La lucha de los comunistas griegos contra el revisionismo - Movimiento por la Reorganización del Partido Comunista de Grecia (1918-1955)
publicado por el colectivo comunista griego Anasintaxi, vinculado a la CIPOML - agosto de 2012
traducido del inglés por el blog Movimiento político de resistencia
en el Foro en dos mensajes
---mensaje nº 1---
Movimiento por la Reorganización del Partido Comunista de Grecia (1918-1955)
a) Los sucesos de Taskent
A finales de agosto de 1949, después de tres años y medio de lucha armada contra la reacción monárquico-fascista griega y el imperialismo angloamericano, siguiendo una decisión tomada por el Comité Central del Partido Comunista de Grecia (KKE), los partisanos del Ejército Democrático de Grecia (DSE) dejaron atrás su patria y se replegaron a Albania. Fue un exilio masivo. En 1949-1950, un número total de 55.381 personas (de las cuales un 67,6% eran adultos de 18 a 55 años, un 1,7% eran muy ancianos y 17.352 eran niños de hasta 17 años) abandonaron Grecia y se asentaron en las diferentes Repúblicas Populares y en la Unión Soviética. Casi 18.000 refugiados comunistas se fueron a Taskent, la capital de la República Socialista Soviética de Uzbekistán, donde fueron organizados en campamentos residenciales llamados Politeias.
Después de haberse adaptado a las nuevas condiciones de vida, los comunistas griegos procedieron a reorganizar su partido. Del 10 al 14 de octubre de 1950, la III Conferencia del KKE tuvo lugar. Este organismo purgó a casi todos los oportunistas del partido. Por primera vez desde 1940, se le asestó un duro golpe al oportunismo de derecha y a todos los oportunistas que habían traicionado el movimiento popular durante la época de la ocupación nazi habiendo firmado los acuerdos en Lebanon (20/5/1944), Gazerta (26/9/1944) y Varkiza (12/2/1945) y a quienes, además, habían saboteado el desarrollo y el aumento del DSE durante la guerra civil.
Poco después de la muerte de Stalin en 1953, la fracción revisionista de Jruschov, Mikoyan y Brezhnev que se impuso en el PCUS empezó a aproximarse a los secretarios [generales] de los Partidos Comunistas para evaluar su buena disposición a adoptar su línea contrarrevolucionaria. Ellos descubrieron que la dirección del KKE encabezada por Nikos Zachariades no quería abandonar el revolucionario camino marxista-leninista-estalinista y seguir el rumbo revisionista antiestalinista. En particular, ellos pidieron que revisara su actitud en tres cuestiones fundamentales del movimiento comunista internacional:
1) Considerar la Yugoslavia capitalista como un país “socialista”.
2) Volverse contra Stalin escribiendo artículos en Pravda sobre el “culto a la personalidad” – este infame mito jruscheviano de origen idealista.
3) Consentir la liquidación de la Kominform.
La respuesta dada por el gran e inquebrantable líder comunista sobre todas las cuestiones de arriba fue negativa.
Cuando los miembros de la camarilla revisionista jruscheviana tuvieron la certeza de que este tipo de presión no tendría ningún efecto, intentaron formar una fracción oportunista de derecha en la Organización del Partido de Taskent (KOT) – la más Organización del KKE más grande en los países socialistas – y hacer que se hiciese con la dirección de la Organización. Por desgracia para ellos había una falta de apoyo a ello salvo por unos pocos oportunistas. La dirección revolucionaria del KKE liderada por Nikos Zachariades actuó inmediatamente; los líderes de la fracción fueron desenmascarados y sacados de la dirección de la KOT.
Nikos Zachariades, hablando en una reunión de cuadros del Partido en el teatro Mu Ki Mi en Taskent, dijo lo siguiente, entre otras cosas: “Camaradas, varios de los que han hablado atacaron a Demetriou y más o menos lo consideran el líder de los revisionistas. Demetriou, camaradas, es sólo la punta de la cola de un elefante torpemente camuflado. El deber serio e histórico asignado a todos nosotros es tirar de esta cola de manera que el mundo entero vea el elefante: Jruschov” (K. Karanikola, “Mia lefki selida tou KKE”, p. 59).
El enfrentamiento entre los miembros de la fracción y el resto de los comunistas griegos se fue intensificando y la situación en Taskent fue muy tensa durante el periodo de agosto y septiembre de 1955. En tal ambiente, se hicieron tres intentos de asesinato contra Nikos Zachariades. En el primero, el Coronel armenio de la KGB Saakov intentó darle un helado envenenado pero Zachariades rechazó estar siempre al cuidado de qué y dónde comía. En el segundo, alguien le lanzó un pesado ladrillo mientras estaba pronunciando un discurso en una reunión del partido; Zachariades lo esquivó en el último momento (Ahillea Papaiaonnu, “H apagoreumeni eikona – Dioktes kai ieroktonoi tou Nikou Zachariades”, Atenas 2004). En el tercero, el mejor organizado de los tres, tres individuos emboscaron el coche que iba a llevarle al aeropuerto. El plan fracasó sólo porque Niyazov, el secretario general estalinista del PC de Uzbekistán, se dio cuenta de ello y avisó a Zachariades.
