Es mentira: en 50 años no se ha descubierto el
Bosón de Higss ni se descubrirá jamás. ¿Motivo? El supuesto Bosón es una partícula cuya aparición es necesaria para validar una teoría falsa (en realidad una hipótesis falsa).
En 30 años no se ha descubierto el
VIH ni se descubrirá jamás. ¿Motivo? A fecha de hoy la ciencia no sabe lo que es un virus ni un retrovirus, ni siquiera si es un ser vivo o una sustancia inerte y lo que la seudociencia divulga a través de falsimedia son hipótesis de la misma naturaleza: falsas.
En 2.000 años no se han descubierto
dioses, ni
demonios, ni
arcángeles, ni se descubrirán jamás. ¿Motivo? La teología es una coleccion de falsedades, por más que existan miles de libros escritos sobre tales asuntos, todos los cuales son a su vez falsos.
La clonación no es más que la versión laica de un milagro característico de todas las religiones:
la resurrección de los muertos. En otras palabras, la clonación trata de fundamentar
"científicamente" una estupidez milenaria, trata de llevar a la humanidad al terreno de la superstición y el fetichismo.
Realmente sería una novedad que la burguesía pusiera en la primera plana de los medios y, por lo tanto, condujera al proletariado a preocuparse por un problema real y verdadero, o dicho de otra manera, no es ninguna casualidad que las
"noticias científicas" insistan una y otra vez sobre los mismos asuntos, todos los cuales son falsos, es decir, seudociencia. Sería realmente extraño que una
"noticia científica" no sea exactamente igual a cualquier otra clase de
"noticia", es decir, una cortina de humo, intoxicación y manipulación.
Los comunistas somos partidarios del materialismo dialéctico, que es nuestra filosofía y, por consiguiente, sabemos diferenciarla (o deberíamos) de la ciencia porque, en efecto, se trata de cuestiones distintas, lo cual tampoco significa cuestiones independientes unas de otras, que es a donde quieren conducir algunos debates que
no saben lo que es ni una (filosofía) ni otra (ciencia).
También sabemos diferenciar (o deberíamos) a la ciencia y a la filosofía de la religión, de la payasada y de la farsa. A mi personalmente con la clonación me pasa lo mismo que con los rosarios, las plegarias y las procesiones de Semana Santa: ni me gustan, ni me disgustan, sino todo lo contrario. Tanta lástima me causan los penitentes que llevan la cruz a cuestas, como los
"científicos" empeñados en clonar la cabra ibérica para que vuelva a correr por el Pirineo.
El materialismo dialéctico dice (y la ciencia confirma) que
la materia no es homogénea: las distintas formas de materia responden a leyes distintas, de manera que nosotros cuando alguien confunde a la materia orgánica (viva) con la inorgánica (inerte) le calificamos como
"mecanicista". Aunque se haga pasar por ciencia, el mecanicismo es una concepción ideológica (falsa) derivada de un enorme éxito científico (verdadero) del siglo XVII: la Mecánica de Newton. Es un ejemplo de cómo una verdad relativa se convierte en su contrario cuando se la concibe de manera absoluta, es decir, que se convierte en falsedad. El mecanicismo ha impregnado de errores no sólo a la filosofía sino a numerosas áreas de la ciencia, como la biología molecular, uno de cuyos ejemplos es la clonación.
Es un error suponer que la clonación no es más que una
"técnica" como cualquier otra y que, como tal, puede avanzar y mejorar indefinidamente lo mismo que los ordenadores, los cohetes espaciales o cualquier otro artilugio mecánico. Un mamut no es un ordenador. Se diferencian, por ejemplo, en que un ordenador (un vehículo, un armario, una nave espacial) se puede clonar y un mamut no. Con las mismas piezas con las cuales se monta un ordenador se puede montar otro igual a él. Entonces decimos que un ordenador es un clon de otro: es igual al anterior, lo forman las mismas piezas. Pero como decía el soviético Michurin
"la naturaleza no repite", los seres vivos son distintos unos de otros. Nos parecemos a nuestros padres y a nuestros abuelos, pero no somos ni nuestros padres ni nuestros abuelos.
