Hola vengo con una informacion que algunos de mis camaradas los dejara mudos.
Copiare algo de info que saque de Wikipedia, esta es la mas importante CARACTERISTICAS:El homo sovieticus se refería específicamente alguien que tenía las siguientes características, usualmente combinadas:
Indiferencia por los resultados de su propio trabajo o la no muya alta productividad en el mismo, expresadas en el famoso dicho o chiste soviético “Ellos [los burócratas o dirigentes comunistas] fingen pagarnos y nosotros fingimos trabajar”, y la falta de iniciativa.
Indiferencia hacia la propiedad común y pequeños hurtos en los lugares de trabajo, usualmente para un posterior uso personal. Respecto a este fenómeno, una línea de una popular canción soviética de la época rezaba que “Todo lo que pertenece al koljós me pertenece a mí” (en ruso: все теперь колхозное, все теперь мое, transliterado como Vse tieper kolkhoznoye, vse tieper moye), se usaba a veces para referirse irónicamente a los robos que solían ocurrir en las granjas colectivas. La denominada “Ley de las pequeñas espigas”, promulgada durante el régimen del dictador Iósif Stalin en 1932 -en plena era de la colectivización forzosa de la agricultura-, aunque hacía del hurto de parte del patrimonio colectivo un delito duramente castigado (con diez años de prisión), terminó siendo un intento fracasado por poner fin a esta actitud.
Aislamiento de la cultura mundial, creada por las fuertes restricciones soviéticas sobre viajes al extranjero y la estricta censura del flujo de información, fenómenos además potenciados por la incesante propaganda política marxista-leninista tendiente al adoctrinamiento de las masas desde la niñez. Por otro lado, el intento oficial de aislar al pueblo soviético de la influencia occidental, comenzando por la anglosajona tuvo un efecto contraproducente. Por el contrario, la “exótica” cultura occidental se volvió particularmente interesante precisamente porque las referencias complacientes hacia ella estaban prohibidas dentro de la Unión Soviética. Los funcionarios soviéticos solían denominar a este tipo de fascinación como “idolatría occidental” (en ruso: идолопоклонничество перед Западом, transliterado como idolopoklonnichestvo peried zapadom).
Obediencia (absolutamente) pasiva de los dictados emanados de las autoridades del totalitario régimen comunista.
Evitaba aceptar la responsabilidad individual respecto de prácticamente nada.
Copiare algo de info que saque de Wikipedia, esta es la mas importante CARACTERISTICAS:El homo sovieticus se refería específicamente alguien que tenía las siguientes características, usualmente combinadas:
Indiferencia por los resultados de su propio trabajo o la no muya alta productividad en el mismo, expresadas en el famoso dicho o chiste soviético “Ellos [los burócratas o dirigentes comunistas] fingen pagarnos y nosotros fingimos trabajar”, y la falta de iniciativa.
Indiferencia hacia la propiedad común y pequeños hurtos en los lugares de trabajo, usualmente para un posterior uso personal. Respecto a este fenómeno, una línea de una popular canción soviética de la época rezaba que “Todo lo que pertenece al koljós me pertenece a mí” (en ruso: все теперь колхозное, все теперь мое, transliterado como Vse tieper kolkhoznoye, vse tieper moye), se usaba a veces para referirse irónicamente a los robos que solían ocurrir en las granjas colectivas. La denominada “Ley de las pequeñas espigas”, promulgada durante el régimen del dictador Iósif Stalin en 1932 -en plena era de la colectivización forzosa de la agricultura-, aunque hacía del hurto de parte del patrimonio colectivo un delito duramente castigado (con diez años de prisión), terminó siendo un intento fracasado por poner fin a esta actitud.
Aislamiento de la cultura mundial, creada por las fuertes restricciones soviéticas sobre viajes al extranjero y la estricta censura del flujo de información, fenómenos además potenciados por la incesante propaganda política marxista-leninista tendiente al adoctrinamiento de las masas desde la niñez. Por otro lado, el intento oficial de aislar al pueblo soviético de la influencia occidental, comenzando por la anglosajona tuvo un efecto contraproducente. Por el contrario, la “exótica” cultura occidental se volvió particularmente interesante precisamente porque las referencias complacientes hacia ella estaban prohibidas dentro de la Unión Soviética. Los funcionarios soviéticos solían denominar a este tipo de fascinación como “idolatría occidental” (en ruso: идолопоклонничество перед Западом, transliterado como idolopoklonnichestvo peried zapadom).
Obediencia (absolutamente) pasiva de los dictados emanados de las autoridades del totalitario régimen comunista.
Evitaba aceptar la responsabilidad individual respecto de prácticamente nada.