“Había una buena razón por la que los revisionistas querían exterminar a Zachariades, ya en 1955. Sabían muy bien que si Zachariades hubiera estado presente en el XX Congreso, él habría desbaratado sus planes al menos en relación a la “crítica del culto a la personalidad”. Esto se debía a que Zachariades era lo suficientemente valiente y audaz como para expresar su opinión abiertamente, al contrario que los líderes de los otros partidos comunistas. D. Vlantas (miembro del Politburó del KKE) escribe en su libro, “Nikos Zachariades y 22 compañeros”, lo siguiente: “Cuando llegué a Taskent en julio de 1955, un representante de la dirección soviética me propuso ayudarle a finiquitar el complot que había empezado en 1949 y, ellos, a cambio, me ayudarían a convertirme en Secretario General del KKE. Yo rechacé la propuesta. Zachariades vino a Taskent a mitades de agosto de 1955. Le informé sobre una situación extremadamente crítica. Le acentué que ya no sólo era la Organización de Taskent la que estaba en juego sino todo el partido. Le sugerí que debíamos volver a Bucarest, la sede del CC, convocar una sesión donde demostráramos la existencia de un complot y luego enviar una delegación a Moscú pidiendo explicaciones. Zachariades rechazó mi sugerencia.”
Cuando hasta la formación de una fracción considerable fracasó, el 9 de septiembre de 1955 el grupo revisionista jruscheviano organizó un sangriento pogromo en Taskent empleando un grupo de oportunistas griegos. Esto fue “una provocación abierta contra la delegación del CC del KKE: el violento y gangsteril asalto a las oficinas donde la delegación tenía su sede y el herimiento de tres de sus miembros” (del V Pleno, en diciembre de 1955). Sobre 200 oportunistas liderados por los líderes de fracción Ipsilantis, Demetriou, Barbalias y otros – que estaban bajo el asesoramiento directo de los revisionistas soviéticos – llevó a cabo un sangriento asalto a las oficinas de la Organización del Partido de Taskent, pero no lograron capturarlos: “a las 4 de la tarde, el 9 de septiembre alrededor de 200 personas se reunieron en el patio del séptimo Politeia junto a los líderes de fracción que estaban animando a sus seguidores con vodka, cerveza y vino” (K. D. Karanikola: “Mia lefki selida tou KKE”, p. 53).
El asalto a las oficinas de la KOT fue precedida por las provocaciones de la fracción en varias Politeias: “En esas Politeias donde los fraccionalistas tenían algún apoyo, como en la 2ª, 3ª, 7ª, 9ª y 11ª, empezaron a saquear las bibliotecas locales y a quemar libros, especialmente aquellos escritos por Zachariades, Bartziotas y otros sobre la lucha del DSE” (ibid. p. 46).
Este actor provocador levantó una protesta entre los miles de miembros del Partido que se apresuraron a defender las oficinas de la KOT. Luego tuvieron lugar enfrentamientos y palizas con los fraccionalistas hasta que la policía y los destacamentos de cadetes vinieron a su rescate. Muchos resultaron heridos y tuvieron que ser transportados al hospital mientras cientos de comunistas griegos eran arrestados, principalmente oficiales de alto rango del DSE, metidos en prisión y luego juzgados por “vandalismo”.
Todos los refugiados políticos en Taskent sabían que los instigadores de los provocadores “sucesos de Taskent” eran los revisionistas jruschevianos que pretendían la liquidación del KKE. Todo el mundo sabía que el puñado de oportunistas griegos estaba en permanente contacto con y bajo el asesoramiento del traicionero grupo revisionista jruscheviano. Uno de los oportunistas más conocidos, Kostas Gritzonas, confiesa: “Una tarde, durante el momento en que los sucesos de Taskent alcanzaban su punto culminante, mientras iba desde el 7º hasta el 9º Politeia junto con el secretario de la KOT, Aristotelis Hatouras, me confió que el movimiento anti-zachariadistas disfrutaba de la ayuda de los soviéticos. Me dejó con el entendimiento de que estaban teniendo conversaciones en privado con los jruschevistas del CC del PC de Uzbekistán” (K. Gritzonas: “Meta to Grammo”, pp. 18-19).
La abrumadora mayoría de los comunistas griegos, más del 95% de los miembros de la KOT, condenaron la intervención de los revisionistas jruschevianos en el KKE y acudieron para apoyar su partido encabezado por Nikos Zachariades. Su enfrentamiento violento y sangriento con los fraccionalistas fue el primer acto de resistencia en el movimiento comunista contra el revisionismo desde antes del XX Congreso. Esta actitud anti-revisionista fue claramente expresada en el histórico V Pleno del CC del KKE reunido a finales de diciembre de 1955 (26-28/12/1955). Fue histórico porque:
1) Condenó abiertamente la intervención revisionista anticomunista y jruscheviana en el KKE y
2) Fue el último órgano convocado de nuestro heroico partido antes de su completa liquidación.
En la decisión del Pleno, en relación con la situación en la KOT, se dice que: “la fracción no habría logrado nada en absoluto si no hubiera recibido la ayuda de ciertos camaradas soviéticos, quienes estaban convencidos de que la fracción era la más fuerte y la parte más pro-soviética de la KOT a la que debían apoyar y ayudar. Este hecho animó a los fraccionalistas aún más a actuar y a declarar abiertamente que “todo lo que decimos y hacemos es aprobado por los soviéticos” (Demetriou) y que “no tengo miedo de nada porque 200 millones de soviéticos me respaldan” (Hatouras) etc. etc.”
