalidad, sometido al imperialismo y monopolista, y esto hay que tomarlo en cuenta, es monopolista. Este capitalismo, llegado a cierto momento de evolución se combina con el Poder del Estado y usa los medios económicos del Estado, lo utiliza como palanca económica y este proceso genera otra facción de la gran burguesía, la burguesía burocrática; de esta manera se va a dar un desenvolvimiento del capitalismo burocrático que era ya monopolista y deviene a su vez en estatal, pero este proceso lo lleva a generar condiciones que maduran la revolución; éste es otro concepto importante, políticamente hablando, que el Presidente plantea sobre el capitalismo burocrático.

    Si comprendemos el capitalismo burocrático, podemos muy bien entender cómo en el Perú se da una situación semifeudal, un capitalismo burocrático y un dominio imperialista, principalmente yanqui. Eso es lo que debemos comprender, lo cual permite entender y manejar la revolución democrática.

    Ahora, ¿qué otra importancia más tiene el capitalismo burocrático? el Presidente nos dice que la revolución democrática cumple algunos avances socialistas lo cual, dice, ya se expresaba por ejemplo en la ayuda mutua que se daba en el campo, en las bases de apoyo; pues bien, para pasar de la revolución democrática a la socialista es clave, desde el punto de vista económico, la confiscación de todo el capitalismo burocrático, lo cual permite al Nuevo Estado controlar la economía, manejarla y servir a desarrollar la revolución socialista. Entendemos que este concepto estratégico es de gran importancia y, reitero, lamentablemente se le soslaya y mientras se le siga soslayando no se entenderá bien lo que es una revolución democrática, en las actuales circunstancias en que nos debatimos.

    Es erróneo considerar que el capitalismo burocrático es el capitalismo que desarrolla el Estado con los medios económicos de producción que tiene en sus manos; es erróneo, eso no se compagina con la tesis del Presidente Mao Tsetung. Bastaría pensar en esto, si el capitalismo burocrático fuera solamente el estatal, se confiscaría ese capitalismo estatal y el otro, capitalismo monopolista no estatal ¿en qué manos quedaría? en las de la reacción, en las de la gran burguesía. Esa interpretación de identificar capitalismo burocrático con capitalismo monopolista estatal es una concepción revisionista y en nuestro partido fue sostenida por el liquidacionismo de izquierda. Por eso este problema, entendemos, que es muy importante.

    Además, políticamente nos permite diferenciar con mucha nitidez la gran burguesía de la burguesía nacional o media; y, eso nos da instrumentos de comprensión para no ponernos a la cola de ninguna de las facciones de la gran burguesía, ni de la compradora ni de la burocrática, que es lo que en el Perú ha hecho el revisionismo y el oportunismo y siguen haciéndolo, décadas de esa siniestra política de rotular a una facción de la gran burguesía como burguesía nacional, progresista, y apoyarla. La comprensión del capitalismo burocrático nos permitió entender bien la diferenciación, reitero, entre burguesía nacional y gran burguesía y comprender la táctica correcta que teníamos que seguir, retomando precisamente lo que Mariátegui estableciera. Por eso consideramos sumamente importante la tesis del capitalismo burocrático.
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    Mensaje por javicho II Sáb Jul 21, 2012 2:45 am

