por javicho II Sáb Jul 28, 2012 9:56 pm
luis narvaez escribió:Bien, no boicotearon el paro del 19 de julio de 1977. Pero no cabe la menor duda que la "protesta reivindicativa" sobrepasó el marco de las demandas del revisionismo y la dictadura militar hubo de llamar a elecciones para la Constituyente. Este hecho hizo que los militares regresasen a sus cuarteles y permitió al PCP el inición de la lucha armada (ILA) aún estando en funciones de gobierno los militares. ¿Fue así o no? ¿Qué lecciones sacó el PCP de esa jornada de lucha?.
Saludos.
Su razonamiento es erróneo y a la vez es correcto. El gobierno de Velasco como el de Bermudes fueron gobiernos militares preparados y previstos por el imperialismo norteamericano. Bermudes sólo le quedó administrar el fracaso de las reformas velasquistas y llevar al país a la Constituyente para elaborar una nueva Constitución y a las elecciones generales de 1980, todo eso estuvo programado. Velasco como alumno de la Escuela de las Américas, dio su golpe de Estado ante el fracaso y descontento popular que generó el gobierno de Belaunde en 1968. Durante el gobierno de éste surgieron las guerrillas del MIR y ELN que fueron aniquiladas en seis meses pero que dejó al Perú convulsionado para la aparición de futuras guerrillas. El imperialismo norteamericano quiso evitar la aparición de futuras guerrillas y necesitaba a un populista ya que el Perú aún no lo había tenido como fueron en Argentina con los Perón y Getulio Vargas en Brasilo. En el Perú siempre ha existido una situación revolucionaria sino que siempre fue detenida. Desde la época de Mariátegui existía las condiciones objetivas para una revolución socialista en el Perú pero que se detuvo con la muerte de Mariátegui.
La reformas de Velasco detendrá momentáneamente la aparición de futuras guerrillas y el descontento popular sobre todo de las masa campesinas principalmente pobres. Lo intentará con su Reforma Agraria, lo intentará con la expropiación a la International Petroleum Company (IPC), que luego pagó hasta el último dólar, y el proyecto sacado de la manga y que nunca sirvió para nada como el PLAN INCA que era un plan para la transformación nacional del país pero que nunca transformó nada. Estos hechos que impactaron en la sociedad peruana y en las masas, harán que los revisionistas prosoviéticos saltaran de alegría, aplaudiendo y aliándose con el velasquismo, aprobando así que las reformas de Velasco eran revolucionarias y que significaban cambios estructurales para el país. Pronto para el imperialismo norteamericano Velasco ya no les era útil, Velasco recurrirá a la exaltación del nacionalismo y el patrioterismo ya que todo su gobierno se caracterizó por ello (responsabilizar a Chile de nuestros males por la guerra injusta que nos declaró en el siglo XIX) para desligar a las masas de sus problemas fundamentales. Velasco intentará seguir en el Poder declarándole la guerra a Chile para 1975. Era el momento oportuno ya que se había dado un golpe fascista en Chile por parte de Pinochet. Pinochet buscaba tiempo para rearmarse y salir de la debilidad que aún tenía y la CIA le generó ese tiempo que Pinochet necesitaba. La CIA recurrió a Bermudes, para darle una mano así a Pinochet, para que diera el golpe de Estado definitivo a Velasco. Bermudes fue caracterizado como el gobierno de la contra-reforma porque en realidad vio que todas las reformas de Velasco habían fracasado y el movimiento popular comenzó a levantarse como las grandes huelgas de 1977 y la gran huelga de profesores del SUTEP de 1979. Bermudes responderá con masacres de obreros en las fábricas y con toque quedas que empezaban unas veces a las seis de la tarde u ocho de la noche hasta las cuatro o seis de la mañana del día siguiente. Las masas sí sobre pasaron las demandas revisionista, el pueblo respondió quemando los omnibus que salieron atrabajar en aquel día de paro tanto los privados con apariencia de cooperativas como la línea 22 y las del Estado como ENATRU-PERU.
Los revisionistas prosoviéticos vendieron todas estas protestas presentándose tanto en la Constituyente de 1978 como a las elecciones generales de 1980. Los revisionistas prosoviéticos comenzaron a cacarear que ante la nueva situación que se avecina como la Constituyente y las elecciones de 1980, decían, que ya no había situación revolucionaria porque situación revolucionaria sólo puede haber en las dictaduras militares de derecha y no en las democracias por más burguesa que fuera. Y cuando el PCP criticó drásticamente las huelgas dirigidas por los revisionistas prosoviéticos criticaba a éstos porque al final se sabía que iban a llevar a las masas de obreros y campesinos, al electorerismo y a la conciliación con la clase dominante explotadora: la burguesía y los terratenientes. Sobre todo que negaban que existiera la situación revolucionaria es decir negaba que existiera condiciones objetivas y subjetivas para iniciar la revolución es decir negaban que se pudiera iniciar la Guerra Popular. Por eso el PCP vio propicio iniciar la lucha armada en 1980, el Pdte. Gonzalo vio las condiciones y el momento apropiado para iniciarlo, demostrando que las tesis de los revisionistas prosoviéticos de que sólo existe situación revolucionaria en las dictaduras militares fascistas eran falsas y electoreras.
Reiterando y para finalizar, desde la época de Mariátegui existía situación revolucionaria en el Perú solo faltaba la voluntad política y de clase para llevarlo adelante y Mariátegui iba por ese camino pero se lo detuvo su temprana muerte en 1930. Pero cuatro años después nacería quien seguiría su proyecto revolucionario y cincuenta años después de la muerte de el Amauta el Pdte. Gonzalo iniciaría la Guerra Popular en el Perú.