El V Pleno fue un auténtico triunfo del bando marxista-leninista en el KKE y de Nikos Zachariades personalmente. Esto es incluso admitido por el máximo líder fraccionalista en la KOT, Demetriou (“Eleutherotypia”, 2004). Sin embargo, la fracción revisionista no estaba todavía completamente derrotada y el resultado de la lucha interna en el KKE estaría contundentemente determinada por la lucha correspondiente en el PCUS entre los partidarios de Stalin y los partidarios de Jruschov.
La abrumadora oposición militante de los refugiados comunistas exiliados de Grecia, encabezados por Nikos Zachariades contra la camarilla jruscheviana en septiembre de 1955 en Taskent, fue cronológicamente la primera en la historia de las luchas del Movimiento Comunista Internacional contra el revisionismo jruscheviano y, también, un punto culminante de la heroica lucha del KKE revolucionario (1918-1955). Si uno toma en cuenta el insólito desastre que siguió inevitablemente a la aplicación del revisionismo jruscheviano a los partidos comunistas (destrucción del socialismo y restauración del capitalismo en la Unión Soviética, la desintegración de la URSS capitalista, liquidación de los partidos comunistas), puede decirse que no sólo fue un punto culminante de la prolongada lucha del KKE estalinista-zachariadista, sino que fue al mismo tiempo un gran y único momento en la lucha del Movimiento Comunista Internacional (Komintern-Kominform) contra la nueva tendencia contrarrevolucionaria y traidora del revisionismo jruscheviano que emergió en sus líneas a mediados de los años 50: fue precisamente este momento el que marcó el comienzo de la más encarnizada lucha político-ideológica contra el revisionismo jruscheviano a nivel internacional, una lucha que siguió durante medio siglo hasta ahora, que aún continúa y que va a continuar en el futuro hasta su victoria final. En este contexto, los “sucesos de Taskent” adquieren una importancia histórica triple:
- Primero, constituyen la primera intervención abierta y brutal de los revisionistas jruschevianos en los asuntos internos de un partido comunista pretendiendo liquidarlo.
- Segundo, marcan el inicio de la resistencia y la lucha de los comunistas griegos contra el revisionismo jruscheviano incluso antes de su surgimiento como una completa tendencia político-ideológica en el XX Congreso del PCUS (febrero de 1956).
- Tercero, estos sucesos alzaron la bandera de la lucha de los comunistas de todos los países contra esta tendencia contrarrevolucionaria. El levantamiento y la batalla de los comunistas griegos en Taskent en septiembre de 1955 marca el comienzo del período de la lucha contra el revisionismo jruscheviano a nivel internacional.
El “VI Pleno”
En febrero de 1956, durante el contrarrevolucionario XX Congreso del PCUS, comenzaron las farsas judiciales contra los comunistas griegos, refugiados políticos, en Taskent. En esta farsa, los veteranos del DSE curtidos en la lucha, como Giorgos Kalianesis (general), Dimitris Vyssios (lugarteniente-coronel) y otros, fueron procesados por vandalismo y vagabundeo. Cumpliendo sus condenas, fueron deportados a Siberia y enviados a campos de concentración “que estaban intencionadamente contiguos a los campos de concentración de criminales de guerra alemanes condenados a 25 años de prisión, la pena máxima según el derecho penal soviético. Los alemanes no trabajaban por su status de “prisioneros de guerra” y, aparte de que se les daba la comida de un soldado soviético, recibían paquetes de medicina y comestibles de la Cruz Roja de la Alemania del Oeste cada diez días. Los refugiados condenados se alimentaban con patatas podridas y cereales molidos y mohosos. Esta “dieta” la seguían bajo condiciones de trabajo pesado y agotador (D. Vyssios: “Carta abierta a M. N. Ponomarov”, antiguo Director del Departamento de Relaciones Internacionales del CC del PCUS, enero de 1991).
La oposición de los comunistas griegos al revisionismo jruscheviano fue expresada en masa. La abrumadora mayoría (95%) de los miembros de la Organización del Partido en Taskent se declaró en contra de la intervención jruscheviana en el KKE y defendió la línea revolucionaria del partido y del CC liderado por Nikos Zachariades mostrando una contundente firmeza y un valor sin precedentes. La actitud de los comunistas cautivos en la cárcel y en los campos de concentración en Grecia fue similar.
Fue precisamente esta abrumadora oposición de los comunistas griegos (que oscila desde el 85 al 95% en Taskent y en las Repúblicas Populares) la que impidió que el KKE fuese transformado en un partido burgués de tipo socialdemócrata. El KKE revolucionario es el único partido comunista de un país capitalista no había sido transformado aún en un partido contrarrevolucionario, burgués, socialdemócrata. Este hecho forzó a los revisionistas jruschevianos a crear un partido completamente nuevo en lugar del viejo.
En el momento del XX Congreso del PCUS, los jruschevianos formaron el infame “Comité Internacional”, el cual supuestamente tenía como objetivo examinar la situación en el KKE. Comprendía cuadros de seis partidos comunistas:
1) Yugov, del Partido Comunista de Bulgaria
2) Kovac, del Partido de los Trabajadores Húngaros
3) Mazur, del Partido Obrero Unificado Polaco
4) Dej, del Partido de los Trabajadores de Rumanía
5) Kuusinen, del Partido Comunista de la Unión Soviética
6) Barak, del Partido Comunista de Checoslovaquia
El presidente del Comité Internacional era, formalmente, Gergiou Dej – el títere de Jruschov – pero de hecho era Otto V. Kuusinen, miembro del Politburó del PCUS. Nikos Zachariades, dirigiéndose a Dej durante uno de las sesiones del comité, dijo lo siguiente en relación a su intromisión en los asuntos internos del KKE: “¿Quién le otorgó el derecho de examinar los problemas del heroico KKE a usted, que dormió en agosto de 1944 bajo fascismo y se despertó un día bajo una República Popular, fundada por los tanquistas rojos que marcharon desde Stalingrado cuando destruyeron la fascista División Rumana y te la ofrecieron a ti como regalo? ¿Qué experiencia tiene usted para criticar la lucha de los comunistas griegos, quienes, dicho sea en su honor, por medio de la lucha, no permitieron ni siquiera a un solo ciudadano griego luchar en el Frente Oriental contra la URSS? (K. Karanikola, pp. 70-71).
