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    [Unión Obrera Comunista (MLM) - Colombia] “Paz con Justicia Social”: ¡Una Peligrosa Trampa contra el Pueblo!

    Araka la kana
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    Gran camarada
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    Mensaje por Araka la kana Dom Oct 21, 2012 1:03 pm

    EDITORIAL 352 de Revolución Obrera
    Unión Obrera Comunista (MLM)

    “Paz con Justicia Social”:

    ¡Una Peligrosa Trampa contra el Pueblo!

    En un editorial anterior, se denunció el carácter reaccionario de la guerra actual en Colombia: una guerra burguesa en disputa por la renta capitalista de la tierra, una guerra injusta de los explotadores contra el pueblo. En consecuencia, se denunció el carácter reaccionario de las negociaciones de paz entre el gobierno de Santos y los jefes guerrilleros, como un acuerdo al servicio directo de los opresores, para desarmar no solo los brazos de gente del pueblo combatiente en la base de las guerrillas, sino para desprestigiar la violencia revolucionaria de las masas, ilusionando a los obreros y campesinos en la solución pacífica de sus problemas, ocultando que el sistema de la explotación capitalista es el causante de sus insoportables sufrimientos y silenciando que el Estado guardián de ese sistema de hambre, miseria y opresión, es en sí, la fuerza organizada y armada de los burgueses, terratenientes e imperialistas para ejercer su dictadura de clase sobre el pueblo.

    Y no se crea que tan reaccionarios propósitos de la cacareada paz, son propagados solamente por los imperialistas, por todos los partidos políticos de las clases explotadoras, por todas las instituciones civiles y militares del Estado; también lo son por los jefes guerrilleros y sus mandos intermedios, por los capitalistas de Andi, Asobancaria, Fedesarrollo, Fenalco, Analdex, Fedegán, Sac y demás gremios, por los jerarcas de las iglesias, y por la resonancia que a todos les brindan sus medios de comunicación.

    Aunque eso de por sí ya es un alud ensordecedor de mentiras reaccionarias contra la conciencia de las masas trabajadoras, tal propaganda desde fuera, desde la vertiente de la hipócrita democracia burguesa por boca directa de los enemigos del pueblo, cuenta con el apoyo y la difusión de gente dentro de pueblo y que dicen ser “amigos del pueblo”, cuya labor resulta ser más peligrosa por ser desde adentro y más fácilmente corruptora de la conciencia de los oprimidos y explotados.

    Al reaccionario coro de la paz de los ricos, se ha unido el revolucionarismo y la democracia pequeño burguesa (Marcha Patriótica, Progresistas de Petro, cristianos del Mira, sectores del Polo como Anapo, Guevaristas, Anarquistas, Semianarquistas…) quienes con su prensa, sus dirigentes intermedios y activistas, actúan dentro del movimiento obrero y/o del movimiento de masas en general, pero no a nombre del marxismo ni en defensa de los intereses de clase del proletariado, lo cual sí se adjudica el oportunismo (PC mamerto, sectores del Polo como el Moir, trotskistas, PCCC…), una vertiente pacifista todavía más peligrosa, pues defiende la mentira burguesa sobre “la paz con justicia social” en nombre del marxismo y de la revolución del proletariado. Todos son en realidad partidos políticos de diversas clases – unos de la burguesía, otros de la pequeña burguesía – cuyos programas políticos bajo palabras distintas tienen una esencia común: defensa del sistema capitalista y defensa del Estado actual.

    Unos y otros, ocultan, minimizan, eluden, que el soporte económico de todo el sistema capitalista estriba en la plusvalía que el proletariado produce en el proceso de la explotación asalariada de su trabajo. Unos y otros, callan, tapan, disimulan, el carácter de clase del Estado y su esencia política: ser el principal y más poderoso instrumento de la dictadura de la burguesía, los terratenientes y los imperialistas sobre el pueblo. Sobre tal base, sus discrepancias son secundarias, expresadas en el reclamo de los partidos pequeño burgueses de cambiar el que llaman “modelo neoliberal” del capitalismo por un “modelo” de explotación asalariada donde los monopolios no sean tan abusivos y la distribución de la riqueza sea más equitativa; y así mismo, mediante leyes sin cambiar el Estado actual, remodelar un “Estado Social de Derecho” donde se garanticen los derechos políticos, sociales y civiles de todos los ciudadanos.

    En el fondo de la sociedad, las cosas son muy distintas a como quisieran o se imaginan los partidos pacifistas. Las relaciones de explotación causan poderosas contradicciones entre esas clases, imposibles de resolver mientras subsistan tales relaciones sociales de producción. Son contradicciones objetivas, propias del sistema capitalista basado en la explotación asalariada; y puesto que la economía colombiana es apenas un eslabón de la economía mundial, tales contradicciones entre explotados y explotadores han sido agigantadas por la crisis económica en medio de la cual, los capitalistas defienden sus ganancias, cargando todo su peso sobre las masas y la infernal superexplotación de los obreros. Poderosas contradicciones que obligan a las clases a luchar: a los explotados en rebelión contra el orden capitalista; a los explotadores en defensa de ese orden mediante la fuerza represiva de su Estado. Una situación, donde a la sociedad colombiana se le proponen dos caminos para resolver sus problemas: el de la conciliación de clases y el de la lucha de clases.