Un artefacto mecánico se puede dividir en un número finito de piezas y ese proceso es reversible, es decir, se puede montar y desmontar. Este es un principio científico fundamental de la física que se convierte en falso cuando se traslada mecánicamente a la biología. La física y la biología son dos ciencias distintas que responden a formas distintas de existencia de la materia, lo cual no significa que no tengan puntos en común.
En biología los seres vivos no se pueden separar en un número finito de piezas o partes idénticas. La división de un ordenador (que es materia inerte) se lleva a cabo en piezas inertes. Por el contrario, la autopsia de una cabra ibérica no se hace en partes vivas porque la cabra es una unidad en sí misma y distintas autopsias de distintas cabras conducen a partes distintas. Es más: un componente, como la sangre, varía a lo largo del tiempo incluso aunque la cabra sea la misma; por eso los análisis de sangre son relevantes en medicina y en veterinaria. Por el contrario, en un ordenador, el procesador no cambia a lo largo del tiempo. A un ordenador le puedes cambiar el procesador y ponerle el de otro; si a una cabra le transplantas el hígado de otra, lo rechaza, la tienes que inmunodeprimir, etc.
Los libros de citología (la ciencia que estudia las células) suelen decir que una célula se divide en otras dos idénticas entre sí e idénticas a la célula de procedencia. Si eso fuera cierto, la clonación sería posible y los fenómenos de la naturaleza serían reversibles. Podríamos ir al Kremlin, por ejemplo, coger la momia de Lenin, extraerle sus células y clonarle. Tendríamos resuelto el problema de la revolución. Volveríamos a 1917, podríamos ir a Zurich a tomar el te a su casa y charlar con él.
Esto contradice el sentido común incluso de las personas más aturdidas por la estupidez seudocientífica.
Las células no se dividen en otras idénticas a ellas; en biología no existe la identidad porque al multplicarse cuantitativamente las células se diferencian cualitativamente, lo que confirma una de las leyes fundamentales del materialismo dialéctico que expuso Engels:
"LOS CAMBIOS CUANTITATIVOS CONDUCEN A CAMBIOS CUALITATIVOS"
Podríamos seguir exponiendo otra serie de fenómenos característicos de la multiplicación celular por los cuales la clonación es imposible. Por ejemplo, que la multiplicación celular no es indefinida sino que tiene un límite (denominado
"límite de Hayflick") a partir del cual la célula muere, que es un fenómeno irreversible:
la resurrección no existe, por más que los téologos y los partidarios de la clonación se empeñen en lo contrario.
Otro ejemplo: los cromosomas del núcleo celular acaban en los
telómeros, los cuales se van acortando progresivamente con la multiplicación celular. Aunque hay una enzima (telomerasa) que los reproduce, sólo lo hace de manera parcial; aunque también es posible suponer que en el futuro la tecnología sea capaz de elaborar telomerasa para mantener la integridad de los cromosomas, eso jamás se va a logar de una manera completa. Las células morirán inexorablemente y con ellas los cuerpos de los que forman parte integrante.
Lo mismo cabe decir de la técnica de las denominadas
"células madre", es decir, células indiferenciadas cuyo desarrollo se puede dirigir a la creación de cualquier tipo de células especializadas. Esta técnica ha progresado y progresará en el futuro para numerosas terapias médicas y veterinarias, pero jamás logrará clonar a ningún ser vivo, lo cual es tanto más cierto en la medida en que dicho ser vivo es más complejo, es decir, cuando hacemos referencia a células nucleadas, seres pluricelulares, etc.
Todos los procesos materiales son fundamentalmente irreversibles, especialmente los biológicos; los muertos no resucitan;
"la naturaleza no repite": ni fabrica clones ni deja que nadie los fabrique.