El Comité Internacional intervino abiertamente y sin pretextos en el KKE convocando arbitrariamente el infame “VI Pleno” en marzo de 1956. En este encuentro ilícito el informe no fue leído por un griego, sino por el presidente del “Comité Internacional”, Dej. Los antiguos cuadros y los miembros expulsados participaron, pero no el Secretario General, elegido legalmente, del Partido, Nikos Zachariades. La brutal intervención de los revisionistas jruschevianos a través del “VI Pleno” dio como resultado la liquidación actual del KKE (1918-1955). Esto fue llevado a cabo por:
a) La ilegal y forzosa eliminación de la dirección revolucionaria elegida del KKE, incluyendo al Secretario General del Partido, que fue arrestado y aislado, y designada una dirección títere, oportunista de derecha.
b) Las expulsiones masivas de miles de comunistas.
c) La liquidación de las restantes organizaciones del Partido en 1958.
El nuevo partido que fue creado en 1956, el “K”KE [nótese que es una traducción del griego y que las comillas recaen en la sigla “comunista”] no tenía ni tiene ninguna relación en absoluto – ideológica, política y orgánicamente – con el antiguo KKE revolucionario (1918-1955). Fue una escandalosa creación de los revisionistas jruschevianos que adoptaron la línea contrarrevolucionaria y socialdemócrata promulgada en el XX Congreso del PCUS, concretamente la transición pacífica al socialismo. Por esta razón, el nuevo partido ha sido, desde el mismo comienzo, un partido burgués socialdemócrata ya no guiado por el marxismo-leninismo-estalinismo, sino por la tendencia contrarrevolucionaria del revisionismo jruscheviano, una variante de la ideología burguesa.
Un año más tarde, en 1957, los revisionistas del “K”KE convocaron el “VII Pleno”, un encuentro tan ilícito como el VI Pleno. Según las resoluciones de este “pleno”, Zachariades fue incluso despojado de su membresía del partido y condenado al exilio. Además, fue desvergonzadamente acusado de espiar para los alemanes cuando estuvo en Dachau. Un comité especial creado para investigar el asunto no encontró ninguna prueba en absoluto que sostenga esta monstruosa acusación.
c) La persecución de los comunistas griegos
La gran mayoría de los comunistas griegos bajo el liderazgo de Nikos Zachariades no sólo rechazó ofrecer una firme resistencia contra las resoluciones del XX Congreso y del VI Pleno sino que fueron los primeros del Movimiento Comunista Internacional en hacerlo ya en 1956 – el rechazo del revisionismo por Mao Zedong y Enver Hoxha fue expresado cuatro años más tarde, en la conferencia de partidos comunistas en 1960. Lo que es más importante todavía es que, en el difícil periodo que siguió al XX Congreso, la lucha de los comunistas griegos contra el revisionismo tanto griego como soviético siguió tomando diferentes formas. En 1958, 6000 comunistas de Taskent escribieron una carta a los CC de Partidos Comunistas de la Unión Soviética, China, Italia, Francia, Bulgaria, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Vietnam, Cuba, Corea y Albania con respecto a la situación en el KKE. En la primera página de esta carta se menciona lo siguiente: “El actual CC del KKE no es la dirección que encabezó las luchas revolucionarias de nuestro pueblo. Esto es así porque:
1) El ascenso de esta dirección es el resultado de una provocación política contra el KKE el 09/09/1955 en una de sus organizaciones más grandes, la Organización del Partido de Taskent y, posteriormente, de la arbitraria convención y resolución del VI Pleno en 1956.
2) La política de esta dirección es la revisión de la línea revolucionaria que el KKE tenía antes del VI Pleno, es la revisión de la teoría marxista-leninista.
3) A esto le acompaña una línea oportunista que se desvía de los principios marxista-leninistas.
4) Esta política oportunista, al seguirse, debilita la lucha de nuestro pueblo y pretende subordinar nuestro movimiento a los intereses de la burguesía griega.”
La importancia histórica y política de este documento apenas puede ser sobrevalorada. Aparte de ser un ejemplo de la resistencia contra el revisionismo en el KKE, contiene un exhaustivo esbozo histórico de los asuntos internos del partido abarcando completamente el periodo de antes del XX Congreso. Demuestra más claramente el papel contrarrevolucionario y traidor de todos esos oportunistas, como Vafiades y Partsalidis, que estuvieron en los altos rangos del KKE durante la resistencia armada contra las fuerzas de ocupación alemanas, el imperialismo angloamericano y la reacción fascista griega. Fueron los mismos que acusaron a la dirección de Zachariades de “errores izquierdistas” y “aventurerismo” en relación con la estrategia y la táctica del partido en la guerra civil, en la III Conferencia del KKE en 1950. Finalmente, fueron los mismos que fueron nombrados posteriormente en la dirección del KKE por los revisionistas jruschevianos.