    IV

    LA REVOLUCION DE LAS AMPLIAS MASAS POPULARES, DIRIGIDAS POR EL PROLETARIADO


    Partiendo de los radicales cambios que se produjeron en la historia mundial como consecuencia de la Revolución socialista de Octubre, y de los producidos en la historia de China como consecuencia de la aparición en la escena política del proletariado chino moderno, el camarada Mao Tsetung hizo ver que, antes de estos cambios, la revolución china era una revolución de democracia antigua, una revolución democrática dirigida por la burguesía y que, después de estos cambios, se convirtió en una revolución de democracia nueva, en una Revolución Democrática dirigida por el proletariado.
    Desde la lucha contra el oportunismo de derecha de Chen Tu-siu, durante el primer periodo revolucionario(1) que siguió a la fundación del Partido el camarada Mao Tsetung ha sostenido siempre, en todo momento, la doctrina de Lenin y Stalin sobre la hegemonía del proletariado y la ha desarrollado de manera concreta, teniendo en cuenta las condiciones existentes en China. Durante la primera etapa de la Guerra de Resistencia contra el Japón, el camarada Mao Tsetung dirigió una lucha intransigente contra el oportunismo de derecha que había vuelto a aparecer, haciendo incapié siempre en que había que aprender de la derrota de la revolución en 1927, debida al abandono criminal que de la lucha por la hegemonía del proletariado hizo el oportunismo de Chen Tu-siu. El camarada Mao Tsetung no ha cesado de recomendar a los miembros del Partido Comunista Chino que estudiasen a fondo la gran obra de Lenin: “Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática” . Esta obra de Lenin ha sido en manos del camarada Mao Tsetung una poderosa arma contra el oportunismo de derecha.
    La cuestión de la hegemonía del proletariado en la revolución china está relacionado con la debilidad de la burguesía nacional china. En 1926, hablando de la debilidad de la gran burguesía nacional, Stalin dijo en “Perspectivas de la revolución en China” :

    “...resulta que el papel de iniciador y de guía de la revolución china, el papel de dirigente de los campesinos chinos debe pasar inevitablemente a manos del proletariado chino y de su Partido.”

    El camarada Mao Tsetung ha dicho:

    “Está perfectamente claro que, en China, ganará la confianza del pueblo quien sepa dirigirlo en la lucha por derrocar al imperialismo y a las fuerzas feudales, porque tanto aquél como éstas, en especial el imperialismo, son los enemigos mortales del pueblo... La historia a probado que la burguesía china no es capaz de cumplir esta tarea, la cual, por lo tanto, recae inevitablemente sobre los hombros del proletariado”(2).

    El transcurso histórico de la revolución china, ha señalado el camarada Mao Tsetung, debe dividirse en dos fases: "la primera es la revolución democrática, la segunda la revolución socialista.” Por su carácter social, la primera fase, es decir, la primera etapa de la revolución china, es todavía fundamentalmente una revolución democrática burguesa, “...esta revolución, de ningún modo es ni puede ser el establecimiento de una sociedad capitalista bajo la dictadura de la burguesía china, sino el establecimiento de una sociedad de nueva democracia bajo la dictadura conjunta de todas las clases revolucionarias”(3).

    El camarada Mao Tsetung a definido esta revolución con la clara y sencilla fórmula siguiente: “La revolución de nueva democracia es una revolución antiimperialista y antifeudal de las amplias masas populares, dirigida por el proletariado”. En alguna ocasión, el camarada Mao Tsetung también la llama “una revolución democrática popular contra el imperialismo y las fuerzas feudales”. Y como las Cuatro Grandes Familias(4), encabezadas por Chian Kai-Shek, se convirtieron finalmente, durante el largo periodo de dominación contrarrevolucionaria, en una camarilla monopolista del capital burocrático, un nuevo elemento vino añadirse al carácter de la revolución: la lucha contra el capital burocrático. El camarada Mao Tsetung añadió a su fórmula este nuevo elemento: la lucha contra el capital burocrático, y su fórmula quedó así: “Una revolución de las amplias masas populares, bajo la dirección del proletariado, contra el imperialismo, el feudalismo y el capital burocrático”. El camarada Mao Tsetung considera que es esa la línea y la política generales de la primera etapa de la revolución china.

    Las amplias masas populares, de las que trata la fórmula propuesta por el camarada Mao Tsetung, están compuestas esencialmente por campesinos. Esta revolución tiene por base la alianza de obreros y campesinos y comprende a todos los que luchan contra el imperialismo, el feudalismo, y el capital burocrático. Los proletarios, campesinos e intelectuales chinos, así como otros elementos de la pequeña burguesía, son para el camarada Mao Tsetung las fuerzas esenciales que determinan los destinos de la nación, siendo el proletariado la fuerza dirigente.

