La última vez que consta un acto de este tipo fue en 1968, cuando Kim Shin-Jo fue enviado por Pyongyang para acabar con la vida del presidente de Corea del Sur.
Un soldado norcoreano ha desertado tras cruzar la zona desmilitarizada que separa a Corea del Norte de Corea del Sur y se ha entregado a soldados apostados en un puesto de control, según ha informado una fuente del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur a la agencia de noticias estatal surcoreana, Yonhap.
De confirmarse oficialmente este hecho, habrían pasado 44 años desde la última deserción realizada por un militar norcoreano. En 1968 fue el caso de Kim Shin-Jo, uno de los integrantes del comando enviado por Pyongyang para acabar con la vida del otrora presidente de Corea del Sur, Park Chung Hee.
Los norcoreanos que deciden desertar gozan de cierta cobertura estatal en materia educativa y laboral, en virtud de la Ley de Protección y Apoyo al Asentamiento de los Desertores, que data de 1997.
Hasta 2.737 norcoreanos huyeron en 2011 hacia Corea del Sur, según los datos del Ministerio de Unificación surcoreano, lo que supuso un ligero aumento en comparación con el año anterior.