publicado por el colectivo comunista griego Anasintaxi, vinculado a la CIPOML - agosto de 2012
traducido del inglés por el blog Movimiento político de resistencia
en el Foro en dos mensajes
---mensaje nº 1---
Movimiento por la Reorganización del Partido Comunista de Grecia (1918-1955)
a) Los sucesos de Taskent
A finales de agosto de 1949, después de tres años y medio de lucha armada contra la reacción monárquico-fascista griega y el imperialismo angloamericano, siguiendo una decisión tomada por el Comité Central del Partido Comunista de Grecia (KKE), los partisanos del Ejército Democrático de Grecia (DSE) dejaron atrás su patria y se replegaron a Albania. Fue un exilio masivo. En 1949-1950, un número total de 55.381 personas (de las cuales un 67,6% eran adultos de 18 a 55 años, un 1,7% eran muy ancianos y 17.352 eran niños de hasta 17 años) abandonaron Grecia y se asentaron en las diferentes Repúblicas Populares y en la Unión Soviética. Casi 18.000 refugiados comunistas se fueron a Taskent, la capital de la República Socialista Soviética de Uzbekistán, donde fueron organizados en campamentos residenciales llamados Politeias.
Después de haberse adaptado a las nuevas condiciones de vida, los comunistas griegos procedieron a reorganizar su partido. Del 10 al 14 de octubre de 1950, la III Conferencia del KKE tuvo lugar. Este organismo purgó a casi todos los oportunistas del partido. Por primera vez desde 1940, se le asestó un duro golpe al oportunismo de derecha y a todos los oportunistas que habían traicionado el movimiento popular durante la época de la ocupación nazi habiendo firmado los acuerdos en Lebanon (20/5/1944), Gazerta (26/9/1944) y Varkiza (12/2/1945) y a quienes, además, habían saboteado el desarrollo y el aumento del DSE durante la guerra civil.
Poco después de la muerte de Stalin en 1953, la fracción revisionista de Jruschov, Mikoyan y Brezhnev que se impuso en el PCUS empezó a aproximarse a los secretarios [generales] de los Partidos Comunistas para evaluar su buena disposición a adoptar su línea contrarrevolucionaria. Ellos descubrieron que la dirección del KKE encabezada por Nikos Zachariades no quería abandonar el revolucionario camino marxista-leninista-estalinista y seguir el rumbo revisionista antiestalinista. En particular, ellos pidieron que revisara su actitud en tres cuestiones fundamentales del movimiento comunista internacional:
1) Considerar la Yugoslavia capitalista como un país “socialista”.
2) Volverse contra Stalin escribiendo artículos en Pravda sobre el “culto a la personalidad” – este infame mito jruscheviano de origen idealista.
3) Consentir la liquidación de la Kominform.
La respuesta dada por el gran e inquebrantable líder comunista sobre todas las cuestiones de arriba fue negativa.
Cuando los miembros de la camarilla revisionista jruscheviana tuvieron la certeza de que este tipo de presión no tendría ningún efecto, intentaron formar una fracción oportunista de derecha en la Organización del Partido de Taskent (KOT) – la más Organización del KKE más grande en los países socialistas – y hacer que se hiciese con la dirección de la Organización. Por desgracia para ellos había una falta de apoyo a ello salvo por unos pocos oportunistas. La dirección revolucionaria del KKE liderada por Nikos Zachariades actuó inmediatamente; los líderes de la fracción fueron desenmascarados y sacados de la dirección de la KOT.
Nikos Zachariades, hablando en una reunión de cuadros del Partido en el teatro Mu Ki Mi en Taskent, dijo lo siguiente, entre otras cosas: “Camaradas, varios de los que han hablado atacaron a Demetriou y más o menos lo consideran el líder de los revisionistas. Demetriou, camaradas, es sólo la punta de la cola de un elefante torpemente camuflado. El deber serio e histórico asignado a todos nosotros es tirar de esta cola de manera que el mundo entero vea el elefante: Jruschov” (K. Karanikola, “Mia lefki selida tou KKE”, p. 59).
El enfrentamiento entre los miembros de la fracción y el resto de los comunistas griegos se fue intensificando y la situación en Taskent fue muy tensa durante el periodo de agosto y septiembre de 1955. En tal ambiente, se hicieron tres intentos de asesinato contra Nikos Zachariades. En el primero, el Coronel armenio de la KGB Saakov intentó darle un helado envenenado pero Zachariades rechazó estar siempre al cuidado de qué y dónde comía. En el segundo, alguien le lanzó un pesado ladrillo mientras estaba pronunciando un discurso en una reunión del partido; Zachariades lo esquivó en el último momento (Ahillea Papaiaonnu, “H apagoreumeni eikona – Dioktes kai ieroktonoi tou Nikou Zachariades”, Atenas 2004). En el tercero, el mejor organizado de los tres, tres individuos emboscaron el coche que iba a llevarle al aeropuerto. El plan fracasó sólo porque Niyazov, el secretario general estalinista del PC de Uzbekistán, se dio cuenta de ello y avisó a Zachariades.