    La dictadura democrática revolucionaria instaurada por esta revolución reposa desde luego, en el mismo fundamento de clase. A esta dictadura, el camarada Mao Tsetung la llama “la dictadura conjunta de todas las clases revolucionarias, dirigidas por el proletariado” o “la dictadura democrática popular ejercida bajo la dirección de la clase obrera y basada en la alianza de obreros y campesinos”.

    La cuestión de la hegemonía del proletariado es considerada por el camarada Mao Tsetung como la cuestión central para resolver una serie de problemas de la revolución china. Es también la cuestión central que decide el éxito o el fracaso de la revolución. En mayo de 1937, hablando de la cuestión del frente unido nacional antijaponés, el camarada Mao Tsetung dijo:

    ¿Debe el proletariado seguir a la burguesía, o ésta al proletariado? Este problema, el de a quién atañe la responsabilidad de dirigir la revolución china, es la clave de la cual depende el triunfo o el fracaso de ésta(5).

    En su célebre artículo “Sobre la dictadura democrática popular”, publicado en 1949, señalço además:

    Toda la historia de la revolución prueba que, sin la dirección de la clase obrera, la revolución fracasa y que, con la dirección de la clase obrera la revolución triunfa. En la época del imperialismo ninguna otra clase en ningún país puede conducir una verdadera revolución a la victoria. Lo prueba claramente el hecho de que fracasaron todas las numerosas revoluciones dirigidas por la pequeña burguesía y la burguesía nacional China.
    Por otra parte, el camarada Mao Tsetung consideraba el problema campesino como la cuestión central para resolver el problema de la hegemonía del proletariado.
    En su informe sobre el problema nacional y colonial presentado al II Congreso de la Internacional Comunista, Lenin dijo:

    Países atrasados, si pueden surgir en ellos, pueden aplicar una táctica y una política comunista sin mantener relaciones definidas con el movimiento campesino y sin darle apoyo efectivo.

    Stalin ha indicado en varias ocasiones:

    La cuestión nacional es, en el fondo, una cuestión campesina(6).

    El punto de vista del camarada Mao Tsetung sobre la cuestión China concuerda con el punto de vista de Lenin y Stalin y lo desarrolla.
    En las revoluciones democráticas burguesas, la cuestión campesina constituye el principal tema de controversia entre el proletariado y la burguesía y entre el proletariado y todos los demás partidos. En su obra “Sobre el gobierno de coalición”, el camarada Mao Tsetung ha escrito:

    Movilizando todas sus fuerzas, la camarilla antipopular del Kuomintang viene lanzando contra el Partido Comunista de China toda clase de pérfidos ataques abiertos y encubiertos, militares y políticos, cruentos e incruentos. Por su naturaleza social, la controversia entre ambos partidos se refiere, en esencia, al problema de las relaciones agrarias.

    Asumir la dirección de la revolución campesina es el símbolo mismo de la hegemonía del proletariado. La incapacidad de la burguesía para asumir la dirección de la revolución democrática burguesa, procede de su incapacidad para dirigir la revolución campesina, a la que teme y a la que se opone. Es indudable que solo bajo la dirección del proletariado podremos organizar efectivamente a las masas campesinas, extraordinariamente numerosas y dispersas, en una fuerza combativa e inagotable, podremos hablar de la alianza de obreros y campesinos, de agrupamiento, sobre la base de esta alianza, de todas las fuerzas revolucionarias posibles, ganándolas para nuestra causa, y de la unidad de las fuerzas de la revolución china y de las fuerzas revolucionarias internacionales.

