[PCOE-Internacional] El PP es la mano más sucia y negra del imperialismo en América Latina

Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante, dos conocidos contrarrevolucionarios cubanos, fallecieron el pasado domingo 22 de julio en un accidente de tráfico ocurrido en la inmediaciones de la ciudad de Bayamo, en Cuba. Según se desprende de la investigación de los hechos, el vehículo estaba también ocupado por el dirigente de las juventudes del PP, Ángel Carromero Barrios, que conducía el vehículo, y por Jens Aron Modig, miembro de un grupo ultraderechista sueco.

El Partido Comunista Obrero Español (PCOE) considera que este suceso prueba una vez más que el PP es la mano más sucia y negra del imperialismo en América Latina y en gran parte del mundo.

En primer lugar, las circunstancias vienen a demostrar nuevamente los vínculos existentes entre la organización ultraderechista del PP y el Estado español con los elementos contrarrevolucionarios cubanos. Relación que queda en evidencia en los apoyos que dispensa a miembros mercenarios de la contrarrevolución en España, así como en los apoyos internacionales para la adquisición de medios económicos destinados a la subversión.

Al igual que con Payá y Cepero, el PP ha mantenido relación continuada con los elementos del exilio en Miami, entre ellos cabría destacar las continuadas relaciones con el ya fallecido Jorge y Ricardo Mas Canosa, elementos terroristas que participaron en numerosos atentados terroristas tanto en la isla como fuera de ella, como en el atentado a la Embajada de Cuba en Lisboa.

En 1995, Mas Canosa prestó su avión a Aznar para una gira por América Central, siendo invitado posteriormente al Congreso del PP en 1996.

Estos son los amigos de los gobernantes españoles por el mundo. Amigos a los cuales no solamente dan cobertura mediática, sino que financian a través de fundaciones y filiales como la llamada Fundación Hispano Cubana.

Es decir, en plena crisis económica en nuestro país, con un incesante aumento del desempleo; cuando miles de familias se ven despojadas de sus viviendas; cuando se recortan gastos para la educación, la sanidad, e incluso las ayudas sociales para la atención domiciliaria a los ancianos, el PP se permite el lujo de mandar a sus cachorros a Cuba con la finalidad de mantener la presión contra el pueblo cubano y los logros de su revolución. Todo esto, no cabe duda, con el dinero de los trabajadores del Estado español.

Por otra parte, para ocultar tan sucio papel internacional, el gobierno español y sus voceros mediáticos iniciaron rápidamente un entramado de conjeturas para alterar las circunstancias del accidente intentando buscar una intencionalidad por parte de las autoridades cubanas.

Deben pensar que las actuaciones de los Estados contra la oposición deben desarrollarse en todos los países como acostumbran a hacer en España, cuando desde el propio Estado se hizo uso de los Fondos Reservados para financiar a mercenarios que asesinaran a opositores políticos y la prensa callaba, manipulaba y ocultaba la información; como los célebres asesinatos del concejal y dirigente de HASI Santiago Brouard, o como el atentado contra parlamentarios vascos en el Hotel Alcalá de Madrid, en el que cayó muerto Josu Muguruza y gravemente herido Iñaki Esnaola, acciones todavía no esclarecidas por las autoridades españolas.

Desde el Partido Comunista Obrero Español (PCOE) acusamos al Estado español, a su gobierno y al partido que lo representa de intervenir en los sucios planes del imperialismo para América Latina. También acusamos a los mercenarios cubanos que facilitan la injerencia de gobiernos extranjeros para acabar con los logros del socialismo en Cuba.

Hacemos un llamamiento a los trabajadores españoles para solidarizarse con la Revolución Cubana y con el Partido Comunista de Cuba, fiel y legítimo representante del pueblo cubano y garantía de libertad y de justicia social.

Llamamos a los trabajadores a la organización en nuestro país para acabar con el futuro lleno de miseria que el capitalismo ha diseñado para el conjunto de la clase obrera española.