“Había una buena razón por la que los revisionistas querían exterminar a Zachariades, ya en 1955. Sabían muy bien que si Zachariades hubiera estado presente en el XX Congreso, él habría desbaratado sus planes al menos en relación a la “crítica del culto a la personalidad”. Esto se debía a que Zachariades era lo suficientemente valiente y audaz como para expresar su opinión abiertamente, al contrario que los líderes de los otros partidos comunistas. D. Vlantas (miembro del Politburó del KKE) escribe en su libro, “Nikos Zachariades y 22 compañeros”, lo siguiente: “Cuando llegué a Taskent en julio de 1955, un representante de la dirección soviética me propuso ayudarle a finiquitar el complot que había empezado en 1949 y, ellos, a cambio, me ayudarían a convertirme en Secretario General del KKE. Yo rechacé la propuesta. Zachariades vino a Taskent a mitades de agosto de 1955. Le informé sobre una situación extremadamente crítica. Le acentué que ya no sólo era la Organización de Taskent la que estaba en juego sino todo el partido. Le sugerí que debíamos volver a Bucarest, la sede del CC, convocar una sesión donde demostráramos la existencia de un complot y luego enviar una delegación a Moscú pidiendo explicaciones. Zachariades rechazó mi sugerencia.”
Cuando hasta la formación de una fracción considerable fracasó, el 9 de septiembre de 1955 el grupo revisionista jruscheviano organizó un sangriento pogromo en Taskent empleando un grupo de oportunistas griegos. Esto fue “una provocación abierta contra la delegación del CC del KKE: el violento y gangsteril asalto a las oficinas donde la delegación tenía su sede y el herimiento de tres de sus miembros” (del V Pleno, en diciembre de 1955). Sobre 200 oportunistas liderados por los líderes de fracción Ipsilantis, Demetriou, Barbalias y otros – que estaban bajo el asesoramiento directo de los revisionistas soviéticos – llevó a cabo un sangriento asalto a las oficinas de la Organización del Partido de Taskent, pero no lograron capturarlos: “a las 4 de la tarde, el 9 de septiembre alrededor de 200 personas se reunieron en el patio del séptimo Politeia junto a los líderes de fracción que estaban animando a sus seguidores con vodka, cerveza y vino” (K. D. Karanikola: “Mia lefki selida tou KKE”, p. 53).
El asalto a las oficinas de la KOT fue precedida por las provocaciones de la fracción en varias Politeias: “En esas Politeias donde los fraccionalistas tenían algún apoyo, como en la 2ª, 3ª, 7ª, 9ª y 11ª, empezaron a saquear las bibliotecas locales y a quemar libros, especialmente aquellos escritos por Zachariades, Bartziotas y otros sobre la lucha del DSE” (ibid. p. 46).
Este actor provocador levantó una protesta entre los miles de miembros del Partido que se apresuraron a defender las oficinas de la KOT. Luego tuvieron lugar enfrentamientos y palizas con los fraccionalistas hasta que la policía y los destacamentos de cadetes vinieron a su rescate. Muchos resultaron heridos y tuvieron que ser transportados al hospital mientras cientos de comunistas griegos eran arrestados, principalmente oficiales de alto rango del DSE, metidos en prisión y luego juzgados por “vandalismo”.
Todos los refugiados políticos en Taskent sabían que los instigadores de los provocadores “sucesos de Taskent” eran los revisionistas jruschevianos que pretendían la liquidación del KKE. Todo el mundo sabía que el puñado de oportunistas griegos estaba en permanente contacto con y bajo el asesoramiento del traicionero grupo revisionista jruscheviano. Uno de los oportunistas más conocidos, Kostas Gritzonas, confiesa: “Una tarde, durante el momento en que los sucesos de Taskent alcanzaban su punto culminante, mientras iba desde el 7º hasta el 9º Politeia junto con el secretario de la KOT, Aristotelis Hatouras, me confió que el movimiento anti-zachariadistas disfrutaba de la ayuda de los soviéticos. Me dejó con el entendimiento de que estaban teniendo conversaciones en privado con los jruschevistas del CC del PC de Uzbekistán” (K. Gritzonas: “Meta to Grammo”, pp. 18-19).
La abrumadora mayoría de los comunistas griegos, más del 95% de los miembros de la KOT, condenaron la intervención de los revisionistas jruschevianos en el KKE y acudieron para apoyar su partido encabezado por Nikos Zachariades. Su enfrentamiento violento y sangriento con los fraccionalistas fue el primer acto de resistencia en el movimiento comunista contra el revisionismo desde antes del XX Congreso. Esta actitud anti-revisionista fue claramente expresada en el histórico V Pleno del CC del KKE reunido a finales de diciembre de 1955 (26-28/12/1955). Fue histórico porque:
1) Condenó abiertamente la intervención revisionista anticomunista y jruscheviana en el KKE y
2) Fue el último órgano convocado de nuestro heroico partido antes de su completa liquidación.
En la decisión del Pleno, en relación con la situación en la KOT, se dice que: “la fracción no habría logrado nada en absoluto si no hubiera recibido la ayuda de ciertos camaradas soviéticos, quienes estaban convencidos de que la fracción era la más fuerte y la parte más pro-soviética de la KOT a la que debían apoyar y ayudar. Este hecho animó a los fraccionalistas aún más a actuar y a declarar abiertamente que “todo lo que decimos y hacemos es aprobado por los soviéticos” (Demetriou) y que “no tengo miedo de nada porque 200 millones de soviéticos me respaldan” (Hatouras) etc. etc.”
El V Pleno fue un auténtico triunfo del bando marxista-leninista en el KKE y de Nikos Zachariades personalmente. Esto es incluso admitido por el máximo líder fraccionalista en la KOT, Demetriou (“Eleutherotypia”, 2004). Sin embargo, la fracción revisionista no estaba todavía completamente derrotada y el resultado de la lucha interna en el KKE estaría contundentemente determinada por la lucha correspondiente en el PCUS entre los partidarios de Stalin y los partidarios de Jruschov.