    La política de conciliación de clases es defendida por todos los partidos pequeños burgueses, quienes apuestan todo a la confianza en el Estado, al trámite parlamentario, al regateo jurídico, a las mesas de concertación, para convencer a los enemigos del pueblo (imperialistas, burgueses y terratenientes) que sean más justos y compasivos con los trabajadores y así evitar la revolución.

    La política de la lucha de clases, cuya expresión más importante hoy en el país, es el ascendente movimiento espontáneo, es la política de los comunistas revolucionarios, quienes confían todo a la lucha directa de las masas, a elevar su conciencia sobre el carácter irreconciliable de las contradicciones con las clases enemigas, sobre la necesidad de no solo resistir a la explotación sino de prepararse para suprimir toda explotación del hombre por el hombre, donde la revolución del pueblo armado derroque el poder político de los explotadores, destruya su Estado reaccionario y construya un nuevo Estado de los obreros y campesinos, único capaz de suprimir el régimen de la esclavitud asalariada para resolver definitivamente y de raíz los problemas del pueblo, emancipar a la clase obrera y a toda la humanidad.

    Ante el estruendoso fracaso durante décadas de la política de conciliación de clases, donde los frutos han sido más ganancias para los ricos y mayores sufrimientos en las filas del pueblo; ante el desprestigio de la vía electoral por la cual partidos pequeño burgueses como el Polo se han convertido en opresores del pueblo, y partícipes de la corrupción estatal como cualquier partido burgués; ante el empuje, amplitud, persistencia, radicalidad y beligerancia del movimiento espontáneo de las masas… todos los partidos pequeño burgueses, literalmente se han colgado al camino de la lucha directa de las masas, apoyando sus reivindicaciones inmediatas, más no – como lo promueven los Comités de Lucha – para unirlas bajo la independencia de una sola Plataforma, una sola Organización y una sola Lucha que desemboque en una gran Huelga Política de Masas directamente contra el Estado representante de todos los explotadores capitalistas, sino para desviar la lucha directa de las masas hacia el camino de la conciliación de clases, convirtiéndola en respaldo político de las negociaciones de paz, donde la esperanza en unos intermediarios vaya quebrando su voluntad de lucha y la confianza en sus propias fuerzas.

    La propaganda de todos los conciliadores por estos días evidencia la maniobra de apoyar la huelga y movilización de los trabajadores para seducirlos a renunciar a la política y los métodos directos de la huelga y la lucha de masas, llamándolos a acoger la política de la concertación y conciliación de clases que siempre ha beneficiado a los enemigos del pueblo y a todos los explotadores:

    “Luego de tres intensos días de lucha directa de los trabajadores y sectores sociales afines con la salud y la seguridad social, se levantó el campamento humanitario con la suscripción de un acuerdo conjunto entre el Ministerio de Salud-CUT y Anthoc, que tiene como uno de sus puntos principales, la presentación a la Mesa Nacional de Concertación Laboral el Proyecto de Ley 105 y las propuestas de Ley Ordinaria de estas organizaciones.” (Comunicado CUT oct. 2012) (sn)

    “Frente a esta realidad no puede haber otro camino para los revolucionarios que la unidad y la lucha, la acción de masas en las calles, el levantamiento popular en el campo y las ciudades, retando la criminalización de la protesta y exigiendo al gobierno reales hechos de paz, que no pueden ser otra cosa que hechos de solución a los problemas sociales y políticos que padecen las mayorías…” (Comunicado de FARC y ELN sep. 2012) (sn)

    “Por la paz con justicia social y garantía de los derechos fundamentales a la educación, la salud, el trabajo digno y la protesta, miles de personas en todo el territorio nacional salieron a las calles de 25 departamentos en marchas, foros académicos actividades culturales, campamentos, plantones etc.” (Comunicado Marcha Patriótica, oct. 13, 2012)

    La consigna “Paz con justicia social”, condensa esa política perversa común a todos los partidos pacifistas, de derecha y de “izquierda”, burgueses y pequeño burgueses, demócratas y oportunistas. Engaña a los trabajadores con el cuento de tratar sus problemas en las negociaciones de paz entre quienes libran una guerra contra el pueblo. Corrompe la conciencia del pueblo con la mentira de que bajo el capitalismo puede haber paz entre opresores y oprimidos, y justicia social entre explotadores y explotados.

    Para los pobres de la ciudad y del campo, y sobre todo para el proletariado, “justicia social” sólo tiene un significado: derrocar a los opresores y expropiar a los explotadores. Tal es el programa político de los comunistas revolucionarios, para cuya conquista se hace indispensable que el proletariado cuente con su propio Partido político, siendo su construcción la tarea central de la táctica revolucionaria. La ausencia hoy de ese Partido en la lucha de clases, es lamentable no solo para la causa de los obreros sino para la lucha directa de todas las masas trabajadoras, subyugadas por los capitalistas y vilmente engañadas por los falsos amigos demócratas y oportunistas con la trampa reaccionaria de las negociaciones de paz.


    Comité Ejecutivo – Unión Obrera Comunista (MLM)

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