    Como todo el mundo sabe, durante el primer periodo revolucionario, Chen Tu-siu sostenía que “si la revolución democrática burguesa perdía el apoyo de la burguesía dejaría de tener toda significación de clase y toda base social en la causa de la revolución”. Lo que quiere decir que para él “la significación de clase y la base social” de la revolución democrática burguesa era únicamente burguesa. Chen Tu-siu no tenía en cuenta la cuestión campesina. (Ver artículo de Chen Tu-siu, “La revolución burguesa y la burguesía revolucionaria”, publicado en 1923). Hay que destacar que desde Chen Tu-siu, la oposición de los oportunistas de todo tipo a la hegemonía del proletariado y sus falsas interpretaciones sobre este punto están ligadas a la cuestión campesina. O bien se niegan categóricamente a reconocer la hegemonía del proletariado y reconocen la de la burguesía, negándose a reconocer la revolución campesina (lo que hacían los chentusiuistas durante el primer periodo revolucionario y los oportunistas de derecha al comienzo de la Guerra de Resistencia contra el Japón); o bien adoptan una forma “de izquierda” y niegan de hecho la necesidad de la alianza con los campesinos medios y la pequeña burguesía de las ciudades negando al proletariado el derecho a la hegemonía. Es lo que hicieron los oportunistas “de izquierda” durante la Segunda Guerra Civil Revolucionaria.

    Está fuera de duda que lo que hizo posible la victoria de la revolución contra el imperialismo, el feudalismo y el capital burocrático, fue la dirección del proletariado y la alianza del campesinado y la clase obrera, nacida de esta dirección. Como lo ha dicho el camarada Mao Tsetung:

    “La caída del imperialismo y la camarilla reaccionaria del Kuomintang se debe principalmente a la fuerza de las clases”. Por otra parte, son estas dos clases las que permitirán pasar de la revolución de nueva democracia a la revolución socialista, pues, como lo ha señalado el camarada Mao Tsetung: “...la transición de la nueva democracia al socialismo depende principalmente de la alianza de estas dos clases”(7).

    Naturalmente, si se hubiera seguido la vía de los oportunistas, consistente en el abandono de la hegemonía del proletariado, entonces, como ya nos han demostrado algunos acontecimientos, la revolución china hubiera conocido una derrota o sufrido reveses; no habría podido ser lo que es hoy, ni lo que será mañana.





    NOTAS


    (1) Las luchas revolucionarias antiimperialistas y antifeudales llevadas a cabo por el pueblo chino bajo la dirección del Partido Comunista de China, tras la fundación de este último en 1921, se dividen en lo esencial en cuatro periodos históricos; 1. La Primera Guerra Civil Revolucionaria, llamada comúnmente la Gran Revolución de 1924-1927 o Expedición al Norte. Durante este periodo, el Partido Comunista de China y el Kuomintang llevaron en común la lucha revolucionaria antiimperialista y antifeudal cuyo principal contenido es la Expedición al Norte(guerra de castigo contra los caudillos militares de Peinyang); aunque posteriormente la camarilla reaccionaria del Kuomintang (que representa los intereses de los grandes terratenientes y de la gran burguesía) encabezados por Chiang Kai Chek, traicionó esta revolución. 2. La Segunda Guerra Civil Revolucionaria (1927-1937), comúnmente llamada, la Guerra Civil de diez años o Revolución Agraria. Este periodo tiene como principal contenido la creación y extensión del poder rojo, la revolución agraria y la resistencia armada contra la dominación reaccionaria del Kuomintang. 3. La Guerra de Resistencia contra el Japón(1937-1945). 4. La Tercera Guerra Civil Revolucionaria( que va desde la victoria en la Guerra de Resistencia contra el Japón en 1945 hasta la fundación de la República Popular China en 1949) o Guerra de Liberación del Pueblo Chino.
    (2) Sobre la nueva democracia.
    (3) Ibidem.
    (4) Se trata de los cuatro grandes grupos de monopolios representados por las familias de Chian Kai Chek, de T.V. Sung, de H.H. Kung y de los hermanos Chen.
    (5) Las tareas del Partido Comunista de China en el periodo de resistencia al Japón.
    (6) Sobre la cuestión nacional en Yugoslavia.
    (7) Sobre la Dictadura Democrática Popular.

    Tomado del libro:

    PO-TA, CHEN. "La Teoría de Mao Tsetun sobre la Revolución China". Avance: Barcelona, 1974. Pg 30-39







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