La abrumadora oposición militante de los refugiados comunistas exiliados de Grecia, encabezados por Nikos Zachariades contra la camarilla jruscheviana en septiembre de 1955 en Taskent, fue cronológicamente la primera en la historia de las luchas del Movimiento Comunista Internacional contra el revisionismo jruscheviano y, también, un punto culminante de la heroica lucha del KKE revolucionario (1918-1955). Si uno toma en cuenta el insólito desastre que siguió inevitablemente a la aplicación del revisionismo jruscheviano a los partidos comunistas (destrucción del socialismo y restauración del capitalismo en la Unión Soviética, la desintegración de la URSS capitalista, liquidación de los partidos comunistas), puede decirse que no sólo fue un punto culminante de la prolongada lucha del KKE estalinista-zachariadista, sino que fue al mismo tiempo un gran y único momento en la lucha del Movimiento Comunista Internacional (Komintern-Kominform) contra la nueva tendencia contrarrevolucionaria y traidora del revisionismo jruscheviano que emergió en sus líneas a mediados de los años 50: fue precisamente este momento el que marcó el comienzo de la más encarnizada lucha político-ideológica contra el revisionismo jruscheviano a nivel internacional, una lucha que siguió durante medio siglo hasta ahora, que aún continúa y que va a continuar en el futuro hasta su victoria final. En este contexto, los “sucesos de Taskent” adquieren una importancia histórica triple:
- Primero, constituyen la primera intervención abierta y brutal de los revisionistas jruschevianos en los asuntos internos de un partido comunista pretendiendo liquidarlo.
- Segundo, marcan el inicio de la resistencia y la lucha de los comunistas griegos contra el revisionismo jruscheviano incluso antes de su surgimiento como una completa tendencia político-ideológica en el XX Congreso del PCUS (febrero de 1956).
- Tercero, estos sucesos alzaron la bandera de la lucha de los comunistas de todos los países contra esta tendencia contrarrevolucionaria. El levantamiento y la batalla de los comunistas griegos en Taskent en septiembre de 1955 marca el comienzo del período de la lucha contra el revisionismo jruscheviano a nivel internacional.
El “VI Pleno”
En febrero de 1956, durante el contrarrevolucionario XX Congreso del PCUS, comenzaron las farsas judiciales contra los comunistas griegos, refugiados políticos, en Taskent. En esta farsa, los veteranos del DSE curtidos en la lucha, como Giorgos Kalianesis (general), Dimitris Vyssios (lugarteniente-coronel) y otros, fueron procesados por vandalismo y vagabundeo. Cumpliendo sus condenas, fueron deportados a Siberia y enviados a campos de concentración “que estaban intencionadamente contiguos a los campos de concentración de criminales de guerra alemanes condenados a 25 años de prisión, la pena máxima según el derecho penal soviético. Los alemanes no trabajaban por su status de “prisioneros de guerra” y, aparte de que se les daba la comida de un soldado soviético, recibían paquetes de medicina y comestibles de la Cruz Roja de la Alemania del Oeste cada diez días. Los refugiados condenados se alimentaban con patatas podridas y cereales molidos y mohosos. Esta “dieta” la seguían bajo condiciones de trabajo pesado y agotador (D. Vyssios: “Carta abierta a M. N. Ponomarov”, antiguo Director del Departamento de Relaciones Internacionales del CC del PCUS, enero de 1991).
La oposición de los comunistas griegos al revisionismo jruscheviano fue expresada en masa. La abrumadora mayoría (95%) de los miembros de la Organización del Partido en Taskent se declaró en contra de la intervención jruscheviana en el KKE y defendió la línea revolucionaria del partido y del CC liderado por Nikos Zachariades mostrando una contundente firmeza y un valor sin precedentes. La actitud de los comunistas cautivos en la cárcel y en los campos de concentración en Grecia fue similar.
Fue precisamente esta abrumadora oposición de los comunistas griegos (que oscila desde el 85 al 95% en Taskent y en las Repúblicas Populares) la que impidió que el KKE fuese transformado en un partido burgués de tipo socialdemócrata. El KKE revolucionario es el único partido comunista de un país capitalista no había sido transformado aún en un partido contrarrevolucionario, burgués, socialdemócrata. Este hecho forzó a los revisionistas jruschevianos a crear un partido completamente nuevo en lugar del viejo.
En el momento del XX Congreso del PCUS, los jruschevianos formaron el infame “Comité Internacional”, el cual supuestamente tenía como objetivo examinar la situación en el KKE. Comprendía cuadros de seis partidos comunistas:
1) Yugov, del Partido Comunista de Bulgaria
2) Kovac, del Partido de los Trabajadores Húngaros
3) Mazur, del Partido Obrero Unificado Polaco
4) Dej, del Partido de los Trabajadores de Rumanía
5) Kuusinen, del Partido Comunista de la Unión Soviética
6) Barak, del Partido Comunista de Checoslovaquia
El presidente del Comité Internacional era, formalmente, Gergiou Dej – el títere de Jruschov – pero de hecho era Otto V. Kuusinen, miembro del Politburó del PCUS. Nikos Zachariades, dirigiéndose a Dej durante uno de las sesiones del comité, dijo lo siguiente en relación a su intromisión en los asuntos internos del KKE: “¿Quién le otorgó el derecho de examinar los problemas del heroico KKE a usted, que dormió en agosto de 1944 bajo fascismo y se despertó un día bajo una República Popular, fundada por los tanquistas rojos que marcharon desde Stalingrado cuando destruyeron la fascista División Rumana y te la ofrecieron a ti como regalo? ¿Qué experiencia tiene usted para criticar la lucha de los comunistas griegos, quienes, dicho sea en su honor, por medio de la lucha, no permitieron ni siquiera a un solo ciudadano griego luchar en el Frente Oriental contra la URSS? (K. Karanikola, pp. 70-71).
El Comité Internacional intervino abiertamente y sin pretextos en el KKE convocando arbitrariamente el infame “VI Pleno” en marzo de 1956. En este encuentro ilícito el informe no fue leído por un griego, sino por el presidente del “Comité Internacional”, Dej. Los antiguos cuadros y los miembros expulsados participaron, pero no el Secretario General, elegido legalmente, del Partido, Nikos Zachariades. La brutal intervención de los revisionistas jruschevianos a través del “VI Pleno” dio como resultado la liquidación actual del KKE (1918-1955). Esto fue llevado a cabo por:
a) La ilegal y forzosa eliminación de la dirección revolucionaria elegida del KKE, incluyendo al Secretario General del Partido, que fue arrestado y aislado, y designada una dirección títere, oportunista de derecha.
b) Las expulsiones masivas de miles de comunistas.
c) La liquidación de las restantes organizaciones del Partido en 1958.
El nuevo partido que fue creado en 1956, el “K”KE [nótese que es una traducción del griego y que las comillas recaen en la sigla “comunista”] no tenía ni tiene ninguna relación en absoluto – ideológica, política y orgánicamente – con el antiguo KKE revolucionario (1918-1955). Fue una escandalosa creación de los revisionistas jruschevianos que adoptaron la línea contrarrevolucionaria y socialdemócrata promulgada en el XX Congreso del PCUS, concretamente la transición pacífica al socialismo. Por esta razón, el nuevo partido ha sido, desde el mismo comienzo, un partido burgués socialdemócrata ya no guiado por el marxismo-leninismo-estalinismo, sino por la tendencia contrarrevolucionaria del revisionismo jruscheviano, una variante de la ideología burguesa.
Un año más tarde, en 1957, los revisionistas del “K”KE convocaron el “VII Pleno”, un encuentro tan ilícito como el VI Pleno. Según las resoluciones de este “pleno”, Zachariades fue incluso despojado de su membresía del partido y condenado al exilio. Además, fue desvergonzadamente acusado de espiar para los alemanes cuando estuvo en Dachau. Un comité especial creado para investigar el asunto no encontró ninguna prueba en absoluto que sostenga esta monstruosa acusación.
c) La persecución de los comunistas griegos
La gran mayoría de los comunistas griegos bajo el liderazgo de Nikos Zachariades no sólo rechazó ofrecer una firme resistencia contra las resoluciones del XX Congreso y del VI Pleno sino que fueron los primeros del Movimiento Comunista Internacional en hacerlo ya en 1956 – el rechazo del revisionismo por Mao Zedong y Enver Hoxha fue expresado cuatro años más tarde, en la conferencia de partidos comunistas en 1960. Lo que es más importante todavía es que, en el difícil periodo que siguió al XX Congreso, la lucha de los comunistas griegos contra el revisionismo tanto griego como soviético siguió tomando diferentes formas. En 1958, 6000 comunistas de Taskent escribieron una carta a los CC de Partidos Comunistas de la Unión Soviética, China, Italia, Francia, Bulgaria, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Vietnam, Cuba, Corea y Albania con respecto a la situación en el KKE. En la primera página de esta carta se menciona lo siguiente: “El actual CC del KKE no es la dirección que encabezó las luchas revolucionarias de nuestro pueblo. Esto es así porque:
1) El ascenso de esta dirección es el resultado de una provocación política contra el KKE el 09/09/1955 en una de sus organizaciones más grandes, la Organización del Partido de Taskent y, posteriormente, de la arbitraria convención y resolución del VI Pleno en 1956.
2) La política de esta dirección es la revisión de la línea revolucionaria que el KKE tenía antes del VI Pleno, es la revisión de la teoría marxista-leninista.
3) A esto le acompaña una línea oportunista que se desvía de los principios marxista-leninistas.
4) Esta política oportunista, al seguirse, debilita la lucha de nuestro pueblo y pretende subordinar nuestro movimiento a los intereses de la burguesía griega.”
La importancia histórica y política de este documento apenas puede ser sobrevalorada. Aparte de ser un ejemplo de la resistencia contra el revisionismo en el KKE, contiene un exhaustivo esbozo histórico de los asuntos internos del partido abarcando completamente el periodo de antes del XX Congreso. Demuestra más claramente el papel contrarrevolucionario y traidor de todos esos oportunistas, como Vafiades y Partsalidis, que estuvieron en los altos rangos del KKE durante la resistencia armada contra las fuerzas de ocupación alemanas, el imperialismo angloamericano y la reacción fascista griega. Fueron los mismos que acusaron a la dirección de Zachariades de “errores izquierdistas” y “aventurerismo” en relación con la estrategia y la táctica del partido en la guerra civil, en la III Conferencia del KKE en 1950. Finalmente, fueron los mismos que fueron nombrados posteriormente en la dirección del KKE por los revisionistas jruschevianos.
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